cultura
Víctor Manuel rinde homenaje a los «trabajadores de la cultura» que están «en el alambre»
entrega medallas al mérito en las bellas artes en cádiz
El cantautor elogia las trayectorias profesionales del resto de galardonados y centra su discurso en los artistas y creadores «desamparados» que «dependen de sí mismos»
Felipe VI: «La luz de Cádiz alumbra el camino de nuestros artistas y creadores»
El cantautor y productor musical Víctor Manuel, reconocido este miércoles en Cádiz con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2022, ha sido el único homenajeado que ha tomado la palabra en la ceremonia presidida por los Reyes de España.
El artista astuariano ha elogiado las trayectorias profesionales del resto de los congraciados, «que han conseguido escribir sus biografías y son corredores de fondo que nunca van a llegar a la meta, porque la meta siempre está más allá de lo que imaginamos nunca».
Sin embargo, ha centrado su discurso en los «trabajadores de la cultura a quienes identifico especialmente por su trabajo en el alambre», reconociendo su «debilidad y predilección» por estos profesionales. Profesionales que viven en «ese equilibrio inestable de no saber nunca cómo va a ser su vida en los próximos meses o años, en actividades tan precarias como la interpretación, la música, la pintura o la literatura a las que une un hilo invisible, siempre a punto de quebrarse, que las hermana, y que consisten, simplificando, en inventarte unos trabajos que nadie te ha pedido y por los que nadie va a remunerarte hasta que no corra la suerte de llegar al mercado. Asumiendo, previamente, que tu supervivencia y tu continuidad laboral dependen única y exclusivamente de la aceptación pública que tu actividad tenga». «Con una certeza añadida de que, en este país tan desmemoriado, vales lo que vale tu último trabajo», ha apostillado.
Esas labores «no remuneradas» encuentran «a veces» un gran reconocimiento artístico y económico, pero «también pueden procurarte en determinadas circunstancias un ostracismo agravado que te haga desaparecer, porque de todos es sabido que no se puede gustar a todo el mundo ni todo el tiempo». «Y además, ahora, las redes las carga el diablo».
Así, Víctor Manuel ha hablado de esos escritores que ven pasar «varios años» hasta que «aparece el fruto de su esfuerzo»; de esos actores que «miran y vuelven a mirar más de lo normal un teléfono mudo durante horas, días, años» esperando esa llamada que le reenganche de nuevo a la profesión; de esos pintores que se despiertan antes de tiempo porque les asaltó una idea y están seguros de que podrán «trasladarla al lienzo en blanco» que la noche antes dejaron preparado en su estudio antes de dormir; y de esos músicos que saben que la música está en el aire y que «sólo tienen que bajarla a la tierra» para crear «algo que no estaba hecho», y cuya supervivencia, en parte, «depende de algo tan frágil como el derecho de autor, siempre en entredicho».
«Pido disculpas por haberme ocupado un poco más de los desamparados, los que dependen de sí mismos, los que sólo tienen cabeza y manos para defenderse porque les va la vida en ello». «Larga vida a todos para que puedan seguir disfrutando y haciéndonos disfrutar de sus oficios».
Y tras este reconocimiento a esos artistas y creadores sin medallas que se balancean diariamente en el alambre, el autor del célebre tema 'Sólo pienso en ti' ha bajado su tono de voz para evitar que sus palabras salieran de entre esas cuatro paredes y compartir una certeza con el auditorio: «Cuando uno trabaja en lo que le gusta, siempre está de vacaciones», ha sonreído.