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«Los días de invierno entre semana no pasan por aquí ni los fantasmas»
La peatonalización del tramo del Paseo Marítimo entre el hotel Playa y Cortadura, que cumple cinco años de vida, no contenta por igual a vecinos y hosteleros
Imagen actual del tramo del Paseo Marítimo de Cádiz entre el hotel Playa y Cortadura
Este verano se cumplen cinco años de la peatonalización del tramo del Paseo Marítimo de Cádiz entre el hotel Playa y Cortadura. La imagen es otra. Diferente. Y tocaba dar un paseo por ese quinto aniversario para dar voz a vecinos y hosteleros de la zona, voces autorizadas para valorar mejor que nadie qué ha supuesto ese cambio del que tanto se habló durante junio y julio 2019.
Esa peatonalización fue la primera gran actuación para el calmado del tráfico que llevó a cabo el equipo de Gobierno de José María González 'Kichi'. La peatonalización de la Plaza de España fue la segunda.
La primera iniciativa fue una realidad durante el mes de junio de 2019, pero puede tomarse el 1 de julio como la fecha simbólica de la gran inauguración. Desde la delegaciones de Tráfico y Movilidad se informó a los propietarios o arrendatarios de garajes que, para poder tener acceso a estos, necesitarían desde ese día una autorización específica que se debió tramitar en al Delegación municipal de Tráfico.
Ese nuevo Paseo Marítimo de Cádiz, con todos sus cambios ya más que asimilados por todos, cumple en este 2024 cinco años de vida y no contenta por igual a vecinos y hosteleros.
Se les pide que aporten de primera mano si la apuesta municipal fue positiva o negativa más allá de haberse reducido la contaminación ambiental, el ruido, y eliminar barreras arquitectónicas mejorando el paseo propiamente y la calidad estancial de ese entorno.
Se pueden establecer dos bandos: el de los vecinos, que aplauden el cambio; y el de los hosteleros, que no lo celebran tanto al asegurar que no ha habido precisamente mejoras en las cuentas.
Las alineaciones son las siguientes: José Manuel Leal y Raúl Cueto por parte de los hosteleros; y Andrés y la pareja conformada por Julio y Rosa por parte de los vecinos.
Ruedan las palabras. José Manuel Leal, Manolo, del restaurante La Vendimia, no se muerde la lengua que le permite comer. Manolo es muy conocido en Cádiz porque fue el creador de los 'Saray' en el último cuarto del siglo pasado. La Vendimia, que abrió en 1999, se ubica en uno de los locales que ocupaba esa cadena de hamburgueserías.
«El nuevo Paseo Marítimo como ciudadano es maravilloso, la gente viene a pasear, con sus patinetes y sus bicis, pero comercialmente hablando el cambio ha sido nefasto. Nos han marginado. La noche, nula, ha desaparecido», lamenta este histórico hostelero.
Manolo va más allá con sus críticas: «La noche la han finiquitado, por aquí no se acerca nadie de noche como no sea en vehículo. La prueba es que algunos negocios se están convirtiendo en pisos turísticos. Algunos, como es nuestro caso, aguantamos porque somos negocios familiares. Y llevamos años resistiendo porque no hay otro sitio al que ir ni otra cosa que hacer».
«A la hostelería, al menos por lo que yo puedo decir, no nos ha beneficiado la peatonalización de esta parte del Paseo Marítimo. La gente quiere ir hasta la misma puerta con su coche. Lo saben bien los grandes centros comerciales y por eso lo primero que se hace es construir grandes zonas de aparcamientos. Calle a la que se le quita el trafico, calle muerta», sentencia Manolo. «A la gente le gusta ir en coche hasta la puerta», insiste. Y añade: «De día, con sol y en verano, se resiste, pero de noche y en invierno estamos listos de papeles».
«Un paseo como este para el ciudadanos es perfecto, ideal, pero para el comerciante es bien diferente. Los días de invierno entre semana no pasan por aquí ni los fantasmas. Han caído negocios y los que resistimos lo hacemos a duras penas. Nos interesa sol y tráfico, pero insisto que para los ciudadanos es algo maravilloso», concluye Manolo remarcando mensajes.
Julio y Rosa son dos vecinos a los que se les iluminan los ojos al valorar el cambio: «Vemos muy bien la transformación que ha habido, el Paseo Marítimo ha mejorado muchísimo. Para los negocios a lo mejor no ha sido tan positivo, pero nosotros, los vecinos de la zona, estamos muy contentos con el cambio».
«Este tramo del Paseo, muy extenso, es ahora mucho más amable. Hay más ambiente, más gente paseando, haciendo deporte, ha mejorado en todos los sentidos. Antiguamente la gente no pasaba del hotel Playa y había más vida en la otra parte del Paseo. Las cosas han cambiado. Aunque está claro que hay días y días. Y que no es lo mismo el verano que el invierno», destacan.
«La velocidad a la que van los patinetes eléctricos es lo único que vemos con malos ojos. Es un peligro diario, hay gente que va excesivamente rápido sin tener en cuenta que por aquí pasea personas mayores y juegan niños», denuncian estos vecinos.
Respecto al aparcamiento, Julio y Rosa afirman tener plaza en un garaje: «Probamos con lo de la tarjeta de residente, pero al final nos borramos porque contábamos con la plaza. La mayoría por aquí tenemos plazas en garajes, porque si no sería difícil aparcar. La verdad es que hay poco espacio para dejar el coche, aunque antes tampoco es que hubiera demasiado».
Andrés apunta con sus palabras en la misma dirección: «Soy vecino de la zona y puedo afirmar que el cambio, para mi gusto, ha sido un éxito. Puedo bajar con mis nietos, que paseen con sus bicicletas, pasear tranquilo... por aquí es eso, que estoy tranquilo, porque si pasa un coche sé que va despacio».
«Diría que los hosteleros han ganado también con el cambio, ganaron una fila o dos de mesas en las terrazas en la época de la Covid-19 y eso no se ha retraído. Creo sinceramente que hemos ganado todos.. menos ruidos, más tranquilidad, es una gozada. Cruzas a la playa y cruzas sin problemas. Esto de la peatonalización debería extenderse a más zonas de la ciudad, no sólo al Paseo Marítimo», propone Andrés.
Raúl Cueto, propietario del Grupo Arsenio, tiene tentáculos por varias zonas de Cádiz. Y en ese tramo peatonalizado del Paseo Marítimo regenta desde hace años el Arsenio Manila.
«Nosotros no hemos notado mejoría excesiva en las ventas», resume con las cuentas en la cabeza. «Es verdad que el Paseo es ahora más amable de pasear en ese tramo en el que tenemos el Arsenio, pero no ha habido un gran incremento de ventas», destaca Raúl Cueto.
«Las terrazas son más amables, creo que se puede considerar que la ciudad es más moderna en ese aspecto. Por contra, veo descontrol en el tráfico, aún no se ha conseguido cierta normalidad. Los patinetes eléctricos y las bicicletas, además, son un gran peligro para los clientes y para los vecinos, especialmente los mayores, que entran o salen de sus casas. En lo meramente económico, no ha habido grandes mejoras. Al menos en mi caso, en el Arsenio, no ha habido una ampliación de la terraza, tenemos las mismas mesas que antes», concluye.
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