entrevista
María Wandosell Alcina: «Los gaditanos que vivimos fuera debemos intentar atraer inversiones a Cádiz»
La egresada de la UCA, hoy destacada directiva y empresaria con base en Madrid, siente el compromiso de devolver a su tierra todo lo que le ha otorgado
El Consejo Social de la UCA premia a quienes «han elegido luchar libremente por transformar la sociedad»

«Me llamo María Wandosell Alcina y soy de Cádiz». Así le gusta presentarse a esta destacada directiva y empresaria gaditana residente en Madrid -desde hace 24 años- que el pasado lunes fue distinguida por el Consejo Social de la Universidad de Cádiz en la octava edición de los Premios a la Implicación Social, en la categoría correspondiente al reconocimiento de egresados de la UCA. La CEO de la compañía Motorpress Ibérica -dedicada a la creación de contenidos sobre motor, deporte y estilo de vida- ha sido galardonada por su compromiso social, ya que desde su liderazgo contribuye al desarrollo económico y social de Cádiz, destacando su impacto en el fomento de hábitos saludables y en la promoción de la cultura de la provincia. Además, fomenta la conciencia ambiental y la sostenibilidad a través de su rol, como patrona, en la Fundación Ecomar y también mediante su participación en programas de mentoring.
–En la entrega de premios del Consejo Social de la UCA la definieron como 'una líder'. ¿Le debe parte de ese éxito profesional a la Universidad de Cádiz?
–Le debo el haberme dado formación para abrirme al mundo. Una formación que yo en su día decidí que fuese técnica, mediante una Ingeniería Técnica Naval, pero que me ha dado la posibilidad de trabajar en un entorno que nada tiene que ver con lo que aprendí. Lo importante es que en la Universidad de Cádiz adquirí una formación básica para poder lanzarme a asumir cualquier proyecto al que quisiese enfrentarme. Para mí la UCA fue un gran trampolín, y mientras cursaba mis estudios viví unos años maravillosos y me lo pasé fenomenal. En la vida hay que intentar unir la diversión con la devoción y con la obligación. Eso es importante para poder lograr las metas, y yo he tenido la suerte de poder equilibrar todo eso.
–¿Qué consejo/recomendación puede ofrecer a los jóvenes que se encuentran cursando unos estudios universitarios y aspiran a llegar alto?
–Que se empapen de todo, que no sólo piensen que la universidad es un trámite con el que hay que cumplir. Deben disfrutarla porque, con esas edades, no somos conscientes de lo que realmente supone tener una buena formación. Yo creo que la formación es básica para el desarrollo de una sociedad, pero primero es básica para que el talento pueda desarrollarse y segundo, para que tengamos una sociedad mejor. Sin libertad y sin formación no tendremos la capacidad de desarrollarnos.
–Ha asegurado que este reconocimiento, que no es el primero que recibe, es muy especial para usted.
–Sí, es muy especial por el hecho de que me lo han otorgado en mi ciudad. Me fui de Cádiz hace 27 años y durante mucho tiempo he tenido la sensación de que el dicho de 'Nadie es profeta en su tierra' era real, porque estás lejos y tienes la sensación de que nadie ve lo que estás haciendo. Cuesta mucho que eso llegue... Pero un día, sin tú esperarlo, suena el teléfono y te dicen que te han concedido un premio en Cádiz... He tenido la suerte de recibir otros reconocimientos, pero como éste, ninguno. Y me gustaría aprovechar para tener palabras de agradecimiento para La 11.000, un grupo de gaditanos que vivimos fuera y que nos llamamos así por el código postal de Cádiz. Fundamentalmente lo que hacemos es difundir nuestra provincia fuera de Cádiz al tiempo que intentamos atraer inversión y talento de fuera a nuestra provincia, con la intención de que tenga un desarrollo profesional y laboral mucho mejor del que tiene hoy.
–Uno de los principales motivos por lo que el Consejo Social le ha concedido el Premio es por su compromiso con el progreso y bienestar de Cádiz allí donde va.
–Creo que tenemos un reto por delante en la capital gaditana y en la provincia sobre el empleo. Es una pena los datos de desempleo existentes, y nosotros también tenemos, estando fuera, la responsabilidad de intentar atraer inversiones a Cádiz. Es una forma de devolverle a mi ciudad lo que me ha dado... Cuento una cosa: siempre que me presento en una reunión de trabajo inicio mi presentación diciendo «Soy María Wandosell Alcina y soy de Cádiz». Y hay gente que me pregunta por qué digo mi lugar de nacimiento, a lo que siempre contesto que no todo el mundo tiene la suerte de nacer en esta ciudad. Para mí, nacer en Cádiz ha sido algo muy especial, y creo que ha influido para llegar donde estoy hoy. También, por supuesto, han influido mis padres, mi marido, mis amigos... Pero nacer en esta ciudad ha sido algo especial y creo que eso es importante, por eso digo siempre que soy de Cádiz. Y quienes hemos decidido en algún momento irnos fuera, tenemos también que ser agradecidos y devolver en cierta forma al sitio en el que hemos nacido y donde hemos vivido nuestros primeros años de juventud y de formación aquello que te ha dado ese lugar.
–Su compromiso no es sólo con su tierra, sino también con el medio ambiente, con la mujer, con el deporte... ¿Cómo se compagina todo eso con liderar una compañía?
–De pequeña me llamaban Duracell -ríe-. Lo importante es tener ganas e ilusión. Cuando estás convencido de lo que quieres hacer y lo que tienes que hacer, no hay horas al día ni lamento ni agotamiento. Sólo hay ilusión y ganas. Cuando he tenido algún programa de mentoring con gente joven, siempre les digo que la ilusión es muy importante, pero sobre todo tener claro qué quieres hacer y llevarlo a cabo. No hay mayor fuerza que eso en la vida.