South international series fest

'Serrines. Madera de actor»: una comedia «macarra» en la que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

Antonio Resines presenta su versión 'loser' en un formato docu-reality de ficción que sólo pretende hacer reír

Jaime Botella, Lucía de la Fuente, Antonio Resines, Jorge Sanz y Arantxa Écija. Antonio vázquez
José María Aguilera

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'Serrines. Madera de actor' no engaña. Es lo que es. Su guion lo conoce cualquier espectador avezado que haya seguido la carrera de Antonio Resines, su protagonista mayúsculo y 'alma mater' de la serie. Jaime Botella dirige esta comedia «gamberra y macarra» que repasa en clave de humor la versión 'loser' de la vida del actor de Los Serrano, que en la serie son Los Tocino. Paralelismo absoluto.

El formato elegido es el del falso docu-reality. El intérprete filma su vida y sus futuros proyectos. El espectador debe reírse de sus miserias, que son propias y a su vez ajenas. Serrines es «un tipejo» oportunista, grosero, con un ego tan enorme como su fracaso, pero que en el fondo «no es mala persona» y hasta se le coge cariño. Es la autoparodia de Resines, es el espejo en el que a veces nos miramos todos.

«Seguro que van a pensar que ese personaje soy yo. Es un riesgo, se trata de que se pueda confundir, y si se consigue es que lo hemos hecho muy bien. Hay muchos puntos de contacto y la gente pensará que soy así, pero no soy tan tipejo como Serrines», reflexiona el protagonista ante los medios. También guarda similitudes con la obra de Fernando Trueba, '¿Qué fue de Jorge Sanz?', pero «aquella era más triste, y esta más macarra. Es una comedia muy gamberra, muy macarra y muy divertida. No tiene nada que ver con nuestras vidas privadas», comenta irónicamente.

La serie se ha visto por primera vez en Cádiz y se estrenará en 2024 en Prime Video. «El contenido manda y son 25 minutos por capítulo, así que Prime será nuestra primera ventana», con la posibilidad de emitirla en Telecinco más adelante al ser factura de Mediaset.

En el primer visionado hay quien ha encontrado similitudes con la británica The Office. «Está ahí, pero va por otro lado», confirma Jaime Botella, su director. «Es un docu-reality pero al mismo tiempo es ficción. Y esto no se ha hecho tanto».

La atención a los medios se convertía en una sucesión de chascarrillos entre los protagonistas, guiados sobre todo por la figura de un Resines en su mejor momento y que lo impregna todo. «Esta rueda de prensa es un absoluto reflejo de la serie. Comedia en estado puro, con perdedores absolutos, y que muestra cómo se administra la fama y la popularidad», productora ejecutiva de Mediaset España.

Entre tanta experiencia, tantos años y «hasta siglos», emerge la joven Lucía de la Fuente, agradecida por la oportunidad de trabajar con «dos clásicos del cine español. Ha sido un aprendizaje, una suerte, y estoy tremendamente agradecida. Ha sido todo muy fácil y nos hemos reído un montón». Porque de eso se trata, de reírse. «Es una comedia para pasártelo bien, para distraerte y no pensar en otra cosa, que viene bastante bien».

Así arranca una comedia ligera, de fácil consumo, ágil, de apenas 25 minutos cada episodio y con personajes muy reconocibles. Con la fórmula Resines-Sanz que suele funcionar y un formato distinto y atrevido que puede provocar estupefacción por sus similitudes. Pero «cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia».

SINOPSIS de 'Serrines. Madera de actor'

En el ocaso de su carrera, Serrines ha hecho más dinero que la mayoría de los actores de su generación. La gente le reconoce por la calle y no le faltan ofertas de trabajo, pero hay algo que echa en falta: el prestigio.

Cuando está a punto de volver a protagonizar el reboot de la serie que le puso en el candelero hace veinte años, decide dejar en la estacada a la plataforma que lo produce y dar un nuevo enfoque a su carrera. Para ello contrata a su sobrina y le encarga que le busque obras sesudas con las que conseguir el reconocimiento que no se ha ganado hasta ahora.

Así conoceremos a Serrines, un tipo algo tosco, un pelín clasista, ni machista ni feminista, con discurso de cuñao, que no es racista, pero… Vamos, un cretino con todas las letras. Eso sí, Serrines, el personaje, no tiene nada que ver con Resines, el actor. O al menos eso dice él, que nos ha pedido que lo dejemos claro: «Que hay mucho gilipollas suelto que no distingue, empezando por vosotros»

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