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San José: un barrio reivindicativo cargado de historia y memoria
Los retrasos en los trabajos del cementerio, en la culminación de las viviendas o la peatonalización de la calle Marianista Cubillo, sus principales problemas
El barrio de San José debe su nombre a la iglesia, de estilo neoclásico-colonial, que fue construida sobre una antigua ermita en el año 1787, junto al cementerio que también cuenta con la misma denominación. Alrededor del templo y del camposanto se fue conformando un pequeño barrio con casitas bajas, cuyos dueños eran hortelanos.
Poco a poco fueron creciendo tanto las huertas como las viviendas a un lado y otro de la actual avenida principal de la ciudad pero, tras la posguerra, cayeron algunas de ellas, quedando las casa
s bajas que estaban ubicadas entre las calles Marqués de Cropani y San Juan Bautista. Esta zona tomó el nombre de Los Chinchorros.
Aunque el barrio ha ido progresando a lo largo de los años, aún queda una gran asignatura pendiente: la clausura definitiva del cementerio de San José, cerrado a nuevos enterramientos desde el año 1992 y cuya transformación (se prevé una gran zona verde con equipamientos) se demora ya demasiado en el tiempo. Es más, los vecinos de este barrio llevan nada más y nada menos que treinta años esperando.
Durante años se llevaron a cabo los desalojos y traslados de los restos de las miles de personas allí enterradas al cementerio mancomunado de Chiclana. y, desde el año 2016, este solar estratégicamente situado en pleno paseo marítimo de la capital, está aún siendo objeto de exhumaciones de restos, entre los que se encuentran víctimas de la represión franquista tras el golpe militar del 18 de julio de 1936.
Los vecinos de San José están cansados de pedir al Ayuntamiento de Cádiz celeridad en estos trabajos siendo precisamente el cementerio y el futuro de este solar uno de los motivos por los que crearon la asociación vecinal. Cuando el anterior equipo de Gobierno presentó su proyecto del Parque del Descanso (ahora Parque de la Memoria), los vecinos no estaban del todo de acuerdo con lo previsto inicialmente en la zona. Presentaron sus propias propuestas aunque, según aseguran, no terminaron de ser aceptadas.
Culminación de las viviendas
Además del cementerio, a los vecinos les preocupaban otros problemas de este barrio como la situación de las viviendas de Los Chinchorros y del tramo de la playa Victoria que linda con esta zona.
María José González C. fue la encargada de crear la asociación de vecinos en el año 2009 y asegura que éstos fueron los tres argumentos principales para constituir la entidad. La presidió durante un tiempo y actualmente sigue participando activamente con sus compañeros para conseguir un objetivo: mejorar las condiciones de vida de los vecinos de este barrio.
Desde el año 2018 la presidenta es María del Mar Fernández, que ha continuado con el mismo espíritu reivindicativo que sus antecesores.
El barrio ha ido evolucionando y ya se puede observar parte de esta transformación con la construcción de los edificios de viviendas que sustituyen a las casas bajas, que sufrieron un retraso de casi dos décadas por culpa de un largo contencioso para las propietarios que habían adquirido una nueva vivienda (entre ellos los dueños de las antiguas). La quiebra de Arrecife 2010 y la larga negociación con CaixaBank han hecho interminable que hoy en día esas casas, un total de 92, se hayan convertido en una realidad.
A estas viviendas hay que sumar las previstas por Procasa en la calle Marqués de Cropani, donde se prevén 29 viviendas de parque público. Además, este callejón pasará a convertirse en una mucho más amplia.
No obstante, los problemas de vivienda aún no han terminado en esta zona de la ciudad ya que queda por determinar el futuro del edificio a medio construir que quedó abandonado y que sigue siendo foco de conflictos.
Los vecinos aseguran que «sigue habiendo okupas que hacen fogatas en invierno y que crean un ambiente de inseguridad en la zona». Señalan que ya una vez comunicaron al Ayuntamiento de Cádiz, cuando el concejal de Participación Ciudadana era Paco Cano, los problemas de droga que estaba habiendo en la zona «algo que se coordinó con la policía y se logró erradicarlo». No obstante, piden soluciones para este edificio abandonado.
Otra de las preocupaciones de la asociación de vecinos es la cantidad de autocaravanas que están estacionadas junto a la tapia del cementerio que da al paseo marítimo. «Hay mucha gente que directamente vive en esa zona, haciendo uso de los módulos de la playa para asearse, que hace sus necesidades allí porque los bares cercanos ya no les dejan entrar o que cuelga su ropa en tendederos improvisados, ofreciendo una imagen lamentable en pleno paseo marítimo. Hay una pareja que hasta vive en un coche», afirma la presidenta de la entidad.
No a la peatonalización
En los últimos meses, uno de los asuntos que han llevado a los vecinos a manifestarse todas las semanas por las calles del barrio es la peatonalización de la calle Marianista Cubillo ejecutada por el Ayuntamiento gaditano, en el tramo situado junto al instituto Drago. Esta medida no ha sentado bien a los vecinos, muchos de ellos mayores y con movilidad reducida, que necesitan llegar en coche hasta la puerta de sus casas. Insisten en que este trozo de calle «se ha convertido en una prolongación del centro educativo, ocasionando muchas molestias a los vecinos que viven al lado. Ruidos, pelotazos en las paredes etc...».
La entidad ha llegado a recurrir hasta al Defensor del Pueblo Andaluz para que mediara en este asunto con el fin de dar una solución a los vecinos más afectados por la peatonalización.
Además, la entidad ya está asesorada legalmente por abogados, que les han recomendado que pidan al Consistorio los expedientes relacionados con el corte de tráfico de Marianista Cubillo. Se han puesto manos a la obra y lo han solicitado hasta en tres ocasiones este verano: el 1 de julio, el 26 de agosto y el pasado 21 de septiembre.
Sin respuesta municipal
A este respecto Mar Fernández señala que «no hemos tenido ninguna respuesta por parte del concejal de Urbanismo y Movilidad, Martín Vila, que es el que tiene que firmar el consentimiento para que nosotros podamos tener acceso a esos expedientes, si es que los hay, sobre el corte de circulación de la calle».
Añade la dirigente vecinal que sí que ha habido una comunicación fluida con técnicos municipales «aunque todo depende de que Martín Vila autorice que se nos entreguen esos expedientes. A día de hoy, no tenemos ninguna comunicación».
Así, los vecinos, en el caso de no obtener respuesta en próximas fechas, «nos veremos obligados a recurrir a otras instancias, como por ejemplo pedir amparo nuevamente al Defensor del Pueblo Andaluz o acudir a Fiscalía».
Otra de las calles de la zona que siguen cortadas al tráfico «sin sentido alguno» es San Juan Bautista, creando un gran malestar entre los vecinos de la zona.