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El desánimo en el PSOE pone en peligro a Ruiz Boix
política
Los socialistas completan un ciclo electoral completo siendo derrotados por el PP a nivel provincial, algo inaudito y que refuerza las críticas al secretario general
Ruiz Boix, votando en las elecciones europeas.
Horas complicadas en el PSOE de la provincia de Cádiz. Los análisis tras unas elecciones siempre dan lugar a posibles críticas internas si los resultados no son los esperados. Y en las europeas, los socialistas gaditanos no han cubierto las expectativas.
El PSOE ha perdido casi seis puntos respecto a los comicios de 2019, pese a que dentro de la izquierda era previsible que Podemos perdiese pujanza y que Ciudadanos, que aunque mayoritariamente ha traspasado sus votos al PP, tenía votantes de centro que no estaban por la labor de apoyar a los populares, desapareciese del mapa.
Los resultados son malos y en el partido son conscientes de ello. Tanto que el propio secretario general del partido en la provincia, Juan Carlos Ruiz Boix, puso el foco el pasado lunes en «rearmar» el partido de cara a las futuras elecciones que han de venir. Las primeras, las andaluzas en 2026 y posteriormente las municipales y las generales en 2027, siempre que no haya adelanto en este último caso.
Pero es difícil centrarse únicamente en mirar al futuro cuando el presente y el pasado reciente han dejado cicatrices. Y es que ha sucedido lo que nunca antes había pasado: el PSOE, a nivel provincial, ha sido menos votado que su principal oponente político en las últimas cuatro elecciones. Una realidad que en un partido con tanta implantación no puede taparse con una patada hacia adelante.
La formación socialista en las europeas sólo ha ganado en 19 de los 45 municipios de la provincia, dejando un mapa mayoritariamente azul cuando históricamente ha sido al contrario. Resulta curioso que el Partido Popular haya ganado incluso en San Roque, localidad en la que es alcalde el máximo mandatario del PSOE gaditano.
En dos años los socialistas no sólo han perdido apoyos, hablando en un plano meramente numérico, sino que esa bajada ha implicado una merma de poder, cediendo algunas alcaldías y muy especialmente la Diputación de Cádiz que presidía el propio Ruiz Boix, una administración absolutamente indispensable para los municipios gaditanos, sobre todo los de menos de 20.000 habitantes.
Por lo tanto, era de esperar que las voces descontentas con la dirección del partido, al constatarse nuevamente ese letargo socialista de un tiempo a esta parte, afloraran con más fuerza. Muchos afiliados no ven claro que se trate de algo únicamente cíclico y temen que, si no se toman medidas, la salida del atolladero sea mucho más complicada.
Voces discordantes
Cuando no hay convencimiento en la hoja de ruta, el cierre de filas se puede plasmar en declaraciones o en fotos de familia de puertas para afuera, pero el malestar es creciente en un entorno en el que ya ha habido claras muestras de cuestionamiento.
El más llamativo por su dimensión fue la dimisión de 27 miembros de la ejecutiva local de Jerez que buscaban con su cese la caída de Mamen Sánchez al frente de la dirección local para que una gestora se hiciese cargo de forma transitoria.
Ruiz Boix quitó hierro a esta anómala situación y descartó ese extremo esgrimiendo que no se habían alcanzado las renuncias necesarias, por lo que hizo varios cambios en la ejecutiva tras el aluvión de salidas y mantuvo a la exalcaldesa a los mandos.
Tras esa situación, uno de los hombres fuertes del partido en Cádiz, el alcalde de Chiclana, José María Román, se mostró muy crítico en una entrevista en la SER y dijo que que el PSOE estaba «un tanto adormecido», llamando a realizar una profunda reflexión al entender que la formación no estaba dando la talla en la provincia.
Las diferencias entre Ruiz Boix y Román son de fondo pero también de forma. En el primer pleno ordinario de la Diputación de Cádiz con la popular Almudena Martínez del Junco como presidenta, se aprobó el reparto del remanente de tesorería entre distintos municipios. El alcalde de San Roque, en un habitual tono batallador, calificó de «golfada» la distribución al entender que era sectaria y que iba a parar mayoritariamente a gobiernos del PP y de su socio La Línea 100x100. El regidor de Chiclana, ciudad a la que iba destinada una de esas partidas, explicó que lo agradecía pero que votaba en contra por entender que merecían más, en una actitud mucho más conciliadora.
El último capítulo ha tenido lugar en El Puerto con la renuncia de dos ediles socialistas en un proyecto que lidera en la oposición, tras la salida de David de la Encina, Ángel González, un hombre cercano a Ruiz Boix y que ahora tiene que lidiar con una situación compleja y que debilita aún más al PSOE portuense tras la victoria por mayoría absoluta de los populares hace algo más de un año.
Malestar
La sensación que se percibe en el seno del partido tras los últimos comicios es la de una gran falta de cohesión, cada cual parece ir por su lado. Pero hay una serie de circunstancias que han sentado mal a nivel general dentro de las agrupaciones locales.
La primera es que tanto el secretario general como la presidenta del partido a nivel provincial, Juan Carlos Ruiz Boix y Mamen Sánchez, no han asumido sus responsabilidades tras el varapalo del 28M del pasado año. Lejos de ello, ambos acompañaron en las posiciones de salida a Fernando Grande-Marlaska en la lista al Congreso por Cádiz.
Eso fue interpretado como la búsqueda de una salida confortable una vez que uno perdía la presidencia de la Diputación y otra cedía la alcaldía de Jerez a María José García-Pelayo, que lograba que su partido pasase de estar en la oposición a tener la mayoría absoluta.
«Nunca antes el secretario general del partido ha estado fuera de la provincia», dice una fuente del partido que prefiere mantener su nombre en el anonimato. Para muchos de los socialistas, la cabeza visible del socialismo gaditano debe dar la batalla sobre el territorio. Ruiz Boix ha plasmado en múltiples ocasiones que en Madrid defiende igualmente a su tierra, pero los críticos entienden que esa labor la pueden llevar a cabo de similar manera otros compañeros.
La que fuera senadora socialista María Jesús Castro se expresaba en este periódico en términos similares hace algunos meses, añadiendo además que creía que Ruiz Boix ostentaba demasiados cargos de forma simultánea. Pese a haber dado un paso al lado en la Diputación, el dirigente provincial es secretario general, alcalde de San Roque, diputado nacional y presidente de la Comisión de Exteriores.
Alternativas
Ruiz Boix llegó a la secretaría general provincial del partido en sustitución de Irene García, que fue presidenta de la Diputación y actualmente es la vicepresidenta segunda del Parlamento de Andalucía, uno de los puestos importantes a nivel regional.
Pese al relevo, sigue habiendo buen número de militantes afines a la sanluqueña, que ahora puede ganar adeptos por su mayor capacidad de entendimiento. El PSOE tiene ahora que recuperar terreno perdido y hay voces que consideran que yendo por la vía de la confrontación, no cabe esperar una mejora de los resultados cosechados en las últimas citas electorales.
Entre las opciones futuribles, otros señalan a Patricia Cavada, que ostenta la mayor alcaldía que tiene en su poder el PSOE en la actualidad, como es la de San Fernando. Su olfato política le ha permitido cambiar la dinámica que la formación ha seguido en otras localidades, logrando la mayoría absoluta en un ayuntamiento con mucha importancia.
Pendientes de Espadas
El secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, vive horas críticas una semana después de que el partido cayera derrotado en las ochos provincias en las elecciones europeas, un revés histórico en un territorio que ha sido santo y seña del socialismo.
Pese a que Espadas ha recibido la ratificación de los líderes provinciales y también desde Ferraz en las últimas horas, su figura está en entredicho claramente, pues hay que recordar que a ello hay que sumar la mayoría absoluta que logró en 2022 Juanma Moreno, siendo el exalcalde de Sevilla el candidato autonómico.
Al también senador se le critica, al igual que a Ruiz Boix, que sea miembro de una de las cámaras nacionales cuando en su propia tierra las cosas no marchan. Además, creen que en su directiva hay muy poca representación de las posturas provinciales más allá de la de Sevilla.
Traspiés por la Subdelegación
Tras las pasadas elecciones generales del verano de 2023, con las que Pedro Sánchez continuó en la Moncloa, sonaron tambores de cambio al frente de la Subdelegación del Gobierno.
Pese al trabajo desempeñado por José Pacheco, que gozaba del reconocimiento de los sectores con los que había trabajado codo con codo con asuntos nada desdeñables como la lucha contra el narcotráfico, empezó a ganar fuerza su posible relevo, tal y como acabó sucediendo.
Pacheco era tal vez la opción que contaba con mejores previsiones dentro del socialismo en caso de haberse presentado a la alcaldía de Cádiz, pero declinó esta opción por el hecho de encontrarse a gusto con la institucionalidad del cargo que ejercía, cuestión que no cayó bien en la dirección del partido, que entendía que la situación requería un paso adelante en materia política toda vez que parecía amortizada la etapa de José María González al frente de San Juan de Dios y se abría una oportunidad de volver a tener un alcalde del PSOE, algo que no sucede desde la etapa de Carlos Díaz.
La salida de Pacheco cristalizó, erigiéndose la figura de Cristina Saucedo como posible sustituta. La que fuera jefa de gabinete de Ruiz Boix al frente de la Diputación contaba con el aval del hoy diputado nacional. Sin embargo, fueron pasando las semanas y el anuncio no llegaba.
Es ahí donde aparece en escena Román, en este caso Rafael, que encarna otra de las diferentes sensibilidades del PSOE gaditano y que sigue siendo una voz autorizada para Madrid. Es finalmente Blanca Flores, afín, la que termina siendo designada, en un claro revés para Ruiz Boix, que acumula ya varios en los últimos meses.
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