medio ambiente
«Mejor que corten el agua en la playa a que nos la acaben cortando en casa»
Los usuarios de los arenales de Cádiz valoran positivamente la medida del Ayuntamiento y los más incívicos siguen haciendo de las suyas al usar las duchas destinadas a personas con movilidad reducida
Las duchas destinadas a personas con movilidad reducida están siendo utilizadas por todo tipo de usuarios
El agua es un bien escaso. Por eso mismo, desde este lunes 14 de agosto, el agua escasea en las duchas de las cuatro playas de la capital gaditana. El objetivo del cierre: concienciar en la lucha contra la sequía y no perder la batalla. Tras dejar atrás el fin de semana, y una vez que el Ayuntamiento anunciara la medida el pasado viernes después de ser aprobada en Junta de Gobierno Local, toca quitarse la arena del cuerpo en casa.
Así se refería Bruno García a una iniciativa que no afecta ni a los lavapiés ni a los módulos de personas con movilidad reducida: «Esto es un problema de todos que tenemos que resolver entre todos y conseguir que haya un ahorro en el consumo del agua«.
Con las palabras del alcalde ya en negro sobre blanco, este lunes tocaba pulsar la opinión de los usuarios de las playas, vecinos de la ciudad y visitantes, a pie de ducha sin agua. Derroche de civismo generalizado: la gente se ha tomado con responsabilidad la medida del Ayuntamiento de Cádiz y la guasa, como no podía ser de otra manera, ha salido a escena para valorar la restricción.
Nada mejor que la playa de La Caleta para hacer preguntas si se quieren obtener buenas respuestas. Dos lugareños y dos turistas han atendido amablemente a este medio y todos ellos coinciden: es una buena iniciativa que a nadie va a quitarle el sueño.
Un matrimonio de Valencia ha dicho a la vez «muy bien» al ser preguntado por cómo valora la medida del Ayuntamiento, anunciada por el pasado viernes y activada desde este lunes. «Es una medida que se está aplicando en muchas localidades y debe ser por algo: todo lo que sea ahorrar es bueno», apunta la mujer. «El único pero que pondría es que el chorro de agua es muy potente y dura mucho tiempo, en Valencia cae menos agua y dura menos la caída cuando pulsas el botón. Si se quiere ahorrar, habría que cambiar eso», añade el hombre con la calma y las ganas de hablar que te dan las vacaciones.
Dana es de Francia y escucha atenta la conversación. Aporta su visión: «Llevo en Cádiz desde el pasado día 7 y mi sensación es que se ducha muy poca gente. Los lavapiés sí que se usan, de hecho suele haber colas, pero las duchas apenas veo que se utilicen«. »Déjame que añada algo, la playa es muy bonita y está muy limpia, llama la atención lo limpia que está«, destaca Dana.
De Cádiz, de 'Cadi Cadi', hablan dos vecinos que conocen muy bien La Caleta. Maika se pasa todo el día en la playa, precisamente cerca de las duchas que se encuentran en el lateral donde respira la peña Juanito Villar. Y hace un repaso, una radiografía, de lo que se puede ver en un día por allí. «Los cuatro grifos, los de los lavapiés y los duchas, se pueden pasar todo el día echando agua, así que la medida la veo muy acertada. Incluso, teniendo en cuenta la situación de los embalses, se debería de haber aprobado antes«, adelanta.
«Se gasta mucha agua. Veo bien que quien necesite quitarse el salitre porque no va a pasar por casa después de estar en la playa se dé una duchita, pero es que aquí se ve de todo. Gente que se ducha cada vez que se baña en la mar, y echando su ratito, los niños jugando debajo del agua como si no hubiera un mañana y sin que los padres hagan nada... He visto a mujeres ponerse hasta crema suavizante al ducharse en la playa. Su champú, su gel, su crema suavizante... Se avisa de que está prohibido hacerlo, pero mucha gente cuando se va para casa se da una ducha de lo más completa«, detalla.
«Ya sólo se pueden usar los lavapiés, pero hay personas y personas. Algunas usan un cubo en los lavapiés y acaba gastando el mismo agua que en la ducha«, concluye Maika, crítica con la gente menos cívica de la playa, la que ni aprende ni quiere aprender.
«Ya estaban tardando», apunta David celebrando la medida. «Yo vivo aquí al lado, no necesito una ducha para irme a casa. Con el lavapiés es más que suficiente. Además, si realmente la situación de sequía es tan mala como se dice, y no creo que vaya a llover en verano, mejor que corten el agua de las duchas de la playa a que nos la acaben cortando en casa«.
«Yo no soy se ducharme porque además veo a las personas sin hogar que suelen estar por la playa darse sus buenas duchas aquí muy temprano. Con su gel, su champú... me da un poco de asco. A mí no me hace falta ducharme en la playa y veo bien que se haya decidido cortar las duchas este verano, la verdad«, concluye David. »David Sánchez«.
Carteles informativos
Para facilitar la concienciación sobre el consumo de agua entre la ciudadanía, se han colocado carteles informativos en las zonas de duchas con los que se avisa de que estos elementos estarán fuera de servicio para «ahorrar agua». En los puntos de los lavapiés también se ha colocado cartelería en la que se indica que su uso es «sólo para pies» y que «no se malgaste el agua».
Ya se sabe que Cádiz es como una botica; hay de todo. Y este lunes, cumpliéndose el guion a rajatabla, ha habido personas, las menos cívicas y comprometidas, que han estado haciendo un mal uso de los lavapiés ante las miradas de escrutinio de quienes esperaban su turno más concienciados con el problema de la sequía. En los lavapiés se han lavado con esmero pies, pero también juegos y sillas de playa. Y la cosa, como era se esperar, ha ido más allá. Y es que las duchas destinadas a personas con movilidad reducida han sido utilizadas por todo tipo de usuarios.
Que si habría que haber tomado la medida antes, que por qué no se corta el agua en los campos de golf, que si habría que limitar el uso en la nueva fuente de Puerta Tierra... Los usuarios de las playas te activan un debate en un abrir y cerrar de ojos. Y el debate sigue vivo también desde el viernes en redes sociales.
«Es una medida que afecta directamente al ciudadano de a pie ¿Y las fuentes de adorno para que Cádiz esté bonita también van a dejar de llevar agua?», se le preguntaba a José Carlos Teruel en redes sociales.
«Las fuentes ornamentales son de agua recirculada... no generan ese problema», explicaba el teniente de alcalde del Ayuntamiento responsable del área de Medio Ambiente, muy activo en Twitter.
Medidas a medio y largo plazo
El gasto de agua de las duchas de la playa supone «un 0,6%», según palabras del alcalde. Por eso, la medida del cierre de las duchas «conciencia más que resuelve un problema». Se pretende dar mayor visibilidad a la problemática en torno a la sequía y que la población «tome conciencia» de la situación actual. «Una situación difícil», ha dicho el alcalde de Cádiz haciendo referencia al 19,86% en que se encuentran de media los embalses de la provincia.
Desde el Ayuntamiento se va más allá y se informó el pasado viernes de medidas a corto plazo para combatir la sequía, pero también a medio y largo. El objetivo final, según apuntó Bruno García, es baldear las calles con agua no potable. ¿Cómo? «Se va a realizar un estudio por parte de Medio Ambiente y Aguas de Cádiz sobre el estado de los pozos de agua subterránea de la ciudad para su puesta en funcionamiento o aumento de su uso para el baldeo», adelantó el alcalde.
«Como saben, el baldeo actual de la ciudad de Cádiz, casi el 90%, se hace con agua potable. Y esto es lo que en el fondo queremos cambiar», recordaba Bruno García antes de añadir que «se va a iniciar un camino en colaboración con San Fernando», con quien se comparte una empresa común para la depuración del agua. «La socialista Patricia Cavada ha dicho que el baldeo debe hacerse con agua no potable y nosotros estamos absolutamente de acuerdo», dejó claro el alcalde.
Sobre esta medida a largo plazo, Bruno García ha aseverado que es «la que tiene que cambiar» y que, aunque quiere que la ciudad de Cádiz esté limpia, «queremos que sea con agua que no se agota».
En este sentido, desde Adelante Izquierda Gaditana se ha querido apuntar al nuevo equipo de Gobierno que ya han sido estudiados todos los pozos de agua subterránea de la ciudad de Cádiz y que no son suficientes para afrontar el riego y baldeo en la ciudad de Cádiz.
Adelante Izquierda Gaditana lamenta «el desconocimiento del alcalde de Cádiz sobre la gestión del agua en la ciudad toda vez que debería conocer que ya todo está estudiado, preparado y definido para poder afrontar las obras que permitirían baldear con agua no potable procedente de la depuradora Cádiz-San Fernando toda la ciudad».
De hecho, Aguas de Cádiz cuenta con el Plan Director de Agua Regenerada, que fue presentado el pasado mes de abril y que detalla los pasos para la creación de un depósito de regulación en Cortadura y la red de distribución necesaria de agua regenerada para riego y baldeo de la ciudad.
Con estas medidas restrictivas, el Ayuntamiento de Cádiz sigue los pasos de Málaga, que la semana pasada optó cortó el agua en las duchas de las playas de la capital en cumplimiento de las recomendaciones hechas públicas en el seno de la Comisión para la Gestión de la Sequía de la Demarcación Hidrográfica de la Cuencas Mediterráneas Andaluzas.
Y no es un paso aislado en la provincia. En otros municipios gaditanos, casos de San Roque, Vejer, Chipiona o La Línea, ya se retiró el suministro de agua en las duchas de sus playas incluso desde antes que comenzara el verano. Los Barrios también se sumó a las restricciones y cerró las duchas y lavado de pies existentes en la playa de Palmones para acabar con su «uso indebido».
En el resto del litoral gaditano se han señalado recomendaciones de un uso responsable del agua. En concreto, el Ayuntamiento de Tarifa ha limitado el empleo de las duchas repartidas por su litoral con un horario específico, estando abierto a diario desde las 12,00 horas a las 21,00 horas con la idea de favorecer el consumo responsable.
En El Puerto de Santa María se han vuelto a instalar este verano duchas inteligentes, alimentadas por una placa solar, que permite a los técnicos del servicio de playas activarlas a distancia y monitorizar su uso mediante una aplicación móvil. Además, estos técnicos reciben a través de dicha aplicación los datos de consumo, conteo de usuarios, horas de mayor demanda o aviso de avería a tiempo real.
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