Cádiz

La vecina decana de Cádiz

La asociación Fermín Salvochea, de Guillén Moreno, rinde tributo público a su integrante más veterana: Catalina Nadales, que cumplirá 96 años en mayo

Catalina Nadales, sentada, en el centro, durante el acto de homenaje. la voz

J. L. G.

Cádiz

Corren tiempos de compromiso escaso. La participación está en retroceso. Ya pasaron aquellos días de la Transición y la democracia párvula con todo por hacer. Ahora, los partidos políticos tienen menos afiliados que nunca, como los sindicatos y cualquier otro colectivo.

A las reuniones de la comunidad de vecinos van, aún, menos miembros. La era digital es una invitación al individualismo que muchos aceptan encantados. En este momento, que una integrante de una asociación de vecinos tenga 95 años y siga activa, presente, es digno de reconocimiento y aplausos, de besos, abrazos y flores.

Es el caso de Catalina Nadales Mena, una gaditana que cumplirá 96 años el próximo 17 de mayo. Nació en Algeciras pero desde muy niña vive en Cádiz. Ha conocido la Dictadura de Primo de Rivera, la II República, la Guerra Civil, los ecos de la Segunda Guerra Mundial, la posguerra y sus estrecheces asfixiantes, el regreso de la Democracia a España, una pandemia...

Desde los años 90, Catalina Nadales decidió formar parte de la Asociación de Vecinos Fermín Salvochea, la de su barrio: Guillén Moreno al que llegó nada más crearse, en los años 60. En su sede, este viernes 14 de octubre recibía un tributo de sus compañeros de actividad comunitaria. Con muchos de sus 11 hijos (tuvo 14) presentes, con la mayoría de su casi 20 nietos aplaudiendo. «Siempre ha tenido mucha relación con sus vecinos, ha sido muy solidaria», asegura Paqui, una de las promotoras del reconocimiento.

Reconocida por sus vecinos como una «trabajadora incansable, una luchadora», resaltan que entre sus muchas actividades es recordada por «vender chucherías y golosinas muchos años en el Parque Genovés. ¿Quién sabe, si alguna vez le hemos comprado algún que otro regaliz, caramelos, o esos juguetes rellenos de bolitas de anís?», destacan desde la asociación.

En el acto de agradecimiento y reconocimiento quedó presente que «Catalina ha sido una de las primeras personas que tuvo la conciencia de que en nuestro barrio hacía falta unión. Que con la unión se pueden obtener logros que individualmente serían imposibles; y dando un paso adelante, se dio de alta en nuestra asociación. Entendió que todos debemos colaborar».

Una actuación del grupo vecinal de gipsy fit, la entrega de recuerdos y los abrazos de su familia pusieron el cierre a un acto lleno de emociones y en el que Catalina Nadales agradeció el gesto. Destacó que no ha hecho más que actuar con sus vecinos como ellos hicieron con ella. Un ejemplo inusual de participación que va camino del siglo de vida.

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