INDUSTRIA
Navantia considera «correcto y motivado» el despido del trabajador de San Fernando
El parón en la planta es total, mientras que el comité busca el apoyo del resto de factorías de Navantia
Los trabajadores rechazan la medida de la dirección de Recursos Humanos, que tachan de «puñalada», y anuncian que el paro seguirá hasta que sea reincorporado el compañero
Los sindicalistas advierten de que la movilización es un toque de atención también ante la ausencia de carga de trabajo que se avecina
Todos a una como Fuenteovejuna. La plantilla del astillero de San Fernando, incluidas las subcontratas, siguen de brazos cruzados por segundo día tras comunicar este miérdoles la dirección de la planta el despido de un trabajador. El paro es total y este jueves ha afectado a primera hora a las pruebas de mar que desarrolla la cuarta corbeta saudí en aguas de la Bahía. De hecho, el barco estuvo hasta mediodía en la planta de Puerto Real hasta que pudo volver a navegar. Por el contrario, los trabajadores no permitieron la salida de uno de los barcos que uitiliza el muelle isleño como punto de atraque.
El conflicto laboral tiene su origen en la carta de despido que ha recibido uno de los trabajadores de la última remesa de nuevas incorporaciones a Navantia. Se trata de las contrataciones que recoge el plan estratégico para rejuvenecer plantilla, incluido en proyecto Astillero 4.0, y que accedieron a los centros de trabajo el pasado mayo. El trabajador despedido pertenecía al control de calidad de Sistemas del astillero isleño y el motivo que alega la compañía, según los sindicatos, es que no ha superado la evaluación. El comité de empresa de la factoría difiere de los argumentos expuestos por Navantia y apuntan que se tarta de una medida que ya estaba adoptada desde el primer momento por falta de empatía. Los representantes de los trabajadores indican que el paro convocado, que no huelga, es indefinido y «no se levantará hasta que Navantia reincorpore al trabajador en su puesto».
Por su parte, según fuentes de la empresa, la dirección de Navantia ha adoptado la decisión de finalizar el contrato de un trabajador «dado que las tareas específicas ligadas a su posición habían llegado a término». La situación laboral de este trabajador, según Navantia, se encontraba en una etapa en la que había que decidir la conversión de su contrato temporal en indefinido. Conforme a lo acordado con la parte social, esta conversión, y como se viene realizando en todos los casos, está vinculada a una evaluación de desempeño de la Dirección .La parte social es conocedora de esta situación.
De este modo, dicen fuentes de la empresa, la direcció, en el ejercicio de sus competencias ha adoptado una decisión que considera correcta, reflexionada y plenamente motivada. Navantia entiende los paros como una medida de presión injustificada.
Concentración en la factoría
Los miembros del comité de empresa, arropados por la totalidad de la plantilla del astillero, se han concentrado este jueves a primera hora de la mañana en las puertas de La Carraca en solidaridad con el despedido y como medida de presión a la empresa para que deponga su actitud. El presidente del comité, Jesús Peralta, ha destacado que la forma de actuar de Navantia supone «una agresión a la totalidad de la plantilla». Así, ha destacado que la dirección de Recursos Humanos del centro ha actuado de forma unilateral esquivando todos los procedimeintos habituales para tomar una decisión de este calado.
Peralta y el resto de miebros del comité han salido en defensa del trabajador afectado y advierte que la actitud de Navantia, una empresa pública, «es una puñalada a su trayectoria social con los trabajadores y una medida que conlleva el hundimiento de una persona que, de manera puntual, pasó por un mal momento personal».
Según Peralta, hay otras fórmulas para reconducir a un tarbajador y reubicarlo en un puesto de trabajo adecuado. Según el comité, la actitud de Recursos Humanos en San Fernando abre un mal precedente y se teme que la dirección ejecute despidos sin consenso y por cualquier motivo. El comité de empresa intercedió para que tuviera este trabajador una segunda oportunidad en otro puesto. La gota que ha colmado el vaso, a juicio de los sindicalistas, es que la empresa ha optado de manera unilateral por rescindir el contrato y poner en la calle al trabajador. En este punto, el comité ha exigido a la dirección de Navantia los informes que han llevado a actuar de esta forma contra el operario.
Los representantes sindicales del comité isleño buscan ahora el apoyo del resto de factorías de la Bahía de Cádiz, así como la adhesión de las plantas gallegas y la de Cartagena. De hecho, están en conversaciones con el Comité Intercentros de Navantia para realizar acciones conjuntas contra el despido en San Fernando.
El parón que sufre la planta isleña desde este miétrcoles, cuando se tuvo conocimiento de la carta de desopido, es también un toque de atención de las fuerzas sindicales ante la ausencia de carga de trabajo que se avecina en el centro a partir del próximo año, una vez que la construcción de las corbetas saudíes llegue a su fin.
No hay que olvidar que el tiempo empieza a jugar en contra del astillero de San Fernando. El pasado 26 de julio tuvo lugar el acto de entrega de la segunda de las cinco corbetas que Navantia construye para la Marina Saudí y el proyecto encara su recta final con la entrega del resto entre 2023 y 2024. La construcción de estos cinco barcos cumple de manera escrupulosa con los plazos marcados en el contrato, pero la obra se encuentra ya en su última fase y Navantia no tiene, por ahora, nada cerrado para garantizar carga de trabajo futura en la factoría isleña.
Con este planteamiento, la planta de San Fernando no tiene relevo industrial a corto plazo, es decir, Navantia, de mometo, no ha firmado ningún contrato para asegurar la continuidad de la carga de trabajo a pesar de que en los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que Arabia Saudí realice un nuevo encargo naval.
San Fernando puede guardar cierto paralelismo con otro astillero de la Bahía. El astillero de Puerto Real se encuentra ahora bajo mínimos en lo que se refiere a actividad industrial. Esta planta espera con impaciencia la obra del séptimo BAM, destinado a apoyo de submarinos, cuyo inicio se prevé para el próximo año. Mientras tanto, Puerto Real se encarga de complementar a la planta de Cádiz en la reparción de cruceros y gaseros. Además aguarda la llegada de obras offshore. Está previsto que en el primer trimestre de 2023 aranque un encargo para construir cinco estructuras que realizan la transición entre las subestaciones y las cimentaciones fijas para parques eólicos marinos, denominadas en inglés MSF (Module Support Structures). Las estructuras, con un peso total de 2.300 toneladas y una media de 460 toneladas de peso por unidad, se construirán en el astillero portorrealeño, con entrada en carga en el primer trimestre de 2023.