CÁDIZ
La polémica sobre el nuevo nombre del colegio La Inmaculada: «Todo es por pura ideología, recurriremos»
A punto de que el centro educativo pase a llamarse 'Cortadura', los antiguos alumnos no se rinden y esperan una reunión con la delegada de Educación: «Todo es una cuestión ideológica», recuerdan
Polémica por el cambio de nombre del Colegio La Inmaculada de Cádiz
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Parece inminente el cambio de nombre del Colegio La Inmaculada. Uno de los iconos en todos los sentidos para todo aquel que tradicionamente ha accedido a Cádiz por Cortadura, de hecho todo apunta que será éste, el del primer barrio de la ciudad, el nuevo nombre del centro educativo.
Un proceso de cambio en el que ha imperado más la autoridad directiva del centro que otra cosa, pues antiguos alumnos del mismo resumen la decisión del cambio de nombre en una cuestión ideológica y que podría tener defectos de forma.
«Todo está en manos de la Junta de Andalucía. Estamos indignados y con pena porque somos muchos los que estamos viendo que la marca del colegio va a desaparecer. Hace unos años se hizo promoción del centro recordando los 50 años del colegio destacando el nombre de La Inmaculada. Hablamos de un colegio con una enorme tradición en la ciudad y que ha sido referencia de Cádiz».
Lo dice uno de los portavoces de los antiguos alumnos, José María Ucha. El proceso de cambio de nombre ya está en la administración que será la que dé el paso definitivo para que el nombre de La Inmaculada desaparezca y el centro deje de tener una nomenclatura religiosa, intención primaria de la dirección del colegio gaditano.
«Mucha gente ha intentado hablar de este tema con la dirección y no lo han conseguido. El nombre del colegio tenía que salir sí o sí en adelante desde el primer momento y todo se resume en un asunto ideológico. Hacer desaparecer del mapa un nombre con connotaciones religiosas», recuerda Ucha.
Con este panorama, los antiguos alumnos no se rinden y van a tratar de dar pasos adelante en la propia Junta de Andalucía. «Vamos a tratar de pedir una reunión con la delegada de Educación, Isabel Paredes, para mostrar el desamparo en el que nos encontramos y transmitir nuestra preocupación y la impresión de que el cambio de nombre es totalmente innecesario«.
Al respecto, José María Ucha desvela que podrían existir fallos en el procedimiento llevado a cabo por el colegio. «Desde el primer momento la dirección ha impedido que en la votación del nombre se mantuviera el que estaba. Creemos que es un defecto de forma para recurrir el cambio de nombre, de ahí que queramos avisar en la delegación de que se puede haber caído en un defecto de forma en el proceso del cambio. Creemos que se tendría que haber realizado una votación justa con el mismo nombre que tiene como uno de los candidatos», explica.
Todo ha sido un imperativo con la idea de borrar la historia del colegio, obviando que el nombre de La Inmaculada es mucho para un centro, que como otros de la ciudad, necesitan alumnos y ser conocidos por otras cuestiones. «Es como si a Oxford o Cambridge le cambias el nombre y lo haces irreconocible. Parece que la idea es que el nombre del colegio sea Cortadura, que sería un mal menor, pero está claro que se borraría la identidad del centro, Hay muchos lugares en los que se conservan los colegios con connotaciones religiosas, muchos de ellos públicos y laicos, y no pasa absolutamente nada«, sentencia José María Ucha.
