TRANSPORTE PÚBLICO

El servicio de autobuses urbanos de Cádiz, a la cola de toda Andalucía

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Cádiz es la única capital de provincia de toda la comunidad que aún no ha comenzado a renovar su flota de vehículos por otros modelos más modernos

Una de las marquesinas de los autobuses urbanos, completamente destrozada. antonio vázquez

El servicio de autobuses urbanos de Cádiz se sitúa a la cola de toda Andalucía. En la actualidad, Cádiz es la única de todas las capitales andaluzas que no cuenta con un sólo vehículo adaptado a un modelo sostenible y eficiente a través del uso de un sistema híbrido, eléctrico o de gas natural, tal y como está implantado ya en todo el territorio.

Aunque desde la empresa Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca, adjudicataria del servicio, tenían previsto poner en funcionamiento este año al menos cuatro vehículos de este tipo, la realidad es que de momento estos no han llegado a las cocheras y como muy pronto, entrarían en funcionamiento en el último trimestre del año, ya que una vez que lleguen, hay que equiparlos con los sistemas de seguridad y control de la empresa.

De hecho, el autobús eléctrico que se llegó a presentar tan sólo circuló varias semanas por las calles de la ciudad y después desapareció.

La flota: obsoleta y contaminante

En estos momentos la flota ha quedado obsoleta, hasta el punto de que los autobuses más modernos fueron renovados hace 15 años. No obstante, se pueden encontrar algunos con más de veinte años de antigüedad circulando por las calles de la ciudad.

Sin duda, una imagen que nada tiene que ver con los servicios que se ofertan en las capitales de Sevilla, Málaga, Granada, Córdoba, Almería, Jaén, Huelva e incluso en muchas de las localidades gaditanas, que ya cuentan con un nuevo modelo energético en el servicio.

En el caso de Sevilla, la transformación de su flota se remonta a 2006; Málaga desde 2017 y Córdoba, desde 2019. En muchas de las capitales de Andalucía ya se ha renovado la flota completa y en el resto se está realizando año tras año, alcanzando ya en la mayoría al menos a la mitad de su flota.

La transformación de los vehículos no sólo implica la reducción de los gases contaminantes, sino que también implica un aumento de la seguridad, tanto de los trabajadores como de los usuarios, nuevas prestaciones como puertos USB para cargar los móviles y equipos de aire acondicionado de última generación, así como nuevas funcionalidades como la puesta en marcha de sistemas de control en las puertas traseras, por donde entran las personas de movilidad reducida o aquellas que portan carritos de bebés.

Frecuencia: cada vez mayor

Sin embargo, éste no es el único punto negro de este servicio público, que está pendiente de la redacción de un nuevo pliego de condiciones, que parece ser que puede estar listo en el mes de septiembre tras años de gestiones y tras darse luz verde a la estructura de costes. Una de las principales críticas de los usuarios es la escasa frecuencia de paso, sobre todo, de algunas líneas. La escasez de coches, acentuada por continuas averías que se producen por la antiguedad de la flota, obliga a mantener una frecuencia de paso que en algunos casos supera los diez minutos. Los propios trabajadores aseguran que los horarios están tan ajustados que es muy difícil mantener su cumplimiento. En el caso de la Línea 7, se ha tenido que incluir un vehículo más recientemente ante el aumento de usuarios en verano, lo que hacía imposible cumplir los horarios. Algunos de los usuarios habituales apuntan que hace algunas semanas, estos retrasos llegaban a alcanzar los diez o quince minutos.

Desde la sección sindical de CCOO aseguran al respecto que más allá de mejorar, la frecuencia de paso de las diferentes líneas es cada vez mayor, hasta el punto de que apuntan que «si antes eran 100, ahora son 70, ya que así hay también un ahorro de personal y se reducen costes», denuncian.

Una APP con impresiciones

El Código QR situado en las paradas de los autobuses para seguir el horario de llegada al instante tampoco funciona con normalidad. En la mayoría de las ocasiones no cumple con lo indicado. Parece ser que hay algunas parte de la ciudad donde el sistema de GPS de la empresa se desconecta y, por lo tanto, impide que este seguimiento a través de este enlace sea fiable.

Minusválidos

El acceso a minusválidos es uno de los problemas que sigue dando qué hablar entre los afectados. Al ser vehículos antiguos, las rampas se estropean a menudo o directamente no funcionan, por lo que no pueden subir. Además, los vehículos sólo admiten un sólo carro de bebé y una persona en silla de ruedas.

Marquesinas destrozadas

El estado de las marquesinas de toda la ciudad deja mucho que desear. Según apuntan algunos de los conductores de la empresa, el servicio que llevaba a cabo una empresa externa ha dejado de realizarse, ya que el nuevo pliego va a incluir también el mantenimiento de las marquesinas. En concreto, la última licitación para este servicio de mantenimiento de las marquesinas finalizó en el año 2017, por lo que en estos momentos son los operarios de mantenimiento urbano los que se están encargando de acometer estas labores, añadidas a sus habituales funciones.

Por este motivo, es habitual encontrarse las paradas sucias, con pintadas en las marqesinas e incluso destrozadas, como es el caso de la que está situada en Navalips, en Zona Franca. Parece que un vehículo o camión se la ha llevado por delante y lleva meses sin que la cubierta y la estructura haya sido sustituida por otra. La suciedad en la zona alta también es evidente.

Problemas para el bonobús

Otro de los puntos negros del servicio que prestan los autobuses urbanos de la capital gaditana es que cada vez son menos los establecimientos que prestan el servicio de venta y recarga del bonobús. Según los propios establecimientos que aún disponen de punto de venta, los beneficios que deja es escaso, de apenas unos céntimos de margen. Además, como cada vez son menos los comercios que permiten la recarga, pues provoca que se formen largas colas y que tengan que dejar de lado su negocio para atender a estos usuarios. Así lo reconocen también los propios usuarios, que solicitan un aumento de estos puntos de recarga o máquinas donde pueda llevarse a cabo sin tener que acudir a ningún establecimiento.

Los representantes sindicales de Comisiones Obreras en el comité de empresa aseguran al respecto que durante las reuniones para el nuevo pliego de condiciones del servicio, se han puesto sobre la mesa infinidad de propuestas encaminadas a dar solución a este problema con la adquisición del bonobús, pero a día de hoy no saben si se incluirán en la redacción del documento que de está llevando a cabo.

Todo ello conduce a un servicio deficiente, muy lejos del que se presta en el resto de capitales de Andalucía.

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