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Óscar Torres: "¿Qué prisa tenía Bruno García en darle 15,3 millones de euros a los bancos?"
Torres presenta un documento del Ministerio de Hacienda, fechado una semana después del Pleno del 3 de mayo sobre el remanente de tesorería de 2023, que especifica que las reglas fiscales estaban suspendidas en ese ejercicio, por lo que no existía obligatoriedad de amortizar deuda
El portavoz del grupo municipal socialista esgrime que el alcalde tomó esa decisión porque «carece por completo de proyecto de ciudad y de proyectos reales en los que invertir ese dinero»
El equipo de Gobierno destinará 15,3 millones de euros a amortizar deuda
Fue el pasado 3 de mayo cuando el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz aprobó en sesión plenaria, sin el apoyo de la oposición, destinar 15,3 millones de euros del remanente de tesorería del ejercicio 2023 a amortizar deuda que el Consistorio gaditano tiene contraída con varias entidades financieras. Una decisión que fue muy criticada tanto por el PSOE como por Adelante Izquierda Gaditana al no destinarse esa elevada cuantía a inversiones y a proyectos de la ciudad. Desde el Gobierno de Bruno García se defendió que esta operación permitiría contar con «unos presupuestos más sociales sin recortar en nada y sin subir impuestos», ya que con ella se garantizaba «una importante minoración de los gastos». No obstante, la decisión de pagar deuda a los bancos la motivaba, fundamentalmente, el desconocimiento, en ese momento, de si el Ministerio de Hacienda permitía emplear o no ese montante en cuestiones distintas a la amortización de deuda o a compromisos ya adquiridos, tal y como expuso, por iniciativa propia, el interventor del Ayuntamiento gaditano en ese mismo Pleno: «La Subdirección General de Estudios Financieros de Entidades Locales del Ministerio de Hacienda se muestra dubitativa sobre este asunto, por lo que publicará una nota más adelante».
Y esa circular llegó siete días después de la celebración de dicho Pleno, el 10 de mayo, como ha resaltado este martes el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Cádiz, Óscar Torres, en una rueda de prensa en la que ha mostrado tal documento oficial del Ministerio de Hacienda que recoge en su punto 5 lo siguiente: «El artículo 32 de la LOEPSF (Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera de las Administraciones Públicas), relativo al destino del superávit presupuestario, no se aplica respecto al eventual superávit de 2023, debido a que en dicho ejercicio las reglas fiscales estaban suspendidas».
«Ya dijimos en ese pleno extraordinario que otros ayuntamientos gobernados por el Partido Popular, como los de Madrid, Córdoba o Valencia, habían tomado la decisión política de destinar el remanente de tesorería que se había generado del presupuesto 2023 a inversiones y gastos generales. Sin embargo, el Ayuntamiento de Cádiz decidió todo lo contrario, optando por pagar deuda a los bancos por un importe de 15,3 millones de euros», ha comparado Torres.
El líder socialista se ha mostrado convencido de que el equipo de Gobierno tomó tal decisión porque «carece por completo de proyecto de ciudad y de proyectos reales en los que invertir ese dinero. Y como no tenían ni ideas ni programa electoral al que acogerse, ya que el PP se presentó a las pasadas elecciones municipales sin programa electoral, decidió invertirlo en los bancos».
Para el portavoz, los argumentos vertidos en el Pleno por el equipo de Bruno García fueron «una excusa técnica de carácter jurídico» que «queda desmontada» con el documento del Ministerio de Hacienda, «por lo que ese remanente de 15,3 millones de euros se podía haber destinado a inversión». Y ha añadido: «La decisión política tomada por el alcalde no se puede escudar ni puede esconderse detrás de criterios técnicos, porque es una decisión que tomó en primera persona».
En este punto, ha recordado que el grupo municipal socialista le pidió «prudencia» al regidor en esa sesión plenaria. «En aquel momento le dijimos que no tomara una decisión a la ligera, porque este documento del Ministerio de Hacienda iba a salir, porque así lo habían solicitado cientos de ayuntamientos de toda España. Y algunos consistorios gobernados por el PP, como los nombrados anteriormente, no esperaron a la respuesta del Gobierno y optaron por destinar su remanente a inversión, mientras que el Ayuntamiento de Cádiz no esperó tampoco pero decidió darle ese dinero a los bancos», ha comparado.
Y ha lamentado que el alcalde de Cádiz no tuviera en ese momento «un poco de prudencia», puesto que en el caso de «esperar unos días» habría tenido «toda la seguridad» para poder destinar ese montante de 15,3 millones de euros a inversión. No obstante, considera que el primer edil prefería la opción de amortizar deuda «porque no tenía en qué gastar el dinero, con la de necesidades y falta de inversión que tiene la ciudad...».
Una decisión que para el grupo municipal socialista tiene «una especial gravedad», ya que la suspensión de las reglas fiscales finalizaron el 31 de diciembre de 2023, por lo que desde el 1 de enero de 2024 están vigente de nuevo dichas reglas, lo que conlleva que todo el remanente de tesorería que se genere durante este ejercicio «sí o sí tendrá que ir a pagar deuda». «Esa posibilidad que han tenido los ayuntamientos durante estos últimos años, como consecuencia de la pandemia, ya queda suspendida, con fecha de 31 de diciembre de 2023». «¿Qué prisa tenía Bruno García en darle 15,3 millones de euros a los bancos?», se ha preguntado.
Torres considera que el equipo de Gobierno perdió la oportunidad de destinar parte de esa partida al proyecto Valcárcel, actualmente supeditada esa cuantía a la venta del Campo de la Balas «y no se va a vender en este 2024 porque los procedimientos administrativos no le acompañan»; a un plan de choque de Mantenimiento Urbano, «que lleva sin contrato desde octubre de 2022 y están los barrios de la ciudad abandonados»; o a mejorar la limpieza de la ciudad, «que junto a la vivienda constituyen las dos principales preocupaciones de los gaditanos».
Por último, ha criticado la política económica del actual Gobierno municipal que se basa, según sus palabras, en dos grandes líneas: «aumentar subvenciones nominativas por doquier» y «pagar deuda a los bancos». «Estas son las dos grandes decisiones económicas que ha tomado Bruno García en más de un año en la Alcaldía».
«Esto no es más que la consecuencia de un equipo de Gobierno sin rumbo, sin criterio, sin un modelo de ciudad porque no tiene un programa electoral sobre el que sustentar sus políticas». «Ha pasado un año y ya es hora de que Bruno García se ponga las pilas y empiece a ejercer la responsabilidad que le otorgaron los gaditanos», ha concluido.
La advertencia del interventor municipal
En la sesión plenaria extraordinaria del pasado 3 de mayo, llamó la atención que el interventor municipal reclamara el uso de la palabra al presidente del Pleno, Bruno García. Aunque apuntó que aún el Ministerio de Hacienda no se había pronunciado sobre el uso del remanente de tesorería del ejercicio 2023 por parte de las administraciones públicas, advirtió de que aunque finalmente diera «barra libre» para gastar esos millones de euros, tal y como ha ocurrido, «lo que se haga tendrá efecto en materia de estabilidad presupuestaria y reglas de gasto en el ejercicio 2023, porque si se utiliza el remanente en materia de inversión, esto provoca inestabilidad presupuestaria, y puede suceder que al final de año sea necesario realizar un plan económico financiero».
Así, defendió que la propuesta del Gobierno municipal de amortizar deuda no provocaría «inestabilidad presupuestaria».
