chiclana de la frontera

La tauromaquia siembra la polémica en Chiclana

La anuncio de la celebración de la final del Campeonato Provincial de Escuelas Taurinas en la localidad ha creado tensiones entre los socios de gobierno y divide a los vecinos

Imagen de archivo de una corrida de toros l.v

jesús mejías

La tauromaquia es uno de los temas que más polémica genera en la sociedad española actual. ¿Cultura? ¿Tradición? ¿Maltrato animal? Muchas voces se posicionan a favor y otras muchas en contra de una actividad que siempre provoca controversia.

Hace unos días se conocía la noticia de que Chiclana de la Frontera acogerá la final del Campeonato Provincial de Escuelas Taurinas el próximo 23 de octubre, un cita en la que participarán ocho alumnos de las escuelas taurinas de Algeciras, La Línea, Campo de Gibraltar, Chiclana, El Puerto de Santa Maria, San Fernando, Ubrique y Sanlúcar de Barrameda.

Este anuncio ha provocado discrepancias entre el PSOE y sus socios de gobierno en el Ayuntamiento. Izquierda Unida mostraba su «rechazo frontal» e incluso acusaban al regidor José María Román de tomar la decisión de «manera unilateral» y que marcará «un antes y un después».

También se posicionó en contra Podemos, formación que aprobó los presupuestos generales con la condición de que no se destinara dinero a la tauromaquia, una actividad que consideran impropia «para una sociedad que pretende progresar».

Voces a favor, voces en contra… ¿Qué piensa el pueblo de Chiclana? Hay opiniones para todos los gustos. Manuel, joven aficionado al mundo taurino señala que «decía Joaquín Sabina que no discutas con un antitaurino que siempre llevara la razón, disfruta de los toros mientras se pueda».

«Hay muchas razones para disfrutar de la tauromaquia, la primera la propia existencia del toro de lidia, que solo existe en España y el sur de Francia y si no fuera por la tauromaquia estarían extinguidos o en riesgo de extinción», pero también «los toros dan dinero, no es algo de fachas», ya que «hay devoción por la tauromaquia en países de Latinoamérica como Perú».

«El toro se crece ante el castigo, pelea, no es un toro manso que le claves un puyazo y se vaya a esconder detrás de las tablas« y agrega que «los cuatro o cinco años de vida que tiene viven como reyes, pastando, nadie los molesta y se les da un tratamiento exquisito para que lleguen a la plaza en condiciones» y recuerda que «el torero también se expone, no es un sacrificio, es un combate entre el torero humano y el animal a pesar de todas las connotaciones de rituales que puede tener como el propio traje».

José Manuel, veterano amante de la tauromaquia y asiduo a las corridas en la Feria de Abril de Sevilla piensa que «toros por supuesto, siempre. Paseíllo, toque de clarines, ambiente en la plaza, la bravura de animal tras cuatro años de libertad desciende con su bravura a morir a la plaza dándolo todo».

«Yo diría que en la fiesta todo es armonía, desde la primera verónica hasta el arrastre del último toro, además de ser algo muy nuestro, ofrece muchos puestos de trabajo», argumenta.

Al igual que hay voces a favor, también las hay en contra. Jesús, chicaneo estudiante de veterinaria denuncia que «es un maltrato animal, estamos en el año 2022 y todos los fines de semana hay un señor que con una espada está matando a un toro».

«Nos dicen que el toro no sufre, ¿Cómo no va a sufrir si se están mofando de él para matarlo? Un toro no tiene que morir en una plaza mientras cuatro paletos sacan un pañuelo blanco y aplauden, que no, que no, que el toro así no puede morir, el toro debe morir en el campo, al igual que una persona muere en su casa, donde ha vivido, un toro igual».

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