con 'c' de cádiz
Pepe Losada: «Aunque parezca mentira, tengo que decirlo. Soy famoso en Irán»
José losada benítez. preparador físico
Este trotamundos gaditano acaba de 'campeonar' en uno de los países árabes con más tradición futbolera y ahora disfruta de los suyos en Cádiz, donde descansa antes de volver a la vorágine de un trabajo que le ha llevado a conocer a presidentes del gobierno no poco importantes
![Pepe Losada, en la plaza Asdrúbal, donde no pasa pocos tiempos junto a sus familiares y amigos.](https://s2.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/provincia/2023/06/07/pepe-asdrubal-RolyFK7lpnKu858rK22sg9L-1200x840@abc.jpg)
De Cádiz para el mundo. Un lema que bien podría ajustarse al perfil de José Losada Benítez (Cádiz, 1976), un trotamundos subido a un balón. Mejor dicho, a un reloj, ese con el que suele trabajar para controlar las pulsaciones, las carreras, las valoraciones de sus futbolistas, esos a los que mima, cuida pero también exige. Y mucho. Lo hace en inglés, idioma en el que se expresa allá por los países donde le ha tocado ir como preparador físico, una profesión que se empeñó en estudiar desde que colgó las botas en un equipo de Regional Preferente, la Pastora de San Fernando.
Hijo de futbolista, Pepe Losada tenía bien claro en cuanto se percató que de «medio estorbo» no podría ganarse la vida que a él lo que le gustaba era la Educación Física. Por eso estudió Magisterio y más adelante INEF. Horas y horas de sacrificio ante los libros que después le valieron para entrar en la cantera del Cádiz y aprender del Dios de los profes, Lorenzo Buenaventura, hoy junto a Pep Guardiola en el mejor equipo del mundo. Cádiz, Sanlúcar, La Línea o Lepe son testigos cercanos de lo que Losada ha aportado a una preparación física que ahora disfrutan en Irán, un país en el que, aunque le cueste decirlo, es una eminencia desde que el exosasunista Javad Nekounam le abriera las puertas de una nación con costumbres tan distintas a las nuestras menos en el fútbol, donde hay forofos hasta debajo de las piedras. De ahí que Pepe no vaya por la calle con la tranquilidad que respira estos días en Cádiz.
Tras un año loco pero lleno de títulos, Losada disfruta unos días de descanso junto a sus padres, su mujer y sus tres hijos mientras recarga de nuevo las pilas antes de embarcarse en el enésimo proyecto que está por descubrir. Este trotamundos tiene anécdotas de todos los colores. Desde una en la que se puso a charlar con el polémico Viktor Orbán recién bajado de un helicóptero como el que se baja de una bici a otra en la que voló gracias a las gestiones con el gobierno chino del no menos conocido presidente filipino Duterte. En definitiva, una trayectoria para enmarcarla. Y la que le queda.
-Hijo de futbolista.
-Sí, sí.
-Y de qué zona.
-Yo soy de aquí al lado, de San Severiano. Mis padres siempre han vivido en la calle García-Escámez, en frente de Las Esclavas. Bueno, en realidad nací en los antiguos edificios militares del Instituto Hidrográfico; los antiguos, no los que hicieron nuevos. Mi padre era hijo de marino de la Armada.
-Hábleme un poco de su padre.
-Él nació en Puerto Real y jugó en el Cádiz a finales de los 60 con aquellos Paco Baena, Acedo, Juanito Mariana... Los que ascendieron a Primera. Él es de esa quinta, pero no llegó a ascender ese año porque lo bajaron al Balón. Entonces eran tan jóvenes que bajaban y subían del primer equipo como si nada.
-¿Lo viste jugar?
-Yo no, yo no. Además, en el Cádiz jugó muy poco, lo que pasa es que después tuvo mucho vínculo porque fue entrenador del Balón. Después del Cádiz tuvo una carrera con equipos de la provincia (Chiclana, San Fernando, Jerez Industrial...).
-¿Y a qué se dedicó después?
-Ha sido agente comercial de Cruz Blanca y de Cruzcampo.
-Mire, pues por ahí es donde ha salido más a su padre me da a mí. ¿Que no?
-Jajajajajajajajajajajajajajajajajaja
-Jajajajajajajajajajajajajajajajaja
-Hombre, la verdad es que la cerveza es algo que siempre me ha gustado.
-Allí en Irán lo tiene complicado.
-Bueno, bueno. Ya te contaré jejeje. Mira, hablando de cerveza aprovecho para mandarle desde aquí un abrazo a un amigo común, Mikel Elorza, de La Marea, donde hemos echado muy buenos ratos. Y siempre con una cerveza por medio.
-Mandado y en breve será recibido. Bueno, y de padre futbolista, ¿hijo?
-Pues mira, yo empecé a jugar al fútbol en el colegio Argantonio, donde Luis Escarti vino a hacer una preselección que después iría a hacer una prueba con el Cádiz a El Rosal. Tendría yo 12-13 años y sería el 87-88. Y entré en el Cádiz alevín con el mítico Manolo Ros de entrenador.
-¿Cómo recuerda esa prueba?
-Fue en un campo de albero e iríamos unos 30 niños de distintos colegios, de los que nos quedamos unos diez, once. Manolo Ros me conocía de pequeño porque íbamos al estadio juntos ya que era amigo de mi padre, que también trabajaba en la cantera del Cádiz. Recuerdo que cuando me vio me dijo 'tú eres Pepito, ¿no?'. Pasé la prueba y entré en la cantera del Cádiz, donde estuve hasta el Balón de Cádiz. No llegué al Cádiz B.
-¿Y colgó las botas o siguió los pasos de su padre jugando en equipos menores de la provincia?
-Jugué un par de años en la Pastora, un equipo de San Fernando que estaba en Regional Preferente.
-¿De qué jugaba?
-De medio estorbo jajajajajajajaja
-Jajajajajajajajajaja Bueno, pero tendría físico al menos, ¿no?
-Bueno, físico sí tenía. Jugaba como mediocentro defensivo por delante de la defensa o de lateral derecho, pero no tenía la calidad de mi padre, que por aquellos años le tocó competir en un centro del campo del Cádiz que tenía a Joaquín Acedo, Juanito Mariana, Tucho de la Torre, que jugaba detrás. También estaba José Mari Calderón, de portero.
-Que no era el padre de Antonio.
-No, no, no. No lo era.
-Me dice que jugó en Regional Preferente. Si ya de por sí esa categoría da miedo, en esos años, con esos campos y ese fútbol debería ser la bomba. ¿Se dejaba jugar con pistola para defenderse?
-Ufffffffff. Era complicado, los terrenos de juego muy malos. Pero bueno, también coincidí con gente como Pablito González, el hermano del famoso Lucas de AndyLucas, que íbamos juntos en el coche. También con Juan Carlos, que había jugado en el Cádiz B. Y bueno, éramos varios de Cádiz y se pasaba bien. Pero ya ahí me di cuenta que yo lo que quería hacer era INEF.
-¿Y dónde la hace?
-Intento entrar en Granada, que ahora por cierto mi hijo tiene la EBAU la semana que viene. Pero no me daba la nota. Entonces lo que hice fue empezar los ciclos formativos, los llamados entonces módulos, y había uno en San Fernando que era de Educación Física. Después de eso intenté entrar otra vez, pero tampoco me daba y lo que hice fue Magisterio de Educación Física, tres años.
-¿Dónde?
-El primer año en Sevilla y después ya me vine a Cádiz. Y en el último año de Magisterio entré en el Cádiz a través de Jorge Amar, que era el preparador físico del Cádiz en aquella época.
-Estaba el Cádiz en Segunda B.
-Eso es. El año de Orúe fue el que yo entré de prácticas como preparador físico en el equipo de Jose González, el Balón de Cádiz juvenil. Y ascendemos a Liga Nacional en el primer año de Jose como entrenador. Al siguiente año se me acababan las prácticas pero Jose pidió que yo siguiera. Creo que el director deportivo era Juan Antonio Sánchez Franzón; estaba también Andrés González... Había una línea a seguir que era meter a gente de Cádiz que estábamos estudiando en la cantera. Conmigo también estaba Joaqui Acedo como fisio.
-Cierto, cierto. También estaba por ahí Nacho Bocardo...
-Sí. Se fue creando un equipo de trabajo muy de aquí.
-¿Y qué hace cuando acaba Magisterio?
-Lo acabo, sí, pero yo sabía que para ser profe de fútbol había que ser licenciado. Y con la formación que recibe el maestro no me daba. Entonces me fui a una privada a Málaga para hacer el curso puente esos dos años y el último, que el Cádiz ya está en Segunda, me voy a acabar la carrera a Madrid, en la Universidad Europea. ¿Y qué hago mientras allí? Además de aprobar 18 asignaturas en un año, soy el que le grabo los vídeos de los rivales a Jose para dárselos. Porque en esas estaban en Segunda Leganés, Getafe, Rayo Vallecano, Salamanca... Hay una anécdota muy graciosa en el campo del Leganés, que recuerdo que era un día de mucho frío y mucha lluvia y en el que Fernando Pérez me hizo hueco en la cabina de Canal Sur para refugiarme y grabar desde allí con la cámara que yo tenía del club.
-Cierto. A ese partido iba ir yo, pero del mal tiempo que hacía y de la noche anterior más de uno decidimos quedarnos en casita porque no vea la que caía. ¿A que fue por la mañana?
-Digo. Y total, yo no le quité el sonido a la cámara. El partido acaba 0-0 o 1-1. Fue empate. Y en la última jugada tenemos una jugada a balón parado y yo sabía la estrategia. Y mientras grabo veo como Jonathan Sesma no está haciendo bien el movimiento porque lo veía parado. Y se escucha en la grabación claramente: '¡¡¡¡¡¡Y Jony, que tostá tiene Jonathan Sesma, que no se entera que el balón tiene que ir allí!!!!!! ¡¡¡¡¡¡Jonathan!!!!!!!! ¡¡¡Que no entera!!!!!!' Y esos gritos quedaron grabados, claro.
-Jajajaja Qué grande. Es verdad que no se enteraba de 'ná' nunca. Con razón fue el que marcó en Las Palmas en el día del ascenso...
-Jajajaja Pues después el vídeo se lo puso al equipo Jose y Jonathan me cogió por banda. 'Y tú criticando de mí, ¿no?', me dijo cuando me vio. Jajaja. Yo con él tenía una muy buena relación y la sigo teniendo. De hecho, me sigue ahora en Irán. Muy buen tío.
-Sigamos con su carrera. Se licencia y...
-Vuelvo ya con la licenciatura a Cádiz y Jose se va al Albacete y vuelve de Escocia Antonio Calderón, que empieza a entrenar al Cádiz juvenil. Me acuerdo porque nosotros a mitad de temporada.
-(Interrumpo) Acabáis en el B salvándolo. De hecho, subís al filial a Chico Flores. Lo recuerdo porque fue el primer año de LA VOZ. Ya ha llovido.
-Eso es. Echaron a Sebastián Herrera y después creo que a Bolli. El equipo estaba en descenso (a Primera Andaluza) y a ocho puntos de la salvación. Y en diez partidos ganamos ocho. Fue algo alucinante. Me acuerdo los partidos en Carranza con el estadio lleno porque jugábamos después del primer equipo algunas veces. A la Balona le ganamos 5-0 en Carranza; me acuerdo de hablar con Raúl Procopio (entrenador a la sazón de esa Balona) luego porque estaba el pobre hundido. Yo ya estaba en el segundo equipo y a los años me parece que vuelve Jose.
-Contextualizo. Cuando se fue Jose llegó Espárrago; subimos y bajamos y es Oli el entrenador otra vez en Segunda. Lo echan y vuelve Jose, sí.
-Vale, vale, vale. Eso es. Porque yo ya estaba haciendo cosas con el primer equipo con Lorenzo Buenaventura.
-Así es. Lorenzo estuvo con Espárrago y después con Oli hasta que se va con Guardiola.
-Cierto. Yo era como su asistente. También estaba en el primer equipo Joaqui (Acedo) y cuando ellos viajaban pues mucho trabajo me lo derivaban a mí. Yo trabajaba con este, con Mortadelo.
-Nenad Mirosavljevic. Un jugador por el que el Cádiz pidió precisamente que no se le llamase Mortadelo, pero veo que se le quedó. Jajaja Era un crack de persona, la verdad.
-Ese, ese. Me acuerdo de trabajar con él en la piscina del Body Factory una lesión de gemelo que tenía. También trabajaba con De la Cuesta, de la lesión esa que tuvo. Gracias a estar en ese equipo de trabajo me caían cosas y eso me ayudaba mucho a seguir aprendiendo.
-¿Cuándo es el año en el que da el salto al primer equipo como primer espada?
-Fue con Javi Gracia. Una vez que Lorenzo se va al FC Barcelona y Joaqui al Everton y el Cádiz desciende a Segunda B.
-¿Pero Javi Gracia no vino con Juan Solla?
-Sí, pero me llama Peguero porque quería que hubiese un hombre también de la casa. Estábamos los dos. Fue la primera vez que en el primer equipo había dos preparadores físicos.
-Ufff. Especialito Juan Solla, eh.
-Un pelín, un pelín especial, sí. Ahora ha estado con Marruecos en el Mundial, por cierto.
-Tan especial era el tío que cuando echaron a Javi Gracia ni celebró el gol de Fleurquin en el descuento ante el Murcia de Jose que nos pudo dar la permanencia. Fijo que celebraría el descenso esa aciaga temporada pese a defender el escudo del Cádiz, donde tuvo que seguir por contrato a las órdenes de Víctor Espárrago y Luis Soler.
-Bueno, las cosas... Pero la verdad es que el primer año fue muy bueno porque ascendimos a la primera a Segunda. El siguiente ya fue regulera y acabó con Espárrago y Luis Soler, con los que me llevaba muy bien. De hecho, la idea era que yo me quedara con ellos en el caso de que nos mantuviéramos, pero bajamos y al final me quedo en Segunda B como único preparador físico y con Risto Vidakovic de entrenador.
-Una temporada complicada. Roberto Suárez fue el director deportivo y Enrique Huguet el presidente que puso Antonio Muñoz, que dio ya un paso al costado.
-Exacto. Comenzamos la temporada bien pero se va torciendo y viene Jose otra vez. Recuerdo que quedamos cuartos o terceros del grupo (el mítico IV) y nos cruzamos con el Mirandés, que ganamos aquí 2-0 y allí tuvimos muy mala suerte porque metemos el 2-1 casi al final con gol de Pachón. Y en dos minutos nos metemos un gol en propiapuerta y después un despeje de Raúl López le da la espalda a uno, le cae a otro y 'pom', gol.
-Se olvida del gol anulado a Juanse. ¿Se sabe hoy en día por qué fue?
-No, no, no me olvido. Cómo olvidarlo. Era el 0-1. Nos lo anularon en la primera parte y hasta el linier corre al centro del campo. Fue una vergüenza, un robo como el que tuvimos al año siguiente en Lugo.
-Fíjese que más robo me pareció el de Anduva, la verdad. Mantengo que el del Anxo Carro fue un arbitraje más que casero, pero para robo el de Miranda. En Lugo, por ejemplo, a Góngora se le caen los huevos en la línea de gol y los offside pueden llegar a ser dudosos, pero lo de Juanse es que aún no entiendo el motivo.
-Yo creo que sí, también. Sí. Es que suponía el 0-1 y nos lo anularon por la cara. Y sí, en Lugo los fuera de juegos podrían ser por centímetros y Góngora tuvo que haber despejado antes. Sí, sí, puede ser.
-Habla del no ascenso ante el Lugo, donde seguía siendo el preparador físico hasta que vende Muñoz y ...
-.... llegan los italianos, hacen una limpia bestial y me tengo que buscar la vida. Tenía dos niños, todavía no había nacido Iago, y aunque, gracias a Dios, mi mujer trabaja de gobernanta en el Parador y no teníamos problemas, para vivir se necesita aportar algo.
-Vamos, que se veía fuera de la rueda.
-Sí. Yo ese año colaboraba con la Federación como profesor de la Escuela de Entrenadores y me llaman para ser preparador físico de todas las selecciones gaditanas de fútbol. Ahí estuve una temporada en la que logramos el subcampeonato de Andalucía. Pero, antes de todo eso, al principio de esa pretemporada, el que me llama es David Vidal para ir al Xerez en Segunda B, pero al mes y pico bajan administrativamente a Tercera al equipo y nos vamos. Me iba a quedar con él pero no le sale nada y a mí me salió lo de la Federación. Allí estoy hasta que a final de ese año me llama Paco Gallardo, el que jugó en el Sevilla y en el Deportivo de la Coruña, jugaba de extremo, bajito y con rizos.
-Sí, sí. Recuerdo que protagonizó una foto un tanto entre divertida y faltona para los más ñiñiñiñiñi. Literalmente, se la comió a Reyes en la celebración de un golazo. Jajaja
-Pues a ese Gallardo lo había tenido Antonio Calderón en el Huesca y le había hablado de mí. Antes, Antonio me quiso llevar al Huesca pero por circunstancias no se pudo. Pues bien, Gallardo da conmigo y me lleva a Hungría.
-Empieza el trotamundos.
-Ahí empieza el trotamundos, en efecto. Y me voy a un club que en esos momentos estaba empezando.
-¿Cómo fue esa primera decisión de irse a trabajar tan lejos de la familia?
-Obviamente, lo hablo con mi mujer. Le hablo del salario, le cuento que es un equipo de Primera División, pero tampoco sabíamos mucho más.
-¿Qué año era?
-2014. Lo del Xerez había salido mal y esto era una oportunidad en el extranjero y de meterme en esa rueda.
-¿A qué equipo?
-Me voy a el Puskas Academia FC, que ese año estaba por primera vez en la Primera División y con casi todos los jugadores provenientes de la academia más dos o tres extranjeros.
-¿Todos canteranos?
-Todos, todos. Eso se debe a que allí Viktor Orbán, mi 'tío', que era y es el presidente del país, también es el dueño de ese club.
-¡Coño!
-Claro, claro. Con él tengo una anécdota muy buena. Bueno, tengo varias. Pero bueno, a lo que iba. Jeje. El equipo tenía muchos canteranos y logramos mantenernos faltando dos jornadas. Y al siguiente casi logramos meterlo en UEFA.
-¿Quién era el entrenador?
-Un húngaro, Miklós Benczés.
-¿Y qué relación tenía Gallardo con ese club?
-Él era jugador. De hecho, se retiró ese primer año mío.
-Una anécdota con el gran jefe se va a contar.
-Sí, sí. Yo vivía en el hotel Puskas; allí todo es Puskas Stadium, Puskas Plaza... Pues eso, el hotel estaba en Felcsút, que estaba de Budapest como de Cádiz a Conil. Y es ahí donde está la ciudad deportiva de Puskas, que es también donde ha crecido todo el imperio de Orbán.
-Vamos, que no estaba mal allí.
-El hotel estaba a cinco kilómetros de la ciudad deportiva y sí, yo estaba muy bien; las instalaciones eran una barbaridad, con catorce campos de fútbol. Es de las mejores ciudades deportivas que puede haber en Europa. Y resulta que estaba allí después de comer, la una y media, las dos serían. En el hotel solíamos comer los viernes equipo y cuerpo técnico, pero ese día recuerdo que estaban en el hotel solo un cocinero y un camarero en el hotel. Y de repente veo que se abren unas puertas y aparecen unos tíos vestidos de negro, con gafas oscuras... 'Men in Black' total. En cada puerta, un guardaespaldas. '¿Esto qué es?', [y frunce el ceño recordando la situación] le pregunto con los ojos al camarero. Y me responde muy bajito [y lo imita casi susurrando]: 'The Big Boss, the Big Boss'. En frente de donde yo vivía en el hotel había un pequeño lago y una pradera. Aquello era paradisíaco; con caballos corriendo por allí. Y en eso que veo un helicóptero. 'Shup, shup, shup, shup...' y una furgoneta negra de estas Mercedes [dice mientras planea con su mano en señal de aterrizaje]. Y se baja el presidente y del tirón veo que desde el helicóptero (jajajajajajajaja) me hace un saludo y me voy 'pa' él. ¿Qué voy a hacer? Jajaja Me voy para él y me dice.
-En inglés supongo.
-En inglés, en inglés. Y me dice: '-¡Qué, vamos a ganar mañana?' Porque teníamos un partido muy importante para salvarnos. '-Sí, hombre. El equipo lo veo preparado, pero ya sabes como es el fútbol. -Ah, bueno genial. Mucha suerte y tal. ¿Estás contento aquí? -Sí, claro. Muy bien. ¿Y tú de dónde vienes en helicóptero?', le pregunto. Él venía con traje y camisa negra y con una corbata naranja, el color de su partido, el Fidesz, que es de derechas, como el PP. Se estaba cambiando la corbata naranja por una negra y me contesta. 'Mira, vengo de la parte de Rumanía'. Se refería a una parte del antiguo Imperio Austrohúngaro donde son húngaros. Total, que dice. 'Pues vengo de hacer una visita allíííí, también he estado un poco viendo el gas, no sé qué de un viaducto del gas... [Pepe se expresa como la chirigota de Los enteraos del Selu]'. 'Ah, bien, bien', le digo. Nos damos suerte para el partido y bien todo pero me quedo un poco con la curiosidad. Así que me voy a mi habitación, cojo el ordenador, pongo noticias relacionadas con Hungría de RadioTelevisión Española y leo: 'Viktor Orbán le corta el gas a Europa' Jajajajajajajajajaja [se ríe mientras da un pequeño golpe en la mesa].
-Jajajajjajaajajajajajajajajajajaja
-Es que ya en aquella época todo lo que está ocurriendo ahora ya se comenzaba a ver venir.
-¿Cuántos años llevaba ya de presidente en ese tiempo?
-Llevaría ya cuatro.
-Buena democracia allí, ¿no?
-Siempre saca mayoría absoluta.
-¿Y allí estuvo?
-Un año que son dos temporadas porque yo firmo el 2014. Estoy la 13/14 y la 14/15 no la acabo.
-¿Y eso?
-Pues fue un palo para mí muy gordo. Acabé el contrato pero al entrenador, que contaba conmigo, le quedaba un año más, como ahora en Persépolis. Pero no me renovaron. Ese día lloré. Y conmigo mucha gente de allí. No le encontré explicación.
-¿Se supo por qué?
-Nunca lo supe. Fue muy duro porque yo estaba haciendo planes para llevarme a la familia a Budapest; había buscado ya colegios internacionales, casa...
-Pero bueno, como diría un buen amigo mío, Rubén López, la vida se abre camino y siempre sigue.
-Vuelvo a Cádiz y estuve a punto de irme con Abraham Paz a Israel. Primero al primer equipo en el que jugó.
-¿Uno que era el único en mezclar futbolistas judíos con palestinos?
-A ese, a ese. Pero justo ahí él firma con el Maccabi Haifa. Fue una pena porque me entrevisté con el entrenador, que me dijo que me iba a mandar los billetes, pero al final no salió. Así que me quedo aquí y me llama Juanito y me voy con él a Lepe. Nosotros somos colegas de toda la vida, casi hermanos. Además de que hemos sido compañeros. Ayer por cierto estuvo en el homenaje a Joaquín.
-¿Es posible que coincidieran con el Cádiz en Segunda B?
-Claro que sí. Aquí en Carranza empatamos 2-2.
-Entiendo que bajaba en lo económico para ganar en cercanía con Cádiz.
-Hombre, era mucho más bajo ya. Pese a ello, en nada se puede comparar con la actualidad porque el tema económico ha bajado muchísimo en España. Yo, en Segunda o Segunda B, lo que ganaba en esa época ahora no se gana ni en broma. Antes se podría cobrar 2.500 euros en el Cádiz o clubes similares y ahora estarán cobrando los chavales 300, 400 o 500 euros por esas categorías.
-¿Y cómo os fue en Lepe?
-Nuestra idea era que a Juanito le saliera bien para ir hacia arriba. Incluso ese mismo año, echan a no me acuerdo qué entrenador y sonó su nombre para el Betis. Y lo que son las cosas, al final nos echan del San Roque de Lepe en abril y finalmente desciende. Al año siguiente fichamos en Sanlúcar, en Segunda B. También nos sale rana.
-Bonita plaza El Palmar, ¿no? Aunque igual de exigente me da.
-Sí, sí, es bonita. Pero cuando te metes con un tío con ese caché, con ese nombre como Juanito te exigen el triple pero las herramientas que te dan son... En Lepe, por ejemplo, estábamos desde septiembre sin cobrar. Y aún así llegamos hasta abril. Y tú encima exigiéndole a los chavales. Y en Sanlúcar el equipo lo desmantelaron prácticamente entero y venía de ascender. Luego también vendieron, con la Liga empezada, a Cristian, que ahora creo que estaba en el Málaga, y a dos jugadores más. El equipo peleaba y peleaba, pero nada. Ahí nos destituyen en octubre.
-Uff. ¿Y qué hace eso año?
-Cuando me pasaba eso lo que hacía era ser entrenador personal y algunas cosillas con lesionados que me mandaba Joaqui (Acedo) o Lorenzo (Buenaventura), cuando ellos no podían atenderlos. Me sacaba un dinerito y por lo menos estaba haciendo cosas y no tienes la cabeza en otras cosas. También seguía con las clases en la escuela de entrenadores. Así estaba hasta que en Carnavales, en febrero, recibo un mensaje de un jugador mío, Carli de Murga, un chaval de El Puerto que estaba jugando en Filipinas. '-Profe, ¿tú te vendrías a Filipinas? -Pues yo me estoy buscando la vida. Venga. -El entrenador es Vidakovic- ¡Coño! Pues dile a Risto que me llame y me voy encantado'. Total que Risto me llama y me pregunta que si quiero ir y le digo que vale. Me dice que están en pretemporada pero yo tenía un problema y era que mi mujer estaba embarazada de Iago, el pequeño de nuestros tres hijos. Le digo que va a dar a luz a finales de febrero, principios de marzo y que una vez que tenga el hijo voy para allá, pero mientras no, no puedo. 'Te espero', me dice Risto, que es un tío de palabra. Total, que todos los días yo sacando a mi mujer a andar para arriba y para abajo jajaja y llega el día que lo tiene y me dice mi mujer Laura, que es una campeona: 'Mándale un mensaje a Risto y vete para allá ya mismo'. Y a la semana estaba volando para Filipinas.
-¿Dónde está Risto ahora?
-En Singapur. En el mejor equipo de allí, en el City Sailors, juega la Champions de Asia.
-¿Y cómo se llamaba el equipo de Filipinas al que va?
-Ahí estuvo Bienve.
-Claro. Bienve, Fernando Rodríguez, que jugó en el Sevilla, en el Cartagena; Súper, que jugó en el Betis. Estuvo también Toni Doblas. Todos estos los llevaba Carli de Murga, que era el capitán del equipo y tenía la conexión. Hacemos un año fantástico; ganamos la Liga, ganamos lo que sería la Europa League del Sureste Asiático, la AFC Cup.
-¿Cuántos años allí?
-Un año también, pero igual que en Hungría. Dos temporadas.
-¿En qué ciudad vivía?
-Vivíamos en Manila, pero jugábamos en Bacólod, una ciudad costera de la isla de Negros, de la provincia de Negros Occidental, una isla de las siete mil que hay en Filipinas y que está a unos 1.000 kilómetros de Manila.
-No me quiero imaginar una temporada allí.
-Fue un galimatías, macho. Estábamos todos los días viajando en avión y autobuses. Lo bueno es que el dueño del equipo es el dueño de Ceres, una línea de autobuses que es la más grande que hay en Filipinas. Él transportaba al equipo y a los aficionados, entonces íbamos como las peñas antiguamente. Pero la experiencia fue muy buena porque en Asia arrasamos. Ya te digo, ganamos este título de la AFC (Confederación Asiática de Fútbol) y también la Liga. Y nos clasificamos para la Champions, que tengo una anécdota muy buena porque la Liga allí acaba en diciembre. Es más, yo llegué a España un 23 de diciembre, a lo justo para la celebrar las Navidades. Entonces, claro, acaba nuestra liga, nos vamos de vacaciones pero estamos clasificados para la previa de Champions. En aquel momento, Filipinas no tenía acceso directo a la fase de grupos. No tenía cupo. Y nos toca el campeón de Myanmar, la antigua Birmania. Y vamos a jugar el partido con una semana de entrenamiento nada más. Porque creo que jugábamos el partido el 15 de enero y nosotros volvimos a Filipinas el día 5 o 6 de enero.
-¿A partido único?
-Sí, sí. Y encima fuera. Total, que vamos a este partido de aquella manera. Treinta y tanto grados en Myanmar, una 'caló' de p. madre y... nos suena la flauta y nos ponemos 0-1 ganando. Nos empatan en el minuto 97. Prórroga. Llegamos a la tanda y nos salva Toni Doblas. Pasamos la eliminatoria y nos toca Australia, a Brisbane, que es la Costa de Oro. Yo veía el mapa para ver cuánto había de Manila a Brisbane y parecía como dos horas de vuelo.
-¿Australia juega la Champions de Asia?
-Sí, sí. Desde hace años ya no juega con Oceanía. Así que nos toca Brisbane, que el entrenador era por cierto este que jugaba en el Osasuna, John Aloisi. Vamos para allá pensando que nos van a meter seis o siete. A partido único también. Ganamos 2-3. Contra todo pronóstico. DOS - TRES [se llena tanto la boca recordándolo que parece que lo está viviendo otra vez]. DOS - TRES. Algo histórico. Nos quedamos tres o cuatro días allí en Australia porque el dueño del equipo era potente y dijo 'tres días aquí de fiesta'. Y además Brisbane es una ciudad espectacular, con unas playas espectaculares y muy urbana como Cádiz. Ehhh Jejeje Lo pasamos fenomenal. Había un chiringuito en una calle como si fuera la calle Ancha de Cádiz. ¡Ahí me pegué los tres días yo! Jajajaja
-Jajajaja ¿Y los jugadores igual?
-Bueno, los jugadores hicieron algo más de turismo. Yo me quedé con el 'team manager', que era el que llevaba los dólares. Dije, 'yo de este no me separo'.
-Jajajaja
-Echamos allí tres días espectaculares. Con gafa de sol, camisas hawaianas... Pero lo que te decía, yo veía el mapamundi y de Manila a Brisbane parecía haber dos horas de avión nada más, pero eran ¡doce! ¡Doce horas de avión! Yo no me lo explicaba. Para colmo, después a la vuelta, tuvimos que hacerla por Sydney y parar en la otra ciudad que está en la otra punta de Australia, cómo se llama, joe. Que es igual que el de la teoría de la evolución de mono.
-¿Darwin?
-Eso. Paramos en Darwin... Bueno, un rollo de viaje. Y ahora venía la tercera y definitiva eliminatoria para meternos en la fase de grupos de la Champions asiática. Y nos toca el Tianjin chino de Paulo Sosa, el portugués.
-No me diga más. A partido único y en China seguro.
-Así fue. Y además, en enero. Pleno invierno y nosotros en Manila a 35 grados. Y todo en una semana. Y para colmo, el 'team manager' no había pensado que íbamos a llegar a la tercera eliminatoria y no preparó los visados con lo que tuvimos que viajar el mismo día. Incluso, el presidente de Filipinas, otro personaje como Orbán, cómo se llama, ¡Duterte!
-(Interrumpo) Uff, no es nadie ese. Que se lo digan a los que andan con drogas... ¿Qué hizo?
-Ese, ese. Pues resulta que Duterte es amigo íntimo de mi presidente de Ceres-Negro, Leo. Y entonces, Leo llama al presidente y le cuenta el problema de los visados y resuelve Duterte mandarnos un avión militar y hablar él con China para que nos dejasen aterrizar en Beijing. La Federación nos lo permitió, pero tuvimos que volar el mismo día del partido. Llegamos a las siete de la mañana al hotel Carlton de Beijing y el partido era a las tres de la tarde. Con ropa de verano y allí con menos tres grados. Imagínate. Me acuerdo que llegamos al hotel y bueno, bueno... El campo, congelado. 30.000 personas, lleno. Pero congelado. Y nosotros, igual que siempre y pensando que si hemos ganado a los unos y a los otros, por qué no íbamos a poder con estos. El partido estuvo igualado e incluso tuvimos una para hacer el 0-1, pero perdimos 2-0. Con ellos estaba jugando el brasileño Alexander Pato, también este de los rizos del Atlético de Madrid, Witsel, y también un delantero francés negro y grande que marcó los dos goles, Modeste.
-Bien 'jugao'. ¿Qué año fue eso?
-La temporada 2018.
-¿Y cómo acaba esa temporada? ¿Y qué tal en lo personal? ¿Se echaba de menos mucho a la familia?
-Ganamos la liga filipina y bueno, mi mujer y mis hijos se vinieron tres meses a Manila, el verano entero. Y estuvimos muy bien.
-Y acaba contrato.
-Lo acabo, me vengo para España y a los dos meses de estar aquí tengo una llamada. Recuerdo que venía de la playa y me llama un amigo preparador físico que había estudiado la carrera conmigo. Él es el preparador físico de Sergio Lobera, que ha estado en China y ahora en la India; antes en Lepe y en Las Palmas. En resumen, que este amigo me llama y me dice. 'Quillo, te va a llamar Masoud Shojaei, que jugó en el Osasuna, un iraní. ¿Tú irías a Irán?' Le digo que sí. 'Pues te va a llamar'.
-Creía yo que su contacto en Irán era otro.
-No, espera. Tú dices Nekounam. Te cuento.
-Claro, claro. Que también jugó en el Osasuna.
-Eso es, pero espera, espera. Mi amigo me dice que me va a llamar Masoud Shojaei y yo le digo: '-¿Pero Masoud todavía juega? -Sí, claro. Juega todavía. -Pero, coño. Si esta noche se juega España - Irán del Mundial y en la tele'. Que lo vi aquí precisamente (se refiere a Nacho, la cafeteria Mare Nostrum de Asdrúbal donde se desarrolla esta entrevista).
-Exacto, el Mundial de Rusia.
-Así es, el del 2018. Y me dice. '-¡Claro, si juega él! -Coño'. Total, que vengo aquí a ver el partido y el día siguiente llamo a mi amigo para decirle que no me ha llamado. 'Quillo, es que está liado en el Mundial', me responde con lógica. Pero a los dos minutos de esa conversación el que me llama es Nekounam.
-¿Que también jugaba?
-No, era el entrenador. Lo que pasa es que Nekounam había llamado a Masoud para decirle que necesitaba un preparador físico. Y por ahí viene la conexión. Me llama Nekounam y le digo que sí, que me voy. Y en cinco días me fui para Irán. A la pretemporada del Nassaji Mazandaran.
![Losada es ya una eminencia en el fútbol iraní, donde este año ha hecho triplete.](https://s2.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/provincia/2023/06/07/pepe-iran-cadiz-U48087648801WKk-624x385@abc.jpg)
-¿Dónde vivió ese primer año?
-La ciudad de ese equipo se llama Qaem Shahr, pero nosotros entrenábamos y vivíamos en Teherán.
-¿Y a cuántos kilómetros estaba una ciudad de otra?
-A unos 400. Lo que pasa es que solo íbamos a esa ciudad a jugar los partidos. Pasaba igual que en Filipinas, que entrenábamos en Manila pero jugábamos en Bacólod. El equipo donde voy ese año era un histórico que llevaba veinte años en Segunda y había ascendido a Primera y logramos mantener la categoría. Hago medio año con él hasta que Nekounam se pelea con el presidente y se va y viene otro entrenador que se llama Majid Jalali, ya más mayor, con sesenta y pico años y que había sido seleccionador. Y con este creo un vínculo porque al año siguiente nos vamos juntos al Gol Gohar, otro equipo de la liga iraní. Y en este caso igual, entrenamos en Teherán pero jugábamos en este caso a 1.000 kilómetros, en Sirjan. Por ejemplo, si jugabas el sábado, pues te ibas el miércoles. Ese equipo también era el primer año que jugaba en Primera y lo mantenemos. Actualmente, es uno de los equipos más potentes a nivel económico. Ese año es la pandemia.
-¿Le coge allí?
-Me coge allí, pero tengo la suerte de llegar aquí el 15 de marzo, día que cierran las fronteras. La liga para, pido permiso al club y me lo da para venirme. La competición se reanuda en mayo y acabamos en agosto. Y ese mismo agosto me llama Antonio Calderón y me voy con él a la Balona y ascendemos a Primera RFEF. Dejamos atrás al Córdoba, al Recreativo de Huelva, a Marbella... Ese fue el último año de Segunda B que al siguiente se crearon las nuevas categorías. Hacemos un año muy bueno en La Línea y estábamos muy a gusto porque yo vivía en Cádiz; solamente me quedaba un día a dormir en La Línea. La verdad es que sacamos un muy buen rendimiento a un equipo que tenía un presupuesto más bien cortito. Ascendimos dos jornadas antes en el campo del Murcia, en La Condomina. Pero ya entonces Antonio me dice que tiene una oferta para ir a Salamanca e incluso bajando una categoría.
-¿A qué Salamanca, porque allí tienen una montada parecida a la que tienen en Jerez?
-A la Unión Deportiva Salamanca, que es en teoría el que cogió todo del histórico; tiene el escudo, el estadio, todo. Pero nos salió muy mal. Como te he contado antes, cuando vas a un equipo y te prometen cosas (fichajes) y al final no gastan en lo que tienen que gastar. Al final, como el Cádiz cuando estaba en Segunda B, si no gastas bien al final se paga.
-¿Y hasta cuándo duró la aventura charra?
-Hasta febrero o marzo. El equipo terminó descendiendo sintiéndolo mucho. Es que cuando no hay más cera de la que arde al final, por mucho cambio de entrenador que hagas, se baja. Por mucho que el club se ponga a gastar a mitad de temporada, ya van tarde.
-Y otra vez sin equipo. ¿Qué hizo?
-Estaba ya en mayo o junio; recuerdo que en marzo sale Jesús (Casas) de la selección y como tenemos amistad acordamos ir juntos en el próximo proyecto que nos pueda salir. Tuvimos opciones de ir a un equipo en Arabia Saudí y también a Grecia, pero no cuajaron. Durante ese verano también nos sale la opción de irnos al Nassaji de Irán. Nos reunimos con el que fue mi presidente en Barcelona y dejamos el acuerdo muy encarrilado pero le faltaban flecos. Pero unos días después me llama Yahya Golmohammdi, entrenador del Persépolis, para que me fuera con él. Eso era un transatlántico. Hablo cara a cara con Jesús y me dice. 'Vete corriendo. Firma ya'. Y la verdad es que fue un acierto y tengo que darle las gracias porque a lo mejor otros me hubiera dicho que me esperase a ver si salía algo. Jesús entendió perfectamente la situación.
-Y vuelve dos años después a Irán pero a un club más importante.
-Allí Persépolis es como un Real Madrid o un Barcelona. Allí hay dos grandes, Persépolis y Esteghlal, los dos de Teherán. Después están Sepahan, que es de Isfahan. También está el Tractor, que es de una ciudad del norte, de Tabriz, y que ahora lo entrena Paco Jemez. Otros son Gohar, Foolad… Hay cuatro o cinco equipos que son los más potentes económicamente. Estamos hablando que pueden pagar un millón de euros a un jugador. Para mí era un reto ir a Persépolis; además venía de no ganar nada en el año anterior. Mis amigos de allí me decían que Yahya estaba bajo mucha presión porque tenía que ganar un título ya.
-¿Cuántos años llevaba él?
-Él llevaba tres años. En los dos anteriores había ganado la Liga. Anteriormente estaba de entrenador Calderón, el argentino.
-¿El que jugó en el Betis?
-Ese, ese. Pues Yahya llega y gana dos ligas, una Supercopa y queda segundo en la Champions, pero ese año anterior que yo llego no gana nada. Entonces, apuesta por tener un cuerpo técnico extranjero y me lleva a mí como preparador físico y a dos brasileños como entrenador de porteros y como segundo. Y más o menos mantiene a la plantilla, que cuenta con cinco o seis jugadores de la selección.
-¿Y cómo fue el año?
-Tuvimos un inicio un poco dubitativo, pero en el primer parón de selecciones en octubre ya nos ponemos primeros y así estamos hasta el siguiente parón, el del Mundial. Pero en el mes de febrero tenemos un par de resultados malos y un tercero que nos mató porque fue en casa y ante un equipo de abajo. Y caemos al tercer puesto.
-¿Y cómo es la hinchada iraní cabreada?
-Ufffff, Buuuuuuufffffff. Buaaaaaah
-Jajajajajajaja [y aquí me río junto a sus padres, que se han sumado a la mesa ya que habían quedado con su hijo para tomar algo].
-Son muy calientes, muy calientes. Y exigen mucho. Y además la prensa, los medios de comunicación, las radios la televisión están muy encima. Bueno, es que aunque parezca mentira, tengo que decirlo. Yo soy famoso en Irán Jajaja. Yo no puedo salir a la calle de una manera normal por así decirlo porque la gente me conoce. Cuando voy a un restaurante, a un sitio público me tengo que parar para hacerme fotos, firmar cosas…Tengo que estar con eso. Pues ese mes de febrero fue muy malo. Y creo que fue porque nos vimos campeones al tener cinco puntos de diferencia con el segundo y ocho al tercero. Pero perdimos tres partidos y un empate y se dio la vuelta a la tortilla. Me acuerdo que nos reunimos el cuerpo técnico con los jugadores y nos dijimos. 'Quedan siete jornadas y la única solución es ganarlo todo y esperar a ver lo que pasa. Y en Copa –que estábamos en cuartos de final- ya veremos lo que pasa'. Total, que ganamos los siete partidos de liga, pincharon los rivales y nos proclamamos campeones en la última jornada con un punto de diferencia.
-¿En casa?
-No, en el campo de Nassaji precisamente. Fue una alegría enorme.
-¿A quién terminó finalmente fichando el Nassaji por curiosidad?
-A otro español, Carlos Linarejos.
-¿Y qué pasó con la Copa?
-Pues la misma semana que ganamos la liga nos tocó jugar los cuartos, que ganamos 2-1. Ganamos la semifinal, que la ganamos fácil, 1-3 fuera de casa. Y la final, que fue ante nuestro archirrival, el Esteghlal, con Ricardo Sa Pinto de entrenador, el que estaba en la Real Sociedad. Estadio lleno, 60.000 personas. Las gradas a rebosar, abarrotadas. Pues nos vamos al descanso ganando 1-0, nos empatan en el 111' y en la segunda parte de la prórroga marcamos el segundo, el de la victoria. ¡Y para Cádiz!
-Olé. Y bueno, ¿cómo es vivir en Teherán?
-Pues mira, tuve suerte porque al principio estuve siete meses viviendo en un hotel de cinco estrellas, muy bien y muy cómodo hasta que creo que fue en febrero o marzo que me dice el club. 'Oye, por favor vete a un piso que nos estás saliendo muy caro' Jajajajaja ¡Y eso que no había cerveza como en el Puskas, que allí tenía hasta un cóctel Pepe que me hicieron los camareros!
-Jajajajajajajajajajaja ¡Qué grande!
-Y bueno, después del hotel me fui a vivir a una casa que estaba al lado, a un barrio muy bueno. En Teherán hay barrios muy potentes; me refiero económicamente. La sensación puede ser la misma que estando en Madrid, Londres o París. Lo que pasa es que no hay alcohol y hay otras costumbres, evidentemente. Pero hay muy buenos restaurantes y las mujeres van por allí como puede ir mi madre ahora mismo [y mira a su señora madre, que como es normal va vestida al más puro estilo occidental y obviamente con el pelo al descubierto].
-De hecho, no hace mucho, antes de la Revolución, Irán se preciaba de ser una democracia muy occidental y donde las mujeres podían ir hasta con minifaldas.
-Eso es, en los 70. Este año hubo una movida gorda en octubre; que mataron a una chica, Mahsa Amini, por no llevar el velo.
-¿Ese suceso rebajó la presión del Régimen?
-Ahora mismo, muchas mujeres van como quieren en según qué zonas. Y no es que haya más libertades, pero como el Gobierno está hasta aquí [y se señala el cuello]; inflación, presiones, tiene a Estados Unidos y la comunidad internacional ahí, sanciones económicas… Pues como que se ha visto obligado a rebajar un poco la intensidad. Por ejemplo, hoy mi agente ha ido al club a recoger lo que me quedaba de mi salario por cobrar y ahora para transferirme el dinero no lo puede hacer desde un banco en Irán, sino que tiene que hacerlo desde Turquía, Arabia o Emiratos. O sea que es complicado sacar el dinero de allí. Pero la vida después allí es normal. Es otra cultura, como puede ser Turquía, que está más cercano.
-¿Cómo era un día normal en su vida?
-Pues mira, como en Ramadán tuvimos las mañanas libres porque pasamos a entrenar por las tardes, yo lo que hacía era irme a desayunar a una cafetería de un centro comercial y allí me ponía con mi ordenador a trabajar en la tesis doctoral que estoy acabando. A las dos volvía a mi casa, comía algo y a las tres me recogía el chófer para ir a entrenar. Y la vuelta, a las ocho o nueve. Tranquilidad.
-Cuénteme eso de la tesis en la que está trabajando. ¿En qué Universidad la presenta?
-En la Pablo Olavide. La empecé en la UCA, donde leí la tesina con Jesus Mora, pero la tuve que aparcar porque ya empecé en el Cádiz y me metí en el fútbol. A los años, hace cuatro o cinco, me llaman unos profesores conocidos míos de la carrera y me preguntan que si me quiero reenganchar a la tesis. Les digo que vale.
-¿Sobre qué es la tesis?
-Yo siempre la quise orientar al fútbol. Y es sobre un sistema que va en las botas del jugador que registra la carga técnica y la carga física. O sea, igual que los GPS que registran la distancia recorrida, las aceleraciones, velocidades, etc. Pues esto también lo registra además del número de toques, de pases, lanzamientos, con quién tú conectas en tu equipo…
-¿Me está diciendo que podría tener la patente?
-No, hombre no. Eso ya está inventado y se llama 'Playermaker'. No es una patente, es una marca. Yo lo que hago es investigarlo porque no hay muchas investigaciones dado que la FIFA no deja usarlo en partidos oficiales. ¿Y qué es lo que hice? A mí eso me cayó en las manos estando en la Balona y como buen gaditano hablo con el que lleva la marca en España, que es de Melilla. Y me dice: '¡Tú ponlo. Si el árbitro te dice algo tú le dices que son para los cordones!'. Y eso hice. Soy el único que ahora mismo puede decir que tiene datos oficiales de partidos con esa herramienta.
-Hablemos del futuro más cercano. ¿Dónde se ve esta pretemporada?
-Acabo de terminar contrato, pero mi entrenador, al que le queda uno, cuenta conmigo. Además, creo que tiene ofertas del extranjero (Emiratos, Arabia…) y me ha dicho que esperemos a ver. Si no le dan en el club lo que él quiere, porque el equipo se ha clasificado para la Champions de Asia, que este año con los equipos de Arabia con Benzema, Ronaldo, Sergio Ramos (que podría ir) and Com-pany va a subir mucho el nivel, pues igual no sigue. Porque él quiere ser campeón de Asia con Per-sépolis. Quiere un buen presupuesto de plantilla, buenos fichajes, hacer la pretemporada fuera… Y si no se lo dan es posible que acepte una de las opciones que tiene fuera.
-Hablemos de aquí. Este año en el Cádiz ha habido muchísimas lesiones y hasta Vizcaíno ha comentado que lo de la preparación física «es un tema a tratar». ¿Se ve algún día en Carranza?
-Yo he tenido hasta dos ocasiones de poder ir, incluso me he reunido una vez con Vizcaíno. Creo que fue en su primer año, estando yo en Hungría. Lo que pasa que no se dieron las circunstancias. Después tuve un par de opciones de volver pero tampoco se dieron. Todo sería cuestión de hablarlo. Independientemente de ello, creo que hay muy buenos profesionales en Cádiz y con mucha experiencia, no solo yo. Por dar un nombre está Joaquín Acedo y muchos compañeros más, gente muy válida que podría estar ahí. Lo que pasa es que es el club el que tiene que dar el paso definitivo de confiar en gente de aquí y que por lo que sea está fuera.
-Sería bueno gaditanizar desde dentro el Cádiz y poder contarlo. Don José, ha sido un placer.
-Igualmente.