cultura

«Es una novela que si lees los tres primeros pasajes, ya no hay vuelta atrás»

Óscar Lobato publica su cuarta obra literaria, 'Las lágrimas de Iliria', en la que conjuga la investigación periodística y la narrativa negra para reconstruir un relato sorprendente que gira en torno a la desaparición de unos valiosos diamantes históricos

La novela se presentará este jueves, 14 de marzo, en la sede de la Asociación de la Prensa, a las 19 horas

El novelista Óscar Lobato, durante la entrevista sobre su nueva obra. francis jiménez

BEATRIZ ESTÉVEZ

Cádiz

«Esta novela tiene mucho de serendipia, porque me fui topando con los protagonistas y gente que conocía la historia, y muy poco de internet, porque aunque se dice que todo está ahí, hay que puntualizar que encuentras todo lo que alguien se ha molestado en subir. Si no, no está. Menos mal que existían registros militares...». Su nombre, Óscar Lobato (Madrid, 1958), sí que aparece en la red de redes ligado al buen desempeño del oficio del periodismo durante varias décadas y al mundo de la literatura con varias obras de gran acogida, y que ahora amplía con la publicación de su cuarta novela en español, 'Las lágrimas de Iliria' (editorial Cazador). El nuevo trabajo literario de este escritor afincado en Cádiz será presentada este jueves, 14 de marzo, en la sede de la Asociación de la Prensa, a las 19 horas.

'Las lágrimas de Iliria' se trata de una obra en la que su autor brinda una nueva muestra de su capacidad para conjugar la investigación periodística y la narrativa negra más depurada, tras indagar e investigar durante tres años sobre unos hechos reales que le han permitido -tras otros tres años dándole a las teclas- reconstruir una historia sorprendente que transcurre en 2005 pero que se remonta a 1991. En ese año, un valioso lote de diamantes históricos del siglo XVII desapareció tras ser asaltado el convoy que lo evacuaba hacia Zagreb desde Dubrovnik, antes de que esta ciudad quedara situada por tropas federales yugoslavas. En 2005, una de las gemas sustraídas es ofrecida en venta, a través de los canales del mercado negro, a un tratante de joyería afincado en Bérgamo (Italia). Al conocer dicha oferta, un magnate bancario suizo, dueño de una de las colecciones privadas de diamantes más importantes de Europa, decide recuperar, por cualquier medio, la totalidad del lote desaparecido y encarga la tarea a un ex militar español, veterano del conflicto balcánico. Una misión que se torna más peligrosa y casi suicida a medida que pasan los días, hasta que aparece en escena un temible personaje apodado Kuga (peste o epidemia, en croata), que se convertirá en el único aliado posible para lograr completarla.

Una historia de acción y misterio tejida con acontecimientos reales que suceden en cinco países (España, Suiza, Italia, Croacia y Bosnia y Herzegovina) y que constituyen el 95% de la narración, tal y como apunta el escritor, que sólo se ha valido de la ficción para engarzar esos hechos y darle agilidad a la narración. «Podría haber hecho un reportaje de 600 páginas con todo ese material, pero opté por una novela -de 350 páginas- para el entretenimiento, en la que las historias se desarrollan a mucha velocidad, a un ritmo vertiginoso», como nos tiene acostumbrados desde 'Cazadores de humo' (2007), y posteriormente con 'Centhaeure' (2009) y 'La fuerza y el viento' (2014).

«'Las lágrimas de Iliria' es una novela fundamentalmente entretenida« que, en un segundo plano, pone el foco en asuntos como «la Guerra de los Cuarteles, sobre los episodios de violencia intraétnica, sobre el valor de los diamantes, sobre el poder de las élites bancarias, económicas y financieras, sobre el pasado nazi de Croacia... Todo esto aparece en la novela a una velocidad espantosa como quien no quiere la cosa, pero que sirve para darnos cuenta de que no teníamos ni idea de todas esas cosas», remarca. «Puedo no ser un buen escritor, pero entretenido soy la hostia», añade riendo Lobato, para advertir acto seguido: «Es una novela que si lees los tres primeros pasajes, ya no hay vuelta atrás».

Una obra fruto de la serendipia

Óscar Lobato recurre a la palabra 'serendipia' cuando comparte cómo «me metí en esta historia» que ha hilvanado durante años para otorgarle forma de novela.

Para ello se remonta a 1995, cuando realizó un curso, «pagado por los norteamericanos», para conocer la OTAN, trasladándose a Bruselas y visitando, además de su sede, el Cuartel General Supremo de las Potencias Aliadas en Europa (SHAPE), que se encuentra en la ciudad de Mons.

Allí conoció a un legionario de la bandera de Operaciones Especial, que le llamó la atención por su «cara de crío» y del que descubrió que era «analista de inteligencia». Indagó sobre este cabo primero de madre croata -pero criada en España- y de padre alemán que, con el paso del tiempo, se convirtió en «un guerrero experimentado». Indagó hasta el punto de que descubrió una historia sorprendente en torno a este militar y decidió convertirlo en el protagonista -con nombre ficticio- de su cuarta novela.

«Siempre vengo aquí a matar», así arranca 'Las lágrimas de Iliria'.

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