Curiosidades

¿Por qué el perro de San Roque no tiene rabo?

Existen varias leyendas sobre la falta de rabo del can pero la más conocida está vinculada a la epidemia de peste y a Ramón Rodríguez

Estatua dedicada a San Roque y a su fiel can en la localidad gaditana del mismo nombre L.V.

M.L.

Cádiz

La representación del santo católico San Roque siempre suele ir acompañada de un inseparable perro pero no menos vinculado a San Roque está el popular refrán y trabalenguas: «el perro de San Roque no tiene rabo porque Ramón Ramírez se lo ha cortado» pero... ¿por qué?

Existen varias leyendas sobre la falta de rabo del can y la más conocida la recuerda @areacampogibraltar en este vídeo de Tiktok donde explica que en 1885 una epidemia de peste que asoló la zona. La población gaditana sufrió los estragos de la enfermedad y muchos recurrieron a un santero llamado Ramón Rodríguez que vivía por la ermita de San Roque.

Para sanar a los afectados y para evitar contraer la enfermedad se dice que el curandero se servía de oraciones y de unos polvos «mágicos» que tenía como uno de los compuestos imprescindibles raspaduras del rabo del perro. Y tan redondo le salió el negocio a Ramón que al final, como dice el refrán, el perro se quedó sin rabo.

El Ayuntamiento de San Roque no ha querido olvidar el popular refrán y 1998 colocó en la glorieta de Cuatro Vientos de la avenida Carlos Pacheco una estatua realizada por Víctor Quintanilla alusiva a esta historia.

Por otra parte, Edward Muir en su libro 'Fiesta y rito en la Europa Moderna' recoge la historia de un perro famoso con vestigios de la narración @areacampogibraltar.

Según el Profesor de Historia de Northwerstern University, este can se llamaba Guinefort y destacaba por su intachable fidelidad que quedó demostrada cuando San Roque contrajo la peste contagiado mientras atendía a los enfermos. El perro llevaba comida a San Roque y acompañó al santo hasta que se curó.

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