La propuesta del hospital de Cádiz pasa por destinar una parcela de 2.000 metros cuadrados a la Zona Franca

Fue el pasado mes de diciembre cuando el alcalde de Cádiz, Bruno García, planteó al delegado del Estado en la Zona Franca, Fran González, una propuesta para reactivar el proyecto del futuro hospital de Cádiz, que acumula nada más y nada menos que 19 años de retraso. Pero en ningún momento se presentó como la única alternativa ni se habló de excluir de la misma a la Junta de Andalucía, asumiendo todo el peso de la misma el Ayuntamiento de Cádiz. Ni tampoco se inició una negociación como tal entre ambas instituciones.

Esa propuesta pasa por una operación urbanística, similar a la de Navalips, que supone la reordenación del solar de la antigua CASA, de 32.852 metros cuadrados, por parte del Ayuntamiento gaditano, que asumiría su propiedad. Restando el suelo destinado a viarios y a espacios públicos, se quedaría una superficie de 20.450 metros cuadrados, y en ese espacio el Consistorio pretende reservar una parcela para el centro sanitario, otra para el propio Ayuntamiento y una tercera, de 2.000 metros cuadrados, para la propia Zona Franca para que pueda darle uso terciario y compatible de vivienda, dando así por 'pagado' al Consorcio.

No obstante, la operación genera rechazo al Consorcio. Este solar fue adquirido por la Zona Franca por 9,5 millones euros, ascendiendo finalmente los gastos de inversión a 11,5 millones. Y para su aprovechamiento hay que recurrir a la tasación actual de mercado, por lo que la cifra se estima en 19,5 millones. Justo por ello desde la Zona Franca se desdeñó esta propuesta, ya que los técnicos consideran inviable recuperar tal montante económico en un espacio tan limitado de 2.000 metros cuadrados. Habría que construir grandes rascacielos, y sin la garantía de que funcionase esta operación en la mercado inmobiliario.

Además, en el documento del supuesto Plan Funcional del nuevo hospital de Cádiz que han podido consultar parlamentarios del grupo socialista se recoge la necesidad de contar con 200.000 metros cuadrados de uso asistencial para la edificación del equipamiento sanitario, por lo que esta cifra genera dudas sobre si el espacio que se pretende destinar al hospital es realmente suficiente y no habría que restar finalmente metros a la parcela que se pretende otorgar a la Zona Franca.

En este punto hay que señalar que los metros cuadrados de uso asistencial difieren entre lo recogido en el Plan Funcional y lo estipulado en el escrito firmado -con fecha de este lunes 27 de mayo- por el director general de Gestión Económica y Servicios del SAS, que señala una edificabilidad de 185.000 metros cuadrados, generando así más interrogantes sobre las necesidades reales del hospital y la operación urbanística en sí.

Un hospital cuya construcción supondrá a la Junta de Andalucía una inversión que supera los 400 millones de euros, por lo que llama la atención que el pago de 11,5 millones de euros suponga un problema para la administración andaluza, que no está por la labor de adquirir el solar. E igualmente resulta llamativo que el equipo de Gobierno haya optado, hace algo menos de un mes, por pagar 15,3 millones de euros a los bancos para amortizar deuda, en lugar de apostar por destinar algo menos de ese importe a la adquisición de los terrenos de la antigua factoría CASA, acelerando así los plazos para el inicio de la construcción del centro hospitalario.

Desde la Zona Franca de Cádiz tiene claro que para llegar a cualquier tipo de acuerdo que permita la construcción del centro sanitario en los terrenos de la avenida Marconi que actualmente son de su propiedad se deben cumplir dos premisas: disponer del Plan Funcional con objeto de tener garantías de que la operación planteada es viable y el compromiso por escrito por parte de la Junta de Andalucía garantizando que la finalidad de esa parcela será construir un centro sanitario para evitar cualquier especulación con ese suelo.