chiclana de la frontera
Chiclana sueña, y suspira, con el PGOU
La empresa adjudicataria del Documento de Avance apunta a que el trabajo de redacción podría concluir en ocho meses y desde el Consistorio apuestan por una mayor participación ciudadana
En septiembre del año 2021 el Tribunal Supremo confirmaba la nulidad del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Chiclana de la Frontera tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) del 20 de febrero del año 2020 en la que anulaba el PGOU aprobado de manera definitiva a finales del año 2016, siendo la cuarta ocasión en la que se tumbaba el plan urbanístico de la localidad gaditana.
Se desestimaban de esta manera los recursos de casación interpuestos por el Ayuntamiento de Chiclana de la Frontera y la Junta de Andalucía, y como principales argumentos para desestimar el recurso, el Tribunal Supremo indicaba que la nulidad del PGOU era íntegra y no parcial, y que la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE), emitida antes de la aprobación del mismo, no fue tramitada de la manera correcta al no haberse formulado en la fase preliminar del borrador del plan.
Por lo tanto, Chiclana de la Frontera se rige en materia de Urbanismo con las Normas Subsidiarias de 1987.
El pasado mes de junio el Ayuntamiento se puso manos a la obra para aprobar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana y adjudicaba la redacción del avance del PGOU, del documento inicial de EAE por un importe de 263.957,48 euros.
El trabajo de redacción estaría dividido en varias fases. Un primer periodo de diez meses para el Documento de Avance y el Documento Inicial Estratégico, una segunda fase sobre sugerencias y consultas durante dos meses y una memoria de planificación del programa que incluiría una participación ciudadana con una duración máxima de tres meses.
Desde el Consistorio argumentaban que estas tres fases «se pueden llevar a cabo de forma simultánea, por lo que el plazo máximo es de diez meses», aunque desde la empresa adjudicataria afirmaban que «en ocho meses podrá estar todo listo». El nuevo PGOU para Chiclana de la Frontera se aprobaría en sede municipal a través del Pleno y no por parte de la Junta de Andalucía.
Sin embargo, una asociación ha recurrido la adjudicación de la empresa que redactaría el Documento de Avance en el Tribunal de Recursos Contractuales debido a que fue la única entidad que se presentó a dicha licitación, pero se trata de la misma que redactó el anterior PGOU. Se trata Iniciativa Social por una Chiclana y un Ibi justo y real, quien ha puesto la primera gran traba para que que el nuevo Plan salga adelante.
La asociación destacaba que los plazos para la adjudicación fueron demasiado cortos, aunque finalmente el Tribunal de Recursos Contractuales desestimaba el recurso interpuesto ya que se trataba de una entidad que no se había presentado al proceso de adjudicación.
La elaboración y aprobación de un nuevo PGOU se ha convertido casi en una cuestión personal para el equipo de gobierno encabezado por José María Román. Desde la delegación de Urbanismo, y con el fin de evitar futuros recursos, pretende una mayor participación ciudadana con el objetivo de agilizar todo el procedimiento.
Ciudadanos pide un Plan para «eliminar barreras arquitectónicas sensoriales»
La portavoz del Grupo Municipal Ciudadanos en el Ayuntamiento de Chiclana, María José Batista, pedía recientemente que en la redacción del nuevo PGOU se incluya un apartado de Accesibilidad sobre movilidad universal y segura que contemple un Plan de eliminación de barreras arquitectónicas y sensoriales en el término municipal. «No debemos dejar pasar la oportunidad de hacer un PGOU más humano, inclusivo y accesible», señalaba.
En palabras de la portavoz, el anterior PGOU era «poco ambicioso» y apuntaba a algunos elementos de ayuda a la movilidad que se pueden incorporar «desde ya» de forma sencilla en actuaciones previstas como semáforos con sonido, carteles informativos en braille, pasos de cebra con pictogramas y recorridos con texturas en el suelo.
Además, desde el grupo municipal se pide que se tengan en cuenta las «aceras estrechas, pendientes pronunciadas, escaleras, obstáculos urbanos en la acera, reserva de plazas de aparcamiento para personas con movilidad reducida, barreras en edificios de interés público o espacios comunes de edificios privados, zonas de paso demasiado estrechas, puertas que no cumplan con la anchura mínima, barreras en el transporte público o transporte público no adaptado, etc.».