Con 'C' de Cádiz
Rafael Zaragoza: «Soy gaditano, de la calle Libertad, y liberal»
profesor de historia jubilado
A lomos del inglés partió a Sevilla, donde pasó por el comunismo para huir de él a medida de ir viajando, leyendo y estudiando a Cádiz bajo los ojos de la historia
![Rafael Zaragoza vive en Sevilla, pero no hay semana que no venga a su Cádiz.](https://s3.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/provincia/2024/10/22/Zaragoza-RECKBaswBcOEPmjCSFTY1LJ-1200x840@abc.jpeg)
Gaditano, de la calle Libertad y liberal. Así se siente Rafael Zaragoza Pelayo (Cádiz, 1951), un profesor de historia jubilado que se empezó a construir su vida después de ver a una gachí en La Caleta parloteando inglés. Tan pronto como escuchó ya quiso aprender a ese idioma. Y no se le dio mal. Nada mal. Fue así como despuntó en el colegio de la Viña, desde donde llamaron a sus padres para decirles que el niño no era un gran estudiante, eso no, pero que el idioma de la Gran Bretaña lo dominaba de gran categoría.
Y a Sevilla que se fue para estudiar Turismo y para comenzar a empaparse de música y de toda la actividad propia de un juvenil de pelo largo. Y como lo uno suele tirar a lo otro, muy pronto comenzó a formar parte de manifestaciones y concentraciones en aras de la libertad, que muchas veces suele empatizar con las ideas de izquierdas. Fue así como cayó en el PC, una etapa de su vida que recuerda con nostalgia, cariño y no menos autocrítica.
Amante de la lectura y de los viajes «con provecho», poco a poco, Rafael fe alejándose del comunismo, previo paso por la socialdemocracia hasta percatarse de que su camino tuvo que verlo nada más empezar a andar por la calle Libertad, un palabra que llena su boca cada vez que la pronuncia. Persona de profundo respeto por las ideas de la gente, él tiene muy claro que las suyas andan a manos del liberalismo, Y bajo ese precepto comenta la vida, la vivida y la que está por vivir.
-¿Cómo se definiría en una frase?
-Me siento muy gaditano aunque viva en Sevilla; soy de la calle Libertad y me considero un liberal 'templao' porque yo vengo de la izquierda.
-Jejeje. No está mal para empezar, pero empecemos por el principio. Por esa calle Libertad, por ejemplo, de los años 50. ¿Había libertad en esa calle Libertad en aquellos años?
-Pues mira, de momento en Cádiz conservábamos el nombre de la calle, cosa que no ocurrió en otros sitios. Probablemente por la tradición constitucional de Cádiz; el franquismo no quiso tocar eso.
-¿Y cómo era la vida de un niño entonces?
-Pues en invierno iba al colegio de la Viña. Por las tardes a San Antonio. En primavera, a la Plaza Mina. En verano, por la mañana, a La Caleta. Y por la tarde a Canalejas, a jugar, a ver a Chacolí…
-¿Chacolí?
-Chacolí era una marioneta de trapo [Interrumpo].
-¡Hombre, mítico pasodoble de Quiñones, el de 'sentao en el sofá'! Qué grande. Cuente, cuente.
-Sí, sí. Me acuerdo. Este era un personaje que al final le daba con la estaca a los malos mientras los chiquillos lo alentábamos; luego, al final, había unos regalitos.
-¿Dónde sucedía todo eso?
-Pues mira, estábamos en la plaza, junto a la calle Libertad, donde había una cantidad de atracciones; era un mundo mágico para un chiquillo, que si la ratita caprichosa, la mujer adivinadora que se ponía una venda y acertaba lo que llevábamos puesto, el flamenco de sobremesa de La Bombilla, los loros y monos de Crespo, el fákir, los Tosantos, con los pollos disfrazados y las castañas, la tómbola, la cartelera andante, el que apostaba a las cartas, los rebuscos, el de los dados, los higos chumbos, los caracoles…
-Vaya tiempos, y ahora los niños lo tiene todo con un móvil.
-Yo me acuerdo de decirle a mi madre 'vámonos, que van a descargar los atunes'. Tú imagínate para un niño ver cómo se descargaban de aquella manera los atunes en el mercado desde una camioneta. Y es que mi me encantaba ver todo eso desde el cierro de mi casa en Libertad 15, una casa que era una familia, no unos vecinos; pasábamos juntos la Navidad, el Carnaval, etc. Los coros cantaban en La Bombilla y yo de pequeño los veía desde mi cierro; lloraba cuando se marchaban…
-Dejemos al niño y pasemos al adolescente.
-Cambia mucho todo a partir de entrar en el Columela.
-¿Con cuántos años entra en el instituto?
-Pues ya entro con 11 o 12 años, estoy hasta Sexto y reválida, que serían los 17 o 18 años. El Columela para mí fue otro mundo, la libertad.
-Hablamos del mismo Columela que hoy sigue en pie.
-Se inauguraría poco antes de entrar yo, que lo hice en el 62, 63, una cosa así. Vamos, recién inaugurado, uno o dos años después. Y allí pues fue otro mundo, porque yo venía de la Viña, una rigidez y una disciplina tremenda, aunque bueno, tampoco me quejo de aquella disciplina adquirida, tanto con los hermanos como en casa.
-Me hablaba del Columela.
-El mejor profesorado de mi vida, todos catedráticos por oposición, de verdad. Era, además, una libertad que ni siquiera luego la ha habido en los centros, porque nosotros salíamos con trece o catorce años al recreo a la calle, cosa que hoy se prohíbe con tanto paternalismo.
-¿Y ya por entonces sabía qué es lo quería estudiar?
-No, pero sí es verdad que desde ya en la Viña era muy bueno sólo en una asignatura, el inglés. Tanto, que Hermanos llamaron a mi padre y le dijeron que yo era un alumno muy bueno en inglés. Me acuerdo de escuchar en La Caleta a una chica hablando inglés y decir a mis amigos 'yo quiero hablar como ella'. Y oye, que llego al Columela, y matrícula de honor siempre. Quédate con eso, porque el inglés ha sido un recurso potente de mi vida.
-¿Cómo era la vida en aquel Cádiz?
-Era muy distinto de esos 12, 13, 14 o 15 años, donde todavía estaba muy 'amarraíto', pero de los 16 adelante ya era otra historia.
-¿Y cómo es esa otra historia?
-Pues yo recuerdo que todo empieza que en 'Qué noche la de aquel día', película en el cine Gades de los Beatles. Recuerdo las colas y todo el mundo allí, con una efervescencia tremenda. '¿Esto qué es, joe? ¡Esto es lo que yo quiero', pensé. Bueno, pues ya empiezo los veranos, ayudado por el inglés, con los discos, los viajes a la Costa del Sol en auto stop, el Piper Club, El Cortijo, los Simun, los primeros libros, los guateques, mi pandilla, que parábamos en el ultramarinos de la esquina Columela-Sacramento…
-Por lo que cuenta, se le veía un joven con inquietudes. ¿Fue el Columela lo que le potenció esa vena cultural o ya venía de antes?
-Yo siempre he sido de leer. Cuando yo era chico, leía El Capitán Trueno, El Jabato, Las Hazañas Bélicas, etc., por eso no tenía faltas de ortografía nunca en el colegio. Ahora sigo igual, leo durante todo el tiempo, pero otras cosas, claro, jaja.
-Su adolescencia y juventud coinciden con el tardofranquismo. ¿Cómo lo vive?
-Yo era muy joven, pero por circunstancias largas de explicar tuve la suerte de estar un año en una academia de la plaza de Las Flores, Universitas, y allí había una vida cultural importante, todos los profes amigos de Fernando Quiñones, Serafín Martínez, Angelines, Lolo Andrada, don Manuel Mora, Antonio Ayuso, Juventudes Musicales, jornadas literarias, Alcances, etc. Aquello sí era una juventud inquieta culturalmente…
-¿Y cómo pasaba los veranos?
-Pues hay uno que me marca, un verano en Santander, La Montaña, lugar de donde procede mi familia materna, como también medio Cádiz. De repente, descubro el Valle del Pas y me encuentro con unas raíces insospechadas y unos paisajes maravillosos, a los que vuelvo una y otra vez. Sin ir más lejos, el mes pasado estuve con mi mujer de nuevo. Por cierto, gran disgusto, había fallecido mi mejor amigo de por allí.
-Volvamos al pasado, ¿qué hace tras el Bachillerato?
-Me voy a Sevilla, porque como era tan bueno con el inglés, mi padre me ofrece hacer Turismo en Sevilla. Yo, en realidad, era más de estudiar Filología inglesa, incluso me matriculé en PREU en Cádiz, pero pudo mi ansia de aventura y de salir de casa, y elegí Sevilla.
-¿Qué era su padre?
-Mi padre fue funcionario municipal toda la vida. Fue expulsado del Ayuntamiento en el 36 por ser de Azaña, pero al final fue readmitido, aunque siempre bajo vigilancia. Tengo la orden aquí de la expulsión. Y yo tengo otra ficha también mía, de la policía, del PC. Ahora te lo cuento. Bien, bien. Estuve tres años estudiando Turismo.
![Imagen principal - Rafael Zaragoza tiene las fichas en la que se acredita que a su padre lo echaron del Ayuntamiento en 1936 por motivos políticos y la suya propia, de 1975, cuando fue señalado como elemento subversivo.](https://s1.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/provincia/2024/10/22/Rafael-U00356438737Bjg-758x470@abc.jpeg)
![Imagen secundaria 1 - Rafael Zaragoza tiene las fichas en la que se acredita que a su padre lo echaron del Ayuntamiento en 1936 por motivos políticos y la suya propia, de 1975, cuando fue señalado como elemento subversivo.](https://s2.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/provincia/2024/10/22/fcha2-U32237654452uoD-464x329@abc.jpg)
![Imagen secundaria 2 - Rafael Zaragoza tiene las fichas en la que se acredita que a su padre lo echaron del Ayuntamiento en 1936 por motivos políticos y la suya propia, de 1975, cuando fue señalado como elemento subversivo.](https://s2.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/provincia/2024/10/22/ficha1_20241023154733-U81024877011sxZ-278x329@abc.png)
-¿No se necesitaba el PREU?
-No, sólo Sexto y reválida… Entonces, pasé de inglés de Primero directamente a Tercero, y estoy los tres años en Tercero. Me escogieron para hacer de guía para los turistas de los barcos que venían a Cádiz y con lo que me ganaba un dinerito; íbamos de aquí para allá, recogíamos los turistas del muelle, y para Sevilla, visitar la Catedral, Santa Cruz, etc., entonces casi ningún turista se quedaba en Cádiz…
-¿Fue en Sevilla cuando se comienza a meter en movimientos políticos?
-Sí, pero no. Porque yo era más de música, rock, el pelo largo, etc. Pero claro, empiezan las manifestaciones, Serrat, Pete Seeger, los libros de Machado, León Felipe, el Marta Harnecker (que era un manual de marxismo muy dogmático)…
-Y todo eso mientras estudia Turismo. ¿Qué hace esos veranos o cuando acaba la carrera?
-Me voy un verano en auto stop hasta la Costa Brava y trabajo en un hotel, en Tamariú, un pueblecito precioso de Gerona, lleno de franceses. Me fui con otro colega y casi le montamos una huelga al pobre director, aunque al final acabamos bien.
-¿Esas fueron sus primeras prácticas? ¿De qué años hablamos?
-Sí, allí estuve de prácticas. Estamos en los 70. Antes yo ya había sido guía, pero en el hotel fue mi primer trabajo serio. Entonces, como te decía antes, nos íbamos todos los veranos en auto stop; yo he recorrido media Europa y España así.
-¿Y ha vuelto por Tamariú?
-¡¡¡¡Sííííí! Y el hotel esta igual, reconocible, con reformas, pero muy similar. La última vez fui con mi mujer el año pasado y me di a conocer. La directora fue a saludarnos a la terraza del hotel, donde estábamos comiendo, y a pesar de ser catalana, jaja, nos invitó a una copita de champagne… Estuvo muy bien.
-¿Volvió a Cádiz cuanto terminó Turismo?
-Sí, y hago el COU nocturno porque yo siempre había querido estudiar una carrera universitaria porque, entonces, Turismo era una diplomatura. Lo que pasa es yo aspiraba entonces a una licenciatura en Historia. Entonces me hago amigo de la persona que luego va a organizar el PC en la Universidad. Empezamos los dos a estudiar Historia; yo estaba haciendo la mili…
-Ahí ya es mayor de edad, vamos, que ya puede entrar en el calabozo.
-Exactamente. Totalmente, totalmente.
-¿Qué año sería?
-Eso fue ya en el 73 o por ahí, creo. Yo fui de marinero en San Fernando. Te voy a contar una anécdota que fue graciosa al tiempo que un gran susto para mí. Yo estaba en el Cuartel de Instrucción de marineros y una mañana tenía permiso para ir a un examen. Yo todavía no estaba organizado.
-¿Qué quiere decir con no estar organizado?
-Que era rojete, pero que todavía no estaba todavía en el PC. Entonces, una mañana me visto de calle, no de faena como los demás, para salir a un examen, y de repente mandan a todo el mundo firme en el patio porque hay unas pintadas dentro del cuartel que ponían: '¡Muera el franquismo! ¡Viva la Revolución!' O algo así, qué se yo…
-¿Podían sospechar por algo que había hecho con anterioridad?
-No, no, no. Lo que pasa es que mandaron registrar las taquillas una a una, y en ese momento, Alfonso, me acuerdo que tenía en mi taquilla un libro de Engels, el compañero de Marx, y que se titulaba 'El origen de las familia' , en contra de la familia tradicional, claro. Y un sargento va y me acompaña a abrir la taquilla, imagina mi pánico, yo pensando aquí se acabó todo, o voy a prisión militar o a un barco que había en África, el Tofiño,
-Jajajajajajaja
-Total, abre el sargento la taquilla, lee el título y me dice: '¡Ole, chaval, la familia, con dos c. ¡La familia lo primero! Vete tranquilo a hacer el examen'. jajaja.. No tenía ni p. idea de quien era Engels.
-Jajajajajajaja
-Menos mal.
-Se pensaría que sería un cura o algo por el estilo.
-Eso sería, cuando era todo lo contrario. Ahí me salvé, luego estuve en el Instituto Hidrográfico, donde contacté con gente de la extrema izquierda; cogieron a dos o tres de allí. Uff, yo pasé mucho miedo allí porque era horroroso lo que había.
-Con todo lo que ha cambiado la izquierda hasta la que tenemos ahora, quién sabe si todos esos que me habla hoy serían considerados fachas por los rojos de hoy, ¡no?
-No, no, no, no. Eran muy, muy, muy de izquierda, muy radicales... Entonces había mucha extrema izquierda; estaba la OMLE (Organización de Marxistas-Leninistas de España), la ORT (Organización Revolucionaria de Trabajadores), el PT (Partido del Trabajo), etc.
-¿Y qué hizo al salir de la mili?
-A pesar del miedo que había pasado, como ya me vi libre, entré del tirón en el PC, que para nosotros era revisionista, moderado, casi traidor a la clase obrera porque muchos eran intelectuales que venían de seminarios, de leer mucho. Era muy radical lo que había alrededor.
-¿Y cuántos años está militando ahí en el PC?
Pues desde el 74 o así hasta el 78 o 79. Como te decía, el PC era el partido de la intelectualidad, el mejor organizado. Fue un tiempo bonito, de aventura, de creernos que estábamos haciendo historia… Yo ahora soy anticomunista, porque el comunismo es lo peor de la Historia, pero aquel partido eurocomunista era especial, más demócrata que otra cosa, con personas que luego fueron las élites profesionales y políticas…
-¿A qué se dedicaba dentro del partido?
-Pues sobre todo fue una época en la que fui responsable de propaganda; un 'camarada' me daba un paquetón lleno de ejemplares de Mundo Obrero, la prensa del partido; me lo entregaba en la esquina de Sagasta con Hospital de Mujeres; todavía sueño que se me caen al suelo jajaja. Teníamos reuniones todos los días, asambleas, huelgas, manifestaciones. Yo era delegado de curso y subdelegado de centro. Nosotros decíamos: 'Luchamos por una sociedad sin clases y sin reuniones'. ¡Y estábamos todos los días reunidos! Jaja...
-¿Dónde vivió la muerte de Franco?
- El día que murió Franco nos reunimos el comité universitario, órgano rector del PC en la universidad, en la calle Santo Cristo, en la famosa casa de la abuela de Epifanio de Serdio, que luego fue Delegado provincial de Sanidad. Hay todo un mapa de casas en Cádiz donde nos reuníamos la gente del PC.
-¿Con qué gaditanos coincidió en el partido?
-Espero que no les importe ser nombradas, pero mira, estuve con Antonio Álvarez, que ha sido director del Museo de Cádiz y del de Sevilla; con Justo Juliá, luego director de la Residencia. Epifanio de Serdio, Pascual el hijo de Pascual, Salvador, hoy cirujano; Frau Atero, que fue director del Instituto de Arcos once o doce años. A pesar de que ahora soy un anticomunista convencido, no me he arrepiento de haber pasado por ahí y haber dado con gente que más tarde hicieron unas grandes carreras profesionales.
-Llega la democracia. ¿Qué hace con su vida?
-Yo ya había empezado Historia y estaba 'haaaaaarto' de tanto inglés. Yo lo que quería era estudiar historia; el marxismo, la política... Y sigo estudiando, primero, en el Colegio Universitario, y luego los dos últimos años, en Sevilla. Siempre ganando mi dinerito aquí y allí. Y cuando acabo la carrera ya ahí es otra historia.
-Antes me habló de que a su padre le expulsaron del ayuntamiento por temas políticos y a los años le pasó algo similar a usted tal y como demuestran ambas fichas que me ha mostrado. Cuéntelo.
-Mi padre tuvo una notificación de haber sido expulsado del Ayuntamiento por Carranza, por haber formado parte del Frente Popular. Ojo, que el Frente Popular había depurado en la República a los conservadores en la enseñanza, la judicatura, etc. Es gracioso porque en la orden de expulsión, la derecha siempre tan educada, le ponen 'Dios guarde a Ud. Muchos años', pero lo echaban a la calle. Jajaja.
-¿Qué Carranza fue?
-Ramón de Carranza, pero al final lo readmitieron. Lo pasó mal.
-¿Y su caso?
-Ah, sí. Verás, hicimos un encierro para pedir la libertad de Alfonso Perales que estaba detenido; luego sería líder nacional del PSOE, murió hace unos años. Él siempre fue dirigente del PSOE, aunque el PSOE no existió durante el franquismo, en Cádiz siempre estuvo presente y formado por grandes personas como Ramón, mi amigo Ramón Vargas Machuca, Josefina, Alfonso Perales, mi amigo Paco Blanco. Rafael Garófano, toda gente instruida. Era, en general, otra izquierda, distinta a la de hoy, gente leída...
-Interesante, pero estaba con lo del encierro y su ficha policial.
-Es verdad. Yo participaba en un encierro en el Hospital de Mujeres, por cierto, donde yo nací, por ser hospital para funcionarios en 1951. Entonces, yo me encierro allí y la policía me coge a la salida. Ya estaban las furgonetas llenas de estudiantes conocidos y solo se llevan mi DNI. Aún no había muerto Franco porque era mayo del 75.
-Los últimos tirones de oreja.
-Si, pero los últimos coletazos fueron fuertes. Entonces a mí no me meten en el furgón, pero me quitan el carnet y me dicen que vaya a buscarlo al otro día. Menos mal que el decano del colegio universitario, Juan López, recogió todos nuestros carnets. Lo pasé mal.
Bueno, pues 30 años después voy a dar una conferencia en la Peña Los Dedócratas y nos vamos a tomar una copa en la trastienda de Jose Mari, en Santa Inés, donde tenía antigüedades; allí se reunían periodistas, intelectuales, etc. Una accesoria (palabra gaditana con arte), como muchas de los ultramarinos de entonces. Total, que me viene José Mari y me dice que tiene una ficha mía, y yo le digo que no, que sería de mi padre. 'No, no, tuya', me repite. Resulta que en Comisaría, con el carnet que me quitaron, me habían hecho la ficha policial que ahora te enseño; bueno, a mí y a medio PC. Y yo no sabía que existía. Creía que estaba limpio. José Mari, había comprado el archivo policial en la democracia a no sé quién.
-Bueno, una ficha policial que acredita su lucha contra el franquismo debe dar orgullo mantenerla.
-Sí, yo la tengo porque tapo bocas cuando me dicen facha, jaja, Sobre todo a los progres sobrevenidos. De todas formas, un inciso, tengo un amigo que dice que menos mal que no ganamos nosotros entonces, porque pregonábamos la ruptura y creo que hubiéramos vuelto al Frente Popular. Jaja. Mejor la Transición liderada por el Rey y Suárez, con la colaboración de Felipe y Carrillo.
-Termina Historia y...
-La termino en Sevilla. Esta vez viene ya la época del desencanto, como la película de Chávarri. Serían los finales de los 70 y vuelvo a la época de los viajes, las volteretas 'pa acá, pallá', el hipismo… Yo vivía en Sevilla con la que fue mi mujer luego y madre de mis dos hijas, Carmen y Ana, a las que adoro, como es natural; la mayor trabaja en Garrigues en Sevilla, y la peque es psicóloga, con consulta en Cádiz.
-¿Su pareja formaba parte del mismo ambiente?
-Ella hizo Geografía, y sí, ella era de las Juventudes Comunistas y cinco años menor que yo. Vivía conmigo en Sevilla, luego nos casamos, nos vinimos aquí al Paseo Marítimo, donde nacieron y se criaron mis hijas. Nos venimos para Cádiz y me llaman para ser director gerente de la Fundación Municipal de Cultura, que la creo yo. Yo me llevaba bien con la coalición de izquierda (PC, PSA y PSOE), pero no pertenecía a ningún partido. El alcalde era Carlos Díaz, gran persona y magnífico alcalde. Yo era independiente y me llevaba bien con todos. Hubo un momento que trabajaba en tres cosas: gerente de cultura, profe de inglés de COU en La Viña y entro en mi Escuela, que era donde estaba Náutica; allí había también una Escuela de Formación Profesional Náutico-Pesquera y ahí había chavales que venían de Sevilla, de toda Andalucía. Había una residencia para estudiantes. Yo daba inglés al principio, pero luego se quedó vacante la plaza de Historia, y ya lo dejé todo y me quedé de profe de Letras durante 35 años.
-¿En ese edificio?
Ahí hasta el 2006 o 2007, que ya nos echan de ahí. Nos mandaron a un edificio de un centro de enseñanza en Puntales.
-¿Y ahí es donde se jubila?
-Sí. Aparte me metí en la Facultad y formé parte de un grupo de investigación que se llama hoy en día Historia Actual, y del sigo formando parte. Entonces, presentaba ponencias, comunicaciones, publicaba, etc., con Julio Pérez Serrano a la cabeza.
-¿Cómo puede un liberal empezar en el comunismo? ¿Cómo se da ese cambio?
-Es un proceso largo. Yo me doy cuenta, sobre todo, leyendo críticamente y viajando. Pero viajando con provecho porque hay quien iba a Cuba (medio Cádiz) y no veía tiranía y miseria, sino lo que dictaba su ideología. Veo lo que es Cuba, la URSS, la Alemania Oriental... Y después también leo mucho.
-Vamos, que el cambio es paulatino.
-Sí, empecé en el comunismo, pero en los 80 ya me voy haciendo más socialdemócrata y ya después me voy dando cuenta que voy más con la libertad que con el igualitarismo.
-¿Qué leía o lee?
-En este proceso que me estás preguntando de cambio ideológico, te digo que el que me quita del periódico El País es Vargas Llosa; también me quitan Carlos Rodríguez Braun, otro gran liberal, Pedro Schwartz.
-Grandes liberales todos ellos, sí señor. Y es que escribían en El País. Vaya cambio ha dado el periódico independiente de la mañana.
-Escribían en El País porque aquel El País era distinto; era de izquierdas, pero era más plural. Tuve el honor de que me prologaran sendos libros míos.
-Tan plural que hasta escribía Hermann Tertsch, hoy en las filas de Vox. O el propio Girauta. Hábleme de esos libros publicados y sobre qué temas.
-En total he escrito tres, el primero en colaboración con Ubaldo Cuadrado. Porque a mí siempre me ha gustado escribir sobre la situación de Cádiz, la República, la Guerra Civil, la Historia Contemporánea española y el Liberalismo.
-Hablemos de la República.
-Hay una leyenda rosa sobre la república y que es falsa. España sufrió un embate revolucionario protagonizado, sobre todo, por los anarquistas, primero, y luego por el PSOE, que hizo el papel del comunismo de otros lugares, y los separatistas…
-Como ahora…
-Sí, ahora el PSOE vuelve a ser amigos de los comunistas del interior y del exterior (Maduro), pero entonces peor porque había violencia de por medio. La derecha fue legalista, pacífica, en todo el periodo, excepto muy al final la Falange, que era muy minoritaria. A mí me ha gustado investigar la veracidad de los relatos sospechosamente unánimes, primero, el del nacional-catolicismo y luego la versión frentepopulista de la república y la guerra, que ha sido mayoritaria hasta hace poco, falsa totalmente. Escribí un libro criticando los libros de texto de bachillerato, todos sesgados a la izquierda, incluso los de la Iglesia.
-¿Y no le dio por entrar en la Universidad, un nido de gente muy escorado a la izquierda?
-Pues te cuento…. Salió una plaza de profesor asociado de Historia del Pensamiento Económico, y a mí me gustaba la economía, el liberalismo, etc. Veo el baremo y me digo, imposible que alguien tenga tantos puntos como yo tenía de haber dado ya muchas clases y ser licenciado. Bueno, pues echo los papeles y voy a ver la puntuación y... ¡un cero! Jajaja
-¿Qué pasó?
-Sobre la marcha, sin que viniese anunciado en el baremo, habían decidido que fuese un economista el que entrara, y puntuaron con un cero a la licenciatura en Historia. ¡Y éramos todos historiadores! En fin…Menos mal que luego me desquité dando clases en la universidad de mayores, porque, desde luego, ¡vaya alumnado más atento y agradecido!
-También ha pasado por el Ateneo.
-Sí, me llamó Ignacio Moreno y me comentó que me encargarse del tema del 12 y ahí me traje a Cádiz a los mejores liberales de entonces, Rodríguez Braun, Schwartz, César Vidal, el ministro José Pedro Pérez Llorca, gaditano y hermano de Jaime, socialista, éste último gran persona y amigo, con quien tomábamos café en su casa de la Alameda... Antes, con el PC, también traímos, entre Ubaldo Cuadrado y yo, a Vázquez Montalbán, el número 1 de la novela; traje al comandante Otero, a Carlos Tena, un locutor de rock.
-Ha dicho que ha escrito sobre Cádiz. ¿Sobre qué?
-Escribí sobre Cádiz, como la 'capital del paro y de la pobreza'. Y también investigué lo que se decía de que Cádiz era muy pobre. En absoluto, en el 91 publico un primer artículo en el Diario junto a Ubaldo; luego se convirtió en libro, con los indicadores de los anuarios y del INE. De siempre Cádiz tuvo la mayor renta per capita de Andalucía, con Sevilla, Marbella y Granada. Ahora se empieza a reconocer esto, pero hemos tenido muy mala prensa los gaditanos, cuando ésta ha sido siempre una ciudad de clases medias, de funcionarios, sueldos apañados y precios caros. Se confundía, nos sé si intencionadamente, indicadores provinciales con capitalinos.
-Hábleme de sus aficiones.
-Desde siempre me ha gustado escribir en prensa, la buena comida y una buena bebida; viajar, el Cádiz CF, de más mayor la tauromaquia, la pintura, la lectura, la música, el flamenco. He viajado por más de 30 países, y todo me lo he pagado yo, esto en Cádiz es un mérito, vamos, que no he ido de válvula jajaja.
-¿Cómo es su vida ahora mismo?
-Me jubilé y conocí a la que hoy es mi mujer, María Díaz, con la que al final me vine a Sevilla, donde vivo muy felizmente. Yo pensé que era bueno en idiomas hasta que la conocí a ella, que es profesora de inglés en el Instituto Machado de Sevilla. Habla inglés, francés, alemán, italiano. De todas formas vengo todas las semanas a Cádiz y hago un programita de entrevistas en 7 TV. Por cierto, nunca veo a los de mi generación por la calle, y me dicen que es porque están en las consultas de los médicos. jajaa
-Además de políglota, conductora por lo que me ha dicho que lleva ella el coche a todos lados. Y doy porque aquí se me ha presentado en autobús.
-Conductora, sí, ja ja, pero la pobre cada vez le pesa más ir a Conil, donde tenemos una casita en una urbanización, conviviendo con varios amigos de toda la vida…
-¿La primera vez que se casó fue por la iglesia?
-Nunca por la Iglesia, ni la primera vez, en el 81, ni ahora, el año pasado.
-¿Cómo se debe llevar un liberal con la iglesia?
-Mira, al principio muy crítico, pero lo veo un error, ahora creo que el balance histórico de la Iglesia es positivo.
-Hágame caso que en estos tiempos no hay mayor revolucionario como un buen conservador .
-¿Cómo? Ah sí, sí, sí. ¡No lo dudes! Ahora mismo, el rompedor de verdad es un tipo al que le gustan los toros, es religioso, que va los domingos a misa... Lo revolucionario hoy, como dice Sostres, es rezar un Padrenuestro despacito jajaja. Y yo no soy creyente, pero admiro nuestra civilización cristiana, la que ha dado lugar a la auténtica civilización, la occidental….
-Y para ir acabando, Rafael, como un gaditano que ha conocido todos los alcaldes que hemos tenido, le diré que me los defina en una frase. Carlos Díaz.
-Moderado, instruido.
-Teófila Martínez.
-Gran alcaldesa. Reproduce los sueños de vuelo alto de la generación de los sesenta, piensa a lo grande….
-Kichi.
-Un desastre. Ocho años perdidos. Eso sí, al menos no gastó. Pero vamos, un desastre.
-Y el de ahora, Bruno.
-Hombre, el que tenemos es un hombre muy templadito. Me parece a mí que tiene que dar un pasito más adelante... Pero en fin, a ver...
-Y sobre los dos últimos preconstitucionales, Jerónimo Almagro y Emilio Beltrami.
-Mira, yo sobre la gestión municipal de esa época estoy menos puesto, pero sí tengo que decir que fue una generación que soñó con vuelo alto para Cádiz; me parece que planificaron rellenar el istmo a San Fernando para meter viviendas, cosa que me parecería bien ya que si se rellena para un muelle por qué no para casas. Y más, con el problema que tenemos de oferta de vivienda en esta ciudad. Yo, de estos dos últimos alcaldes franquistas, junto al que meto también a Carranza, creo que soñaron alto para esta ciudad de la misma forma en la que lo hizo Teófila.
-¿Cómo llevan sus hijas gaditanas tener a un padre viviendo en Sevilla?
-Pues con ellas, precisamente, tengo una anécdota. graciosa que nos pasó el año pasado que invité a mis niñas, muy cadistas ellas, al Betis - Cádiz. Antes del encuentro les digo que 'si marca el Cádiz, calladitas, ¿eh?, que estamos rodeados'... Y cuando marcó Chris Ramos, y hago [y se levanta de la silla agitando los brazos hacia el cielo de manera exagerada] y grito ¡gooool! dando un salto imponente, se me quedaron mirando alucinadas jajaja.
-Está bueno, está bueno. Por suerte, el fútbol ya no es lo que era. Un placer, Rafael.
-El placer ha sido mío.