política
Rodríguez Zapatero defiende en Cádiz la ley del 'Solo sí es sí'
Defiende sin dudas la honestidad de Griñán y la gestión de Pedro Sánchez en la crisis catalana durante su visita a la capital gaditana
«Sólo llevo unos momentos, y en coche, pero se respira un ambiente de paz. Nada más llegar se percibe esa sensación de que estás en una ciudad distinta, cosmopolita», fueron las primeras palabras del expresidente del Gobierno por el PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, este jueves nada más llegar a Cádiz para visitar la Diputación Provincial.
El responsable de la Corporación, Juan Carlos Ruiz Boix, le recibió a pie de coche oficial y tras repasar las temperaturas otoñales que deja en Colombia y encuentra en Andalucía, comprobó con ese discurso que todos los antiguos jefes del Ejecutivo acaban igual.
Todos se convierten en personas que generan condescendencia, casi piedad, en los mismos ciudadanos a los que hace poco irritaron sobremanera. Del mismo modo esos antiguos personajes se permiten analizar con algo de periodicidad, con cierto paternalismo, relativismo, con distancia y pausa, cualquier acontecimiento de la actualidad (lo que quiera que eso sea).
Al que fuera presidente antes de Rajoy, que a su vez lo fue antes de Pedro Sánchez, le obsequiaron con un ejemplar conmemorativo de la Constitución de Cádiz de 1812 pero antes tuvo que responder a lo que correspondía. Por orden, le tocó: anomalías judiciales en la aplicación de la Ley del 'sólo sí es sí'; la modificación del delito de malversación, es decir, Griñán y el clásico eterno, el 'My way' de la política española: Cataluña.
Zapatero, en su papel de vieja gloria, sostiene que la Fiscalía General del Estado podría establecer «alguna instrucción» que unificara el criterio legal a la hora de aplicar la conocida como ley del 'Solo sí es sí' y ha asegurado que las noticias sobre las rebajas de penas a condenados por delitos sexuales están produciendo «sorpresa» y «preocupación».
Preguntado por los periodistas, admitió que la aplicación de esta ley está provocando «algún problema» y considera «importante» que la Fiscalía se pronuncie a este respecto y establezca «alguna instrucción» que unifique el criterio judicial, aunque, ha matizado, «la ultima palabra la tendría el Tribunal Superior».
Zapatero afirma que el ordenamiento jurídico en España tiene «suficientes claves hermenéuticas» para que «no acaben consolidándose efectos no queridos ni deseados por el legislador». Por eso, ha señalado que espera que este debate se quede «en el debate jurídico».
Preguntado sobre si la modificación del delito de malversación podría beneficiar a Griñán, el expresidente ha asegurado que conoce «bien» la trayectoria política del dirigente socialista, «un hombre honesto».
Para Rodríguez Zapatero es «bueno» que exista este debate en torno a su indulto, asegurando que es «imprescindible ejercer la libertad de expresión». El expresidente considera «a Griñán un hombre honesto... Vamos a ver el recorrido jurídico que tiene esto».
Por último, también a las puertas del Palacio de la Aduana de la Plaza de España, consideró «más que razonable» la modificación del delito de sedición planteada por el Gobierno de Pedro Sánchez, un delito que ha explicado está vinculado a un significado «histórico y arcaico» por lo que ha vuelto a decir que es «más que razonable» homologarlo a Europa.
Rodríguez Zapatero incidió en que el delito de sedición se estableció «cuando existían movimientos insurreccionales y violentos» en España, algo que «ha caracterizado la historia de nuestro país».
Como conclusión, para el expresidente, «hay un problema importante de fondo: la falta de generosidad de la derecha española ante el logro extraordinariamente difícil» del Gobierno de Pedro Sánchez de pasar de una crisis «gravísima, política, social y constitucional heredada a, en tres años, una tranquilidad sobre el futuro de la estabilidad institucional y de la realidad social de Cataluña».
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