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El parking subterráneo que se proyecta en la plaza de Sevilla contará con 900 plazas
El gobierno local de Bruno García también pretende acometer la urbanización del Parque de la Muralla, que es una de las actuaciones que se enmarca dentro del Plan Plaza de Sevilla y que lleva décadas sin desarrollarse
El PP propone la creación de más 1.500 nuevas plazas de aparcamiento y abaratar el precio de la zona azul y naranja
Crear más de 1.500 nuevas plazas de aparcamiento en Cádiz. Ésta fue una de las promesas que anunció Bruno García en plena campaña electoral, antes de hacerse con el bastón de mando de la ciudad. Más de 1.500 plazas repartidas en tres proyectos para solventar uno de los grandes problemas que, a su juicio, tiene la capital gaditana.
Fue el 18 de mayo de 2023 cuando el entonces alcaldable informó de su intención de poner en marcha esos tres proyectos, con plazas destinadas preferentemente a residentes pero con previsión de dar cabida a los visitantes para que estos no accedan en coche al casco antiguo.
Uno de ellos se materializaría donde actualmente se encuentra la zona naranja y la zona azul en la avenida de Astilleros, edificando un estacionamiento en superficie, con planta baja y dos en altura, además de un jardín vertical en su fachada.
El segundo de los proyectos a los que se comprometió es también un aparcamiento en altura, y señaló para su emplazamiento hacia el aparcamiento que gestiona Emasa en el interior del muelle pesquero, por lo que se debe contar, claro está, con el beneplácito y la colaboración de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz.
Y el tercero se trata de un aparcamiento subterráneo que se construiría bajo la futura zona verde que se proyecta en la plaza de Sevilla, esto es, en el Parque de la Muralla, en los terrenos anexos a la antigua estación de trenes. Un proyecto que, según ha podido saber LA VOZ de Cádiz, implica la construcción de un parking de 900 plazas, además de la urbanización del Parque de la Muralla, que es una de las actuaciones que se enmarca dentro del Plan Plaza de Sevilla y que lleva décadas sin desarrollarse.
Para tal fin, como ya informó este medio el pasado 1 de septiembre, el gobierno local pretende iniciar en los próximos meses todos los trámites pertinentes para sacar adelante el proyecto del Parque de la Muralla, que incluirá ese aparcamiento soterrado y que, además de para mitigar la falta de plazas de estacionamiento de vehículos en la ciudad, servirá también para «ir haciendo realidad un plan como el de la plaza de Sevilla que lleva tantos años paralizado», ha manifestado el propio alcalde a LA VOZ de Cádiz. Y es que dicho proyecto de aparcamiento subterráneo permitiría obtener financiación para poder destinarlo a la ejecución de ese nuevo espacio verde del Parque de la Muralla que se levantaría en la superficie, y que cabe recordar está incluido dentro de la remodelación de todo el entorno de la plaza de Sevilla.
Asimismo, el equipo de Gobierno ya ha solicitado a la empresa que presentó al Consistorio gaditano la propuesta del proyecto que realice mejoras en el mismo, por lo que se está a la espera de que en las próximas semanas sea entregado el proyecto modificado para su revisión. En este punto cabe precisar que este procedimiento se llama de instancia de parte, es decir, una empresa presenta un proyecto y ahora el Ayuntamiento gaditano tendrá que ultimar un pliego en base a las características técnicas y sacarlo posteriormente a licitación.
Un proyecto que se guardó al no obtenerse fondos Next Generation
En diciembre de 2022, el equipo de Gobierno deJosé María González 'Kichi' anunció la presentación de un proyecto, en colaboración con la Universidad de Cádiz (UCA), a la convocatoria de subvenciones para la renaturalización de ciudades con fondos europeos Next Generation. El Ayuntamiento tenía intención de crear un nuevo espacio verde amplio, de unos 35.000 m2, en el casco histórico, justo en el entorno de la plaza de Sevilla, como ya recoge el actual PGOU. No obstante, el proyecto se quedó sobre el papel al no obtenerse la financiación europea, que rondaba los cuatro millones de euros.
Un nuevo parque que se pretendía convertir también en un laboratorio vivo donde trabajaría la UCA para investigar los procesos por los cuales un espacio urbano y asfaltado puede ser restaurado en un espacio verde, biodiverso y funcionalmente ecológico.
