elecciones municipales 2023
Ocho meses para arreglar los problemas de ocho años
ayuntamiento de cádiz
Kichi afronta un nuevo curso político, muy probablemente el último como alcalde ante su previsible marcha, con varios frentes abiertos que no ha sido capaz de resolver a lo largo de sus dos mandatos
José María González Santos 'Kichi', podría tener los días contados como alcalde de Cádiz si nos atenemos a las declaraciones que viene haciendo en los últimos días sobre su continuidad o no en la política municipal.
Dice que ya tiene tomada la decisión sobre si se presentará o no como candidato, que siente que hay relevos y que cumplir con lo prometido de no estar más de ocho años en el cargo sería el mayor acto de «rebeldía» en política. Eso sí, asegura que aunque de manera individual ya lo ha decidido la última palabra la tendrá el partido porque se trata de una decisión «colectiva».
Kichi juega así al despiste en el inicio de este curso político que se avecina bastante convulso ya que el alcalde se enfrenta con numerosos problemas sin resolver, muchos de ellos enquistados desde hace años.
José María González Santos cuenta con ocho meses, tiempo que resta para la celebración de las elecciones municipales de mayo de 2023, para intentar dar solución a los problemas que viene arrastrando la ciudad desde hace ocho años.
Entre ellos, destacar la falta de mantenimiento en los barrios de la ciudad, los retrasos en los pliegos de servicios esenciales para los gaditanos como la limpieza y el transporte; o los problemas laborales de la plantilla del Ayuntamiento de Cádiz, incluida la Policía Local. Todos estos asuntos tienen un afectado directo: el ciudadano, que no puede disponer de unos servicios públicos de calidad.
El verano comenzó con una negociación del acuerdo regulador para la totalidad de la plantilla municipal dinamitada por el golpe de timón dado por el alcalde, que reunió a los sindicatos mayoritarios en su despacho para comunicarles que el acuerdo al que se había llegado con la intermediación del concejal de Personal y Seguridad Ciudadana, Demetro Quirós, no era válido.
Esta actuación del alcalde fue muy significativa ya que ninguneó a su propio compañero de Corporación desacreditándolo y ocasionando un nuevo cisma en el equipo de Gobierno (de los muchos que ha habido estos ocho años).
Además, implicó que la Policía Local de Cádiz (que hasta ahora había dado una tregua al equipo de Gobierno) volviera a anunciar que no haría servicios extraordinarios en ningún evento. Quedaban días para la celebración del Carnaval oficial de junio, que se desarrolló con tan solo diez policías locales en la calle correspondientes al turno ordinario. A ello se sumó una nueva temporada estival sin Policía Local en las playas y ahora, ya iniciado el curso político, ni la procesión Magna del día 17 de septiembre ni la Sail GP de los días 24 y 25 contarán con los servicios extraordinarios de los agentes locales.
Los sindicatos policiales llegaron a decir que el alcalde estaba sometido al «chantaje» de otro sindicato ya que había una clara amenaza de que no pudiera celebrarse el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC) en el Teatro Falla.
Ahora, los agentes locales podrían preparar nuevas protestas como las protagonizadas frente al Ayuntamiento de Cádiz, en la plaza San Juan de Dios, meses atrás ya que consideran que Kichi les ha traicionado. Se sienten abandonados por un alcalde «de izquierdas» que llegó a San Juan de Dios a defender los derechos de los trabajadores.
Próximas protestas
Los que sí que han anunciado movilizaciones en las próximas semanas son los representantes de UGT en el Ayuntamiento. Ya las venían convocando cada viernes a las puertas del Consistorio, invitando al resto de los sindicatos municipales a participar, aunque se interrumpieron por el verano.
En los próximos días volverán a la carga exigiendo la aprobación de un nuevo acuerdo regulador que mejore las condiciones laborales de los cerca de mil trabajadores municipales. Aseguran que el acuerdo actual, que data de 2010, está obsoleto y que está permitiendo discriminaciones salariales entre la plantilla.
Además, insisten en que las bolsas de trabajo están paralizadas, sin que se oferten las vacantes disponibles en estos momentos en muchas áreas municipales. Recuerdan que además del acuerdo regulador también está pendiente negociar la Relación de Puestos de Trabajo y la Valoración de Puestos de Trabajo.
Desde UGT han invitado al alcalde a que se convierta «en el líder que parecía llegar en 2015 y saque adelante un acuerdo beneficioso para todos los empleados municipales que tanto trabajamos pese a la falta de recursos y personal».
Desde este sindicato municipal también han puesto el foco en el problema de los monitores de los talleres de mayores, que después de quince años se han quedado en la calle perjudicando a un colectivo vulnerable. Estos empleados municipales también han avisado al alcalde de que acudirán a las protestas que desde los sindicatos se organicen para defender sus derechos.
Necesidades en los barrios
A Kichi, se le presenta por tanto un curso político (que podría ser el último si abandona su carrera política) con múltiples problemas por solucionar ya que a los conflictos laborales y a unos servicios públicos deficientes, se une el estado en el que se encuentran los barrios de la ciudad por la falta de mantenimiento.
Muchos de los vecinos y vecinas de Cádiz (como al alcalde le gusta llamarlos) lamentan que Kichi, en ocho años, ni siquiera haya pisado su barrio para comprobar sus necesidades.
Durante estos ocho años de Gobierno, Kichi no ha sido capaz de sacar adelante dos pliegos fundamentales para la ciudad, como son el de la limpieza viaria y recogida de residuos urbanos y el de transporte.
El tedioso procedimiento del primero de ellos parece que va a llegar a su fin esta semana con la celebración, el 14 de septiembre, de un pleno extraordinario por el que se adjudicará este servicio esencial de la capital a la empresa Valoriza.
No obstante, quedan años de trámites en los tribunales ante los recursos presentados por el resto de empresas. Esta adjudicación no deja de ser un incumplimiento electoral en sí ya que Kichi, en su primera campaña electoral en el año 2015, se comprometió con los trabajadores de la limpieza y con otros colectivos, como los de parques y jardines, a municipalizar el servicio. Al final se ha quedado tan solo en los de playas.
En cuanto al pliego de transporte, aunque se lleva anunciando desde hace años, sigue sin adjudicarse.