MIGRACIONES

«La inmigración no es un problema, es parte de la sociedad»

Mónica López Martín y Mauricio Valiente Ots son los directores generales de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) quienes aseguran que el principal objetivo es la defensa decidida y constante de los derechos humanos, en especial el derecho de asilo, «tan gravemente amenazado en estos momentos»

Mónica López Martín y Mauricio Valiente Ots, directores generales de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). FRANCIS JIMÉNEZ

Esther Macías

Cádiz

Mónica López Martín y Mauricio Valiente Ots son los directores generales de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) quienes aseguran que el principal objetivo es la defensa decidida y constante de los derechos humanos, en especial el derecho de asilo, «tan gravemente amenazado en estos momentos».

En estos momentos, hay un debate abierto sobre el Pacto Europeo de Migración y Asilo. Una circunstancia que ha llevado a ambos representantes reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace unas semanas. «Un acuerdo devastador que permitirá imponer más obstáculos para acceder al derecho de asilo y más facilidades para que se vulneren los derechos humanos en las fronteras», aseveran. Mónica y Mauricio atienden a LA VOZ en Cádiz en una de sus visitas a los trabajadores de CEAR.

- Hace menos de un mes os habéis reunido con el presidente del Gobierno para garantizar los derechos humanos en la política migratoria, ¿cómo ha sido ese recibimiento?

- En principio estamos muy satisfechos. Ha sido una acción movilizando a varias organizaciones y sobre todo el objetivo de esa reunión era que el presidente del gobierno tuviese presente que las organizaciones estamos ahí para trabajar el Pacto Europeo de Migración y Asilo.

La acogida fue cordial, le trasladamos con claridad que las organizaciones no comparten el pacto europeo, ahora bien, que España puede escoger entre situarse en los que apuestan por un modelo de inmigración humanista con derechos y por un modelo muy regresivo. Estamos a la espera de saber qué va a hacer el gobierno español. En resumen nos trasladó el compromiso de liderar esa posición más garantista de los derechos humanos en el tema migratorio y también, el de alguna manera tener en cuenta las organizaciones sociales en la implementación del Pacto de Migración y Asilo en España.

- Durante esa reunión abordasteis cómo España aplicará el Pacto Europeo de Migración y Asilo. ¿Qué impacto prevéis que tendrá este nuevo pacto en nuestro país y en la protección de las personas migrantes y refugiadas?

- Depende, depende de la opción que finalmente adopte el gobierno español. Por eso teníamos tanto interés en dar a conocer nuestras opiniones. Desde luego el pacto en términos teóricos es el mayor retroceso en materia de derechos humanos desde que se constituyó la Unión Europea, porque puede establecer periodos de detención de los migrantes muy prolongados, crea esta figura de la ficción jurídica de no entrada, o sea, como una especie de limbo que las personas al final no saben si están, si no están, en todo caso sin derechos y además permite, en vez de acoger, pagar por no acoger. Y eso nos parece que al final desvirtúa el papel que puede jugar la Unión Europea. Ahora mismo estamos a la expectativa y yo creo que esa es la importancia de nuestra labor como organización, es que al final estamos demandando a un gobierno que opte por un camino que permite dentro del abanico de opciones que contempla el pacto.

Porque es cierto, el pacto permite a los estados en su plan de implementación moverse en una horquilla de situaciones, entonces de ahí la petición de CEAR como organización junto con otras organizaciones de que España dentro de esa horquilla se sitúe en el lado más favorable para los derechos humanos.

- En el caso de Andalucía, y particularmente Cádiz como frontera sur de Europa, ¿qué implicaciones tendrá ese pacto?

- Bueno, hay que tener en cuenta que se ha desarrollado un modelo que no está concebido para las zonas fronterizas. Se ha diseñado un pacto que convierte en frontera toda la Unión Europea, esto por ejemplo que hablábamos de la ficción jurídica de no entrada significa que en Bélgica o que en Luxemburgo, un país que no tiene ningún tipo de frontera exterior, puede generar esos espacios de no derecho. Yo creo que a los territorios fronterizos, los puntos de llegada de los migrantes, realmente les va a afectar de la misma forma que puede afectar a cualquier otro territorio, un país como Luxemburgo. Al final el resultado va a ser el mismo.

De hecho, nosotros lo que prevemos es que al final es una gesticulación que está provocada de alguna manera por esta ola de xenofobia que hay en toda Europa, pero que luego va a ser muy difícil que se aplique. Nosotros creemos que va a complicar los desplazamientos de población, los va a hacer más riesgosos, pero al final no va a tener grandes repercusiones en lo que hemos vivido, lo que estamos viviendo hasta ahora.

- En lo que llevamos de años, más de 120.000 personas han solicitado el asilo en España y casi la mitad han sido rechazadas. ¿Cómo valoráis esta cifra?¿Consideráis que España tiene la capacidad para gestionar esta situación de manera eficaz?¿Hay recursos para ello?

- Bueno, es verdad que las cifras de rechazos o denegaciones de asilo en España son las más bajas de la Unión Europea, porque los porcentajes que tú has estado dando, seguramente lo que estás contemplando son las razones humanitarias que se dan a las personas procedentes de Venezuela, pero realmente estamos hablando de que las tasas de denegación en España están alrededor del 15%, perdón, las tasas de aceptación de algún tipo de protección están alrededor del 15%, con lo cual las de denegación son un 85% más o menos. Evidentemente es una de las tasas más bajas de toda Europa.

¿Cómo se gestionan ese número de personas, tanto en teoría para devolver, para repatriar o para acoger? Estamos hablando de cifras muy altas, estamos hablando de un gran número de personas y en cualquier caso nosotros lo que entendemos es que una persona que durante el estudio de su solicitud de asilo ha permanecido en territorio español durante un periodo de meses largo, son personas que están ya prácticamente integradas y que de alguna manera deberían tener una posibilidad de poder vivir y trabajar en España.

¿Hay recursos? sí, la prueba es que ante la crisis de Ucrania un número mucho mayor que esos 120.000 personas que estás mencionando y en un periodo mucho más corto, de una mayor intensidad hubo un proceso ejemplar de acogida y no hubo ninguna caída en los servicios sociales a ningún nivel, requirió un esfuerzo pero desde luego capacidad de acogida, recursos, España no tiene.

 - El nuevo barómetro del Centra, que es el CIS Andaluz, revela que esta preocupación por la inmigración está en aumento, pero también destaca que más de la mitad de la población andaluza considera que la inmigración es muy positiva o más bien positiva. ¿Podemos afirmar que Andalucía sigue siendo una sociedad o una tierra de acogida? ¿Cómo valoráis esta percepción social?

- Yo creo que el discurso está cambiando, pero está cambiando en Andalucía, en España y en Europa y yo creo que la extrema derecha está aprovechando el discurso racista y está aprovechando la inmigración para aumentar el discurso racista y posicionarse en un contexto político. Yo creo que España sigue siendo una sociedad de acogida y es verdad que al tener la inmigración encima de la mesa y como primer problema que consideran los españoles en el barómetro del CIS, hay mucho más posicionamiento tanto a favor como en contra. Yo creo que la sociedad española sigue siendo una sociedad de acogida, creo que hay un elemento que es el desconocimiento de las personas que llegan y el desconocimiento de las realidades que viven las personas migrantes que en el momento que se rompe ese desconocimiento aflora ese acogimiento, ese calor de las personas españolas pero también creo que en un primer momento el rechazo a que se abran centros de acogida, a que se puedan integrar las personas está siendo cada vez mayor.

También hay una cuestión, la inmigración ni es un problema de ahora ni es un problema, es parte de la sociedad y es parte de nuestra sociedad. A día de hoy la sociedad española está conformada por personas de orígenes diversos y creo que el posicionamiento de decir ahora a favor de la inmigración y en contra, en parte es un poco ridículo, porque es que la inmigración está ahí y no es que yo me ponga en contra o me ponga a favor, no, no, es que está ahí y forma parte de nuestra sociedad ya.

Un ejemplo muy reciente es lo sucedido en Alcalá de Guadaira, nosotros como entidad no dimos abasto de atender las peticiones de los medios para que diéramos información, para que valoráramos lo que estaba sucediendo, se llevó a un nivel de tensión que ha desaparecido en una semana, en cuanto a las personas han llegado, los vecinos han visto las personas que están en el centro, lo que supone, por eso creo que la mejor forma de construir la convivencia es mirarnos a los ojos, entender a cualquier tipo de persona y yo creo que eso va a ayudar a Andalucía, a España y a Europa, cuando uno no es capaz de mirar y entender las situaciones de los demás el futuro es arriesgado.

Y en Alcalá ahora no damos abasto con las solicitudes de colaboración, es decir, antes nos costaba y ahora mismo ofrecimientos de personas del pueblo que tienen que ser voluntarias y colaborar, ofrecimiento de donaciones y en un primer momento el rechazo fue frontal.

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