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El crimen de Yana en Cádiz ya tiene sentencia: ocho años de prisión para su marido por estrangularla y sepultarla
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Martin Hoseyni se enfrentaba a 22 años de cárcel por haber matado a su mujer en un apartahotel en La Línea, pero su confesión y el pago de la indemnización le ha rebajado la pena
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El crimen de Yana en Cádiz: «La estranguló con sus propias manos»
Michael Martin Hoseyni, el estadounidense de origen iraní acusado de matar en diciembre de 2021 a su mujer mientras estaban de viaje y hacían parada en Cádiz, ha sido finalmente condenado a ocho años de prisión al aceptar los hechos en conformidad y ser finalmente procesado por homicidio.
Tal y como ya relató este periódico acerca del crimen y sobre la investigación posterior, la pareja vivían en Denver (Estados Unidos) y después de varias semanas recorriendo varios países de Europa recalaban en tierras gaditanas. Pero esa sería la última etapa de su escapada y también los últimos momentos de la vida de la joven Yana. Después de alojarse en un apartahotel en la urbanización linense la Alcaidesa, cerca de Sotogrande, nada más se supo de ella. Se esfumó. Su cadáver fue encontrado días después enterrado en una parcela en Alzira (Valencia), a unos 700 kilómetros de donde, supuestamente, la mataron.
Pues bien, según informan fuentes del TSJA, Hoseyni iba a ser enjuiciado por un jurado popular el pasado mes de enero, pero la vista oral no se celebrará finalmente tras el acuerdo de conformidad alcanzado por la Fiscalía, la acusación particular, la defensa y el propio investigado, que reconoció los hechos y aceptó la imposición de una condena de ocho años de prisión por un delito de homicidio con la agravante de parentesco, al estar casado con la víctima, y la atenuante muy cualificada de reparación del daño, pues ha consignado judicialmente con anterioridad al juicio la cantidad de 150.000 euros para indemnizar a los padres de la mujer.
Asimismo, el encausado aceptó la medida de libertad vigilada durante diez años tras el cumplimiento de la pena de cárcel.
De este modo, y por conformidad de las partes y del acusado, la Audiencia declara probado que el acusado mantuvo una relación sentimental con Yana Rose, quien, siendo de origen ruso, residía en EEUU desde el mes de septiembre de 2003, contrayendo matrimonio en abril de 2019, tras lo que, desde el mes de agosto de 2021, estaban haciendo una ruta turística por distintos países de Europa.
Según la sentencia da como hechos probados, entre los días 21 y 27 de diciembre de 2021 estuvieron hospedados en el término municipal de La Línea de la Concepción, de manera que, durante esa estancia y en una fecha indeterminada entre los días 25 y 26 de diciembre, el acusado, «en actitud agresiva y violenta, tras propinarle varios golpes y con intención de acabar con su vida, estranguló con sus propia manos» a su pareja sentimental.
Como consecuencia de dicha agresión, la víctima sufrió gran cantidad de lesiones perimortales, fundamentalmente en el rostro, los miembros superiores y cervicales, siendo de extrema gravedad la producida en el cuello, por todo lo cual se produjo finalmente su fallecimiento. Los hechos conformados por el acusado se corresponden con el delito de homicidio del artículo 138.1 del Código Penal «una vez que ha reconocido que estranguló con sus manos» a su pareja «con intención de acabar con su vida, tras propinarle varios golpes».
El acusado se encuentra en situación de prisión provisional, comunicada y sin fianza por estos hechos desde el día 29 de enero de 2022 en virtud de auto dictado por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 9 de Madrid, una medida que fue ratificada por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Algeciras en resolución de fecha 16 de febrero de 2022.
La sentencia dictada por la Audiencia Provincial es firme al haber manifestado las partes su voluntad de no recurrirla tras haberse dictado en virtud del acuerdo de conformidad alcanzado entre todas las partes personadas.
Hoseyni fue detenido a los pocos días de cometer el crimen, el 29 de enero, en el aeropuerto de Barajas. Regresó de su casa en Estados Unidos donde había vuelto sin Yana y sin presentar ninguna denuncia por su desaparición. Las laboriosas y exactas pesquisas realizadas por los agentes de la Unidad de Delitos Especializados y Violentos (UDEV) de la Comisaría de Cádiz lo tenían ya atrapado y decidió entregarse. El fiscal solicitaba para él una pena de 22 años de prisión por un asesinato con alevosía, sin embargo, al admitir los hechos, pagar la indemnización a la familia de la víctima y llegar a la conformidad, su condena es de ocho años de cárcel.