con 'c' de cádiz

«Siempre he tenido muy presente lo que me late para hacer fotografía»

nía rosas. fotógrafa

Va a galope por la vida mientras tira fotos en conciertos disfrutando de su pasión, la música. Jerezana con aroma francés, Nía elige Cádiz para vivir porque, además de estar su gente, es donde más fluye su inspiración

Nía lleva cerca de una década trabajando la fotografía.. alba ariza
Alfonso Carbonell

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A Nía Rosas (Jerez, 1988) le vendría bien un DeLorean para detener el tiempo porque no para quieta. Intentar quedar con ella para frenar la vida, tomar un café y que le cuente a uno sus experiencias en el mundo de la fotografía viene a ser tan sencillo como ponerse a correr detrás de un guepardo. O sea, imposible. Aún así, esta fotógrafa autodidacta es resolutiva porque a todo le pone enorme pasión, esa que le sale del corazón en cada acción, en cada palabra, en cada flash. Y con esa positividad y simpatía todo es más llevadero, incluso la vida a ras que lleva desde que se adentró en un mundo donde los focos, el ruido ensordecedor y lo eléctrico le hace no detenerse ni en un oasis en mitad de un desierto.

Nació en Jerez y por sus venas corre sangre francesa, por su madre, y gaditana, por su padre. Según cuenta, canalizó esa «mezcla cultural por el camino artístico a través de la música y la fotografía» para el bien de los sentidos. Desde que era una enana siempre le ha tirado el arte, pero no fue hasta hace poco menos de diez años que se decantó por la fotografía de conciertos. Ahí es nada. Lleva cerca de una década inmortalizando a músicos, cantantes, público y todo lo que conlleva un mundo tan agitado como el de la producción musical. Sin embargo, entre tanto estruendo siempre hay tiempo para la calma, de ahí su querencia a los retratos.

En su voz rota se adivina el trajín de su día a día. Ronca pero contenta, Nía atrapa el tiempo como buenamente puede y debe. Va pegando saltos por la vida de escenario en escenario y a golpe de zoom, por eso, coincidir con ella para pergeñar una entrevista es, más que un reto, una pretensión moral con el deber. Algo así como alcanzar algo que parece huir cuando se tiene cerca. Después de varios intentos y algunas semanas, por fin, esta artista de la imagen hace un stop con su particular DeLorean, aunque para ella quizás habría que buscar una máquina del tiempo acorde a su profesión, y se ocupa en contestar a las preguntas que harán posible conocerla un poquito mejor.

-¿Tiene un segundo?

-A ratos. Jajaja.

-Jajaja. Doy fe, doy fe. Bueno, vamos a intentarlo.

-Venga. Pero, de verdad, es que me han pasado muchas cosas; de verás, lo siento. Mucho trabajo, viajes, reuniones de trabajo, videollamadas, sacar al perro... Jajaja

-No pasa absolutamente nada. De hecho, estas semanas me han servido mucho para hacerme una idea de su agenda, de su ritmo de vida, de su mundo. Y, salvo lo de sacar al perro, la verdad es que suena apasionante.

-Jajaja. Bueno, bueno... No es para tanto.

-Comencemos por el principio si le parece.

-Me parece, me parece.

-Casi una década retratando y fotografiando a artistas en conciertos. ¿Cómo ha llegado a eso?

-Pues comenzó en los años que me dediqué a trabajar como modelo.

-Ah, modelo.

-Sí, sí. Aquello todo esto empezó cuando formé parte de una campaña que realicé para El Corte Inglés, una de Formul@ Joven; allá por el 2004.

-¿Y cómo fue?

-Pues me di cuenta que me hizo más ilusión todo el tinglado que se monta alrededor de todo aquello que posar para las cámaras. La verdad es que de toda la sesión de moda, lo que más me gustó es lo que hay fuera y no lo que se deja ver dentro. Me quedé más con todo esa parafernalia que incluso ponerme delante de la cámara; la producción, estilismo, maquillaje, peluquería, localización… Y no solo eso, incluso también me interesaba la persona que me hacía las fotos. De hecho, me atreví con descaro a preguntar al que nos iba a fotografiar en esa campaña, Paco Alorda, que era un fotógrafo de moda de Sevilla, que me gustaría empezar a tantear el tema de la fotografía y que me aconsejara con qué cámara podía sumergirme en este campo. Fue de esa manera como comenzó a despertarse en mí ese gusanillo que yo ya presentía desde que era pequeña.

-Vamos, que desde la infancia le gustaba hacer fotos.

-Sí, pero no. Jeje. Te explico. Lo que me pasó es que apunté fuerte, pero sin éxito. Cuando mis padres me compraron la cámara de fotos por mi cumpleaños no tenia ni idea de cómo manejar una réflex; pensaba que era mas fácil.

-¿Y qué pasó con la Nía modelo?

-Pues mira, como el posar se me daba de aquella manera pues abandoné esa primera idea en un cajón. Vamos, que no tardé mucho en reconocer que 'esto no es lo mío'. Jajaja.

-No sé yo qué decirle a eso, pero bueno. Sigamos. ¿Cómo llega a la fotografía? Sus inicios.

-Pues entre una cosa y otra llega 2011, que es cuando empecé a dedicarme a la música, mi gran pasión desde pequeña.

-Ah, cantante también.

-Bueno, te cuento. Ese año monté un dúo de versiones mientras hacia temas propios para poder lanzar mi proyecto; grabé mi primer EP e hice conciertos en acústico por Cádiz y provincia, Sevilla, Málaga, y por Barcelona y alrededores. Ese EP lo grabé hace unos quince años aproximadamente. Y ahí lo dejé en el cajón, por esa época ya empezaba a ver cómo funcionaba la industria de la música y no me molaba nada. Y decidí hacer directos, coger experiencias; hasta y monté un grupo de versiones que lo llevé acabo durante un tiempo hasta que lo enlacé con fotografía.

-¿Cómo vivió estar dentro de los focos y no fuera?

-Yo, por aquel entonces, vivía entre Barcelona y Cádiz,. También me iba a todas las jam que encontraba en ciudades de paso, como en Madrid.

-Para cenutrios como un servidor. ¿Qué es un jam?

-Viene a ser encuentros musicales informales donde los músicos se juntan para tocar de manera improvisada.

-Ajam. ¿Algo así como las sesiones de micro abierto?

-Parecido. Son buenos para seguir aprendiendo de otros estilos.

-¿También los hay por Cádiz?

-Aquí lo hacía sobre todo en el de jerez, 55 Jazz Club, pero era en Madrid donde los frecuentaba más. Me iba a la Sala Barco o a la Junco. A veces me iba con la misma cámara, haciendo fotos y en alguna que otra canción me llamaban para que cantara, o hiciera coros. Jajaja.

-¿Qué tipo de música hacía en los directos?

-Me reunía con muchos artistas para componer, pero en esos momentos lo que más me gustaba e interesaba era hacer directos. Cuando la hacía sola, clásica. Cuando a hacía con mas gente, pues boleros, pop, soul, rock..., lo que en ese momento quisiéramos contar y cantar. Yo estaba súper entregada a ello, pero en todo este proceso mi padre enfermó de cáncer y me perdí completamente; no sabía por dónde tirar.

-Vaya. ¿Cómo sale profesionalmente de ese trance?

-Pues algo se me apareció de nuevo en el camino y fue la fotografía. Fue gracias a que conocí a un chico en Barcelona que iba en una gira versionando a los Beatles y haciendo fotos de lo que les iba ocurriendo en la furgoneta, hoteles…. Entonces, me despertó la motivación de volver a coger esa cámara que mis padres me regalaron. Me fui a documentarme todo lo relacionado con la fotografía a la biblioteca, y poco a poco empecé a encontrar la luz que necesitaba.

-¿Cómo se hace uno con la manejabilidad y el funcionamiento de una cámara sin tener nociones?

-Leyendo mucho y practicando mucho; experimentando todo tipo de luces, desde natural hasta artificial, como en los conciertos, y los controles básicos: diafragma, apertura, velocidad de obturación y la ISO…

-Y empieza a disparar. ¿Cómo?

-Empecé haciendo retratos a mis amigas, en especial a mis amigas Susanna y Alba, que en cuestión de trasmitir delante de la cámara iban solas; no tenia que dirigir nada, solo tenía que aprender bien cómo funcionaba el modo 'manual' de mi cámara; no tenía que dedicarme a otra cosa que entender eso. Y cuando logré entenderlo, me obsesioné con las luces, las sombras, con los lugares, los outfit para las sesiones, el maquillaje y la peluquería; ya solo me quedaba recrear lo que quería transmitir con ellas como cuando yo hice trabajos de modelo.

-Y se va formando poco a poco. Y de manera autodidacta por lo que veo.

-Así es. La verdad es que fue cogiendo una experiencia increíble; trabajaba también en estudios de fotografía en Barcelona; y con clientes que me iban saliendo a través de las redes sociales o con el boca a boca. Además, tuve la suerte de que una de las escuelas de Jerez en la que estuve trabajando como modelo, me propusieron ser profe de fotografía para los niños que estaban empezando su carrera como modelo. La experiencia fue increíble; además, cogí muchísima confianza y no se me ocurrió ya otra cosa que unir mis dos pasiones: la música y la fotografía.

-¿Qué se aprende de los niños?

-Pues que la creatividad no tiene limites. Los niños suelen tener una imaginación desbordante y una creatividad sin restricciones. A través de sus fotos puedes ver el mundo desde una perspectiva fresca y única. Se aprende también la sencillez, y el enfoque en lo esencial, la paciencia y adaptabilidad. Y finalmente creo que la inspiración mutua. Eso es lo que yo he aprendido de ellos.

-¿Cómo se fue abriendo paso en un mundo tan competitivo como es la fotografía de música en directo?

-Pues mira, aquí tengo que mencionar a mi gran amiga Susanna porque yo al principio nunca creí que lo que estaba haciendo trasmitía, pero tuve el gran apoyo de mi amiga, que me dijo que por ahí era el camino a seguir.

-¿Cuál exactamente le dijo?

-El de la fotografía de música en directo. Y es verdad, Alfonso, que esa chispa ha venido de ir conociéndome a través de experiencias que me he encontrado en el camino. Siempre he tenido muy presente lo que me late y, sin duda, es la música y la fotografía de retrato.

-Y latiendo mientras dispara lleva ya cerca de una década.

-Así es, porque casi sin pretenderlo llevo mas de diez años dedicándome profesionalmente a la fotografía de música en directo, retratos de músicos, y algún que otro estilo. Me hace especialmente feliz y para mí es el verdadero éxito, encontrar o encontrarse en lo que uno experimenta o se imagina en la cabeza.

-Y esto es lo que más le gusta, no lo jure. ¿Cuándo se da cuenta de ello? O mejor dicho, ¿cuándo lo confirma?

-Pues porque cuando comienzo a trabajar profesionalmente en la música en directo veo que entiendo perfectamente lo que ocurre encima de un escenario; me pongo en la piel del músico/artista para que transmita en una foto todo lo que está creando en su actuación. Para mí, la cámara es un instrumento más, y me ayuda a parar ese instante que me está haciendo sentir el músico, las luces, el encuadre, la composición… Aquí también creo que tiene mucho que ver la postproducción, cómo se edita y pensar en mi cabeza cómo va a quedar la foto. Lo mismo me pasa con la fotografía de retrato, donde casi siempre tiene que haber una sinergia que conduzca a conocer qué quieres transmitir. Siempre he tenido interés por la fotografía y la música como te he dicho antes, pero desde hace unos años se han juntado las dos cosas. Por todo ello, es mi elección de vida porque es lo que me hace feliz y es una forma de trasmitir lo que estoy viendo o escucho a través de la música.

Nía posa para su amiga. alba ariza

-¿Para quién ha trabajado?

-He trabajado para empresas como Live Nation, Warner Music Spain, Sony Music Spain, Universal Music Spain, Wizink Center, Starlite festival, No Sin Música festival, Sierra sur fest, Mare Nostrum Festival, Concert Music Festival, Festival de Jazz de Madrid. También he colaborado con marcas como Adidas, Porsche Ibérica, MunichSport, Samsonite, VanguardWorld…y medios de comunicación como Mediaset y AtresMedia.

-Y qué recuerde. Deme alguna lista de cantantes o grupos que haya inmortalizado con su cámara.

-Artistas como Sting, Roger Waters (Pink Floyd), Lenny Kravitz, Rosalia, Alejandro Sanz, Jorge Drexler, Pablo Alborán, Manuel Carrasco, Jesse & Joy, Antonio Orozco, Pablo López, Rosario Flores, Luz Casal, Niña Pastori, Chambao, Vanesa Martin, Coque Malla, Vetusta Morla, Izal, Fuel Fandango, El Kanka, Leiva, M-clan, Los Zigarros, Nathy Peluso, John Legend, Alvaro Soler, Los Secretos, Israel Fernandez, Zahara, Carmen Boza, Marwan, Andrés Suárez, El Twanguero…

-Y de todos, ¿hay alguno con el que haya disfrutado especialmente a la hora de captar sus expresiones, su ritmo, su conexión con el público...?

-Ufff. Imposible elegir uno para esta melómana empedernida. Jajaja

-Y alguno que sueñe fotografiar y todavía no ha tenido la oportunidad?

-Coldplay. Sobre todo, me encantaría documentar una gira con ellos porque pienso que sería increíble. Me encanta su directo, sus melodías, las letras, su historia… ¿Y por qué? Porque me gustan los conciertos con mucho movimiento, que estén de un lado para otro repartiendo la energía por el escenario. He tenido la oportunidad de verlo el año pasado en Barcelona y creo, que aun sigo allí Jeje.

Nía, de negro y mientras trabaja, durante la actuación en el No sin Música de Nita de Fuel Fandango Manu blanco

-No le va mal. ¿Qué piensa cuando echa la vista atrás?

-Pues recuerdo cuando le dije a un amigo: 'Me quiero dedicar a documentar giras y me voy a Madrid a intentarlo'. Y él me contestó: '¡Tú estás loca!'. Pues un año después, en 2014, empecé a no parar; he llegado a tener al año cientos de conciertos, no solo de giras, si no salas, teatros, portadas para disco, fotos de promo para artistas… Ver que mi trabajo se está convirtiendo en una realidad es increíblemente gratificante. Desde el principio sabía que dedicarme a esto podría parecer una decisión poco convencional para algunos, pero siempre he creído firmemente en mi capacidad y en la pasión que tengo por esto.

-Y todo esto lo ha conseguido aprendiendo solita. ¿Cómo es eso?

-El camino ha sido duro al ser autodidacta; tiene que desaprender constantemente para ir corrigiendo lo que no conozco y creía conocer de cuando me dedicaba hacer yo mis propios conciertos. No he tenido ninguna formación fotográfica porque soy fotógrafa autodidacta. Eso sí, he leído muchísimo sobre fotografía, me he empapado de miles de vídeos, pero mi única formación ha sido el ensayo y error hasta comprender todo lo que había leído e iba aprendiendo. Una vez leí que al final 'en teoría, todo es practica', y en mi caso lo es.

-¿Cero cursos?

-El único curso que hice fue hace unos nueve años aproximadamente y lo hice en Granada con un fotógrafo de bodas, Mariscal Ariza, que me ayudó mucho. Poco después hice algunas bodas gracias a los que aprendí sobre cómo se documenta un evento de este tipo; yo en esa época quería hacer bodas también; yo lo quería hacer todo jejeje. Por supuesto, hay que seguir mejorando y formándose en todas las facetas de la vida y no descarto hacer algunos más para seguir aprendiendo de lo que no conozco. Me encanta aprender. Creo que es importante seguir formándote de la manera que sea.

-¿Muchos obstáculos?

-Los obstáculos que me he encontrado con el paso del tiempo han sido los 'egos' de algunos managers, directores artísticos de compañías o de los propios artistas… Es un mundo complejo, no solo cuando te enfrentas al directo, si no, al cómo tratar a cada uno de estas personas que están metidas en el mismo negocio.

-¿Cómo puede afectar en un trabajo un ego desagradable de alguien con el que se trabaja? Y otra cosa, de tantos que debe haber en su mundo, ¿se le ha podido pegar algo?

-Por experiencia, he visto como un ego puede afectar dinámicas profesionales. También te digo que creo que es natural en cualquier campo competitivo. Las personas puedan sentirse impulsadas por el ego en ciertos momentos. Personalmente, también he reflexionado sobre cómo el ego puede influir en mis interacciones y decisiones. Para mí, manejarlo, se trata principalmente de mantener un equilibrio entre la confianza y el respeto por los demás; es importante reconocer que todos tenemos fortalezas únicas que aportar, pero aprender a colaborar de manera efectiva para que así haya un éxito colectivo. Una forma en la que he aprendido a 'domar' mi ego es practicando la escucha activa y la empatía. Entender las perfectivas y necesidades de los demás. Además, siempre busco la retroalimentación constructiva y siempre estoy dispuesta a aprender de mis errores. Esto no solo ayuda a mantener el ego en perspectiva, sino que también fomenta un ambiente de crecimiento personal y profesional continuo.

-¿Cómo es ser mujer en este negocio? ¿Hay machismo?

-No creo para nada que la mujer en el mundo de la fotografía esté en un segundo plano, todo lo contrario, personalmente las fotógrafas que mas admiro son mujeres, algunas de España y otras de fuera. Y sí, hay muchas, y muy buenas.

-Según me he informado, es una de las probadoras de la Fujifilm X100VI, ¿qué significa eso, qué es lo que hace y cómo llega esa oportunidad?

-Así es. Te cuento. Esta cámara llegó a mí a mediados de la pandemia porque no quería llevar un equipo pesado a las salas pequeñas; así que quería jugar con un 35mm. Y me enamoré nuevamente de la fotografía, así que se alinearon los astros y ha sido una oportunidad increíble para mí. Cuando contactaron conmigo, no me lo creía. Llegaron a mí a través de Instagram porque veían que los últimos conciertos de sala que había hecho era con el anterior modelo, X100V, y querían que fuese yo la probadora oficial del nuevo modelo, a nivel internacional, a través de mi especialidad. Para mí significa mucho que una marca japonesa como Fujifilm se fije en mi trabajo, y quieran que colabore con ellos; es una gratitud inmensa.

-Es de Jerez pero vive en Cádiz, ¿desde cuándo y por qué si se puede saber?

-Nací en Jerez y he estado cabalgando entre Barcelona, Madrid y Cádiz. De madre francesa, y padre gaditano. Al final me vine a Cádiz porque, aunque hay menos oportunidades laborales comparado con otras ciudades, aquí encuentro estabilidad en estar cerca de mi familia, mi perro y mis amigos.

-¿Qué le da Cádiz?

-'Cai' me brinda una sensación de arraigo y pertenencia que no he encontrado en ningún otro sitio. Estar cerca del mar, la luz (en mayúsculas), la gente, la comida, la calidad de vida… Es un lugar donde puedo disfrutar de la vida sencilla y apreciar las cosas que verdaderamente importan.

-¿Cuando se habla de la luz de Cádiz es un tópico o verdaderamente una profesional del arte aprecia que para trabajar la ciudad y su luz ayuda más de lo normal?

-La famosa luz de 'Cadi' es mas que un simple tópico, es una característica real y distintiva que muchos artistas y profesionales del arte aprecian y valoran significativamente. El clima es otro factor positivo; más de 300 días de sol al año te dan para inspirarte. Ahora que he empezado con la fotografía callejera descubro muchas mas cosas; por ejemplo, cómo juego con las luces cayendo en cualquier torre que hay por la ciudad…

-Imagino que hacer fotos de día debe ser más sencillo que hacerlas de noche. Ni qué decir en un concierto. ¿Es así? Y de ser así, ¿cuánto tiempo y errores le costó aprender esas técnicas para especializarse en fotografía de conciertos?

-Sí, hacer fotos durante el día generalmente es más sencillo que hacerlo de noche. La fotografía de conciertos para mí ha sido un proceso de aprendizaje continuo y de superación. No solo en los directos sino en la postproducción. He cambiado mil veces la forma de editar. Nunca te adaptas a los cambios de iluminación y movimiento en el escenario. Cada artista es un mundo, pero lo que más he aprendido es a combinar la técnica y la creatividad a la hora de capturar un retrato en directo.

-Los conciertos dan para mucho y en ellos se alcanza la felicidad máxima en el conjunto de un colectivo. ¿Con qué disfruta más, haciendo fotos al artista o viendo lo que su música transmite al público?

-Ambas cosas la disfruto. Por un lado disfruto enormemente capturando la energía y la expresión del artista en el escenario, y por otra encuentro una gran satisfacción al observar como la música impacta al publico. Ver las emociones en sus rostros, la conexión con las letras y las canciones y la energía contagiosa que se crea en el ambiente es realmente inspirador. Es una experiencia compartida, aunque esté trabajando.

-¿Nunca le ha dado por cambiar o alternar fotografía de conciertos con otros eventos ya sea deportes, toros, procesiones, otros artes…? Incluso en los últimos años las bodas se han convertido no solo en un sostén económico para el gremio sino que se han convertido en otro noble arte.

-Como te dije hice bodas, y quiero volver hacerlas, es mi otra espinita. ¡Me flipan! Documentar el amor de los novios, la complicidad de las miradas, detalles, ubicación, los familiares, invitados… Así que nada, ¡abro agenda para el 2025! Jajajaja. He realizado bodas en Pamplona, y alguna en Jerez. Mi enfoque total para los próximos años es documentar bodas y por aquí me pueden encontrar los novios o quiénes quieran www.niarosas.com o www.instagram.com/niarosas. Jaja. Este año próximo quiero volver a hacer bodas y hacerlas desde un punto de vista más técnico gracias a la experiencia de estos años. Y sí, también he hecho más cosas que conciertos. Por ejemplo, el último trabajo que he hecho al margen de los conciertos fue hacer la foto fija para el anuncio de Finetwork y retraté a Fernando Alonso. Una suerte inmensa porque desde pequeña me encanta el deporte automovilístico.

-¿Qué proyectos o trabajos tiene a la vista que me pueda contar?

-Estoy preparando mi primera exposición de fotografía de Música y Retratos que, por supuesto, quiero que sea en Cádiz. Y también estoy tocando otro campo de la fotografía como la callejera, actualmente estoy aprendiendo, pero me encantaría sacar un libro sobre las cosas que me inspiran en la calle, de forma natural y abstracta.

-Pues habrá que esperarlo. Un placer y gracias por su tiempo, que me consta que no es mucho.

-¡Gracias a ti!

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