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Niña Pastori celebra sus bodas de plata en Chiclana por todo lo alto
La artista de San Fernando hizo de profeta en su tierra en un concierto en el que repasó toda su trayectoria musical
Dicen, lo que saben de esto, que para un artista no hay nada más especial que ser profeta en tu tierra, y quizás eso fue lo que tuvo que pensar Niña Pastori este lunes cuando se subía por quinta ocasión al escenario del Concert Music Festival. Una noche especial para ella, sin lugar a dudas, tan cerca de su San Fernando natal, pero también para todo aquel que se desplazó al poblado de Sancti Petri para disfrutar de una noche mágica de música. Su familia estuvo viéndola en directo, también sus amigos, al igual que las miles de personas que tuvieron la inmensa fortuna de hacerse con una entrada, ya que muchos tuvieron que conformarse con oír a la artista aunque sin verla, ya que se agolpaban en los aledaños de la entrada al recinto.
Unos quince minutos más tarde de lo previsto, se apagaban las luces del recinto en Chiclana de la Frontera y se encendía la pantalla gigante del escenario en el que se podía ver un primer mensaje: «25 años en los escenarios» mientras aparecían imágenes de sus comienzos con recortes de algunos periódicos, mientras se la escuchaba hablar. Un repaso a su carrera musical en pocos minutos y con un mensaje que define la vida de la isleña: «Toda una vida en los escenarios» y en ese momento se producían varios fogonazos de luz roja y Niña Pastori hacía entrada en la V edición del festival del Concert Music Festival al ritmo de Osú Qué Niña.
Continuaba la artista con uno de sus temas más clásicos: Una Moneda Tiré Yo Al Agua. «Corazón dije te quiero, y cada día te quiero más, si alguna vez pierdo tu querer, ay yo no sé, no lo quiero pensar».
Niña Pastori se encontraba «con las manos en la tierra», en su tierra, a pocos kilómetros de La Habitación en la que se había criado y Desde La Azotea en la que un día soñó con alcanzar todos los éxitos musicales que la han colado como una referencia en España.
«Buenas noches, buenas noches. ¿Cómo estáis?», preguntaba la artista, a lo que el público respondía con un sonoro: «¡Bien!», y con gritos de «ole, ole, ole, ole, ole, ole».
«Yo estoy feliz y contenta», aseguraba la isleña, que compartía con su público una anécdota de sus inicios en la música.
«Yo estoy feliz y contenta, esta noche es muy especial, cantar en mi tierra siempre es especial, y cuando venía para acá para la prueba de sonido he pasado por la casa que compré con diecisiete años, y os prometo que me ha dado una alegría… Empecé hace muchos años, y me acuerdo que iba con mi madre de mi corazón, que no se donde la han sentado… iba con mi madre y mi padre y acababa de salir mi primer disco, que fue una sorpresa, porque nadie se esperaba que fuera lo que fue… mi padre me dijo: «vida, te has ganado ese dinerito, cómprate una casa». Estuvimos viendo aquí en Chiclana y vimos casas de todas las hechuras y aquí en Sancti Petri había dos casas iguales y mi madre me dijo: «Esta pá ti chocho, esta es la que te tienes que comprar», y aquí estoy, al lado 25 años después, sin pensar como nos iban a ir las cosas. Todo el mundo me decía que todo lo que sube baja y que no me lo fuera a creer. Lo que hace con cariño y amor perdura, y aquí estamos».
Válgame Dios pudo pensar el público tras la gran noche de música que regaló la artista, con una de las mejores entradas de todo el verano, porque Niña Pastori estaba en La Raíz De Mi Tierra. «Quiero estar ahí, si La Isla duerme, quiero ver las olas, cuando el mar despierte, y llevar tu aire, dentro de mi sangre».
Cai, y quizás no haya más que escribir, o quizás sí. Para todo gaditano su ciudad es especial, y si te alejas de ella te preguntas «cuándo podré regresar a encerrarme contigo en un patio», porque si algo tiene Cádiz es que «se bebe el sol, que hay en la brisa marinera, y que remienda tu corazón, con la sonrisa más morena».
Hubo tiempo para clásicos como Tú Me Camelas, Cartita De Amor, Amor de San Juan o Puede Ser. Una noche para el recuerdo, una noche mágico, un tributo a Cai y su provincia. 25 años sobre los escenarios, comienza la cuenta atrás para las bodas de oro.
