CÁDIZ
Los usuarios de autobús de Cádiz: «El Gobierno no mira por nosotros»
Indignación y lamentos por parte de algunos gaditanos sobre el precio de los billetes con bonobús: «Es fundamental mantener el coste para fomentar el transporte público»
El Ayuntamiento de Cádiz va a asumir todo el coste de los autobuses hasta que las bonificaciones queden resueltas
Cádiz es una ciudad pequeña. Un ismo de tierra rodeado de mar en el que la movilidad se antoja fundamental en todos los aspectos. El coche se ha converitdo en los últimos años en un enemigo de una localidad en la que el aparcamiento se convierte en muchas ocasiones en casi una misión imposible y en el que la necesidad de coger el vehículo privado no es tan primoridal, dadas las distancias que se pueden recorrer en los apenas diez kilómetros cuadrados de los que comprende el entorno urbano de la capital gaditana.
De ahí que el transporte público haya adquirido siempre una importancia sublíme. El taxi y el autobús son las dos patas, junto al tren, de una ciudad que entiende la movilidad con precios bajos, pues si la tarifa del taxi sigue siendo de las más bajas de toda España, coger un autobús al precio de 0.35 céntimos con bonobús sigue siendo un auténtico lujo que ahora mismo peligra en todos los sentidos.
El Gobierno no va a dar continuidad al decreto ley que aprobó el 23 diciembre y que ya estaba en vigor desde entonces, conocido como ley ómnibus, decreto que ha decaído este miércoles 22 de enero en el Congreso de los Diputados. Esto repercute en el transporte de autobús ya que el descuento que aplicaba el Gobierno en el precio del billete se pierte, por lo que en teoría el autobús en Cádiz dejará de ser tan barato.
En este aspecto, hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento de Cádiz va a seguir asumiendo su parte de la rebaja del billete con bonobús, pero evidentemente solo la suya, por lo que los 20 céntimos de descuento del Gobierno podrían estar en el aire más pronto que tarde. No hasta el momento, pues el consistorio ha aclarado que el precio se va a seguir manteniendo, los 0.35 céntimos con el bonobús, por ahora.
El Ayuntamiento de Cádiz «ya está asumiendo el precio global, tiene presupuestado 1,3 millones de euros, que es su parte, preparada, confirmada y garantizada». «Es la parte del Gobierno de España la que no lo está», ha incidido el alcalde de la ciudad Bruno García.
Malestar e indignación
Con todo, al final los principales afectados son los usuarios. Esos que han visto como en los últimos tiempos se pagaba una cantidad irrisoria por coger el autobús y que ahora puede peligar en todos los sentidos.
No hay parada de Cádiz, sobre todo de la avenida principal, que un viernes a las 11 de la mañana no tenga personas aguardando la línea 1, esa que une Cortadura con la Plaza de España y que es la más concurrida de la ciudad. «Para mi es fundamental el autobús», reconoce Francisco en la antigua parada del Balneario, cerca de la Glorieta Ana Orantes. «Ya me parece caro que el billete cueste 1.10 euros sin bonobús, imagina si sube o si lo que pagamos ahora comienza a costar más caro», añade.
Usuarios que no entienden porqué se toman una serie de decisiones que al final repercuten en los ciudadanos. «El Gobierno no mira por nosotros, este Gobierno no va a mirar nunca por las personas y por lo que tenemos que coger un autobús. No es normal que se no se pongan de acuerdo o que lleguen este tipo de situaciones. Es lo que tenemos ahora mismo en este país», añade Francisco.
En la misma parada, Paqui no entiende que ahora puedan subir el precio del autobús. «Yo espero que haya una solución más pronto que tarde. En Cádiz el transporte público es fundamental y si hay una manera de fomentarlo es con precios asequibles y baratos para todos«, añade mientras espera que llegue la línea 7 que le llevará al casco antiguo de la ciudad.
Precisamente, la parada del antiguo bar Lucero es una de las más concurridas de la ciudad porque permite a cualquier usuario coger varías lineas urbanas y también interurbanas con autobúses que van a San Fernando, por ejemplo.
Miguel aguarda con su mochilla llena de libros. «Vengo de la Facultad y vivo en la otra punta. No puedo venir en coche porque se convierte en algo muy complicado por encontrar aparcamiento o lo que sea, de ahí que el autobús sea impresindible en mi día a día».
Respecto al precio del autobús, Miguel espera «una solución. No podemos volver a lo que costaba antes. Entiendo que el Ayuntamiento haga un esfuerzo pero aquí no se trata de quién lo haga, sino de que se consiga. Los políticos tienen que mirar por todos y por los usuarios del transporte público especialmente. Que se pongan de acuerdo y miren más a los ciudadanos», recuerda indignado.