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Las causas por criminalidad y estafas informáticas se multiplican en los juzgados de Cádiz
La Fiscalía advierte de este «gran incremento» y avisa de que existen más de las que se registran ya que en estos procedimientos muchas veces no hay autor, se inhiben a otras provincias, o los más leves no llegan a sala
Según el último dato, el delito «estrella» sigue siendo el de estafa, con más de medio millar de procedimientos en un año
Detenidos dos jóvenes de 21 años por estafa: eran expertos en el Bizum inverso
La ciberdelincuencia es uno de los mayores retos a los que se están enfrentando a diario los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil que luchan contra este tipo de delitos. «No hay semana que no nos lleguen denuncias», avisan. De hecho, según los datos que se manejan en estos momentos, las estafas por cualquier método, sea con el 'hackeo' de cuentas bancarias, por engaños a través de mensajería de móvil (whatsapp, sms...), o por fraudes en compraventas y alquileres on line son ya un 80 ó 90 por ciento de estas denuncias que llegan hasta comisarías y cuarteles. «Y las que no se ponen», advierten. Porque muchas de las víctimas no presentan ningún tipo de aviso al considerar «que no servirá para nada». Sobre todo si las cuantías no son muy abultadas. Sin embargo, los grupos criminales que se encuentran tras estos timos del siglo XXI no paran y se aprovechan siempre a ganancias, aunque sea poco a poco.
Y así se está traduciendo también en los juzgados. En los últimos años las causas relacionadas con los de criminalidad informática -como así se llama en su conjunto- ha ido en ascenso y además siendo asuntos más complejos. Estas organizaciones utilizan unos 'modus operandi' cada vez más sofisticados, estructurados y enrevesados para que sea complicado dar con ellos y poner rostro y nombre a ese anonimato en el que se esconden.
Según recoge la última Memoria de la Fiscalía de Cádiz, en su área de Delitos Tecnológicos, el ejemplo del incremento de esta criminalidad informática es el de los escritos de acusación - la calificación que hacen los fiscales antes de juicio y que llegan al delegado para su visado-. Como advierte, en 2023 se computaron 278 escritos de acusación por los 235 del año anterior, «lo que comporta un gran incremento de causas». Además, si a ese dato se le suma los procedimientos archivados por falta de autor o los inhibidos a otros territorios, amén de los procedimientos por delito leve, cuyo recuento no figura en registros informáticos, el dato reflejado del impacto de la criminalidad informática en la aplicación, «dista mucho de la realidad».
En materia de control de sentencias, sucede algo similar. Según se refleja, se registraron 80 sentencias recaídas propias de la especialidad, por 36 este año, «pero el dato se antoja nuevamente lejano a la realidad por los mismos motivos».
Teniendo como base estos datos, el fiscal delegado de este área, asegura que el delito «estrella» sigue siendo el de estafa informática, con 560 procedimientos incoados, 175 escritos de acusación presentados, una diligencia de investigación incoada y 16 sentencias recaídas.
Delitos sexuales o amenazas relacionados
Otro grupo de delito, del que existen datos «dignos de mención», es el relativo a los delitos sexuales cometidos a través de las tecnologías informáticas, ya sean de elaboración de pornografía infantil, o su posesión y distribución, así como el de 'grooming', unido al exhibicionismo de material sexual a menores a través de dichas técnicas de comunicación. A este grupo de delitos le corresponden, 104 causas incoadas, 36 escritos de acusación presentados, así como 17 sentencias recaídas en la materia.
En cuanto a los delitos de amenazas, acoso, o trato degradante, los reflejados, son los que no pertenecen a la especialidad de violencia de género, pues no se reflejan aún procedimientos como pertenecientes a ambas especialidades.
Durante ese ejercicio llegaron a los juzgados de Cádiz varias casos que podrían servir también de ejemplo de cómo actúan estos delincuentes. Así se instruye una causa por supuesto delito continuado de estafa informática y usurpación de estado civil, así como robo y hurto de uso de vehículos y delito de lesiones. Las cuatro personas investigadas en este procedimiento formaron un grupo con «claro reparto de funciones» utilizando identidades y datos bancarios de terceros, que obtuvieron a través de redes sociales y otros sistemas y con los que hicieron constantes pedidos de una elevada cuantía a un conocimiento establecimiento de electrónica. Según la investigación, eran los responsables de numerosas denuncias que llegaron desde todo el territorio nacional.
Por otro lado y relacionado con la pornografía infantil a través de elementos tecnológicos, también en Cádiz, se encuentra en instrucción otra causa en la que se acusa al investigado de tener 4.400 archivos en 24 carpetas con multimedia de imágenes de contenido sexual con menores de edad, así como fotomontajes en los que el propio investigado usando su imagen se exponía junto a estos u otros menores. Según la acusación, estos montajes los realizaba para compartirlas en la red de internet o 'darkweb'.
En Algeciras se refiere otro procedimiento en el que el acusado terminó por aceptar los hechos que se le imputaban y se le condenó a un delito de posesión de pornografía infantil, exhibición de material pornográfico, dos delitos continuados de abuso sexual a menor de 16 años, y otro delito de utilización de menor para la elaboración de material pornográfico.
También en el Campo de Gibraltar se encuentra en instrucción otro asunto de estafa. En este caso la de una organización criminal establecida en Madrid, Andalucía y la zona de Levante que utilizaba las bases de datos de un conocido supermercado y que solicitaban fraudulentamente créditos a nombre de los clientes de esta entidad. Seguidamente estos clientes eran contactados y fingían un error informático, por lo que se les exigía que transfirieran este dinero a las cuentas bancarias controladas por esta red. La investigación ha revelado otros muchos delitos.
La alta incidencia en San Fernando
Y ya, a nivel policial, son muy sonados también los múltiples casos de investigación que se han desarrollado y se siguen desarrollando en San Fernando. En cuestión de un año, la Unidad de Delitos Tecnológicos de esta comisaría de Policía Nacional ha detenido a medio centenar de 'ciberladrones' que acumulan denuncias por toda España.
Por ejemplo ya hace tres años desarticulaban otra de estas redes. Entonces detuvieron a quince personas acusadas de los delitos de estafa continuada, blanqueo de capitales, falsedad documental y pertenencia a organización criminal. Sus miembros volvían a utilizar el modus operandi habitual: poner en venta a precios muy competitivos en distintas web conocidas móviles, consolas y perros que en verdad no existían. Se hacían pasar por otras personas llegando a mostrar sus DNI que habían obtenido de anteriores fraudes o por otros métodos ilícitos.
En esta ocasión llamó especialmente la atención que el grupo era capaz de utilizar a menores para que amedrentaran y amenazaran a todo el que se atreviera denunciarles. Para hacerse una idea, al cabecilla de esta banda, un 'nini' de unos 20 años, le detectaron movimientos bancarios de más de 300.000 euros, sin embargo no tenía trabajo. Y en uno de los registros encontraron 20.000 en efectivo. Este joven llegó a alardear de que tenía más dinero que el que los agentes habían encontrado.
Como ese individuo se detuvo a otro apodado 'El Canario', un albañil en paro que vivía con todo tipo de lujos porque supuestamente tenía una empresa de construcción. Este supuesto ciberdelincuente llegó incluso a dar una entrevista en televisión presumiendo de que en un mes era capaz de gastarse 20.000 euros porque era «el mejor» en su 'negocio'. Atrás dejaba a más de un centenar de víctimas.
Y ya más recientemente, la Policía detenía también en San Fernando a dos chicos de 21 años de este mismo perfil de nuevo. Los detenidos realizaban diferentes tipos de estafas, desde el uso del método denominado Smishing y Spoofing, hasta el bizum inverso llegando a acumular más de 70.000 euros en ganancias ilícitas.
Según determinó la investigación de más de dos años, esta gente iba canjeando el dinero que obtenían a través de carteras que habían abierto en casas de apuestas on line. Una vez que hacían el engaño haciéndose pasar por un interesado en el artículo que alguien ponía a la venta por internet, y le hacía ese bizum inverso, el dinero obtenido lo sacaban de cajeros. Para poder tener en su mano dicho dinero usaban a 'mulas', es decir, a personas dispuestas a ir a las sucursales y con los códigos extraer las cantidades que les iban diciendo.
Existen dos perfiles ya determinados de este tipo de delincuentes. Por un lado, los que han pasado de pequeños hurtos o dar pequeños 'palos' a delinquir de esta forma, y, por otro, los que han aprendido por tener personas cercanas o haber incluso formado parte de organizaciones anteriores dedicadas a este tipo de estafa. Sorprende que al no ser personas con estudios ni formadas en ninguna profesión legal, sí tengan amplios conocimientos de todo estos programas informáticos que les ayudan a vivir de robar a los demás.
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