CONCERT MUSIC FESTIVAL
El piano de Ludovico Einaudi conquista Sancti Petri
El italiano regaló una noche mágica que cautivó al público que llenó el recinto
Ludovico Einaudi llegaba al Concert Music Festival después de haber conquistado éxitos en sus distintos conciertos previos en España. La expectación no era menor en Sancti Petri. Sillas de pista y grada llenas para disfrutar del genial pianista italiano y gente acudiendo a taquillas a última hora para hacerse con alguna de las últimas entradas disponibles.
Ludovico comenzó él solo con temas de su último trabajo, Underwater, que es su primer álbum como solista de piano. Este disco protagonizó la primera parte con los temas Atoms, Wind song y Rolling like a ball.
Las proyecciones en la pantalla del fondo contribuyeron a que cada uno se dejara llevar por la música combinando a la perfección. El público, en respetuoso silencio disfrutaba de los primeros compases, y dedicaba un primer y cálido aplauso al compositor que apenas se dio tiempo en esta primera parte para recibir halagos. Encadenó un tema con otro, como si en vez de en un escenario, estuviera a solas con su piano y el resto de los presentes fueran infiltrados en esta escena. Esta sensación de intimidad ocupó toda la primera parte del concierto, tras la que el italiano rompió su silencio y esbozó una sonrisa para dar las gracias.
Para el segundo bloque, tuvo apoyo instrumental con un violín, un chelo y percusión. El resultado del conjunto cautivó al público. La música alcanzó su clímax con el acompañamiento y fue el momento de mayor conexión entre lo que estaba pasando en el escenario y lo que estaba pasando en la grada. A su finalización, ovación cerrada y público en pie para sacarle una sonrisa a Ludovico que señalaba a sus músicos en señal de agradecimiento.
La retirada de los instrumentos dio paso a una tercera parte en la que, nuevamente, el italiano y su piano se enfrentaban solos a un público que estaba entregado. El respetuoso silencio que dominó las dos horas de concierto se interrumpió con los suspiros al reconocer los primeros compases de Nuvola Bianche, uno de sus temas más conocidos.
Quizás fue este el momento más mágico de toda la noche. Después de este tema, el pianista podía declarar su victoria de esa noche, pero aún tuvo tiempo para regalar un poco más de música a su audiencia, que ya estaba entregada.
La cerrada ovación del final con el público en pie fueron la prueba de que Ludovico Einaudi se puede apuntar otra victoria en su gira en la que no para de cosechar triunfos. El Concert Music Festival y Sancti Petri no fueron una excepción.