Chiclana

Cádiz-Atenas en bicicleta: el reto del chiclanero Germán Martínez

El actor y creador de contenido comparte su aventura de casi 6.000 kilómetros en redes sociales, donde ya suma más de 14.000 seguidores

Germán Martínez, creador de contenido que está completando el EuroVelo en bicicleta La voz

Pepe Ortega

Chiclana

Cada uno tiene unos retos en la vida. Hay quien pone el listón más alto y quien, consciente de sus limitaciones, lo coloca más bajo. Da igual. Lo importante es tener un objetivo, algo por lo que luchar; un motivo por el que tener ilusión cada vez que nos levantemos de la cama. Germán Martínez tiene los suyos siempre que se despierta en su saco de dormir, en la cama de un albergue o en la casa de una persona que lo ha acogido mientras intenta completar, subido a su bicicleta, el EuroVelo, la ruta ciclista que conecta Cádiz con Atenas.

El 22 de julio arrancó la aventura en la Catedral de la capital gaditana. Por delante, 5.900 kilómetros; pero recorrerlos no iba a ser el mayor desafío. «El reto principal está siendo compartirlo», explica Germán Martínez, actor y creador de contenido chiclanero, mientras se dirige a Béziers, una localidad situada al sur de Francia. Una aventura que hace solo, aunque no del todo: más de 14.000 personas le siguen en Instagram, donde documenta con videos cortos todo el viaje a pesar de «no tener ni idea de redes sociales».

«El primer reels se viralizó en Tiktok y me entraron ganas de seguir haciendo cosas», afirma. A partir de ahí, el crecimiento ha sido imparable y cada vez más usuarios se enganchan a sus videos. «La gente es súper activa y escribe un montón, me anima». Sin embargo, las complicaciones aparecen a la hora de distribuir el tiempo: compaginar la edición de los vídeos con recorrer 70 kilómetros diarios y disfrutar del camino no es tarea fácil. «No me gusta salir tan temprano. Yo prefiero salir a las diez u once y llegar a las cuatro y media a los sitios. Entonces, llego normalmente cansado o llego y hago otra cosa; por lo que no me da. Edito uno cada dos días, más o menos«.

Pero más allá de la logística que supone viajar, grabar y editar, el verdadero reto ha sido exponerse en las redes sociales. «Una de mis profesiones es ser actor y nunca me he atrevido a mostrarme públicamente, siempre me ha dado mucho miedo el 'qué dirán'. Compartir mi esencia por Internet es lo que verdaderamente me está suponiendo de crecimiento este viaje«.

De Chiclana al mundo, un viaje de película

Germán Martínez nació en Chiclana y estudió ingeniería, pero pronto se dio cuenta que lo suyo no era tener un trabajo de oficina. Por eso, hizo las maletas y se fue a Latinoamérica, donde comenzó a profesionalizarse como actor. «Estuve más de dos años formándome y cuando volví de Argentina, llevé una escuela de clown. Entonces, las reglas de la comedia las conozco, sé qué hace gracia y qué no». Toda esa formación se palpa en sus vídeos.

Todos comienzan igual, con un guiño a su tierra: «Qué pasa, picha». Y a continuación, narra cómo le ha ido la etapa, qué ha comido o qué ha visto en su destino. La locución natural, el sentido del humor y el dinamismo son algunos de los factores de sus vídeos que ha provocado el 'boom' de @germenviajero en Instagram. Sus publicaciones están repletas de comentarios de usuarios que desean ver más episodios de la «serie».

¿Qué le lleva a un chiclanero a coger su bicicleta del garaje y embarcarse en una aventura de estas dimensiones? «Me encantan este tipo de viajes. Me gusta llevarme al límite de mis posibilidades y recursos, porque viajar así te ayuda a buscarte la vida, a hablar con la gente si eres un poco vergonzoso, a ser resolutivo... Te obliga a adaptarte y a crecer«, responde. Para el chiclanero, no es la primera aventura de este tipo. »Hace dos años hice Cádiz-Berlín en autostop y fue muy duro. Me prometí que el próximo que hiciera sería teniendo el control, como el que tienes en una bicicleta, que puedes decidir a dónde quieres ir«. Una manera de viajar ecológica que permite conocer los lugares de una forma más cercana, aunque suponga un gran esfuerzo físico y mental.

«A nivel físico no me está suponiendo un reto y eso que yo no había hecho nunca más de treinta o cuarenta kilómetros en bicicleta en un día; a nivel mental, a veces tengo algún bajoncillo, pero en general muy bien», afirma. Durante el viaje, conoce a muchas personas solidarias que le ofrecen un techo o le ayudan con problemas de la bicicleta, se reencuentra con amigos y se separa de ellos para continuar con su camino. Germán Martínez vive una vida nómada y solitaria durante unos meses que abraza con gusto. «La soledad la llevo muy bien. Yo creo que es muy importante aprender a estar con uno mismo».

Germán Martínez pedalea su bicicleta en la que lleva un cuaderno para tomar notas, un saco de dormir, una caseta de campaña, un portátil, ropa y una baraja de cartas con la que hace magia allá donde va. Sin embargo, cuando termine el viaje, del que está segurísimo que va a completar, su maleta estará mucho más cargada.

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