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El tráiler de la película de Canelo ya se puede ver: imposible no emocionarse al recordar la historia
Será el próximo lunes, coincidiendo con el Día Internacional del Perro, cuando el cortometraje se estrene en Youtube
La historia traspasó la frontera de Cádiz. El perro Canelo, sinónimo de lealtad, estuvo nada menos que 12 años a las puertas del hospital Puerta del Mar de la capital gaditana, donde estaba ingresado su dueño, una persona que finalmente falleció.
Canelo pasó entonces a ser un poco de todos los gaditanos. Se le proporcionó cuidados y atención, hasta que fue atropellado en 2002. Llevaba desde 1990 esperando a su amo, que según se cuenta, sin saber si está más cerca de la verdad o la leyenda, le dijo a su mascota antes de ingresar en el hospital: «Espérame aquí».
La historia de Canelo llega ahora al mundo de la animación con un corto que se estrena el próximo 26 de agosto. Ya hay un adelanto, el tráiler. Pasen y vean...
Lo dicho. La historia traspasó y sigue traspasando fronteras y ha llegado a Estados Unidos, donde el estudio ANIMAGic la ha convertido en un dibujo animado.
El director del cortometraje, Jordi Ayguasenosa, conoció la historia del perro de Cádiz por Internet y les pareció estupenda para llevarla al cine.
Será el próximo lunes, coincidiendo con el Día Internacional del Perro, cuando el cortometraje Canelo se estrene en Youtube.
La historia que se ganó una calle: calle Canelo
En el año 1990, su dueño ingresó en el hospital para someterse a una diálisis. Esa mañana el hombre y el perro se despidieron a las puestas del centro sanitario. Pero ese día algo fue mal y el amo de Canelo nunca salió para reencontrarse con él.
Canelo siguió esperando y lo hizo durante 12 años todos los días. En ese tiempo llegó a ser denunciado y fue trasladado a la perrera hasta en dos ocasiones, lo que provocó movilizaciones populares de vecinos y protectoras de animales, que finalmente consiguieron salvarle.
La Asociación Agaden se hizo cargo del animal, apadrinándolo y proporcionándole las vacunas y los permisos necesarios para que pudiese seguir esperando a su dueño sin tener más problemas. El personal sanitario y los vecinos le llevaban alimento, agua y le preparaban camas de cartón.
Dos años después de su muerte, se decidió darle su nombre a una calle peatonal que el animal frecuentaba. En el mismo callejón se colocó una placa de bronce con una imagen en relieve del animal. En ella se puede leer aún: «A Canelo, que durante 12 años esperó en las puertas del hospital a su amo fallecido. El pueblo de Cádiz como homenaje a su fidelidad. Mayo de 2004».