Ciberdelitos

Las comisarías de Cádiz reciben cada vez más denuncias por fraudes a través de Bizum

La Policía Nacional alerta de que los estafadores usan «a destajo» este sistema de pago inmediato para cometer los engaños, «esto es imparable», avisan

A menudo se hacen pasar por los hijos de la víctima y le mienten para que les envíe dinero urgente a una cuenta

Ejemplo de unos mensajes llegados a una persona estafada por alguien que decía ser su hijo. La Voz

M. Almagro

Con un móvil y sobre todo con la posibilidad de poder acceder a su víctima, tener sus datos y enredarla, cientos de estafadores –dentro o fuera de España– se hacen cada día de oro. Mintiendo, engañando y buscando a quien caiga en sus redes a través de sistemas de multienvíos de mensajes a móviles. Esperan... y si hay suerte y alguien pica, ya está hecha la trampa y comienza la farsa. Y a robar. Porque lo que hacen es robar. De diferentes maneras pero al final siempre para y por lo mismo: dinero.

Pondremos un ejemplo con una conversación real que parece normal y que ha dejado ya cientos de víctimas atrás, muchas de ellas personas no tan habituadas a las tecnologías que son la presa favorita de estos delincuentes. «Mamá!!! Mi móvil se me ha estropeado, este es mi número nuevo», recibe por whatsapp una usuaria que en esta ocasión y por suerte para los estafadores es mujer y tiene hijos. Y así responde: «¿Por qué has tenido que cambiar el número?», a lo que su supuesto hijo le dice: «Porque se me ha bloqueado». Y así y tras asegurarle que ha perdido todos los contactos y las fotos pasa a lo que realmente busca: «¿Me podrás hacer un favor? Tengo que pagar una cosa y no tengo la tarjeta, me podrás hacer una transferencia y te lo devuelvo cuando tenga la tarjeta». A continuación le pasa los datos de su cuenta y le pide nada menos que 2.900 euros.

«Es increíble la cantidad de denuncias que nos están llegando de padres que han sido engañados de esta manera», cuenta uno de los agentes de Delitos Tecnológicos de la Comisaría de Cádiz. «Ahora es lo que más hay», incide.

Pero ése es tan sólo uno de estos nuevos 'modus operandi'. Otros lo hacen a través de Bizum, una modalidad de pago instantánea que cada vez está más en auge y que por precisamente esta rapidez en conseguir la transacción y la facilidad de engaño también se ha convertido en un buen señuelo para los ciberestafadores que se abren cuentas 'on line' y las cierran a los pocos días y que también consiguen tarjetas telefónicas sin rastro y activadas a nombres de otros incluso comprándolas por internet.

Los agentes especializados creen que sin la colaboración de las tecnológicas y los bancos el problema seguirá

En estos casos muchas veces los delincuentes se hacen pasar por un comprador que está interesado en uno de los productos que tiene en venta un usuario de alguna de las conocidas plataformas de compraventa. Por esta web y respondiendo muy interesado al anuncio, le pide su teléfono para poder realizar el pago por Bizum. Sin embargo, en el momento del pago le envía en vez del dinero a su cuenta asociada, una solicitud para recibir él este dinero. Espera que el vendedor pique y acepte sin darse cuenta de la mentira dicha operación. Y listo.

Además hay otra forma -cada vez hay más-. Esta consiste en enviarle un mensaje por whatsapp advirtiéndole que ha hecho un pago a su número por error. Si la víctima no lo comprueba y cree que se trata de verificarlo y devolver ese pago, lo que realmente está haciendo es abonando lo que antes no había hecho. Cayendo en la trampa.

Jóvenes de 20 a 30 años

Y tras estos engaños, que se han multiplicado en los últimos tiempos, hay un perfil determinado. Según afirman desde la Unidad de Delitos Tecnológicos en muchas ocasiones estos ciberestafadores son jóvenes que tienen entre 20 a 30 años, sin oficio conocido y que además según van subiendo en ganancias van viviendo con todo lujos. Viajes, fiestas, ropa de marca, coches, y sin ápice alguno de arrepentimiento ni de cambiar de vida. Así lo refleja que muchos de ellos han sido detenidos por lo mismo en varias ocasiones. «Los que antes robaban por la calle, ahora roban por internet o por las aplicaciones», señalan los agentes.

Y además si antes tenían que actuar poniéndose en riesgo, con el peligro de que alguien les viera, ahora tras la pantalla, es todo «más fácil». De ahí que sean en su mayoría autodidactas y hayan aprendido los modos de estos delitos a través de tutoriales de hackers y otros ciberdelincuentes. Además llegan a comprar número de teléfono o cuentas bancarias a través de bancos de datos que existen en el 'mercado negro', e incluso por medio de otras plataformas como Telegram se les ofrecen también dichos datos.

Alquileres, menos fraude

Según alertan los expertos, durante el verano los ciberataques aumentan hasta un treinta por ciento. Y muchos de estos engaños se destinan a estafar a personas que quieren pasar sus vacaciones en Cádiz y buscan por esta zona alquileres. En este sentido, las localidades que resultan más 'golosas' de la provincia son Chiclana y Conil.

En esta variedad de fraude los ciberdelincuentes cogen las fotos de una casa que se alquile y la copian en otras plataformas con los datos que tengan sobre dicho inmueble. Y tras ello esperan a que alguien se interese y comienzan a embaucarles. Se hacen pasar por el propietario y piden una señal que se tiene que pagar de manera urgente si la quieren reservar y no perderla. Sin embargo, ni la casa es suya ni tan siquiera la conocen. E incluso muchas veces esas fincas ya han sido comprometidas a otras personas. Se ha llegado a dar el caso de familias que se han desplazado hasta Cádiz y que al llegar y con las maletas en la puerta han visto que todo era una mentira porque el piso o el chalé ya estaba ocupado o ni tan siquiera estaba en alquiler. Una forma que tienen de dar cierta confianza es enviar el que se supone que es su DNI, sin embargo, tampoco lo es.

Sin embargo, y como constatan los policías especializados, este tipo de fraude en alquileres ha descendido algo este año. «Por fin la gente ya no confía tanto y hacen bien».

Mensajes que se pueden ver en un chat sobre intercambio de datos confidenciales.

«Me preocupa más lo que puedan hacer con mi DNI a que me estafen»

Los informes estadísticos hablan por sí solos. Tres de cada cinco denuncias que se presentan como media en las comisarías de España están relacionadas con delitos tecnológicos. Es el nuevo timo del siglo XXI y un móvil o un ordenador y, en definitiva, internet, es la herramienta que se utiliza para poder planear estos engaños y ejecutarlos.

Detrás dejan cientos de miles de víctimas que han caído en las redes de bandas o grupos expertos en estos fraudes y que expanden sus tentáculos por todo el mundo. Así lo confirman a diario los agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial de Cádiz donde, como pasa en el resto de sedes policiales de todo el país, reciben estas denuncias de ciudadanos que han sido engañados, estafados y que además de perder su dinero tienen miedo y mucha preocupación por lo que les pueda pasar a partir de entonces.

Así lo asegura un policía experto en esta materia. Estos afectados no sólo son estafados una vez sino que están en peligro de poder comenzar a vivir una auténtica pesadilla. Por ello insisten en la cautela que hay que tener si se proporciona a cualquiera algún dato personal que pueda ser después utilizado para cometer otros delitos y seguir cazando a otras víctimas como ya lo fueron ellos.

«A mí me preocupa más lo que puedan hacer con mi DNI a que me hayan estafado», afirma contundente uno de estos agentes habituado a ver muchos casos. Según afirma, la impunidad que da el anonimato es muy difícil de contraatacar. «Muchos de estos delincuentes vuelven a usar los datos de la persona a la que ya han engañado para mentir a otras y, a su vez, esas personas creen responsables de la nueva estafa a quien firma el único documento que se les envió. Es decir que además de haber sido víctimas llegan a ser denunciados por otros afectados. Les han suplantado su identidad.

Por eso, cualquier DNI es 'oro' para estos estafadores. Y por eso hay incluso plataformas donde se mueve un 'mercado negro' de estos datos. Así lo advierten desde la Policía mostrando cómo en un canal de chat de Telegram se ofrecen estos documentos de personas que nadie tienen que ver a cambio de dinero. Además también se ofrecen cuentas bancarias ya abiertas o 'muleros' -gente que se presta a dar de alta a su nombre cuentas o tarjetas telefónicas, etc...-.

En este sentido los agentes piden que algunas entidades bancarias endurezcan sus condiciones para la apertura de cuentas 'on line'. Para que quien estafe no pueda abrirlas y cerrarlas para recibir los miles de euros que estafan con total facilidad. «Han llegado a pedir créditos a nombres de otros y al año esas personas se han encontrado que les reclaman deudas millonarias... Es horrible».

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