con 'c' de cádiz

«A la Semana Santa le falta que todos la queramos más, incluidas las autoridades eclesiásticas»

mauricio garcía gómez. periodista y cofrade

Ha pasado por todos los estamentos de una hermandad hasta llegar a la cúspide, y todo desde la innata capacidad de servicio de un gaditano que saber tocar todos los palos troncales de su ciudad

Mauricio, bajo los titulares de El Caído, antes de un triduo de la hermandad. l. v.

Si leerlo es una delicia, tomar algo con Mauricio García Gómez (Cádiz, 1972) mientras se mantiene una amigable charla es lo más parecido a darse un paseíto de la manita de ese niño que nunca dejamos de ser para acercarse desde una óptica adulta a esos años donde se fue tan feliz en un mundo de mentira tan real. Sus recuerdos infantes brotan de la retina del chiquillo que fue y que todos, a fin de cuentas, queremos seguir siendo mientras el paso del tiempo desgasta el andamiaje pero no la cabeza, que como pregonaba Barbeito, no deja ser el lugar donde se esconden los secretos impenetrables de esa cámara de seguridad inviolable que es la conciencia de cada uno.

Mauri es un ser de luz, con esa con la que alumbra sus escritos con los que alimenta a la prensa y con su voz, esa con la que encandilaba a una cuadrilla de hermanos cargadores para deleite de la elegancia sacra cuando de hacer andar a un paso de gaditanas maneras se trata. De colega a colega, este periodista por la gracia de la Radio repasa su trayectoria laboral y lo hace con el mismo señorío y gracia con la que llevaba a su Caído o con la humildad y ausencia de ego con la que cargaba el de la Buena Muerte. Y si en los medios ha pasado por todas las trincheras, qué decir de la Semana Santa.

Antes de ser hermano mayor de la cofradía de los universitarios, Mauri ha dado cera, de la buena, no de la que reparte en su platea de CANAL AMARILLO cada vez que observa algo que atenta contra el sentimiento más verdadero del cadismo. Porque él sí es un guardián de los buenos, y no solo del Carranza, también de una Semana Santa de Cádiz de la que se sabía de memoria todos los escuditos de cada cofradía incluso antes de saber leer. Por un tiempo le tiró el Carnaval; escribía de él y hasta se lío la manta a la cabeza para salir en unas cuantas ilegales. Pero su querencia estaba clara desde que olió a incienso apenas siendo un niño. Todo el año vive con pasión la Semana Mayor, por eso es ahora cuando llega su momento, su verdad, su devoción y su trabajo: transmitir el mensaje de Cristo por las calles de Cádiz donde tanta falta hace.

-Ubiquemos la acción, que diría aquel. ¿Hacia dónde hay que mirar para echar una miradita a su infancia?

-A Cádiz, yo soy lagunero, del barrio de La Laguna.

-Claro, yo le visto por ahí; concretamente, en la plaza de los Brigadas.

-En la misma plaza, eso es. Al lado del estadio, como siempre he dicho yo desde chico. Es más, cuando se me pinchaban los balones en fondo norte antiguamente vivía un portero, y otro en el fondo sur.

-¿Sí?

-Claro.

-¡Qué bueno! Qué nostalgia.

-Así. Te digo más, yo desde mi balcón veía después de los partidos las camisetas del Cádiz tendidas.

-¡Qué arte, qué tiempos!

-Pues eso, cuando a nosotros se nos pinchaban los balones íbamos a fondo norte y el portero del club nos los arreglaba. Yo recuerdo entrar por ahí y ver unas macetitas; la ilusión mía era siempre intentar subir porque, claro, los escalones eran chiquititos, y mi intención era asomarme para ver el césped o algún entrenamiento del equipo cuando se podía ver. Vamos, yo recuerdo ver muchos entrenamientos los sábados por la mañana.

-Y dentro de ese ambientito, ¿qué le parecía ver a los jugadores tomándose sus cervezas en La escalerita?

-Jeje. Es que era otro fútbol, tío. Yo digo que era un fútbol como más de barrio, un fútbol diferente; ahora todo es más profesionalizado, llevan (los jugadores) detrás unos artilugios para ver por dónde corren... cuando antiguamente tú podías ver tranquilamente a los futbolistas después de haber jugado el domingo a sabiendas que el domingo siguiente jugaban contra el Valladolid pero ya no se les preguntaba nada más. Pero a mí eso me gustaba; yo echo de menos eso, siempre lo digo; el ver a los futbolistas del Cádiz por la calle porque es el equipo de tu ciudad, de tu barrio.

-Se ha perdido hasta los pelos en las piernas, home.

-Digo. Recuerdo, por ejemplo, a Jonathan Sesma correr por la calle Valverde, porque por entonces teníamos la sede de Europa Press en la calle José del Toro. Y a lo mejor yo iba para currar y me lo encontraba corriendo y gritando 'que llego tarde al entrenamiento'. Jajajaja. Y también lo veía de vez en cuando en la mantequería de la calle Valverde comprando allí y hablando con Paco: '¡Paco tengo un juego de la Gameboy que no veas...' Esas cosas gustan.

-Jajaja Es verdad que a Sesma lo vio medio Cádiz por la calle. Mi recuerdo con él es yendo yo de penitente en Cigarreras y él asomado a su balcón sin camiseta y haciendo como el que toca el tambor en el pecho. Jajaja. Buen personaje y buen futbolista, sí.

-Jajaja. Claro, claro. A mi todo es me gusta, seré que soy muy añejo en todas esas cosas.

-Y así te disfruto leyendo, sí, señor. Hablaremos poco de periodismo porque los dos estaremos hasta ahí del mismo, pero su guion obliga a pasar por él. ¿Cómo fue eso de acabar en Periodismo?

-Totalmente, jeje. Pues mira, te cuento. Yo hice COU y no sabía todavía qué estudiar.

-Letras puras o mixtas.

-Mixtas. A mi siempre me había gustado el periodismo deportivo, como a casi todos los niños que escuchaban la radio y leían los periódicos.

-Voy a romper una lanza en favor del periodismo deportivo, tan denostado muchas veces dentro del gremio. ¿No cree que cualquier plumilla de Deportes está capacitado para escribir de todo; algo que no se da en muchos compañeros que trabajan en otras secciones cuando a lo mejor le toca escribir algo de Deportes?

-Está claro que a nivel nacional el periodismo deportivo se ha prostituido, pero a lo que preguntas, en efecto, así es. Y es que además a nosotros nos parece mucho más fácil escribir de deportes porque nos gusta. Es lo que digo siempre, que yo soy de la generación que crecimos con la radio deportiva, con García por la noche. De hecho, no me puedo acostar antes de las doce de la noche porque me acuesto con la radio al haberme acostumbrado desde siempre.

-¿Qué escucha ahora?

-La Cope.

-¿Por El Partidazo o porque no se mueve de la Cope, jejejeje?

-Por El Partidazo, por El Partidazo. De hecho, me moví de la Cope después del García, cuando se fue.

-Ahí llegó El Tirachinas de Abellán.

-Sí lo escuché también ahora que recuerdo.

-Ya somos dos jajaja. En mi caso porque todo lo que oliese a Prisa era mal, jajajaja.

-Jajaja. Pero es que Abellán montaba muchos quilombos y me hacía gracia. Lo que me pasaba después del García es que la radio que hacía De la Morena no me gustaba, sobre todo ese tipo de tratamiento que hacía a la audiencia; parecía que estaba hablando a niños de la EGB.

-Por entenderlo un poco y con García como competencia, tenía que hacer otro tipo de periodismo, ¿no cree?

-Claro. Después del García me enganché a El Carrusel de Paco González porque me parecía a la radio que yo haría en teoría, muy dinámica y divertida.

-Pero eso era en la Ser y los domingos por la tarde.

-Sí, pero ya a raíz de ahí me engancho a la Ser por la noche pero cuando no estaba De la Morena. Y ya cuando pasaron a la Cope, me fui otra vez con ellos.

-Volvamos a su COU.

-Eso es, como te decía entre la radio y leyendo el Diario desde toda la vida en casa, pues de cierta forma me llamaba el periodismo. Total, que al final termino en Madrid haciendo Ciencias de la Información después de hacer la Selectividad.

-¿En junio o septiembre?

-¡Septiembreeeeeeee! Jajaja.

-Jajajajajaja

-En Enedina, picha, ese verano. ¡Coincidí contigo y con el Rivera!

-Jajajajaja ¡Coño, es verdad! Jajajaja Qué grande. Menudos elementos hemos pasado por allí. Que en gloria esté. ¡Grandes solucionarios que tenía, Enedina!

-Jajajajaja Totalmente. Pero, claro, allí estaba yo dando las lecciones delante de un montón niños. Todos los días teníamos que cantarle un tema de historia jajajaja. Que en paz descanse, la pobre.

-Jajajajajaja Sí, sí. ¡Allí se estudiaba de todo! ¡Cómo si lo estuviera viendo! Qué buenos ratitos. ¡Qué mítica. ¡Grande Enedina! Más horas que un reloj se echaba allí...

-Total, que hago Selectividad en septiembre y en ese momento ya sí sabía dónde iba porque ya había hecho la prueba de acceso a la universidad.

-¿Dónde fue?

-Lo que ahora es la Universidad Europea de Madrid, en Boadilla, pero se llamaba entonces Centro Europeo de Estudios Superiores porque pertenecía a la Complutense y su plan de estudio. Así que termino la carrera y me vuelvo a Cádiz y coincido unas Navidades con el Porqui.

-Olé, de elemento en elemento, vamos. Jajaja. Otro grande.

-Pues me dice '-quillo, ¿tú que estás haciendo ahora?'.'-Estoy tieso', le digo.

-Eso me huele ya al Cádiz Información.

-Eso es, así entré yo en el Cádiz Información. Y me dice que necesitaban a alguien para Carnaval. 'Vente el sábado y habla con mi jefe', me dice. Y el jefe era Pepe Landi, jeje. Y así empecé; para hacer el Carnaval, pero claro, al Landi le gusté como curraba y me deja allí en el Información. En principio, me deja como comodín; yo tocaba todo, lo mismo hacía Cultura que Provincia, que Local.

-¿Deportes también?

-Menos Deportes, nunca hice Deportes.

-Jaja. Vaya. ¿Y eso?

-Hombre, es que estaba bien cubierto con Jesús Amarillo y Pedro Espinosa.

-Ahh, los recuerdo, los recuerdo, claro.

-Y ya del Información me voy a Suplementos del Diario y de ahí al Obispado, al gabinete de prensa con el Sínodo jejeje. De allí me voy a Madrid.

-¿Sí? ¿Y esa vuelta?

-Me fui a Madrid casi un año. Me fui a echar currículums porque aquí me había quedado sin nada y estaba allí Julián Martín Chabbi, el Juli, colega de tu hermano, que estaba en una agencia de publicidad y se iba a cambiar. Entonces me lo dijo y me ofreció su vacante

-¿En Madrid, Madrid o en Boadilla?

-El trabajo era en Madrid, pero yo seguí viviendo en Boadilla porque mis amigos tenían el piso allí.

-Sí, sí. Algunas noticias me llegaron de ese piso. Jajajaja.

-Claro, claro. Lo sé, pero el verano que estuvo Evaristo yo no estaba; yo llegué luego. Allí estaba José Vargas, que allí sigue como Decano de una facultad, por cierto.

-Gran Decano, peor chirigotero. Jajaja. ¿Qué estudió él?

-Publicidad.

-¿Y qué tal ese año?

-Estuve de productor; yo publicidad no hacía. Allí habían unos notas que eran unos máquinas que habían hecho las grandes campañas en los años 80 y había montado una agencian independiente para sus clientes. Mi labor de productor consistía en conseguir cosas, hablar con la imprenta, con las radios para meter las cuñas de publicidad, contactar con la empresa que grababa los audios; todavía me acuerdo de cómo se llamaba: Audioclip.

-¿Le gustaba?

-A ver, estaba guay.

-Jajaja Ese a ver primero me da que esto acaba mal, ¿no?

-Jaja. Sí, sí. A ver, me gustaba lo que hacía, pero la publicidad tú sabes... Y otra cosa, Madrid no me gustaba para vivir. Madrid está muy bien para...

-La carrera y unos añitos más si acaso, ¿verdad?

-Algo así. O para ir de vacaciones, pero para trabajar... Es que yo, al final, me planteaba que mi vida era dormir e ir a trabajar. Y cuando llegaba el fin de semana, estar en casa o salir y gastar.

-Y pedir una instancia para quedar.

-Claro, eso también. Porque aparte yo vivía en Boadilla y salir era... un cine, una cena y una copa estamos hablando de una cosa; estamos hablando todavía de las pesetas, y eran unas cinco, seis mil pelas 'parriba', eh.

-Cuando en Cádiz con dos mil pesetas se era Dios porque daba para una cena, su botellón y su copita.

-Jajajajaja. Claro, claro. Aquí con mil pesetas te hacían un botellón, le echabas gasolina a la Vespino y comprabas tabaco.

-Jajajajajaja Sí, sí. Ojú qué 'cobaso' nos han dado, mano. Totalmente.

-'Ruinaso'. Además, llegué un momento en el que nos teníamos que cambiar de casa y mientras buscábamos, ya en Madrid, Madrid,

-Jajaja Ya la ruina más grande con los precios de los alquileres.

-Claaaaaaaaaaaro. Ya dijimos: 'Aquí nosotros no llegamos a ninguna parte'. Ya estamos nojotro en Cádi' Jajajaja. El Juli y yo éramos. Y me vine al paro.

-Jajajajaja. Lo que viene siendo el paro.

-Al paro, directamente.

-¿Dejando el trabajo?

-Dejando el trabajo. Tenía que renovar contrato y le dije al nota 'quillo, no renueve, que me voy'.

-Jajajaja Se marcó casi un Negredo.

-Casi, casi, jejeje. Eso era un coñazo, Yo iba por el Metro y me adelantaban hasta las viejas y todo. Eso era un estrés del ca... Una hora y media del trabajo a mi casa; es que era como si trabajara en Sevilla. Y pasé de seguir. Así que me vine al paro hasta que una noche de marcha en Conil me encuentro a un colega que había estudiado conmigo y lo típico. 'Quillo, qué pasa. ¿Dónde estás?

-¿Estamos hablando de qué año, aproximadamente?

-Estaba el euro ya, 2002. A mí lo de las Torres Gemelas me coge en Madrid. Total, de marcha en Conil, en La cochera. '-¡Quillo, qué pasa coone. ¿Tú que estás haciendo? -Yo en el paro. -Coño, pues muy jefe está buscando un nota en Sotogrande para trabajar en El Periódico de Sotogrande. ¡Mándame tu currículum y se lo doy!'

-¿De los alquileres en Sotogrande ni hablamos, no?

-Jajaja. Ahora te cuento donde vivía porque vas a flipar. Total, que me llama su jefe para que le lleve el tema de márketing. La empresa tenía El Periódico de Sotogrande, la Revista de Sotogrande, que era cada dos meses; todo en español/inglés pero el inglés lo traducía un nota. Y también El Periódico de San Roque, que esta era quincenal.

-¿Y dónde estaba la redacción?

-Dentro de Sotogrande, en la Galería Paniagua. Me fui a vivir a Guadiaro, que está al lado. Yo vivía en la casa de. ¿Tú sabes quién es Alvarito Quirós, el golfista?

-Claaaro. Ese tuvo su tiempo, recuerdo.

-También estaba Juan Quirós, golfista al que muchos confundían diciendo que era familia, pero no tenían nada que ver. Este Juan era mucho más mayor que Álvaro.

-Álvaro Quirós ha desaparecido un poco del circuito, ¿no?

-Es verdad que parece que ha pegado un pequeño bajón, pero sigue estando compitiendo. Pero vamos, que aunque haya pegado un bajoncillo debe ser un dineral. En esos tiempos Álvaro estaba de greenkeeper (cuidadores de campo). Es verdad que el golf es bonito; no lo jugaría en mi vida pero lo he visto y me gusta.

-Es verdad que seguí una Ryder Cup hace años y no es aburrido, no.

-Es que yo en Sotogrande me he tenido que tragar mogollón de partidos de gof y de polo. Y mira, al final le coges el rollo.

-¿Cóóóóóóóóómo? ¿Que ha jugado al polo ahí en lo alto un caballo?

-¡Nooooooooooooooooo, cojones! ¡Noooo!

-Jajajajajajajajajajajaja. Vale, vale. Jajajajajaja.

-Lo controlaba digo para hacer crónicas. Al nota no se le ocurrió otra cosa que hacer en verano una revista especial de polo; un torneo internacional. Aquello se llamaba La Bocha. Yo le dije de hacerlo de una manera así como en plan Marca, con una sola foto y solo una frase¡. Total, que yo fui de márketing y a las dos semanas me dijo el nota 'ponte a escribir, anda'. Jejejeje. A mí en realidad no me gustaba vender publicidad y casi que se lo dije y me puso de redactor. Me quiso hacer al final redactor jefe, pero se mosqueó un poquito conmigo porque ya me fui a la agencia, a Europa Press después de haber dado varias ideas para la revista de ese verano. Yo a lo mejor iba a cubrir un torneo y me acuerdo que la que estaba de redactora jefa me preguntaba si de verdad yo no había visto nunca antes polo. 'Pues tú escribes muy bien', me decía sobre las crónicas que hacía. Y yo le decía. 'Tú nunca has leído nunca fútbol, ¿a qué no? Pues trasládalo', Jejeje. Ya me entiendes. 'Partido de poder a poder, demasiado mediocampismo, no sé qué no sé cuánto...' Un rollazo gordo. Jajaja. Muchos tipismo enmascarado y 'palante'. Yo quedaba estupendo porque les encantaba. El tema es que en el mes de septiembre me sale lo de Europa Press porque había salido una plaza para Cádiz. Tuve que ir a Sevilla a unas pruebas porque creo que éramos dos aspirantes. Total, que me cogen. Y allí llevo veinte años.

-Bueno, con un saltito a la política en el gabinete de prensa del presidente de la Diputación Provincial, entonces Pepe Loaiza.

-Efectivamente, fue un año de cuatro años en la política.

-¿Qué tal la política?

-No me gusta. Yo fui, estuve en el otro lado, vi como era aquello, pero no me gustó, no. Vamos, prefiero donde estoy; desde este lado me río más.

-Jajajaja Bien, bien. Somos más libres, seguro.

-Está claro, jejeje. Pero, bueno, estuve cuatro años y pude volver a la agencia tras pedirme una excedencia. Y allí ando, haciendo teletipos, que es muy divertido. Eso de levantarte a las siete y pico con algún mensaje de algún poli: -'Quillo, llámame. -¿Qué ha pasado? -No, nada, que tengo a cuatrocientos guardias civiles en tal operación'. O viene la noche y también te llega algún asesinato, mafias...

-Sí, sí, suena entretenido. Jejeje. La última sobre periodismo. Ha trabajado en varias trincheras, tanto en agencias como en periódicos como el departamentos de comunicación. ¿Qué es más sacrificado?

-A ver, mucha gente cree que la agencia, pero el hecho de llevar muchos años hace que le cojas el truco. Al final, el periodismo tiene mucho de oficio y cuando llevas mucho tiempo en un oficio ya sabes manejarte mejor, tener más contactos, más fuentes, sabes las cosas, todo va más rodado. Y en el periódico también depende de las épocas; que si el Carnaval, que si la Semana Santa, son muchas cosas.

-Otra. Sobra decir que no se puede cagarla con una noticia ni en un periódico ni en una agencia, pero sin duda alguna uno se la juega más en la agencia. En el periódico se tiene la presión de dar la exclusiva, ¿es la misma la que se tiene en la agencia o menor?

-Claro, el tema es que lo que dice la agencia es verdad y se da por sentado. Eso es así. Además, estar enganchado a una agencia lo hace todo el mundo, que está pendiente a lo que se va publicando; no solo están enganchados los medios de comunicación a los que servimos noticias sino todas las instituciones, todos los partidos políticos, todo el mundo. Entonces, si nosotros metemos la pata pues se lía un quilombo gordo. Jajaja.

-Jajaja ¿Y se ha metido alguna vez?

-Sí, pero subsanable, subsanable.

-Jajaja. ¿Se puede decir que no hay ese ansía por la exclusiva?

-No, en general. Pero además yo no fimo, no tengo ego. Eso sí, tengo que tener las cosas atadas.

-Nada más que se libera con firma en La platea de Canal Amarillo, eh.

-Claro, claro. Ahí sí hoy. Jejeje. Pero es que al final la agencia tiene que ser muy aséptica, tiene mucho de oficio. Eso es sujeto, verbo y predicado. Fulano dice...; siempre se usan los mismos verbos: manifestó, dijo, enunció, declaró, subrayó...

-¿Aburre un poco?

-A mí no me aburre, la verdad. Además, cuando me quiero soltar pues doy dos leñazos como bien sabes. Jajaja.

-Al fin y al cabo, las noticias son noticias. No es otra su labor.

-Claro, por eso es muy aséptico en ese sentido. También se agradece muchas veces. Y lo digo, eh. Menos mal que no trabajo en un periódico porque me tendría que haber ido de la provincia.

-Jajajaja

-Es que cuando uno lleva muchos años tiene memoria, la hemeroteca en la cabeza y entonces, escuchas una rueda de prensa de un político ahora y te dan ganas de preguntarle 'pero tú antes decías esto, eso y aquello que yo me acuerdo porque yo estaba'. Tener memoria es una cosa que es buena y a la vez mala. Lo que sí tienes que tener controlada en una agencia es la actualidad. Y no solo a nivel local o provincial, sino también regional y nacional. Pero vamos, a mí a veces me resulta más fácil escribir de regional o nacional que de local o provincial y eso se lo debo a escuchar mucha radio, soy un enfermito de la radio. Al fin y al cabo es controlar y saber el por qué lo ha dicho, cómo lo ha dicho o dónde lo ha dicho. Es un poco saber el rollo de los argumentarios políticos.

-Le voy a dejar que no se moje, pero para zanjar el tema del periodismo. ¿A quién trata peor un gabinete de comunicación, a un periódico o una agencia?

-A ver, ehhhh... Ahora mismo creo que tratan igual a todos; sí es cierto que para los políticos de turno es muy importante que estén las agencias en sus comparecencias o canutazos, sobre todo a nivel nacional o regional porque siempre buscan meter el titular que les interesa. De hecho, el de prensa suele avisarles de si están las agencias o no en el acto. O 'la agencia tal no viene, pero me ha pedido el audio'. 'Po palante'. Así ellos se quedan tranquilos de que va a tener repercusión porque, claro, la agencia llega a todos lados. Los de las agencias también debemos saber, gracias a nuestra experiencia, cómo jugar con los medios; solemos saber cuándo una noticia va a entrar más o menos en la actualidad del día.

-Obviamente, esa experiencia le sirvió para esos cuatro en el departamento de prensa de la Diputación.

-Me sirvió, me sirvió. El saber jugar con los medios te da pie para poder pensar 'quillo, si esto lo das a esta hora va a entrar como un cañón; si lo das a otra o tal día, pues no'.

-Periodismo cerrado.

-Sí, fuera. Jejeje.

-Vamos al gaditanismo.

-De Cádi Jejeje.

-Vayamos a por las tres C. Cadista, cofrade, pero le hacía más carnavalero, fíjese.

-Lo he sido, lo he sido. He sido muy carnavalero. Yo he salido incluso en Carnaval.

-Ufff. 'Suelo de Cádiz' y 'Las gordis'.

-De las peores del mundo, pero es que llega un momento en el que no se puede llevar 'to palante'. En esa época estaba trabajando en el Información y nosotros en el Información terminábamos muy tarde; y éramos muy golfos también, que todo hay que decirlo. Jaja. Y como con todo no se puede tirar adelante, a mí siempre me han tirado más las cofradías que el Carnaval. Es verdad que ya me gusta menos el Carnaval de ahora.

-Ha conocido mucho el concurso. ¿Cómo lo ve?

-A ver, yo en el Falla siempre me lo he pasado muy bien hasta que las últimas veces que he ido he visto que ya era un Falla diferente. La primera final que cubro en el Información es la del 99 y ahora lo veo todo como más encorsetado, diferente. Las últimas veces he ido por detrás y me tira menos, la verdad. Por supuesto, sigo escuchando coplas y más cosas pero sin llegar a ser un fanático. Porque esa es otra, se ha fanatizado todo un poco, hay mucho hooliganismo en el Carnaval.

-¿Y el de la calle?

-En la calle yo soy muy seguidor de la chirigota de El perchero porque tienen un humor muy inteligente; la suelo escuchar porque me gusta mucho.

-Más allá de que no sea tan carnavalero ya, me consta que lo que no ha perdido es el estar al cabo de la calle de todo. Y cómo no, de unas de las fiestas de su ciudad. ¿Vale todo en el Carnaval?

-Para mí, no. Pero bueno.

-Pues ya está contestado todo. Jajaja. Y ya somos dos. Vayamos con la Semana Santa. ¿Cómo fue su primer contacto con ella?

-Mis padres eran muy religiosos, salían a ver cofradías, pero no eran cofrades ni de ninguna hermandad. De hecho, mi madre era de Chiclana y mi padre de aquí, que salía de joven en Sentencia. El caso es que a mí desde pequeño siempre me ha gustado; o sea, yo no sabía leer, pero me sabía las cofradías por los escudos. Entonces, a lo mejor, mi padre me sacaba un Lunes Santo y cuando me decía 'venga, vámonos' yo le decía que 'no, que hemos visto solo tres y nos falta la de este' y le señalaba el escudo de la hermandad que fuera. Jajajaja. ¡Y no sabía leer! Mi padre decía, 'el puñetero niño con los escuditos...'

-¿Y dónde empieza a salir?

-Cuando yo empiezo a salir tenía diez años y lo hice en Sentencia al ser la de mi padre y la de mi tío. Ahí salí de penitentes dos o tres años porque también lo hacía con mi primo y mi hermano hasta que se cansaron ya el último salí solo. Y ya con catorce le dije a mi padre que ya no salía porque no me terminaba de llenar a esa edad por lo que fuera y es entonces cuando ya 'elijo' cofradía.

-¿Por qué su padre no salía ya, no?

-No, no. Él no salía ya.

-¿Por qué hace énfasis en esa elección primera?

-Porque, por ejemplo, yo a mis hijos no les he hecho hermanos, sino que les he dejado que ellos elijan. Este año mi hija mayor ya sale en El Caído, pero los otros todavía no salen. Tampoco quise hacerles hermanos al nacer ni nada de eso ya que prefiero que elijan ellos cuando sea; primero que les guste la Semana Santa y después que elijan. Y mi hija ha elegido El Caído.

-¿Y que eligió su padre?

-Yo elegí Buena Muerte; aquello fue en el 87.

-Entiendo que cuando se es niño nos dejamos llevar por la túnica de tal cofradía, por los amigos, por sus pasos. Yo siempre fui de Cigarreras por mi padre, pero me tiraba de chico Vera Cruz. ¿Por qué eligió Buena Muerte?

-Pues mira, Buena Muerte siempre fue un Cristo que me tiró mucho porque de pequeño siempre recuerdo ver en casa de mi abuela, en Chiclana, en una de las habitaciones, un cuadro del Cristo de la Buena Muerte de Cádiz. De hecho, mi abuela, antes de morirse siempre decía a sus nietos que qué iban a querer y yo le decía: 'Yo lo que quiero es eso de recuerdo'. Y lo tengo en mi casa. Así que empiezo a salir de penitente en Buena Muerte, donde también se apunta mi madre en la penitencia. Me llevé un montón de años hasta que en el 92 montamos un cirio enorme en el colegio cuando estábamos en COU. Allí nos juntamos Pedro Pablo Reynoso, Óscar Iglesias, Rivera...

-Ya me suena, ya me suena. 'Tras la Virgen capitana'... Como ha pasado el tiempo.

-Eso es. En octubre del 91 sacamos a la Virgen del Pilar. Le dimos coba a Luis (Castro), montamos un paso y tal y lo sacamos por el patio del colegio.

-Lo recuerdo, lo recuerdo.

-A partir de ahí, como Pedro estaba en El Caído, esta cofradía nos empieza a prestar cosas (ciriales, horquillas y demás) que no había en el colegio para sacar nuestra procesión. Desde ahí comienza la conexión con El Caído, donde hicimos un gran grupo y nos hacemos hermanos; terminamos medio colegio allí. Jajaja. Vamos, de hecho, casi toda la pandilla somos hermanos a día de hoy desde entonces. Así es como recalo en El Caído.

-¿Y qué pasó con Buena Muerte?

-Pues combinaba las dos salidas siempre que he salido de penitente. E incluso, ya de cargador, cargaba el Martes con El Caído y el Viernes con Buena Muerte.

-¿Cuándo se pasa a la carga?

-En el 99 creo. Empecé en la Virgen del Caído hasta que en el 2001 dije que quería cargar mi Cristo de Buena Muerte. Y entré en la cuadrilla de 'El Poleo' a raíz de un amigo que cargaba conmigo en Desamparados que me dijo que fuera a la talla, que se hacía el Sábado de Pasión.

-Ni se ensayaba ni 'ná'.

-No, no existía eso. Jaja Sábado antes del Domingo de Ramos.

-Aplíqueselo que yo me fui a por pipas de su cuadrilla por no ir a los ensayos. Jajaja

-Jajajajajajajaja Ahora ensayan menos, eh.

-Jajaja Vaya por Dios. Estábamos en la talla de Buena Muerte con 'El Poleo'.

-Allí que me encajo ese sábado y me dice 'El Poleo'. '-Ah, tú ere el que viene de El Caído, ¿no? -Sí. -Po ponte ahí'. Y veo que en el cuadrante hay un hueco justo detrás del que me había llevado a mí. Y le digo. '-Mira, yo en El Caído también voy detrás de Roberto. -Po ya está, este es tu sitio. El Viernes nos vemos'. Y listo. Jajaja.

-Jajaja. ¿Cuántos años se llevó en Buena Muerte?

-La última Semana Santa en la que salí fue en 2019, con un intervalo sin cargar que fue entre el 14 y el 18. Me llevé esos años saliendo con túnica hasta que en el viacrucis de 2018, volví a salir y el 19 ya se acabó. Además, también llegó la pandemia y ya después no estaba yo en condiciones.

-Vamos, que casi se ha llevado más cargando en Buena Muerte que en Caído.

-Sí, porque en 2005 empiezo de capataz.

-Salir de penitente es más sacrificado que de cargador.

-Sí, posiblemente.

-¿Dígame qué es lo más bonito de salir de penitente y qué de cargador?

-También depende de la hermandad; por ejemplo, Buena Muerte es muy liviano para el penitente porque se anda rápido; en cambio, en El Caído, casi siempre que he salido de penitente lo hecho sin banda. Porque el primer año con banda iba yo detrás del Cristo con una cruz, que me dio por salir así. Y el segundo año ya iba yo abajo de la Virgen, entonces era otro carácter. Es diferente.

-Ha sido capataz.

-[Me corta] Por accidente.

-¿Por accidente?

-Por un accidente que duró mucho... ¡18 años! Jajaja.

-¿Es de los capataces que piensa en los penitentes?

-Yo sí. Y sobre todo porque me considero cofrade y me gusta todo. Por eso tengo una visión muy de toda la hermandad, de todo el cortejo y claro que me gusta pensar en todos. De hecho, alguna gente piensa que soy un poco rebelde en el sentido cofrade porque, a lo mejor, protesto por algo de la carrera oficial o pongo algunos 'peros' a cosas. Pero en el fondo siempre intento sumar por el bien general de todo el colectivo. Para mi la gente de otras hermandades del Martes Santos también son mis hermanos y si los puedo ayudar, los voy a ayudar. Y me pasa con cualquier cofradía porque estamos todos en el mismo barco al que hay que hacer navegar. Yo sí pienso en el niño, en la abuela, en todos los penitentes. Soy muy friki cofrade. De hecho, escucho Semana Santa todo el año.

-Jajaja. Lo sé, lo sé. Gracias a su sapiencia cofrade le debo hace ya muchísimos años haber disfrutado del pregón de Antonio García Barbeito, conocido como 'el Barbetazo'. Venía pensando que aconsejara más a los lectores que se acerquen por esta sección.

-¡Hombre, don García Barbeito! Un grande.

-Para mí, el mejor. También me flipó el de Antonio Banderas en Málaga.

-Sí, también es bueno, pero la voz, la voz de Barbeito. La voz.

-Sí, sí, totalmente. Dígame otros pregones buenos.

-Pues, ¿sabes? Jajajaja No me gustan los pregones, tío. Jajajaja.

-¿Qué nooooooooooo? ¿No escuchó el de Fernando Pérez; no le gustó?

-Lo he escuchado por trozos, pero no me lo he puesto entero.

-Se me cae un mito. Jajaja. Entonces, ¿no le gustan los pregones?

-No. Me explico. Jajaja. Yo en el fondo tengo un toquetazo muy gordo en la cabeza.

-Jajajajajajajajaja

-Considero que no por ser cofrade te tiene que gustar la poesía.

-Ya sé a qué se refiere. A mí sí que me echa para atrás también todo eso que supone la exaltación y demás retórica exagerada.

-Exacto, todo eso. Dentro de mis gustos literarios, considero que la poesía es algo muy íntimo. Será quizás porque Juan Carlos Benítez, que en paz descanse.

-Otro grande, sí. Gran profesor que nos ponía a hacer los exámenes de comentarios de textos con música clásica.

-Digo. Él nos inculcó esa figura de Machado tan estudiada; todo tenía un simbolismo y tú tenías que conocer lo que quería decir con esos símbolos. Por todo eso considero que la poesía es algo muy íntimo, por eso no me gusta. No suelo leer poesía.

-¿Y cómo llega uno 'antipregones' a enfrentarse al Barbetazo?

-Porque a Barbeito lo conocía de antes; de escucharlo en Carlos Herrera, de sus artículos y demás. Entonces, yo sabía que su pregón no iba a tener poesía. Y de hecho no la tiene ni se interrumpe en ningún momento. Escuchar a ese tipo y a esa voz. Como te digo soy muy friki, hay un reportaje de Carlos Colón, de la cofradía de Amargura de Sevilla; y otro de la Macarena -ambos están en Youtube- con los textos y la voz de Barbeito. Tú ves los primeros diez minutos del de la Macarena y es un pregón en sí; te das cuenta que puede servir para un pregón, pero está en prosa.

-Vamos, que se auto descarta para ser pregonero.

-No, no. Yo no sería capaz. Jaja.

[Servidor se levanta para ir al baño mientras abandona la mesa riéndose. Vuelvo y la conversación fluye como si nada]

-Como te he dicho yo soy muy friki de la Semana Santa. ¿Qué pasa? Que yo trabajo solo en mi casa porque los niños están en el colegio y mi mujer trabajando.

-Yo para escribir también me pongo mis marchitas, eh.

-Es que yo no. A ver, alguna que otra marcha cae también, pero te vas a quedar flipado con lo que me pongo de fondo. 'A ver, ¿qué me apetece ver hoy?'. Y me pongo la retransmisión del Miércoles Santo de Sevilla de 7TV en La Campana, que está Víctor García Rayo, que me parece una máquina junto a todo su equipo. A lo mejor otro día digo 'voy a conocer la Semana Santa de Huelva' y me pongo el Martes Santo de Huelva; he visto la de Huelva, la de Almería, la de Málaga...

-Jajajaja. ¿Cómo es una Semana Santa suya? ¿Se queda en Cádiz?

-No, no, no. No porque, entre otras cosas, yo vivo en Jerez.

-¿Qué le gusta de la de Jerez?

-La SS de Jerez tiene cosas muy chulas; yo, por ejemplo, mira. Yo, desde hace veinte años, vivo al lado de la plaza de las Angustias y una cosa que siempre veo es a la Virgen de la Amargura de vuelta de recogida por su plaza.

-¿Qué día es?

-Miércoles Santo, sobre la una de la mañana. Cuando yo empecé hace unos 20 años había muy poca gente y ahora está llena. Y me veo a mucha gente de Cádiz allí. Es un momento brutal. Yo el Miércoles Santo veo eso a la una y ya me subo para mi casa. Es muy recomendable; un palio entero encendido dando una vuelta esquina con la marcha Amargura, que es la gran banda sonora de la SS; los caireles sonando... Es un momento muy cofrade.

-Ok, pero sigo impactado con lo de que se pone la SS de Huelva.

-Jaja. Pues tío, atento a lo que te voy a decir.

-Más que atento estoy.

-En Huelva hay dos retransmisiones; está el canal municipal y otro que no me acuerdo si es PTV. Pues bien, el canal municipal hace una retransmisión muy buena y la gente que lo hace lo hace muy bien. En cambio, ¿la retransmisión de la de Córdoba? Quítale la voz.

-Jajajajaja ¿Y eso?

-Por 7TV sí la veo, pero la retransmisión de la municipal de Córdoba la hace el Cabildo Catedralicio. Son detalles que vas viendo cuando te pones a ver todas. En Málaga también voy alternando los tres canales que la retransmiten. Total, un verdadero friki.

-Jajajajajajajaja. Está bueno, joe. De todo se aprende. Bueno, ¿y cómo es una SS suya? Cuénteme.

-Pues mira, este será diferente al tener que hacer cosas por aquí, pero lo que normalmente hago un Domingo de Ramos es: Me gusta empezar en Cádiz; veo aquí todo lo que puedo; el año pasado las vi todas en el entorno de San Juan de Dio, Nueva y demás y después me voy a Jerez, que están mis hijos allí; además, mis suegros viven en la carrera oficial y desde el balcón se ve. Cuando ya han pasado todas, mis hijos se van para casa menos la mayor que ya sale con las amigas, y yo me bajo para ver algo más y terminar siempre Las Angustias desde la iglesia de San Miguel y le acompaño las dos o tres calles que le quedan para llegar a su iglesia; la veo recogerse y ya me subo a mi casa.

-Lunes. ¡Y más breve, eh! Jajaja

-El año pasado estuve en Cádiz, pero la mayoría de los años me he quedado en Jerez. Martes salgo. El Miércoles casi siempre me he quedado en Jerez, que está muy chulo; termino en la Amargura, aunque ha habido años que me he venido a Cádiz hasta que he visto todo y me voy a Jerez para intentar ver el Soberano antes de Amargura.

-Jueves. Ese día donde en Cádiz se habla mucho de lo que hacen o dejan de hacer muchos capillitas gaditanos.

-¿Dónde están los capillitas gaditanos? Pues mira, el año pasado me quedé en Jerez porque no me apetecía venir a Cádiz; me quedé solo porque iba a quedar con mi cuñado pero tuvo un problema y me dejó 'tirao' (jajaja), así que como ya iba con dificultad andando me quedé en Jerez. Y otros años a lo mejor he empezado en Jerez y lo he terminado en Cádiz o al revés.

-Este Viernes Santo juega el Cádiz, eh.

-Sí, pero ese no lo voy a ver. Impera la SS.

-Contento nos tiene a los periodistas el Tebas y sus horarios. Nos va a hacer trabajar un día que por tradición la prensa no ha trabajado nunca.

-¡Es verdad! Y además, ya no solo eso, ¿no puede poner ese horario en Getafe, joe?

-Pues así estamos. Vayamos a los estilitos, que esto gusta mucho.

-Los estilos...

-Nos ceñiremos a Cádiz. Usted ha sido, además de en la actualidad hermano mayor, cargador y capataz de una de las cuadrillas de misterio con un sello señero gaditano. Y muy elegante. Porque hay algunos otros que dicen ir de Cádiz que muy, muy, muy elegantes como que no lo son. ¿Qué me dice?

-Para no herir sensibilidades. Vayamos a Sevilla, hay pasos con cambios, que bailan; allí a los cambios le llaman a los pasos que bailan marchas. Incluso en pasos con cambio hay cuadrillas que van más finos y te pueden gustar más o cuadrillas como la del Caballo de Triana que es la que a todo el mundo le gusta como hacen los cambios.

-Las de bulla de toda la vida, ¿no?

-Exacto, la bulla. Gran bulla, vamos. Pero, por ejemplo, para mí San Gonzalo, que también hace cambios, me parece que anda más fino. Y las dos son de Triana, las dos hacen izquierdos; me gusta más San Gonzalo, pero no dejo de reconocer que cuando tú ves al Caballo y pega dos zapatazos 'patrá' antes de arrancar, dices: '¡Ostras, vaya tela!'. Jeje. Pero quien inventa el izquierdo en San Gonzalo, que si quiere te lo cuento.

-Por favor.

-La inventa Juan Vizcaya, que hizo en Triana para San Gonzalo una cuadrilla de hermanos. Forma una de jóvenes, empieza a ensayar y mete el izquierdo. Le llamaban los locos. Juan Vizcaya nunca llegó a La Campana porque le llovió un año y se tuvo que refugiar en La Magdalena para volverse y al año siguiente murió en un accidente de tráfico. La marcha 'Requiem', de Bienvenido Puelles, está dedicada a Juan Vizcaya, que su hijo es el que saca el Cristo de La Estrella.

-¿De cuándo es este señor?

-Juan Vizcaya murió a mediados de los 80.

-¿Daría algún izquierdazo en Cádiz?

-No, y te voy a decir por qué. Ni haría izquierdazo ni haría doble paso.

-¿Por?

-Por una sencilla razón. Mira, yo a Joaquín Cortés le reconozco que ha sido el último que ha inventado algo en Cádiz. Al menos, para mí: el doble paso. Eso se lo inventa él para responder a cómo llega él desde allí hasta aquí.

-Pero mucho lo ven como una excusa.

-Bueno, no sé. Es verdad que también lo ha metido ya para bailar marchas. Pero a lo que voy: lo inventa él. Yo no lo haría. ¿Por qué? Porque eso es suyo.

-¿Entonces no veía de Sevilla eso?

-No, no. Eso de dar el doble paso y luego dar horquillazo es algo que saca Joaqui. Pues lo mismo me pasa con el izquierdo, que no me gusta hacerlo. ¿Por qué? Porque eso es de Triana. Y es más, es de Triana y es de San Gonzalo como te dije antes. Y también me pasa otra cosa. Yo estoy acostumbrado, como te he dicho, a ver mucha SS; entonces, cuando veo aquí en Cádiz dar un izquierdazo, a mí después me falta algo.

-¿Cómo qué?

-Como que se ponga sobre los pies o que lo ponga a costero, en definitiva, lo que es el estilo de costalero, que tiene más juego. No lo veo. Aparte, no lo haría porque es de Triana, de Juan Vizcaya. Lo veo un sello tan trianero que no me pega. Pero, por eso, porque yo soy muy friki y consumo mucha SS y me gusta cuidar esos detalles.

-No lo haría, queda claro. Pero, ¿le gusta que haya varios estilos dentro de la SS gaditana?

-Sí, en la variedad está la riqueza. Si todos los pasos fueran iguales sería muy aburrido. Y cada hermandad tiene que tener su sello dentro de su estilo. Que después te guste más o menos, pues bueno. O que yo no lo haría, pero no por eso dejo de verlas o de decir que esto o aquello es el sello de otro paso y en otro sitio. Que cada paso tenga un sello, sobre todo los que llevan banda lógicamente, me parece perfecto.

-El de su Caído es inconfundible.

-Bueno, creo que hemos conseguido un sello que es el que nos gusta a nosotros. A mí me gusta que el paso fuera andando en la calle poderoso, con tronío, como me gusta decir a esta gente (sus cargadores); que el Señor vaya mandando en la calle y que haya cambios y que cuando tengan que venir pequeños cambios que se den con sutileza, que casi que no se notan pero que haya algo que se percibe. En definitiva, que el Señor vaya elegante y mandando por la calle. Y se ha conseguido porque la verdad que El Caído anda bien, no anda malote jajajaja. Están bien los chiquillos jajajaja.

-Primer año de hermano mayor.

-Primer año de hermano mayor... A dedo.

-¿Cómo? ¿Pero se presenta, no?

-Me presento porque no sé decir que no cuando la hermandad me pide algo. No dije que no cuando me pidieron ser capataz; no estaba en mis planes porque yo era un feliz cargador en el pozo, me lo pasaba muy bien y disfrutaba mucho cuando de repente me dicen que coja el martillo del Cristo. Y lo cogí y estuve 18 años. Y cuando lo dejo, en diciembre del 2022, comunico a la junta que no voy a salir más de capataz y me dicen que es la hora de asumir otras responsabilidades. Mi idea era irme a la cera, como yo digo. Total, que hay una serie de gente que me empuja en plan 'tiene que cogerlo tú' y me líe la manta a la cabeza y aquí estoy.

-¿Teme alguna discusión con algún hermano por el hecho de que ahora es su voz la que manda?

-No. Pienso que ser hermano mayor no es un cargo. O sea, vamos a ver, no es un cargo... Es más, el día que tomé posesión dije 'esta no es la junta de gobierno de Mauricio, eh. Esta es la junta de gobierno de la hermandad del Caído. Aquí somos todos iguales; yo soy hermano mayor de puertas 'pafuera', de puertas 'padentro' yo soy uno más'. Por tanto, a mí lo que me gusta es hablarlo todo, consensuarlo todo y que se haga lo que diga la mayoría y con lo que estamos de acuerdo todos. No en plan 'oye, esto se hace así porque a mí me gusta'. Si me gusta algo, lo debato, lo expongo y pregunto '¿cómo le veis? ¿Bien? Po palante. O, mira, que a mi esto no me gusta. Pues vamos a darle una vuelta de tuerca'. No dejo de ser un hermano más con la responsabilidad de coordinar a todos los demás; soy como el entrenador al fin y al cabo. Mi tarea es coordinar nada más, no es mandar. Esa es la diferencia creo yo.

-¿Qué le falta a la Semana Santa de Cádiz?

-A la Semana Santa de Cádiz le falta que la quieran más, incluidas las autoridades eclesiásticas. O sea, querernos más entre todos, darle más cariño y que las autoridades eclesiásticas sepan que al final nosotros somos ese transmisor de la religiosidad popular, esa conexión entre la calle y la iglesia y que nosotros llevamos el mismo mensaje; no somos esos locos a los que les gusta mover santos, que también nos gusta. Es innegable. Pero tenemos muy claro cuál es nuestra idea y esa no es otra que transmitir el mensaje de Cristo a la gente; somos el nexo de conexión. Y eso, el día que todos lo entendamos así nos querremos más y la cosa irá a mejor. Siempre cuento que en la última Semana Santa en la que salí que íbamos bajando la calle Rosario y vi a una chavala llorando en la acera viendo el Cristo, que venía como viene bajando Rosario, como mucho poderío. La vi llorando desconsolada, sola, mirando al Cristo; ni sabía cuál era su historia ni por lo que lloraba, pero recuerdo que mire a Asencio (el otro capataz) y me apartó la mirada como diciéndome no me mires que vamos a terminar llorando los dos. Cuando ya pasamos por el sitio, sí le dije: 'Por eso salimos nosotros. O sea, todo el esfuerzo que hagamos hoy ya ha merecido la pena'. Esa es nuestra misión, acercar a Cristo y a su madre a la gente.

-Sobre todo a personas que no se los suelen encontrar al no ir a las iglesias de forma habitual.

-Es que ese es el sentido de las cofradías cuando en el Concilio de Trento se nos da permiso para que salgamos a la calle. Nos dejan salir a la calle como asociación para acercarle a la gente que no va a la iglesia la vida de Jesús y de la Virgen. Pues esto es más o menos igual. 'Nooo, es que después va mucha gente a la calle a ver procesiones y las iglesias están vacías' [dice poniendo voz de malaje]. No, vamos a ver. Es que ese es uno de los grandes males del cristianismo; no juzgues. Yo no me meto debajo de un paso o le pregunto al de al lado si ha ido a misa el domingo; esa es una película de él con Dios, que es el que te llama. No juzgues, tío. Tenemos uno de los grandes males que es ese de juzgar a los demás. Yo no juzgo, mi misión es esta y no es otra que intentar transmitirla. El día que entendamos todos eso...

-¿Y qué le sobra a la SS?

-¿Qué le sobra? Pues como en todas las SS y en todos los sitios donde hay muchos cargos, sobra mucho ego. Como yo digo, siempre hay muchos huérfanos de gloria. Pero eso pasa en todos lados; en la SS, en el Carnaval en el fútbol...

-Ya que estamos aunque en este medio ya opina de sobra sobre el Cádiz. ¿Cómo le ponemos al niño?

-El Cádiz eeeeeeee [y se enciende lo que le queda de pitillo para acabarlo].... El Cádiz es la historia de una hecatombe si lo quieres resumir con un titular corto. El otro día cuando empatamos con el golazo Machis lo celebré mucho, pero inmediatamente pensé... engordar para morir. Me alegré porque la afición se llevó una alegría, pero...

-He leído a mucha gente criticar que nos pusiéramos a celebrarlo en vez de ir a por el balón a la portería para sacar de centro...

-Sí, claro. ¡Íbamos a meter un tercero! Jajajajajajajaja Pero si eso estaba ya acabado, hombre. Me quedé con la alegría de la afición, pero el otro día se gana con el corazón.

-¡Que no ganamos! Jajajaja

-Jajaja. Eso, se empata, ¡perdón! Se empata de patio de colegio, a la desesperada; cinco notas ahí en lo alto y que fuera lo que Dios quiera y de repente cae un balón suelto, uno la engancha de lujo, pero lo mismo va a la escuadra que a la platea. El descuento fue de ocho minutos que se jugaron con el corazón. Resumiendo, jugamos con el corazón y no nos llega; quedan doce partidos de 90 minutos... Son muchos minutos para jugar con el corazón y contra Atlético de Madrid, Barcelona, Real Madrid.... jajaja

-Jajajaja Pues nada, tocará rezar mucho en esta Semana Santa.

-Jajajaja

-Un placer y al palo.

-Vámono.

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