Cádiz
La nueva vida de la calle Columela
Importantes firmas han echado el cierre en los últimos años y se han asentado diversos comercios asiáticos, al igual que tiendas enfocadas en la telefonía móvil y los souvenirs
Hubo un día en el que el gaditano podía encontrar todo lo que necesitara en el casco antiguo. Pasear por el casco histórico de Cádiz, en concreto por la calle Columela, era hacerlo por un centro comercial al aire libre. Las principales marcas de ropa, conocidas por todos, tenían amplios locales que hacían que el vecino de la capital no tuviera que desplazarse a grandes superficies. Hoy, la situación es completamente distinta. En los últimos años, numerosos comercios han echado el cierre. El alto precio de los alquileres ha propiciado que algunos locales se encuentren vacíos y sin noticias de una apertura próxima.
La calle Columela ha sido históricamente uno de los puntos de referencia del comercio gaditano. Ha albergado negocios como Relojería Alemana, que tras varias ubicaciones en el centro de Cádiz, sus últimos años de vida los pasó en el número 18 de la céntrica calle, cerrando de manera definitiva en 2011 tras 153 años de oficio ininterrumpido.
En ese mismo año, el 2011, también decía adiós Camisería Solves, tienda que abrió tras la Guerra Civil y que 72 años después cerraba en el local que se encontraba en la esquina con la plaza del Palillero.
Óptica Regente, tras 40 años, cerraba hace unos años, y anteriores fueron las despedidas de otros negocios como Bazar España, los almacenes Los Madrileños o Trucco.
Era un tiempo distinto al actual, sin internet, sin la posibilidad de comprar un producto con el teléfono móvil a cualquier hora y en cualquier tipo de circunstancia. No existían tampoco las facilidades actuales en materia de transporte para desplazarse a otros municipios.
Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Cuando un negocio cierra, otro abre. Estos comercios históricos, algunos de ellos con más de cien años de antigüedad decían adiós a la calle Columela, pero grandes firmas los sustituían, y la céntrica vía de la capital vivía una segunda etapa de esplendor.
Acudir a la calle Columela a comprar ropa era como hacerlo a Bahía Sur en San Fernando o Área Sur en Jerez. Los gaditanos no tenían la necesidad de ir a otros municipios de La Bahía de Cádiz y muchos vecinos de localidades como Puerto Real iban regularmente al centro a comprar.
Proliferan los negocios asiáticos, de telefonía y souvenirs
La tónica en los últimos años ha sido la del abandono de estas grandes firmas de la calle Columela. En algunos casos ha sido por una apuesta hacia la venta online, y en otros por no alcanzar un acuerdo económico para la rebaja de los precios en el alquiler de los locales. Además, la crisis económica del año 2008 y la aparición del coronavirus en 2020 propiciaron el cierre de otros comercios, ante la notoria bajada de ventas.
Actualmente hay algunos locales sin ocupar en Columela, una situación insólita hace décadas. El principal de ellos es el que ocupaba antiguamente Zara y que está en el mercado por un precio de 25.000 euros al mes.
Algunas tiendas probaron fortuna sin excesivo éxito como fueron Pampling o Sabores de Antaño. Además, la popular Tapería de Columela también echaba el cierre tras varios años con una gran clientela.
En la tienda en la que se ubicaba Massimo Dutti abrió una tienda de china de moda que ya tenía anteriormente otro local en el centro. En abril 2021 inauguraba su local en Columela el negocio conocido como el 'Ikea japonés'. Miniso, el nombre de esta empresa, tiene tiendas abiertas en más de 80 países.
Por otro lado, se han asentado también diversas negocios enfocados a la telefonía móvil, algunas de ellas auténticas multinacionales con sedes en diversos países y presencia en centros comerciales, y que no parecen tener los problemas económicos para afrontar el alquiler como sí los tuvieron otros negocios que tuvieron que cerrar.
Además, en el centro de Cádiz, no solo en la calle Columela, han proliferado las tiendas de souvenirs. La capital es uno de los destinos turísticos favoritos de los españoles, y de los extranjeros, y muchos negocios están enfocados a este tipo de cliente.
Estos negocios, como por ejemplo Tiger, no están destinados al público gaditano que vaya a comprar algún producto en la tienda, sino a todos aquellos viajeros, muchos de ellos cruceristas que se sorprenden por la tipología de la tienda y de las cosas que allí se venden se llevan un recuerdo a casa.