INDUSTRIA

El IPC y los costes salariales ponen en «situación crítica» a las empresas del Metal

El convenio, firmado en noviembre de 2021 tras dos semanas de movilizaciones, se atraganta y pasa factura

Los empresarios admiten que no tienen liquidez para pagar las mejoras pactadas en un texto suscrito antes de la guerra de Ucrania y que no recoge el cambio de ciclo

ANTONIO VÁZQUEZ

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

El convenio del Metal, firmado en noviembre de 2021 en Cádiz después de dos semanas de movilizaciones, pasa factura a las empresas del sector. Los compromisos adquiridos entonces no contaban con una inflación desbocada, ni tampoco con una guerra en Ucrania que ha disparado el precio de las materias primas. El acuerdo económico suscrito entonces entre patronal y sindicatos bajo la mediación de la Junta de Andalucía es imposible de cumplir ahora. Los costes de explotación se han multiplicado y la actividad en 2022 no ha sido tan boyante como se preveía.

El convenio en cuestión obliga a las empresas a actualizar en 2023 los salarios y, además, a abonar los atrasos correspondientes al incremento del IPC de 2022. El acuerdo suscrito en su momento recoge que el 80% de la subida real del IPC pasa a consolidarse en las tablas salariales a final de cada año, y ese incremento se fija ya en las tablas, aunque el IPC suba en los años siguientes por debajo del 2%. El IPC adelantado de 2022 arroja un incremento de entre el 5,6% y el 6,9% a falta de la cifra definitiva. La patronal señala que el convenio gaditano, de los mejores de España, consta de 12 pagas, más cuatro extras y, según los primeros cálculos, sería necesario un abono medio de 1.600 euros por trabajador para cubrir el atraso de IPC de 2022 y cumplir con el convenio.

 

La patronal plantea una contraoferta: alargar la vigencia del convenio hasta 2025 y flexibilizar el pago de las subidas de IPC

 

 

Precisamente este es el problema sobrevenido con el que se encuentra ahora la patronal del Metal: un IPC muy alto en 2022. «Las cuentas no salen», aseguran los empresarios, que ven como los costes salariales y los costes de producción ponen en la picota sus negocios. Con la previsión de IPC para el cierre de 2022, las tablas que se pactaron en 2021 se han ido al traste.

Las consulta a los servicios jurídicos de la Federación de Empresarios del Metal (Femca) se suceden desde el pasado noviembre con el fin de evitar una tragedia entre la empresas ante la imposibilidad de afrontar los nuevos costes salariales que emanan del convenio de 2021. De hecho, LA VOZ ha tenido acceso a una de las circulares internas de los empresarios en las que reconocen la «situación crítica» a la que se enfrentan por la subida de precios de la energía, materias primas, transporte y costes salariales.

De hecho, los empresarios admiten por escrito que la situación de tesorería y la falta de liquidez de las empresas en general están comprometiendo el cumplimiento del pago de los atrasos generados hasta el 31 de diciembre y la posterior subida del 2% en enero de 2023. En esta misma circular, los empresarios alertan de que están planteando EREs y ERTEs debido a la imposibilidad de afrontar los pagos.

Propuesta de emergencia

Ante esta situación, la patronal ha elaborado una contraoferta a los sindicatos para tratar de aliviar la situación. Los empresarios plantean la posibilidad de anular los atrasos previstos para este año y ampliar la vigencia del convenio dos años más con una subida anual del 3% desde el 2022 al 2025. Cabe recordar que el convenio firmado en noviembre de 2021 tiene una vigencia hasta finales de 2023.

La propuesta, según consta en la circular de los empresarios, supone que se originan atrasos del 1%, ya que se ha subido el 2% desde primeros de año. El resto de anualidades se aplicaría una subida lineal del 3% tanto en 2023 como en 2024 y 2025. Por tanto, según la patronal, la subida sería de un 9% frente al 8,5% previsto y «sería en atención a la situación crítica de la industria en aras de la supervivencia». La propuesta empresarial pide flexibilizar el pago, aunque conllevaría un aumento del coste para las empresas, y alargar la vigencia del convenio.

El estallido de la guerra de Ucrania a finales del pasado febrero ha cambiado el panorama de forma drástica. Las cuentas que patronal y sindicatos hicieron en noviembre de 2021 para lograr la paz social en el sector del Metal de Cádiz no tienen nada que ver con las de ahora. Los costes de producción se han disparado (luz, gas, combustible y acero) y resulta complicado para los empresarios cumplir con los compromisos económicos recogidos en el convenio gaditano. «Nos hemos pillado los dedos». Esta es la frase más repetida entre los empresarios de la industria auxiliar del sector naval.

Fuentes de la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz (Femca) no esconden su preocupación ante la situación económica que atraviesa el sector. Se trata de una situación coyuntural, ya que las expectativas para los próximos años son óptimas o, al menos, así se desprende de los últimos contratos anunciados por las grandes empresas tractoras de la Bahía de Cádiz. Uno de los mejores ejemplos de la carga de trabajo que se avecina lo encontramos, precisamente, en los dos megacontratos firmados por Dragados Offshore en menos de un año para la construcción en Puerto Real de cuatro plataformas eólico-marinas para la alemana Amprion. Igualmente, Airbus ha avanzado sus planes de futuro una vez que consolide la fusión de sus plantas gaditanas en 2025. Navantia, por su parte, tiene en cartera la construcción de diez barcos en los astilleros gaditanos.

 

La situación de tesorería y la falta de liquidez de algunas empresas obligan a plantear EREs y ERTEs

 

 

El convenio del Metal de Cádiz es de los mejores. Así lo demuestra el informe 'Negociación Colectiva en la Industria del Metal', elaborado por Confemetal: los peones del metal que trabajan en Cádiz son los que están mejor pagados de toda Andalucía: 11,66 euros a la hora. Este importe supera en casi 2 puntos a la media nacional, que se sitúa en 9,74 euros/hora. El sueldo de los peones gaditanos es, además, el tercero más alto en toda España, solo superado por los navarros, que cobran 12,81, y los barceloneses, con 12,08. Los peones gaditanos cobran más que los peones sevillanos y los malagueños, con potentes industrias del metal, e incluso cobran más que los ingenieros de Cáceres, Cuenca, Ciudad Real o Jaén. Esta situación, según la patronal de Cádiz, resta competitividad a la industria de la Bahía.

El convenio del Metal en Cádiz afecta a 29.000 trabajadores y 5.600 empresas. La movilización de noviembre 2021 se fue de las manos justo cuando los piquetes en los accesos a los astilleros, concretamente en el de Cádiz, se convirtieron en barricadas y los huelguistas la emprendieron a pedradas con la Policía nacional, que trataba sin éxito de restablecer la circulación en las calles. Las protestas duraron dos semanas hasta que se cerró un acuerdo 'in extremis' en Sevilla.

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