kichi deja la política

Ocho años en blanco para Cádiz tras el paso de Kichi

Kichi dice adiós a la política con un pobre balance de gestión. Cádiz, cada vez más deteriorada, sigue sin despegar y con los mismos problemas

José María González se lleva la mochila vacía de proyectos y avances en la ciudad y con una gran decepción de aquellos que confiaron en su proyecto de cambio

José María González Santos 'Kichi', el día de su toma de posesión en 2015. A. Vázquez

Hace ocho años por estas fechas pocos gaditanos conocían a José María González Santos, Kichi para sus más allegados. Profesor de Historia y Geografía en Educación Secundaria y Bachillerato, sindicalista y carnavalero de comparsas de reconocidos autores de Carnaval como Tino Tovar y Jesús Bienvenido, comenzó su andadura política de la mano de Podemos, formación que surgió del movimiento 15M.

Kichi se presentaba, pocos meses antes de la celebración de las elecciones municipales de mayo de 2015 y bajo las siglas de Por Cádiz sí se puede, como alternativa a Teófila Martínez (PP), que gobernó la ciudad durante veinte años con cinco mayorías absolutas ininterrumpidas. No consiguió ganarle en las urnas ya que obtuvo ocho concejales frente a los diez del PP, pero gracias al pacto con los dos ediles de Ganar Cádiz en Común (antigua IU) y el apoyo del PSOE liderado por Fran González, logró arrebatar la Alcaldía a los populares después de dos décadas con un gobierno monocolor en San Juan de Dios.

Aquel 13 de junio de 2015, día de su primera investidura, la plaza se tiñó de morado. Kichi ofrecía a los gaditanos allí congregados desde el balcón del Ayuntamiento el bastón de mando de la ciudad. Prometió paredes de cristal, un ayuntamiento abierto a todos los gaditanos, participativo y transparente, en el que todos los gaditanos conocerían «al minuto» lo que haría tanto él como sus concejales. Un ayuntamiento por y para el pueblo.

El tiempo ha demostrado que ese compromiso se ha quedado en papel mojado, con una página web de transparencia completamente desactualizada, sin agenda del alcalde y de sus concejales y con múltiples quejas de todos los sectores de la sociedad gaditana por la falta de participación y transparencia prometida.

Kichi, con su mochila siempre a cuestas, marcaba una nueva era en la política municipal gaditana. Era uno de los alcaldes de los llamados ayuntamientos del cambio junto con los de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Valencia, Santiago, Ferrol y A Coruña.

Entre sus primeras apariciones en prensa, destacar su mediación con la Policía Nacional (una semana después de tomar posesión) para intentar paralizar sin éxito un desahucio en la calle Benjumeda, en el que también participaron varios concejales de su equipo de Gobierno.

Sus primeros años de mandato, a pesar de haber contado con el apoyo del PSOE en su investidura, no fueron fáciles y en el salón de plenos se vivieron momentos de gran tensión no sólo por los continuos ataques de la oposición sino por las intervenciones espontáneas de ciudadanos que se empezaban a sentir defraudados por Kichi y los suyos.

Decepción ciudadana

Los problemas de paro y de vivienda seguían en la ciudad, siendo cada vez más los colectivos que se manifestaban a las puertas del Ayuntamiento reclamando soluciones: los parados (que llegaron incluso a mantener un encierro y una huelga de hambre de varios días en el edificio consistorial), mujeres víctimas de violencia de género, familias con riesgo de perder sus viviendas... Kichi comenzaba a darse cuenta de que no era tan fácil acabar con los problemas de los gaditanos ahora que estaba al otro lado de la trinchera. Muchos empezaban a decepcionarse con su proyecto.

Uno de los momentos más tensos vividos en el salón de plenos en estos años fue sin duda en la sesión del mes de julio de 2016, en la que se debatían los presupuestos. El portavoz socialista Fran González, acabó interponiendo una denuncia en la Comisaría de la Policía Nacional asegurando que había recibido amenazas de simpatizantes de Por Cádiz sí se puede, que llegaron a decirle que «tendría que ir con escolta por la calle».

Presupuestos anulados

Aunque los presupuestos de ese ejercicio, los primeros de Kichi en la Alcaldía de Cádiz, fueron aprobados, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) los anulaba en 2018 -tras denuncia presentada por el PP- «por no resultar ajustados a derecho».

El argumento de los populares en esta denuncia era la existencia de una serie de ingresos «ficticios» valorados en cerca de 20 millones de euros y que incluían tanto la venta del módulo hotelero del Estadio (para el que han tardado siete años en venderlo tras varias convocatorias desiertas) como subvenciones dependientes de la Junta de Andalucía que no estaban sujetas a ningún convenio.

Tras estos presupuestos, Kichi logró aprobar sus primeras cuentas en 2018, prorrogadas hasta el año 2020, año en el que se aprobó el segundo, y en 2022 y todo parece indicar que serán prorrogados para 2023.

Unos presupuestos que no han reflejado apenas inversiones en la ciudad, ni para mejorar los servicios públicos ni para ejecutar proyectos de calado.

De hecho, de los pocos proyectos que han visto la luz en estos años ha sido el carril bici, que además era compartido con la Junta de Andalucía. Destacar que la entonces presidenta del Gobierno andaluz, la socialista Susana Díaz, desatascó este proyecto cuando cambió el gobierno en San Juan de Dios.

Siete años para la trasversal

En ocho años han sido muy escasos los proyectos culminados. Aunque Kichi se encontró el puente de la Constitución de 1812 terminado, ha tardado siete años en abrir a la circulación los apenas doscientos metros de la avenida trasversal que restaban para conectar el nuevo acceso a la ciudad con la avenida principal y el paseo marítimo.

Por otro lado, proyectos como el del antiguo teatro Pemán, la Casa Encendida que albergará las delegaciones de Cultura y Fiestas en la calle Ancha, o el Museo del Carnaval se eternizan en el tiempo. Ahora, cuando quedan escasos meses para que se celebren las elecciones, todo son prisas y han apretado el acelerador para poder llegar a tiempo antes de mayo.

Santa Bárbara, abandonada

De los compromisos del Ayuntamiento de Cádiz incluidos en el convenio con la Universidad de Cádiz (UCA), el equipo de Gobierno de Kichi no ha culminado nada. Además de tener pendiente la finalización del teatro del Parque y del edificio de la calle Ancha, la zona de Santa Bárbara está completamente abandonada.

La pérgola está calcinada desde hace más de dos años como consecuencia de un incendio y los bajos de este equipamiento, destrozados por los actos vandálicos y vacíos de contenido. Dentro de este acuerdo, el Consistorio gaditano tendrá que acondicionar todos estos locales para cedérselos a la UCA. Años después, todo sigue igual.

Depósitos y pabellón Portillo

Por otro lado, desde el equipo de Gobierno liderado por Kichi se han presentado proyectos bajo plano que aún no han visto la luz, a pesar de que continuamente se habla de su inicio en próximas fechas. Es el caso de los antiguos depósitos de Tabacalera de Loreto, donde irá un centro dinamizador para los barrios colindantes y que se financiará con los fondos europeos Edusi, o el pabellón Portillo, que por el momento sigue siendo un solar abandonado.

Los Edusi, en riesgo

En cuanto a los fondos Edusi, tanto los grupos de la oposición como los vecinos de los barrios que se beneficiarán de los proyectos previstos por el Ayuntamiento (Loreto, Puntales, Segunda Aguada, Cerro del Moro, Guillén Moreno y La Paz) miran con escepticismo su ejecución y puesta en marcha temen que los retrasos puedan poner en riesgo la llegada de este dinero.

Falta de mantenimiento

Otra de las quejas vecinales es la falta de mantenimiento tanto de las calles y plazas de la ciudad como en muchos equipamientos, algunos de ellos muy deteriorados, ya sean deportivos, sociales o culturales.

En cuanto a zonas verdes y a los jardines, destacar la situación del arbolado de la ciudad, con árboles y múltiples ramas caídas en los últimos meses.

Pliegos de limpieza y transporte

En relación con los servicios públicos de la ciudad, en ocho años este equipo de Gobierno no ha sido capaz de poner en marcha ni el pliego de limpieza, con una ciudad cada vez más sucia y un servicio con grandes necesidades de mejora y, por otro lado, el de transportes, con una flota de autobuses obsoleta contando con autobuses de veinte años de antigüedad. Tan solo se han incorporado seis autobuses híbridos de los cerca de cincuenta de la totalidad de la flota.

Apoyo del PSOE en temas clave

Kichi, desde un principio y más en este segundo mandato, ha contado con un PSOE muy colaborador, que le ha permitido sacar adelante proyectos como la municipalización de los servicios de playas (los únicos a pesar de haber prometido rescatar otros muchos), los presupuestos o la limitación de los pisos turísticos.

Cambios en el Carnaval

El alcalde venía del mundo del Carnaval, una fiesta que ha intentado modificar con la disolución del Patronato, pasando a ser el Ayuntamiento el que asumía la organización. Una medida que no ha terminado de calar entre el sector, al igual que el cambio de fecha de febrero a junio del pasado año motivado por la crisis sanitaria y que no tuvo ningún éxito.

Conflicto con la Policía Local

Los conflictos laborales también han destacado en estos años, como el de la Policía Local, enquistado desde hace tiempo por la falta de entendimiento sobre el acuerdo regulador y la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para la totalidad de la plantilla municipal. La playa lleva dos años sin vigilancia por falta de voluntarios entre los agentes locales, que a modo de protesta no prestan tampoco servicios extraordinarios en grandes eventos como la SailGP, la Magna o la Navidad.

Ausencia en actos religiosos

La ausencia tanto de Kichi como de sus concejales en los eventos religiosos de la ciudad también ha destacado en estos años. Salvo el primer año que acudió uno de sus ediles al voto de la Patrona en la iglesia de Santo Domingo, Adrián Martínez de Pinillos, ninguno de estos años han estado presentes en las celebraciones de la Virgen del Rosario ni en el Corpus ni en los desfiles procesionales de Semana Santa. Kichi solo fue a título particular junto a su madre para acompañar al Nazareno de Santa María.

Ahora, el alcalde ha anunciado que se marcha, que abandona la política activa. Orgulloso de haber cumplido su palabra de no permanecer más de ocho años en el cargo pero con la mochila que un día trajo muy vacía. Cádiz, ocho años después, está -según comentan los propios ciudadanos- «deteriorada y abandonada» por la falta de mantenimiento, sin proyectos nuevos y con los mismos problemas de empleo y vivienda.

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