Cádiz
Tensión, recriminaciones y lágrimas en el pleno de vivienda del Ayuntamiento de Cádiz
Varios vecinos acudieron al salón plenario y mostraron su malestar e indignación
El Pleno de vivienda del Ayuntamiento de Cádiz concluye sin acuerdo y el gobierno aprobará en febrero las 17 medidas de la oposición
El Pleno Extraordinario de vivienda del Ayuntamiento de Cádiz celebrado en la jornada del miércoles ha estado marcado por la tensión, las recriminaciones e incluso lágrimas. Una jornada en la que se ha tratado uno de los graves problemas que sufre la capital, junto al desempleo, pero que ni aún así ha servido para que el equipo de gobierno y los dos partidos de la oposición se pusiesen de acuerdo.
En las inmediaciones del Ayuntamiento, en la plaza San Juan de Dios había una protesta por parte del colectivo Cádiz Resiste «exigían» tres «requisitos ineludibles» a «nuestros representantes». En primer lugar, que el Ayuntamiento y las administraciones públicas «impulsen la construcción de nueva vivienda pública en alquiler y asequible para los gaditanos y gaditanas». Además, el «establecimiento de una moratoria inmediata para viviendas y apartamentos turísticos en nuestra ciudad, para posteriormente ir disminuyendo la existente», así como desde el Ayuntamiento no se venda «ningún metro cuadrado de suelo público o fincas construidas para intereses privados, incluida la promoción de la vivienda».
Muchos de los manifestantes accedían al salón plenario, y portaban una pancarta en la que se podía leer: «Recuperemos nuestros barrios».
Cruce de acusaciones
Comenzaba el pleno y llegaban las recriminaciones entre el equipo de gobierno y la oposición. La primera en tomar la palabra fue Ana Sanjuán, delegada de Vivienda del Ayuntamiento, quien afirmaba que «para nosotros lo más importante es que los grupos políticos que estamos aquí representando a la sociedad gaditana coincidamos en que la vivienda pública es lo más importante» y recalcaba que desde la llegada del actual equipo de gobierno al poder «hemos demostrado un compromiso para mejorar el acceso a la vivienda», y criticaba al anterior equipo de gobierno «que generó falsas expectativas en la barriada Manuel de Falla, en 2022 presentaron un proyecto inexistente y confirmamos el engaño a 112 familias, la mayoría de ellas personas mayores«.
Por su parte, Helena Fernández, de AIG criticaba que «cuando entramos en el Gobierno (2015) nos encontramos con una deuda de 275 millones de euros, con una carta del ministro Montoro en la que decía que intervenía las cuentas, y con Procasa siendo descalificada como empresa de mercado y no podía pedir créditos y eso fue por la nefasta gestión del anterior equipo (gobierno de Teófila Martínez)«, mientras que David De la Cruz apuntaba a que este pleno se celebraba «porque está de moda», mientras que «para la ciudad un problema, pero para vosotros es una moda porque ahora toca hablar de vivienda».
Desde el PSOE seguían las críticas al equipo de gobierno. «Bruno García es un agente inmobiliario de la Junta que solo quiere vender los terrenos que la Junta tiene en Cádiz, es 'TecnoBruno', ofrece el suelo de la Junta, en eso está Bruno, en buscar compradores para los suelos de la Junta en Náutica y Puntales«, apuntaba José Ramón Ortega, mientras que Óscar Torres decía que »su pleno de la vivienda llega dos años tarde, ha tardado dos años en darse cuenta del problema de acceso a la vivienda que hay en esta ciudad«.
El alcalde criticaba que «el anterior equipo de gobierno construyó cero viviendas, se entregaron cero viviendas, expropiaron cero fincas. Nosotros en un año y medio hemos invertido 11 millones de euros, ellos en ocho años invirtieron ocho millones de euros».
Gritos y lamentos de los vecinos
Desde que se iniciase el pleno se pudieron oír gritos y recriminaciones por parte de los vecinos allí presentes y en alguna ocasión el propio alcalde tuvo que pedirles que no le interrumpiesen durante su turno de palabra. «Luchad por las viviendas, ponerse de acuerdo, dejar de hablar de lo antiguo, vamos adelante, luchad por la vivienda», decía una vecina.
A la conclusión del pleno, otra vecina se acercaba al alcalde para intentar hablar con él, y este le decía que tenía que dirigirse a Maite González, delegada de Economía y Hacienda, o José Manuel Cossi, delegado de Urbanismo, a lo que la vecina le recriminaba: «A mí me da igual Maite o Cossi, yo quiero hablar con el alcalde, que es quien nos representante, todavía le estoy esperando», y Bruno le respondía: «Otro día quedamos».
Un vecino le explicaba al alcalde que «estoy en una situación vulnerable, pido ayuda y solo me escucháis, intenta ayudar». Por último, una vecina que estaba llorando se acercó al delegado de Asuntos Sociales y Familia, quien llevó a dicha mujer a su despacho para poder hablar en privado.
