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Las cestas de Navidad, un producto en alza
El sector se va recuperando tras la crisis económica y cada vez es más habitual que las empresas obsequien a sus trabajadores y clientes con un lote de productos navideños
La cesta de Navidad es el regalo que todo empleado quiere recibir. El lote con productos típicos como los dulces navideños, embutidos o las bebidas alcohólicas se han entregado históricamente en España como un obsequio a los trabajadores por su labor y también como un detalle de cara a la Navidad, aunque bien es cierto que estos lotes también han servido como una buena escapatoria para todo aquel que no ha sabido qué regalar a familiares o amigos.
Esta tradición española está inspirada en la época romana, la sportula, que consistía en el reparto de comida en un cesto por parte del empresario de la época a sus clientes. Hoy dia, encontramos cestas de Navidad muy singulares.
Probablemente la cesta de Navidad más famosa de España sea la de El Paisano, el asador de Lebrija y que sortea un lote de productos valorado en más de 700.000 euros en premios, la papeleta tiene un precio de ocho euros, y dentro del lote aparece un piso en Sanlúcar de Barrameda, una autocaravana, un coche de la marca Mercedes, una Harley Davidson, un viaje a Eurodisney para dos adultos y dos niños, un crucero por el Mediterráneo para dos personas, un teléfono móvil, un portátil, un equipo de sonido o patinetes eléctricos entre muchos otros.
No todos los lotes navideños son de tal índole. Los hay más básicos y valorados en una cuantía mayor. Por un precio inferior a los quince euros podemos encontrar un lote de productos que incluye botella de sidra, botella de vino tinto, botella de vino blanco y diferentes surtidos de turrones.
A medida que el precio va incrementando aparecen productos cada más exclusivos y con un mayor valor. Hay cestas que superan los 1.000 euros de precio y que incluyen un jamón ibérico de bellota, un queso 100% de oveja gran reserva curado, diferentes lotes de dulces, chocolate y galletas, latas de conserva de bonito del norte, latas de foie gras de pato, latas de zamburiñas, botellas de aceita de oliva virgen extra y en relación a las bebidas botellas de Champagne, de brandy, ginebra, ron, whisky o vino, entre otros.
Un producto o regalo, la cesta de Navidad, que a pesar de haber sufrido un descenso de sus ventas durante la crisis, pero que en los últimos años parece que está remontando el vuelo. Carlos lleva trabajando en El Puerto dedicada a la venta de lotes navideños durante los últimos quince años. «Es un tipo de trabajo temporal, yo entre febrero y septiembre me busco cualquier cosa para ir tirando, pero cuando termina el verano vuelvo».
«Es un sector en el que nunca sabes cómo va a ser la temporada, hay años en los que creemos que vamos a tener más carga de trabajo y son más tranquilos, y ha habido años que hasta diciembre apenas hemos tenido movimiento y en el último mes nos la han dado por todos los lados», asegura.
Señala que «yo entré el año justo antes de la crisis económica y como ese año no ha habido otro», debido a que «muchas empresas dejaron de regalar lotes a sus clientes y empleados».
«Parece que poco a poco vamos remontando, cada año la plantilla es un poco más grande y eso se agradece», recalca, destacando que «las ventas van creciendo, cada vez hay más empresas que vuelven a regalarlas».
Los trabajadores con cesta, unos privilegiados
Ignacio es uno de esos trabajadores que ven como pasan los años y no recibe una cesta de Navidad. «Yo solo he tenido un jefe que me haya regalado cesta de Navidad y creo que desde el año 2004 o 2005 no recibo una cesta».
«Al principio sí es cierto que me molestaba más, pero llega un punto en el que te da igual, hay cosas más importantes en la vida», apunta.
El caso de Ignacio es distinto al de Andrés. «En mi empresa nuestra jefa siempre nos hace un pequeño regalo por Navidad».
«Es cierto que ha habido años que ha sido más pequeña, hay veces que un poco más grande, pero siempre nos ha podido dar algo», afirma.
«Yo tengo tres hermanos, todos trabajamos, pero yo soy el único que recibe siempre una cesta de Navidad, me siento un privilegiado», asegura.