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Cárcel para los líderes de la organización de 'petaqueros' detenidos en Chiclana, el clan de 'Los Monis'
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El juzgado vuelve a ordenar el ingreso en prisión provisional de estos acusados de suministrar gasolina para las narcolanchas tras los graves incidentes registrados con garrafas e incendios en la ciudad
La Fiscalía solicita de nuevo que sean enviados a la cárcel amparándose en el peligro que suponen para «la seguridad ciudadana»
Gran despliegue contra el tráfico de drogas y la logística del narco en Chiclana, Conil y el Poblado de Doña Blanca
Prisión sin fianza por primera vez en Cádiz para un 'petaquero' de los narcos por ser «un peligro para la seguridad ciudadana»
La actividad del petaqueo, en el argot del narco, aquella práctica delictiva que se dedica a suministrar gasolina a las lanchas de los traficantes y que, por tanto, forman parte imprescindible de su logística, sigue sumando resoluciones judiciales que pueden sentar precedentes y que sitúa a la provincia de Cádiz, por tanto, a la cabeza de estas medidas legales.
Si hace unos días se decretaba el ingreso en prisión provisional de un detenido que se daba a la fuga de un dispositivo policial con decenas de petacas en el interior de la furgoneta, huyendo a toda velocidad y cargado de material inflamable por el centro de Chiclana, este viernes, otros cuatro arrestados acusados de dedicarse a una red del 'petaqueo', han sido también enviados a la cárcel.
Ambas resoluciones, tomadas por dos juzgados distintos a solicitud de la Fiscalía, son pioneras en estos procedimientos, vinculando de forma directa esta actividad con el narcotráfico y con el peligro que suponen estos delincuentes para el ciudadano. O lo que es lo mismo, por segunda vez en unos días, la intervención policial no se ha quedado simplemente en multas administrativas o libertades provisionales, sino que se les está aplicando el Código Penal como delito en sí mismo.
En este caso, y según confirman fuentes judiciales, ha sido el Juzgado de Instrucción n°4 de San Fernando quien ha decretado la medida cautelar de privación de libertad a petición del Ministerio Fiscal para cuatro de los quince detenidos que hubo en la operación que este jueves realizaban agentes de diferentes unidades de la Policía Nacional, Guardia Civil y DAVA.
Chiclana, el epicentro
Más de un centenar de efectivos se desplegaban desde primera hora de la mañana por diferentes localizaciones de Chiclana, Conil y El Poblado de Doña Blanca para los registros y las detenciones de los objetivos tras una investigación que tuvo su inicio en el caño de Sancti Petri, punto negro de las cargas y descargas de las garrafas con furgonetas y el repostaje desde pequeñas embarcaciones o 'gomas' a las narcolanchas.
Los principales investigados serían los cabecillas de esta red de suministradores de combustible que contaba con un gran número de lanchas y recreativas para poder hacer los portes. Según ha podido saber este periódico, entre ellos, el clan de Los Monis, liderados por dos hermanos, 'viejos' conocidos de la localidad que cuentan con un amplio historial.
Además se les ha incautado varios vehículos y motos, algunas armas (cuatro carabinas, una escopeta y un arma corta simulada), dos machetes, una granada, numerosos teléfonos o material de navegación como GPS. Los agentes también encontraron anotaciones manuscritas (estado de cuentas y participantes), una raqueta digital detectora de balizas policiales, y rotativos también policiales.
También se les pudo intervenir 21.580 euros en metálico y una máquina digital de contar billetes. Y en cuanto a la mercancía: unos 2.500 litros de combustible que mantenían almacenada en 'guarderías' que tenían próximas a las zonas de 'entrega'.
En el dispositivo puesto en marcha tras una investigación para poder identificar a los responsables y miembros de la organización han participado miembros de UDYCO Cádiz y el Grupo de Estupefacientes de San Fernando, EDOA y Equipo Roca de Chiclana, y efectivos de Aduanas.
Un modo delictivo que ha ido a más
La práctica del petaqueo se lleva realizando ya desde hace años. En 2018 el Gobierno prohibió por decreto el uso de las grandes semirrígidas después de que un niño fuera arrollado por una de estas lanchas en La Línea y falleciera. Además desde el Ministerio del Interior también se tomó como una medida de presión para intentar frenar el tráfico de hachís del Estrecho por vía marítima.
Así, tras la incautación de numerosas 'gomas' -valoradas en cientos de miles de euros- y al ser su simple navegación un delito de contrabando, los narcos fueron cambiando sus 'modos' y, en la actualidad, prefieren permanecer al pairo en alta mar a la espera de aproximarse a la costa para recoger o soltar la droga. Y para ello y para ir de un sitio a otro, para saber en que punto descargar los fardos, necesitan que alguien les lleve esas decenas de litros de combustible que con motores tan potentes suelen agotar muy rápido.
Y de esta manera las redes han ido buscando esa logística y, en paralelo, han ido encontrando a quienes querían formar parte de ella. Por tanto, lugares como los esteros de Chiclana y San Fernando, las marismas de Puerto Real, Doña Blanca, o la desembocadura del Guadalquivir se han visto 'invadidas' por collas dedicadas a almacenar y distribuir garrafas, comida, motores o incluso ayudar en las averías o los cambios de tripulación para las narcolanchas. Un 'tele-servicio' que se paga a precio de oro, según además la distancia que se recorra.
Contra ello, las fuerzas policiales han intervenido en multitud de ocasiones -desde hace tiempo, insistimos-, protagonizando incluso a menudopeligrosas persecuciones y enfrentamientos con estas bandas. Ahora, y tras las indicaciones y supervisión de la Fiscalía Antidroga, las diligencias de estas actuaciones se están orientando sobre el artículo 568 del Código Penal, que castiga la tenencia o el depósito de sustancias o aparatos explosivos, inflamables, incendiarios o asfixiantes, o sus componentes, así como su fabricación, tráfico o transporte, o suministro de cualquier forma, no autorizado por las leyes o la autoridad competente. Todo ello mientras que se espera que haya un cambio normativo que vincule de manera más directa este 'modus operandi' con el tráfico de drogas. Algo ya repetidamente solicitado y avisado.
De hecho, este último operativo se ha desarrollado después de varios incidentes que han puesto en serio riesgo a la ciudadanía. Como algunos incendios muy virulentos de estas furgonetas cargadas en plena calle de Chiclana, teniendo que intervenir los bomberos para su extinción.
O el fuego que hace unos días dos de estos petaqueros provocaron en una gasolinera también de Chiclana mientras llenaban las garrafas de un surtidor con el grave riesgo que ello pudo suponer a no ser por la rápida intervención en su extinción.
Los agentes además advierten de que estas furgonetas son «bombas con ruedas» y que esos cientos de litros de combustible los van acumulando (según se van surtiendo) sin ninguna medida de protección ni seguridad en viviendas, naves, garajes... como así se ha podido volver a comprobar en esta última investigación. Litros de gasolina por cualquier lado y de cualquier manera. Un delito para dar de comer y que come de otro delito.