CHICLANA
Halcones peregrinos para controlar la plaga de palomas
Chiclana pone en marcha el Proyecto Halcón que, a través de una reintroducción controlada y monitoreada, se espera reducir la sobrepoblación de palomas de forma natural y sostenible

El alcalde de la ciudad, José María Román; la primera teniente de alcalde, Ana González; los representantes del CD Cetrería por la Propagación de la Vida Salvaje, Manolo Valverde, Jorge Tortolero y Damián Mateo, y la bióloga chiclanera Rebeca Millán, han presentado el 'Proyecto Halcón'. Se trata de una iniciativa que busca controlar la plaga de palomas en Chiclana mediante la cría y suelta vigilada del halcón peregrino brookei, un depredador autóctono. A través de una reintroducción controlada y monitoreada, se espera reducir la sobrepoblación de palomas de forma natural y sostenible. Este método evita el uso de soluciones invasivas y promueve el equilibrio ecológico. Además, fomenta la conservación de esta ave rapaz y su papel en el ecosistema urbano.
José María Román ha explicado que se introducirán halcones en el medio natural y urbano, con el objetivo de que la cadena trófica de alimentación se equilibre con la incursión del halcón, que es el depredador natural de la paloma. «Hemos contado con la colaboración del Club de Propagación de la Vida Salvaje para la puesta en marcha de este importante proyecto, con el que queremos cambiar el chip de muchas personas para que no vayan en contra de la vida silvestre», ha señalado, incidiendo en que es una iniciativa pionera, «con un primer año muy intenso con la implantación de los halcones para completar la cadena de alimentación de las aves en la ciudad».
Damián Mateo ha reseñado que la intención es buscar el equilibrio natural entre un predador y la población tan extensa de palomas que existe en el municipio. «La población de palomas ya es considerada como plaga, provocando problemas en los cultivos y en la salud de las personas», ha destacado, haciendo hincapié en el hecho que el halcón peregrino desapareció por la proliferación de la extensión urbana. «Esto hace que nos invadan plagas y por ello vamos a volver a introducir esta especie. Lo haremos con voluntarios, socios de nuestro club y un grupo de scouts», ha explicado, incidiendo en que el primer impulsor del proyecto fue el alcalde.
Rebeca Millán ha señalado que, junto a los problemas en los cultivos, las palomas crean problemas de sanidad pública, corrosión de edificios y casas y suponen un problema para toda la zona urbana. «Esto sucede porque las palomas ya no tienen su depredador natural», ha explicado, destacando que otro de los objetivos es que la ciudadanía se conciencie de la importancia del halcón peregrino, fomentando así su conservación. Y, aunque el proyecto dará comienzo en Chiclana, «esperamos que podamos ponerlo en marcha en otros municipios, lo que supondrá que los resultados son positivos».
Un proyecto pionero
El proyecto comenzará con la crianza de pollos de halcón peregrino sin contacto con el ser humano, que serán colocados en cajas nido y que recibirán una vigilancia constante para poder apreciar los avances y problemas que puedan aparecer, haciendo que su supervivencia sea posible. Al principio serán alimentados por las personas que formen parte del voluntariado, hasta que sean capaces de hacerlo por ellos mismos. Además, el seguimiento será público, porque se colocarán cámaras dentro de los nidos y la ciudadanía podrá seguirlos mediante redes sociales, ya que es parte fundamental para lograr otro de los objetivos como es el de concienciar a la población de la importancia de esta especie. Las primeras cajas nido serán colocadas en zonas altas y alejadas del casco urbano para acercarlas poco a poco a dicho casco urbano. Además, se trata de un proyecto a largo plazo.
Así pues, los resultados que esperan obtenerse de este proyecto son la reducción progresiva de la población de palomas bravías y torcaces, la proyección ecológica y turística de Chiclana, una mayor concienciación y participación ciudadana, así como la evaluación científica y mejora de estrategias de control de plagas. Además, los beneficios esperados para Chiclana son el control natural y sostenible de las palomas, la restauración del equilibrio ecológico y el fomento de la biodiversidad, la sensibilización y la educación ambiental, el turismo ornitológico y la mejora de la imagen de la ciudad, así como la proyección científica y académica.