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Tartessos, el representante de la Universidad de Cádiz

El velero de la UCA ha realizado con algunos alumnos el último tramo de la Gran Regata entre Lisboa y Cádiz

Macarena García

Cádiz

La Universidad de Cádiz, como viene siendo habitual en los eventos organizados en la ciudad, ha querido implicarse también en esta Regata de Grandes Veleros.

Alumnos de la Escuela de Ingeniería Naval y Oceánica, la Escuela de Ingenierías Marina, Náutica y Radioelectrónica, la Escuela de Ingeniería y la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales han navegado durante casi dos semanas de Cádiz a Lisboa para hacer nuevamente el camino inverso en el que ha sido el último tramo de la Gran Regata. La tripulación ha estado dirigida por el docente Ignacio Alcaide y el técnico de Apoyo del departamento de Máquinas y Motores Térmicos de la UCA, Francisco Arroyo.

Para llegar bien preparados, antes de zarpar, los alumnos han hecho varias salidas que les han permitido adquirir unos conocimientos básicos de gran ayuda a la hora de afrontar la navegación.

La embarcación

El velero tiene doce metros de eslora y cuatro de manga. Construido en 1985, cumple a la perfección con sus funciones a pesar de su antigüedad. Atracado normalmente en Puerto América, durante el curso se utiliza para prácticas curriculares relacionadas con la navegación y la seguridad. Permite a los alumnos de las distintas escuelas y facultades, sobre todo del Grado en Náutica y Transporte Marítimo, aprender conocimientos de navegación básica y relacionados con sus estudios.

Visto por fuera, parece difícil que en su interior pueda contener espacio para diez personas. Pero la sorpresa llega al descender las escaleras desde la borda. Un espacio todo revestido en madera, estrecho pero muy bien organizado. Cualquier pequeño espacio sirve como almacenaje y no hay rincón sin compartimentos escondidos a simple vista que sirvan para guardar equipamiento o como despensa. Esto permite mantener el orden dentro de un espacio reducido como es el interior del barco. en el que la herramienta más grande es la olla que se usa para cocinar para toda la tripulación.

Un salón-comedor con una mesa y la pequeña cocina comparten el mismo espacio. Una olla grande, con capacidad para cocinar la cantidad de comida suficiente para toda la tripulación, es lo que más ocupa. Aparte, encontramos los camarotes y los cuartos de baño, sencillos, pero equipados con lo suficiente para los días en alta mar.

Una pequeña incursión es suficiente para hacerse una ligera idea de cómo ha sido la vida a bordo durante estas dos semanas. El balanceo del barco, atracado en el muelle, hace que dé miedo imaginarse cómo han sido los días de travesía con la dificultad del viento en contra.

Participación en eventos

Para el Tartessos, la participación en esta Gran Regata no es nueva. Lo hizo también en 2016 y en 2013, entre otros eventos como la Regata del Cincuentenario en 2006. Además, también se sumó a participar el pasado año en la parada naval para conmemorar el V centenario de la llegada de Juan Sebastián Elcano tras completar la primera circunnavegación.

Ahora, después de concluir este domingo los actos del fin de semana con la parada naval, el velero volverá a Puerto América para ponerse nuevamente al servicio de los alumnos y de su formación en la Universidad de Cádiz.

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