Blue Zone Forum
Senda, los bikinis sostenibles gaditanos fabricados con plásticos recogidos del océano
Nuria Fábregas lanzó su marca en el año 2021, que es una de las startup de IncubAzul y que estuvo presente en el Blue Zone Forum celebrado esta semana en Cádiz
Según los datos de la Unión Europea, la producción textil, a través de los tintes y los productos de acabado, es responsable de aproximadamente el 20 % de la contaminación mundial de agua potable. La industria de la moda es la segunda más contaminante tras la del transporte. El lavado de ropa sintética representa el 35 % de los micro plásticos primarios liberados en el medio ambiente. Para elaborar una sola camiseta de algodón, las estimaciones indican que se necesitan 2.700 litros de agua dulce.
Una industria que también puede ser sostenible y responsable con el medio ambiente. Un ejemplo de ello es Senda, una marca nacida en el año 2021 y que transforma los plásticos que se recogen del mar en bikinis y ropa de baño.
Nuria Fábregas es la impulsora de esta idea. Esta joven natural de San Fernando estudió Economía y Negocios Internacionales y «tras trabajar cuatro años en una consultora de negocios» llegó la pandemia con la que quiso hacer «una especie de cambio en mi vida profesional» y por ello se marchó a la Universidad de Londres «e hice una especialización en moda».
Una idea de negocio que se basa en «hacer bikinis y bañadores con plástico reciclado, recogido del mar» y que «lo hacemos de una forma muy local» porque «toda la cadena de producción se encuentra en Andalucía».
Senda es una de las empresas que estuvieron presentes en el Blue Zone Forum que se celebró esta semana en Cádiz, organizado por la Zona Franca, y entre otros objetivos tenía el de dar un impulso a todas aquellas startups de la incubadora azul.
Nuria se adentró en Incubazul porque «es la incubadora de negocios que tenemos en Cádiz y porque está especializada en Economía Azul, que al final tiene mucha relación con todo lo que hacemos y con todo lo que queremos impulsar con respecto a la limpieza de océanos, responsabilidad social y sostenibilidad».
La marca nació hace un año y medio y actualmente «estamos en fase de consolidación».
De Italia a San Fernando
Aunque «yo soy la única trabajadora en plantilla», en la cadena de producción «somos más de diez personas». Es un proceso laborioso, desde la propia recogida de los plásticos en el mar, y por otro lado la confección del bikini.
Senda cuenta con un socio en Italia que es quien se dedica a la limpieza en los océanos, «se dedican a recoger redes de pesca, botellas de plástico, restos por consumo...», y posteriormente «todo eso lo procesan, separan lo que es la fibra de nailon, lo regeneran, lo tiñen y lo tejen» y de ese producto saliente «obtenemos los tejidos para hacer los bikinis y trajes de baño». Se importa desde Italia y «aquí hacemos el diseño, el corte y confección».
«Los diseños los hago yo», relata. «Soy la diseñadora de la marca, y el proceso es largo porque por un lado está el diseño creativo del producto, luego trabajamos con patronistas que son los que transforman esa idea en papel», y por último «pasamos al corte y confección, que es el momento en el que ese diseño en papel se transforma en tejido y en nuestros bikinis».
Actualmente Senda vende sus productos su propia página web, y durante el año «estamos en diversos puntos de venta física».
Un activismo social
Aparte de confeccionar y transformar el plástico del océano en bikinis y ropa de baño sostenible, Senda ejerce también una labor social con la limpieza y recogida de residuos en las playas. «Lo hacemos por activismo social, no lo hacemos para fabricar bikinis porque eso ya lo hacemos con el proveedor italiano, pero sí como parte de nuestra acción social».
«La industria de la moda es la segunda más contaminante, entonces hace falta un cambio y que se puede hacer con materiales sostenibles», así como «reducir el consumo» y con «iniciativas como está que te estoy contando, ya que no es solo el producto que estás usando, que sabes que es sostenible porque es con un material reciclado, pero también conciencias al consumidor porque puede poner su granito de arena con un consumo sostenible y también con acción social».