La patronal anuncia «acciones» para exigir que se reactive ya el desdoble de la N-IV

La autopista A-4 entre Cádiz y Sevilla se convierte -cada vez en más fechas, cada vez en más tramos- en una especie de avenida, con una densidad de tráfico impropia de una vía de alta capacidad y la peligrosidad añadida de ser una vía de alta velocidad.

Esta situación no deja de crecer desde que se eliminara la obligación de pago de peaje en el último punto con barreras, en Las Cabezas de San Juan, con el primer minuto del 1 de enero de 2020.

Esta situación, creciente, ha provocado situaciones de colapso en la vía, en forma de largos atascos, en numerosas ocasiones durante el pasado verano. La patronal gaditana considera que el empeoramiento seguirá mientras no se creen alternativas. Entre ellas, entiende como esencial la culminación del desdoble de la N-IV entre el aeropuerto de Jerez y Los Palacios.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, incluso anuncia «acciones» reivindicativas para desatascar una A-4, «desbordada» según aseguró en una entrevista concedida a Canal Sur Radio.

Para el presidente, esta situación tan perniciosa para el transporte, en particular, y la economía gaditana, en general, tiene el agravante de ser «previsible antes de la eliminación del peaje» y cíclica porque se reproduce sin solución en distintos momentos de cada año. «No vamos a esperar al mes de mayo de 2023 para volver a decir que la situación es insostenible y reclamar el desdoble», matizó.

Aunque no ha definido qué medidas de protesta o reivindicación emprenderá el colectivo empresarial gaditano, afirma que llegarán y pronto para hacer ver al Gobierno que la situación de la A-4 es insostenible en muchos momentos del año, coincidiendo con las operaciones salida y retorno, los puentes y periodos vacacionales o, en general, la temporada turística alta, esencial para el tejido productivo en la provincia de Cádiz.

Sánchez Rojas insistió ante los micrófonos de Canal Sur Radio en que el desdoble de la N-IV es urgente e imprescindible, así como una de las escasas alternativas que la provincia tiene para empezar a poner al día su endémico retraso en infraestructuras de transporte.