Provincia
Desazón en los socialistas gaditanos ante la posible repetición de Juan Espadas en las andaluzas de 2026
PSOE
Varias fuentes indican que las posibilidades de que el secretario general del PSOE andaluz venza a Juanma Moreno son mínimas tras la debacle de 2022
«Hay que hacer un proyecto a ocho años con la nueva hornada»
Las elecciones autonómicas andaluzas comienzan a verse en lontananza. El segundo mandato de Juan Manuel Moreno Bonilla, tras la mayoría absoluta cosechada en junio de 2022, ya ha superado su ecuador y los partidos empiezan a engrasar la maquinaria de cara a la próxima cita con las urnas en 2026.
El presidente de la Junta confirmó el pasado martes en una entrevista en Onda Cero que será el candidato del Partido Popular en los siguientes comicios, alcanzando los 12 años al frente del gobierno regional en caso de volver a ganar o ser capaz de sumar una mayoría necesaria. Su intención, dijo, no es la de «perpetuarse» en el cargo, pero un cambio de liderazgo en su formación en estos momentos supondría «incertidumbre e inestabilidad».
Sobre la mesa del otro partido mayoritario, el PSOE, que estuvo al frente de la administración andaluza durante más de 36 años, las cosas no están tan claras de momento. El actual líder, Juan Espadas, se congratuló hace unos días del adelanto del Congreso Federal del partido que se celebrará en Sevilla los días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre y anunció a su vez su intención de presentarse nuevamente como cabeza de lista socialista.
El que fuera alcalde hispalense, pese a ello, deja muchas dudas en el seno de su propio partido. Es su historial pesa el peor resultado histórico del PSOE en Andalucía, logrando el Partido Popular una victoria por mayoría absoluta impensable hace algunos años, y no son pocos los que piensan que Espadas debe dar un paso al lado.
De hecho, algunos interpretaron que su nombramiento como portavoz socialista en el Senado en noviembre del pasado año iba encaminado a dejar un espacio para un nuevo liderazgo a nivel andaluz, algo que de momento no se atisba. Es más, el propio secretario general aseguró que daba ese paso para tener mayor visibilidad y relanzar su figura pensando en el propio envite a nivel regional.
El sentir instalado en las agrupaciones locales es de que las opciones de vencer son escasísimas. Pese a las críticas que arrecian sobre el gobierno de Juanma Moreno en materia sanitaria, la sensación es que el desgaste generado no se traduce en alimentar una opción de cambio en las próximas elecciones, puesto que la opción del PSOE no ofrece nada distinto a lo planteado hace cuatro años cuando el batacazo fue sonado. Por lo que creen que la opción de Espadas está más que amortizada.
Este periódico ha consultado con varias fuentes del socialismo gaditano, que pese a preferir no desvelar sus nombres, no tienen reparos a la hora de mostrar su preferencia por una alternativa. La base de la que parte el PSOE es compleja, admite una de ellas: «Ningún candidato socialista va a ganar en 2026», de modo que consideran que deben trabajar en un proyecto a medio plazo, con vistas a intentar recuperar el gobierno andaluz más en 2030 que dentro de dos años.
«Creo que los políticos de la generación de los 80 deben dar un golpe en la mesa, unirse en toda Andalucía y presentar una alternativa», traslada esta misma. Para ello, aboga por reclutar a jóvenes figuras que tuvieron un peso secundario en el último gobierno socialista del PSOE, con Susana Díaz, mucho más curtidos ahora. Es, indica, momento de olvidar cuitas pasadas y ofrecer algo diferente a Espadas, sin interferencias ni imposiciones de Ferraz. Si finalmente repite el secretario general andaluz, «estaríamos hablando de intentar alcanzar la victoria en 12 años».
La regeneración es indispensable para volver a recuperar el gobierno de la Junta de Andalucía, coinciden. Un responsable socialista va más allá y expone que deben tomar ejemplo de su rival político y el proceso que llevó a cabo años atrás para llegar después de muchas décadas a San Telmo: «Moreno Bonilla lo hizo de la mano de Elías Bendodo. Toda una generación se hizo cargo del PP y empezó a trabajar renovando generacionalmente todos los órganos».
Tras la celebración del Congreso Federal en Sevilla, vendrán en cascada en un plazo de tres meses los 'cónclaves' regional, provincial y local, momento en el que empezará a aclararse el panorama y la hoja de ruta del PSOE para los próximos años.
Patricia Cavada, al margen
De esa nueva hornada trasciende un nombre en clave gaditana, el de la alcaldesa de San Fernando Patricia Cavada, que ha sido señalada por diferentes miembros de su formación como una figura en ascensión, con capacidad de conectar con el electorado socialista más veterano y también con el de las nuevas generaciones. Cuenta además con el aval de gobernar en la ciudad más poblada en la que tiene el poder el PSOE en la provincia.
La regidora ya ha salido al paso de esas informaciones, asegurando que está centrada en su ciudad y que no va a postularse como candidata regional. «El problema de la opción de Cavada es que ella no quiere», indica un compañero de filas a nivel provincial, trasladando el alto riesgo político que tendría la opción de abandonar un ayuntamiento potente en el que gobierna en mayoría absoluta para embarcarse en una empresa muy compleja como es hacer pasar al PSOE de tener sus peores resultados en Andalucía a recuperar el poder.
En cualquier caso, la disposición inicial podría variar en caso de que fuese requerida por las altas instancias de su partido, siendo difícil rechazar un encargo en el que se le solicitara realizar un esfuerzo en un momento complicado para sus siglas.
Caras conocidas para encabezar la lista
«Madrid impondrá un nombre», afirma con resignación alguien conocedor de este tipo de procesos internos en el PSOE. Ante esa tesitura, no se descarta que pueda surgir una opción distinta de Juan Espadas en caso de que la dirección nacional estime, como así parece, que las opciones del político sevillano son mínimas cuatro años después de su derrota, pese al cierre de filas mostrado en más de una ocasión.
Es ahí donde entraría en juego la posibilidad de intentar convencer a algún nombre pesado en la escena nacional, a fin de tener más opciones de lograr una movilización que parece poco probable en estos momentos ante el contexto actual.
En ese escenario aparecerían en escena las dos mujeres con larga trayectoria en el partido, como es la exministra Carmen Calvo, ahora presidenta del Consejo de Estado o incluso la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda María Jesús Montero.
Aunque ambas alternativas parecen complicadas, en el primer caso porque Carmen Calvo no se muestra muy entusiasmada con la idea de volver a la primera línea de la batalla política y en el segundo porque Montero es una de las principales figuras del actual Ejecutivo, nada se puede descartar en un PSOE en el que Pedro Sánchez acostumbra a hacer importantes movimientos de reestructuración. Y menos aún después de que los socialistas perdieran una enorme cuota de poder regional tras el último ciclo electoral, lo que obliga al partido a redoblar su apuesta en las próximas elecciones.
En el pasado, el presidente encomendó a exministras como Carolina Darias que fuese la candidata a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria o a Reyes Maroto que encabezase la lista a la Comunidad de Madrid para tratar de impedir, infructuosamente, la mayoría absoluta de Díaz Ayuso.