sociedad

Cambio de hora marzo 2024: ¿Cuándo pasamos al horario de verano? ¿Toca dormir más o dormir menos?

Respondemos a una de las preguntas más frecuentes que se repite cada año: ¿Tenemos que retrasar o adelantar el reloj?

Este es el único pueblo de España que no cambiará la hora este fin de semana

El nuevo cambio de hora es cuestión de días LA VOZ

L.V.

CÁDIZ

En este 2024, como cada año, va a haber dos cambios de hora en los relojes para pasar a los horarios de verano y de invierno. Y en el presente mes de marzo de 2024, durante la Semana Santa, se va a producir el primer movimiento...

Vuelve la primavera y, con ella, el cambio de hora. Este domingo 31 de marzo los gaditanos, como el resto de españoles y otros ciudadanos europeos, tendrán que ajustar de nuevo las manecillas de los relojes para entrar en el horario de verano.

¿Hay que adelantar o atrasar el reloj? Concretamente, en la madrugada del sábado al domingo, a las dos pasarán a ser las tres, por lo que se dormirá una hora menos de la que se venía disfrutando desde el último cambio de hora de invierno. Un desajuste que no está exento de polémica y sobre el que muchos expertos llevan años advirtiendo por sus posibles consecuencias para la salud.

El cambio de hora se lleva a cabo para hacer un mejor uso de la mayor luz natural disponible en verano y en invierno. Es obligatorio en la Unión Europea (UE), pero en España ya era tradición hacerlo desde antes.

Con el cambio de hora se cumple con la Directiva Europea 2000/84/CE que sigue afectando, sin excepción, a todos los estados miembros de la Unión Europea (UE).

Por tanto, el cambio es obligatorio y siempre se produce en las mismas fechas en el conjunto de la UE, de modo que no existe la posibilidad de que un Estado miembro no aplique este cambio de hora.

En resumen: se cambia la hora en la madrugada del domingo 31 de marzo. Tocará adelantarla una hora: a las dos serán las tres. Y, en consecuencia, dormiremos una hora menos.

Cómo nos afecta

Han surgido dudas sobre si la práctica de cambiar a este horario conduce a resultados adversos para la salud, como eventos cardiovasculares, debido a los cambios en el ritmo circadiano.

Estudios anteriores han sugerido asociaciones modestas entre las transiciones de horario de verano y una mayor incidencia de accidente cerebrovascular isquémico y hospitalizaciones por fibrilación auricular. Por el contrario, para el infarto agudo de miocardio (IAM), los hallazgos ha sido inconsistentes.

Algunos afirman que el cambio de horario en una hora influye negativamente en su humor y estado de ánimo, a su 'reloj corporal' y, en general, a su salud. Son personas que refieren cambios en sus patrones de sueño-vigilia y alteraciones transitorias en su bienestar, con la aparición de distimia (estado de ánimo deprimido), somnolencia, astenia, irritabilidad, nerviosismo, cefaleas y dificultades para mantener la atención y la concentración. Incluso hay personas que presentan molestias digestivas.

Diversos estudios han investigado sobre estos cambios debidos a la alteración horaria, y los resultados son divergentes: según algunos, el cambio de horario puede afectar débilmente a la salud, mientras para otros la variación no influye en el equilibrio de las personas.

Un estudio publicado en 2008 llegó a encontrar un nexo de unión entre los cambios de horario y la incidencia de infartos de miocardio: parecen haber encontrado que hay un incremento significativo del número de infartos de miocardio en los tres días posteriores al cambio de horario en primavera, mientras encontraron una disminución de los mismos tras el cambio de horario de otoño. Los autores interpretaron estos hallazgos como producto de la privación de sueño sobre el sistema cardiovascular.

Otro estudio de 2007 afirmaba que los ritmos circadianos del cuerpo humano, los que regulan los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día, pueden tener dificultades de adaptación a los cambios bruscos de horario, afectando a diversos aspectos de la salud. Otros estudios han relacionado el impacto del cambio estacional de hora con el índice de suicidios en hombres, mientras otros han encontrado que no hay relación del cambio horario con los episodios de manía.

En otro estudio se observó una disminución en los accidentes de tráfico tras la «recuperación» de la hora en otoño, mientras otro registró un aumento en los accidentes tras ambos cambios, de primavera y otoño.

Algunos de estos estudios parecen mostrar que pequeños cambios en los ritmos cronobiológicos podrían desestabilizar a individuos especialmente vulnerables, especialmente en mayores de 50 años, que podrían adaptarse al nuevo horario en un plazo de unos tres días. En el lado contrario, parece ser que los niños presentan una más fácil adaptación a los cambios estacionales de horario.

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