Chiclana

'Nueva Gadeira' y El Cerro del Castillo: el yacimiento que escribió la historia de Chiclana

En los primeros cuatro meses desde su apertura, han visitado el Centro de Interpretación casi 4.000 personas.

Interior del Centro de Interpretación Nueva Gadeira Pepe Ortega

Pepe Ortega

Chiclana

El centro de mayores de Santa Ana está hoy de excursión. El destino: El Centro de Interpretación 'Nueva Gadeira'. En 2006, antes de construir una promoción de viviendas en pleno boom de la construcción entre las Calles Convento, Santísima Trinidad y Ánimas, se descubrieron las primeras hojas del libro de la historia de Chiclana. «Hasta ese momento, lo único que se sabía es que los vecinos, cuando llovía, se encontraban restos humanos por las calles, porque aquí estaba el Cementerio del Ejido, de época moderna«, explica Paloma Bueno, arqueóloga, coordinadora del centro y responsable de los hallazgos históricos que reconocen a Chiclana como una ciudad trimilenaria y una de las más antiguas del mundo.

La Delegación Provincial de Cultura de Cádiz solicitó un control arqueológico para delimitar la extensión del cementerio, situado en la ladera Noreste del Cerro del Castillo. Un trabajo poco atractivo para la mayoría de arqueólogos: Se trataba de un trabajo de un día en una ciudad donde no se había encontrado nada tan antiguo. Pero Paloma Bueno aceptó y ahí cambió todo. Para ella como arqueóloga y para la ciudad. «Yo en ese momento me acababa de quedar en paro y dije »bueno, venga yo lo hago«. Cuando de la máquina empiezan a salir los muertos, estructuras, material fenicio, romano... llamé a Cultura y me dijeron que excavase los 4000 metros cuadrados de solar«.

Un día de trabajo se transformó en años. «Yo me sorprendí mucho cuando vi los restos fenicios. En ese momento no sabía el alcance y el recorrido que iba a tener; lo que sí es que en vez de un día, iba a tener más meses de trabajo». Tanto que se remonta hasta ahora. Es un yacimiento que está vivo, en constante estudio. En su interior se puede ver una mesa con folios, donde Paloma Bueno y Francisco Javier Flor realizan los dibujos de los perfiles para interpretar cómo ha pasado el tiempo. Durante los últimos casi veinte años se han descubierto hallazgos valiosísimos. Por ejemplo, en excavaciones realizadas en 2021, se destaparon los muros de un edificio «singular» del siglo V a.C.

La muralla, un atractivo que «sacar a la luz»

Pero el motivo por el que muchos expertos arqueólogos y aficionados visitan Chiclana es por la muralla, que «probablemente corresponda con los momentos de la colonización fenicia, la fundación de Gadir y la dedicación del santuario de Melkart». Tan solo hay una más como ella en la Península, la de Guardamar del Segura, en Alicante. Sin embargo, tan solo se puede ver a través de una ventana. Una celosía gris marca los cuarenta metros lineales de muralla. Debajo de ella, se encuentra la muralla.

Marcas de la muralla y de diferentes habitaciones posteriores a ella. Pepe ortega

También la grava de color negro indica dónde están situadas, entre otras habitaciones posteriores a la muralla, una factoría de salazones. Por los alrededores no hay un solo cartel que informe qué son esas «marcas» que hay en el suelo. «Para el arqueólogo, que esté así es una pena porque el que quiera saber de la muralla no puede», lamenta Paloma Bueno, quien garantiza que lo siguiente será «la construcción de una cubierta para que se puedan sacar todo a la luz» y dotarle del valor que merece.

En el interior de Nueva Gadeira hay diferentes expositores con réplicas de los hallazgos descubiertos, dado que al no ser un museo no pueden exponer los restos originales; una sala 360 para proyectar videos explicativos; y una didáctica para los más pequeños, que cada vez son más los colegios que apuestan por hacer una excursión allí. La mayoría de las miradas de quienes observan los expositores se la lleva la terracota. Una figura de la que tan solo queda el rostro hecha en barro cocido y que «normalmente representaban divinidades u oferentes». También han salido letras derivadas del fenicio sobre un trozo de cerámica.

Sala 360º en la que se proyectan vídeos. pEPE ORTEGA

La antigua torre y la nueva

Probablemente, la mayoría de chiclaneros se quedan atónitos cuando pasan por la Avenida Reyes Católicos y se topan con una torre nueva. «Lo que más me ha impresionado es la torre porque cuando la veíamos construir pensábamos: »¿De dónde viene eso?« Y ahora ya lo sabemos y nos encanta», confiesan algunas señoras del centro de mayores de Santa Ana.

Torre mirador. Pepe ortega

El levantamiento de la torre tiene su explicación más allá de su función como mirador a un paso del río Iro. «Fernando IV le entrega Chiclana a Alonso Pérez de Guzmán »El Bueno« para que la pueble y proteja. Y mando construir una torre», explica Paloma Bueno. A día de hoy no se conoce exactamente dónde estaba erigida esa torre, que fue desmontada en la Guerra de la Independencia y de la que no quedó nada. Pero sí hay pistas que sitúan la antigua torre en el lugar en la que se ha construido la nueva. «Hay un cuadro de Riedmayer, pintor alemán, que desde Santa Ana se ve esta zona y al lado de la Plaza Mayor pinta una torre. También gracias al texto de la escritora romántica Cecilia Böhl de Faber que la describió como »aislada, abandonada, inofensiva y austera que tenía a sus pies el cementerio«.

La nueva torre está a punto de abrir al público. Terminada la obra desde hace semanas, tan solo falta instalar unas luces que todavía no han llegado, según fuentes del Ayuntamiento de Chiclana.

Buen recibimiento y mucho más que sol y playa

«No me esperaba para nada que viniera tanta gente y está siendo un éxito». Casi 4.000 personas han pasado por el Centro de Interpretación Nueva Gadeira en sus primeros cuatro meses, que supuso una inversión de 600.000 euros aproximadamente. La intención ahora es dar a conocer aún más la historia de Chiclana a través del centro. El Ayuntamiento presentó la localidad en FITUR bajo el eslogan 'Chiclana. Trimilenaria y Paraíso'.

La realidad es que todavía parece que falta por que se le dé ese valor que tiene por parte de la propia ciudad. «No se le da importancia a lo que no se conoce. En Chiclana se empieza a dar a conocer ahora, pero es que hay gente que incluso nunca ha caminado por aquí«, reconoce la arqueóloga. La llegada a Nueva Gadeira tampoco es fácil. La ausencia de carteles en las zonas importantes del centro de Chiclana dificultan el saber dónde se encuentra para aquellos que desconocen el nuevo centro de interpretación.

Quien va se queda fascinado. Ya no solo por el valor histórico que allí se respira sino por la calidad humana con la que explican en las visitas guiadas. «A mí me ha gustado todo. Lo explican estupendamente y me quedo con ganas de saber más», valoran los integrantes de la visita del centro de mayores de Santa Ana. Yacimientos arqueológicos que aumentan el valor de una localidad gaditana que es mucho más que sus fascinantes kilómetros de playa.

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