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¿Qué ciudades aplican ya una zona de bajas emisiones en la provincia de Cádiz?
zonas de bajas emisiones
La normativa, en vigor desde el 1 de enero, obliga a desarrollar estos planes en las ciudades de más de 50.000 habitantes
El plazo para llevar a cabo estas áreas que generalmente restringen la circulación a determinados vehículos muy contaminantes es de 18 meses
Desde el 1 de enero del presente año, todas las ciudades de 50.000 o más habitantes están obligadas por la Ley de Cambio Climático y Transición Energética a implantar una zona de bajas emisiones (ZBE). El plazo para poner en marcha estos planes es de un año y medio, pero alcanzado el ecuador del tope máximo aún hay algunas localidades que no han iniciado estas labores.
Para facilitar esta información a los ciudadanos, el Ministerio de Transición Ecológica ha lanzado esta semana una herramienta online en el que se puede consultar el estado de los trabajos en las diferentes ciudades de España, recibiendo cada una de ellas una calificación en función de cómo marchen estas acciones para paliar la contaminación atmosférica. 'Vigente' es la etiqueta que reciben aquellas que ya tienen en funcionamiento su ZBE, 'en trámite' las que están impulsando su implantación y 'pendiente' quienes aún no han iniciado los pasos pertinentes.
En el caso de Cádiz, son ocho las ciudades a las que atañe esta normativa por la población censada con la que cuentan. De momento, solo La Línea tiene ya una zona de bajas emisiones funcionando, tal y como reza en el portal consultivo. La capital, Jerez, San Fernando, Chiclana y Algeciras están avanzando para que estas áreas 'más limpias' sean una realidad. Y suspenden por ahora Sanlúcar y El Puerto.
El ayuntamiento comandado por Juan Franco se tomó al pie de la letra eso del 1 de enero y desde ese día está vigente en La Línea una ZBE en el perímetro del Parque Princesa Sofía. No hacía falta un trabajo muy sesudo para ello, puesto que la circulación para vehículos en el interior de esta zona de esparcimiento de 160.925 metros cuadrados estaba ya prohibida desde 2021, por lo que ya se cumplían los requisitos para optar a dicha calificación. Pese a ello, en la ciudad campogibraltareña trabajan desde hace meses en la puesta en marcha de una segunda área menos contaminante y que será una realidad en una zona peatonal del centro que comprende las calles Clavel, Granada y López de Ayala.
Cabe especificar que el Ministerio que dirige Teresa Ribera engloba con la calificación que reciben los consistorios sanluqueño y portuense, al menos hasta el momento, a aquellas ciudades que no hayan aplicado aún la ley, sino también a las que no han comunicado aún la puesta en acción de medidas en esta línea. Por lo cabe la posibilidad que tanto en la Costa Noroeste como en la Bahía la situación pueda cambiar en poco tiempo.
De hecho, en el caso de Sanlúcar, se conoce desde hace varios meses que el Plan Municipal Urbano Sostenible (PMUS) contempla la primera zona de bajas emisiones en Bajo de Guía y La Capillita, aunque de momento no se tiene constancia de la fecha en la que entrará en vigor.
El anterior alcalde sanluqueño Víctor Mora, ahora primer teniente de la alcaldesa Carmen Álvarez, expuso en su momento que el proyecto fue muy consensuado, participando en él los partidos políticos, el sector empresarial y colectivos ciudadanos y sociales, recibiendo más de 14.000 consultas en la web que se habilitó para tal efecto.
Tras esta primera experiencia piloto en un enclave que recibe gran cantidad de visitantes como es Bajo de Guía, en la que se espera que haya calles en las que no se pueda circular y otras de un solo sentido, la idea es que se pueda replicar en otros lugares de la ciudad como el Barrio Bajo, el Barrio Alto, Bonanza, El Palomar y El Palmar.
Una apuesta por mejorar la calidad del aire
En esta iniciativa no solo está involucrado Transición Ecológica, también el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana por las implicaciones que conlleva. De modo que una vez que estas áreas empiecen a ser efectivas, hay que dar parte a la Dirección General de Tráfico, que será la encargada de procesar estos datos para que lleguen de forma actualizada a los distintos soportes digitales. De esta forma, los usuarios podrán ver en los GPS de sus dispositivos una información que ya se puede ir consultando en el mapa interactivo que ha facilitado el ministerio.
El objetivo de esta iniciativa es lograr que haya diferentes áreas en las grandes ciudades en las que la calidad del aire sea mejor, ya que la Agencia Europea de Medio Ambiente estima que más de 20.000 muertes prematuras anuales que se producen en España tienen su origen en problemas respiratorios derivados de respirar un aire altamente contaminado.
Para hacer de estas zonas de bajas emisiones una realidad, los ayuntamientos disponen de fondos europeos Next Generation, por lo que financiar estas acciones obligatorias no debe, en teoría, suponer un gran problema para los equipos de gobierno, independientemente de que sean los mismos tras las elecciones del pasado 28 de mayo o haya habido cambios.
La implantación de estas ZBE se recoge en la Agenda Urbana Española 2030, un documento estratégico que traslada a la realidad española las intenciones recogidas en la Agenda 2030 de la ONU que persigue los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre los que se encuentra la acción por el clima.
Algunas voces críticas exponen que prohibir la circulación por determinadas áreas de la ciudad no impide que sigan contaminando por otros lugares. De ahí que los expertos en la materia aboguen por la descarbonización, impulsando el uso de vehículos que no emitan dióxido a la atmósfera, otra cuestión no exenta de polémica por el elevado precio actual de los coches eléctricos. El objetivo del Gobierno es que los de gasolina y gasoil pasen a mejor vida en 2050, una tarea que no parece sencilla.
