Trofeo Carranza

Siete años sin dar la brasa con las barbacoas del Trofeo

De la gran polémica a la pequeña nostalgia: las famosas barbacoas del Trofeo Carranza fueron aniquiladas por iniciativa del gobierno de Kichi en 2017

J. M. V.

Cádiz

Verano de 2000. La alcaldesa del PP, Teófila Martínez, anima a los gaditanos a participar en «la mayor concentración del mundo de personas alrededor de barbacoas», título con el que se pretendía registrar en el Libro Guinness de los récords la hazaña de reunir a 150.000 personas (Cádiz tenía entonces 140.000 habitantes) en las playas.

Mayo de 2016. El Pleno del Ayuntamiento aprueba acotar notablemente la zona habilitada en la playa para la celebración ese verano de las barbacoas del Trofeo Carranza y que dejen de celebrarse a partir de 2017 proponiendo una oferta cultural y de ocio alternativa.La propuesta del equipo de gobierno, conformado entonces por Por Cádiz sí se Puede y Ganar Cádiz en Común, contaba con el apoyo del PSOE y C's. El PP optaba por abstenerse.

Agosto de 2017. Cádiz prohibe las barbacoas en la playa que quiso convertir en récord mundial.

Agosto de 2023. Si la playa hablara... De la gran polémica a recuerdos e imágenes inolvidables Este verano se cumplen siete años sin las famosas barbacoas que, como los duros antiguos, tanto en Cádiz dieron que hablar. Como todo en la vida, la decisión se suprimirlas de un año para otro tuvo detractores y defensores.

Costaba imaginar un verano en Cádiz sin esa aglomeración de personas en la playa, sin ese ir y venir de un lado para otro de jóvenes y menos jóvenes, ya fuera andando o en moto y sin casco, cargando carne, carbón y bebidas. Cada vez más bebidas y menos carne, menos carbón. Y de las barbacoas del Trofeo, se paso al botellón del Trofeo. Fue el principio del fin. De seguir con vida, el reguetón dejaría enlatado al clásico Georgie Dann.

Durante el histórico Pleno de ese mes de mayo de 2017, el equipo de gobierno defendió que, pese a que podría haberse aprobado la medida en Junta de Gobierno Local y a que no existía un reglamento de participación que permitiera hacer una consulta ciudadana, se procuró que hubiera el mayor debate posible.

Para ello, según se apuntaba, se creó una mesa sobre las barbacoas con representación de diversos colectivos de la ciudad, recogiendo la propuesta resultante «el sentir mayoritario» expresado en dicha mesa de participación.

Entre los argumentos esgrimidos se aludía a la necesidad de preservar las playas gaditanas desde el punto de vista medioambiental y turístico, toda vez que la fiesta había derivado en un «macrobotellón». Así, en paralelo a la eliminación de las barbacoas, se planteó una oferta alternativa cultural y de ocio que permitiera preservar la fiesta sin causar perjuicios al litoral.

Desde el PSOE y Ciudadanos, pese a apoyar finalmente la moción, reprocharon al equipo de gobierno que no concretara detalles sobre la aludida oferta alternativa de ocio, que no especificara cómo pretendían impedir la celebración de las barbacoas a partir del año próximo y que tampoco se detallara la delimitación de la zona.

Las respuestas las trajo el tiempo y las batallas de coplas y los conciertos de pop y flamenco en varios puntos del Paseo Marítimo fueron la alternativa. La zona de barbacoas se limitó ese último verano de brasas al espacio comprendido entre los módulos tres y seis de la playa Victoria.

Desde el PP se reprochó al equipo de Gobierno sus «cambios de un día para otro» en relación a este asunto, recordando que cuando accedieron al poder defendieron «justo lo contrario», proponiendo incluso no acotar zonas para que pudieran celebrarse las barbacoas en todo el litoral y que la fiesta recuperara su «espontaneidad» original.

El Grupo Popular, de vuelta hoy en el Gobierno al frente del Ayuntamiento de Cádiz, entendía entonces que esta medida castigaba a los vecinos que conservaban en la playa de La Caleta el sentido original de estas barbacoas como algo familiar.

Además, recriminaba al equipo de Gobierno la falta de representación en la mesa de las barbacoas de determinados sectores que también se vieron afectados: entre los que se citaba al sector del taxi o a los pequeños comercios. Por último, abogó por que los cambios hacia un modelo más sostenible de la fiesta se hubiesen producido de una manera más racional en el tiempo.

Dicen que donde hubo fuego, siempre quedan rescoldos, pero los rescoldos de las barbacoas son sólo recuerdos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación