chiclana de la frontera
Chiclana apuesta por el enoturismo
El vino es uno de los atractivos turísticos de la localidad y desde el Ayuntamiento quieren situarlo como un referente en la provincia
Chiclana de la Frontera es uno de los destinos turísticos con mayor afluencia de visitantes todos los veranos. Durante el mes de julio, los hoteles y aparthoteles de cuatro y cinco estrella del Novo Sancti Petri y La Loma rozaron el 90% de ocupación durante el mes de julio, lo que se traducía en un 10% más que el hace justo un año. La ocupación en los hoteles y aparthoteles de tres estrellas fue del 79,23 %, en el caso de los hoteles de dos estrellas se alcanzó el 92,56%, los hostales de una estrella lograban el 82% de ocupación, mientras que los apartamentos turísticos y el camping llegaban al 77%, unos datos que evidencia la posición del municipio como uno de los referentes dentro de la provincia de Cádiz.
La gastronomía, la climatología, sus grandes hoteles, pero sobre todo sus playas son los grandes atractivos turísticos que oferta Chiclana, aunque desde el Ayuntamiento se quiere dar un paso más adelante, y como viene ocurriendo en los últimos años se sigue fomentando un nuevo tipo de turismo a través del vino, el enoturismo.
Chiclana de la Frontera, junto a varios municipios como Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa Maria o Jerez de la Frontera, entre otros, pertenecen al Marco de Jerez, el territorio vitivinícola de las provincias de Cádiz y Sevilla y cuyo vino producido es el jerez en todas sus especialidades: el fino, la manzanilla, el amontillado, el oloroso, el palo cortado, el Pedro Ximénez, el moscatel, el Pale Cream, el Médium y el Cream, y los viñedos están acogidos a la Denominación de Origen.
El municipio cuenta con bodegas tan populares como la Bodega Manuel Aragón «El Sanatorio» en la Calle Olivo, la Bodega Primitivo Collantes en la Calle Ancha, la Bodega San Sebastián en la Calle Mendaro y las Bodegas Vélez en la calle San Antonio.
Desde la propia web del Ayuntamiento de Chiclana se habla del vino y de sus bodegas como una «cultura, una forma de entender la vida e interpretar las bondades de la tierra que se escenifica en nuestras vides, pero también en nuestro casco urbano, en el que podrás disfrutar de esos templos del vino que son nuestras bodegas, que dibujan uno de los itinerarios más mágicos, más auténticos, de esa Chiclana, la nuestra».
Conscientes de la importancia del vino, desde el consistorio se está llevando a cabo una apuesta importante por el enoturismo. Días atrás han comenzado las obras en el camino Cortijo del Inglés, unas obras con un importe total de 63.347,86 euros, de los cuales un 90% es cofinanciado por la Unión Europea.
«Estamos hablando de un nuevo proyecto para potenciar el enoturismo en la zona del cordel del Fontanar, concretamente en el camino Hijuela de la Teja», afirmaba la delegada de Fomento y Turismo, Pepa Vela, quien destacaba que el objetivo es «mejorar la accesibilidad hacia las áreas de viñedo de la zona».
El proyecto contempla la mejora de itinerarios de la ruta enológica, que conlleva la mejora de la explanación, la apertura de cunetas y de infraestructuras de drenaje transversales para dotar a las mimas de unas características que maximicen su durabilidad, aunque también se quiere llevar a cabo una señalización del itinerario, tanto con señalética direccional como interpretativa.
El proyecto se suma al ejecutado hace varios años desde el consistorio para la dotación, modernización e impulso de servicios, infraestructuras, equipamientos y herramientas para la potenciación del enoturismo.
Vela señalaba que «el impulso que desde las bodegas de Chiclana, junto a este equipo de Gobierno, se está dando en el sector vitivinícola. Uno de los principales logros en estos últimos años ha sido precisamente la ampliación a Chiclana de la zona de crianza de vinos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jerez-Xéres-Sherry, lo que ha permitido dar un salto significativo en cuanto a la comercialización de nuestros vinos».