Con 'C' de Cádiz

Manolo de la Varga: «Mucha gente no sabe la importancia que tienen las hermandades a la hora de que muchos gaditanos coman cada día»

Manuel Diego de la varga lópez. periodista y creador de contenido cofrade

Beduino declarado, este plumilla desarrolla su profesión vendiendo al mundo una provincia tan rica como lo es la Semana Santa de una ciudad a la que conoció de pequeño y de la que quedó prendado para siempre

Manolo de la Varga López trabaja para el Patronato de Turismo de la Diputación Provincial. Antonio Vázquez
Alfonso Carbonell

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A Manuel Diego de la Varga López (Cádiz, 1976) me lo pone en el camino un ángel de alas rotas pero que vuela tan alto como el ave Fénix. Gracias a ella, el tiempo me regala un amigo al que de siempre conocí pero al que no tuve el privilegio de descubrir. Años después, lo tengo y aquí que lo siento. Las charlas con él tienen de imprevisible como cada curso, cada etapa de la vida, que no sabe lo que puede depararte pero que rara vez es malo cuando se está bien acompañado.

Colega de profesión y amigo de confesión, Manolo es ante todo una persona que se viste por los pies aunque a veces lo haga con las luces apagadas, pero así es él y solo él. Un tío sencillo hasta decir basta, un padre que peca de padrazo y un tipo con el que vale la pena tanto irse a tomar una cerveza como ir a recoger el pan. Es más, no hay nada más divertido que ir a hacer algo cotidiano con él para que todo, en un segundo, pueda convertirse en película dada la pachorra que se respira en el ambiente cuando se hace de la tranquilidad el mar donde se navega.

Tipos con Manolo mejoran el funcionamiento de la vida. Cercano, buen conversador y calmado, departir con él en la mayoría de los casos es hacerlo con un hombre con el que es interesante intercambiar cualquier tipo de opinión se esté o no de acuerdo. Además, no hay nada más inteligente que hablar de cosas serias salpicándolas de humor. En todo momento. Siempre. Y de eso Manolo entiende un rato. Cada momento con él es darle un sorbito a la vida y dárselo con ganas, como se hacen las cosas de verdad. Enamorado de su profesión aunque no lo diga, este 'semanasantero' con ambiciones cofrades es una joya para la compañía. Queda poco para que llegue su Semana, esa en la que se inició como amante de las procesiones para irse adentrando poco a poco en un mundo que copa los 365 días del año. Hablar como habla de las hermandades como habla él es todo un regalo para los cofrades, esos que pueden seguir su actualidad en su web SemanaSantaCadiz.com. ¡A esta es!

-¿De dónde me viene usted?

-Pues mira, yo nací en agosto de 1976 en la calle Antonio López, aunque me considero beduino 100%.

-¿Y eso?

-'Amo a vé', a mí la gente de Cádiz siempre me ha dicho que los que somos de Extramuros no somos de Cádiz. Al principio me dolía, pero ahora yo me enorgullezco de ser beduino. Considero que somos un gaditano atípico, un gaditano de segunda fila, pero yo estoy orgulloso de serlo así.

-Jajaja. Empezamos fuerte. Me gusta. ¿Pero cuántos años vivió en Cádiz antiguo? ¿No me ha dicho que nació en Antonio López?

-Y me fui inmediatamente a la Laguna, vamos. Nací accidentalmente allí.

-Bueno, más que se fue, le llevaron.

-Me llevaron, me llevaron.

-Vayamos al turrón. ¿Cómo le da por la Semana Santa? ¿Era más cofrade que periodista o más aficionado que cofrade? Explíqueme, y sobre todo, ¿cómo le da por crear la página web SemanaSantaCadiz.com? Que, por cierto, ¿cómo que no estaba pillado ese dominio?

-Pues eso fue realmente lo que me animó; al ver que estaba ese dominio libre, dije yo [Interrumpo].

-¿En qué año fue exactamente?

-El año de la pandemia, que me fijé que SemanaSantaCadiz.com estaba libre. Yo llevo grabando vídeos de Semana Santa desde el año 93, que tenía 15 años, y me apetecía recopilarlos, organizarlos un poco, porque YouTube te permite subir vídeos, pero no lo puedes [Interrumpo].

-Entiendo que los tenía en VHS y con aquellas cámaras grandes de aquellos 90.

-Exacto, exacto. Afortunadamente, conservé esas cintas, después las pasé a digital y lo empecé a subir. Quería hacer al principio una página web de vídeos donde estuvieran organizados los vídeos que tenía de Semana Santa.

-¿Dentro de YouTube?

-No, una página web en la que estuvieran organizados los vídeos porque dentro de YouTube no se pueden organizar, puedes hacer listas y tal, pero no organizarlos. Entonces empecé una página para recopilar vídeos, pero después me di cuenta de que, a pesar de que estaba Cádiz Cofrade, que es la página web de referencia de la Semana Santa de Cádiz, y que considero siempre que es la madre y maestra; con la que yo nunca pretenderé competir, porque además me parece que han hecho un trabajo inconmensurable a lo largo de todos estos años, tienen un archivo tremendo [Interrumpo de nuevo].

-Bueno, bueno, pero aquí hemos venir a hablar de SemanaSantaCadiz.com, no de Cádiz Cofrade.

-Jeje. Vale, vale. Y entonces, bueno, decidí, me animé. Mis conocimientos se los debo a que yo antes, lo reconozco, era 'semanasantero', ni siquiera era cofrade. 'Semanasantero' es aquel que ve la Semana Santa, pero el resto del año no sabe nada de cofradías.

-¿Ha llegado a considerarse cofrade con el paso del tiempo?

-Yo no me considero cofrade, aunque quizás lo soy un poco más, ahora que he conocido el mundo de las cofradías en Cádiz, que reconozco que me ha sorprendido mucho, sobre todo, la labor social que hacen. Yo no sabía, y creo que mucha gente no sabe la importancia que tienen las cofradías, las hermandades, a la hora de que muchos gaditanos coman cada día. Hacen una labor social, con campañas constantemente, con juguetes para los niños, con comida, con mantas. Hacen una labor social que nunca nadie se la reconoce, porque creo que realmente no es conocida. Y siempre se tiene la imagen de que una hermandad está solo para sacar un paso en Semana Santa, y para nada. Las hermandades son sociedades que están vivas y trabajando durante todo el año.

-Hábleme de su web SemanaSantaCádiz.com.

-Es una web que yo hago por amor al arte, no tengo ningún tipo de ingreso económico. La publicidad que yo recibo al año, te lo puedo decir, no llegan a los 100 euros anuales. Es decir, me sirve para pagar el dominio y poco más.

-Y esta entrevista, recuerde.

-Y esta entrevista, claro. Jajajajajaja.

-Jajajaja. ¿Qué movimiento le da a la web?

-Yo creo que la Semana Santa tiene una vertiente muy desconocida, que está a lo largo de todo el año. Yo presumo, no te voy a decir que publique noticias a diario, porque es cierto que hay meses que las hermandades están muy paradas, pero que las hermandades de Cádiz generan noticias casi a diario, te lo aseguro. Y me parecería que lo justo es darle difusión a esa labor que hace, porque la verdad es que a nivel comunicativo las hermandades de Cádiz, excepto algunas excepciones, están en pañales; no saben lo importante que es comunicar, no comunican.

-¿Cuánto tiempo le quita o le gana la web?

-Pues yo lo hago, la verdad, en los ratitos libres que tengo. Yo tengo familia, tengo hijas, tengo trabajo, tengo pareja, y entonces pues los ratitos que tengo, pues a lo mejor un día le puedo dedicar 15 minutos y un fin de semana a lo mejor le puedo dedicar tres horas, depende del tiempo libre que tenga. Pero muchas veces se me quedan cosas fuera porque no tengo tiempo, no doy para más.

-Se ha definido como 'semanasantero'. ¿Cómo llega a esta pasión? ¿Tenía tradición familiar?

-Ninguna, ninguna, ninguna. Mi madre es de Vejer, mi padre era de Cádiz de toda la vida. Mi padre cargó incluso el Prendimiento de Arcos, pero no he tenido vinculación alguna a la Semana Santa de Cádiz. Lo que pasa es que mi abuelo vivía en la calle Compañía, en el centro de Cádiz; los mejores recuerdos que tengo de la Semana Santa son de cuando yo era pequeño y pasaba la Semana Santa con mis primos. Para mí era tiempo de estar con mis primos, salíamos a ver pasos a la calle, pero realmente lo que hacía era jugar con mis primos, estar con ellos; lo pasaba muy bien y tengo unos recuerdos muy bonitos de la Semana Santa de cuando yo era pequeño. Estamos hablando de la Semana Santa de los 80 y de los 90. Bueno, yo salí en Expiración.

-Otra Semana Santa totalmente distinta a la de ahora.

-Sí, y bueno, ahora que tengo un poco de conocimiento, yo comparo la Semana Santa de ahora con la de antes y la evolución que ha tenido la Semana Santa de Cádiz, en una ciudad donde somos derrotistas cien por cien, hay que reconocer que la Semana Santa de la ciudad ha crecido y ha mejorado una enormidad. Hay mucha gente que echa de menos esa Semana Santa, pero yo creo que no.

-¿En serio?

-Sí, dicen que como que era más auténtica, más...

-Chabacana.

-Exacto, no quería decir esa palabra, pero era así. Ahora tenemos una Semana Santa más digna, en la que los cortejos lucen, en la que la gente incluso... No te voy a decir la gente de la calle, porque la gente de la calle de Cádiz es para echarla con la Semana Santa; no te voy a decir que nos tengamos que comparar con nadie, pero ir a ver un paso en chanclas y bañador me pone enfermo, y eso se ve en Cádiz a diario y en puntos muy concretos. Yo creo que aquí, en Cádiz, falta respeto por la Semana Santa. Mucha gente ve la Semana Santa como algo para sacar a los niños que estén entretenidos por la tarde. Y yo creo que la Semana Santa es mucho más, es devoción, es fe para el que la tenga. Yo te reconozco que no soy una persona muy creyente, pero para mí la Semana Santa, su vertiente católica, por llamarla de una forma, es solo una parte. Hay una parte de folclore, de tradición, de cultura, de historia, que es la que a mí me llama la atención.

-Antes me ha hablado de la Semana Santa como una excusa para pasarlo bien con sus primos, pero seguro que con alguna imagen se quedó. ¿Qué se le viene a la mente cuando se le pide un recuerdo de aquellas Semanas Santas de finales de los 80?

-Yo recuerdo, y la verdad que es algo que ahora es lo que menos me gusta es la Plaza Candelaria, que es donde se concentra ahora muchísima gente.

-El mítico concurso de saetas.

-Lo recuerdo. Y también a la gente que estaba allí comiendo pipas y cuando pasaba un paso, pues lo miraba, pero que estaba charlando, pasando el tiempo.

-Pero yo le preguntaba por sus recuerdos más bonitos.

-Yo recuerdo la primera vez que salí y hacerme el capirote, ir a por la túnica. Yo creo que son recuerdos muy bonitos. Además, yo salí en Piedad ese año.

-¿Su primer año?

-No, el primer año salí en Expiración, que tenía yo seis años.

-¿Por algo en particular?

-Sí, porque mi tío, Manolo Hermida, era fiscal en Expiración. Él era de Málaga y se vinculó a esta hermandad que tenía un carácter muy malagueño, como el palio de Victoria.

-Y su portentosos varales.

-Exacto, muy malagueños también. Yo quería salir y tengo fotos de cómo salen los niños con el capirote, con el antifaz recogido.

-Bonita túnica.

-Sí, sí. Y después, por estar en San Felipe, pues estuve durante unos años saliendo en El Caído de penitente, nunca nazareno, ¿eh? Esa palabra me pone los vellos de punta. Yo soy defensor a muerte de la horquilla, los horquillazos, controles de salida; ni me gusta papeleta de sitio, ni nazareno. Me enerva, vamos. Yo respeto al que lo llame así, porque hay que respetar a todo el mundo, pero me pone enfermo, vamos. De hecho, el logotipo de mi página web, si me lo permites, es una horquilla y una manigueta, porque esto es Cádiz [y da un golpecito en la mesa]. Y la Semana Santa es la de Cádiz, no es la de otro lado.

-Bueno, bueno, no se me enfade. Hablemos de su vida profesional. Me ha dicho que estudió en San Felipe, pero ¿cuándo supo que quería estudiar Periodismo?

-A mí siempre me ha gustado el tema de escribir, pero a mí realmente lo que me gustaba era el tema del vídeo y la fotografía; de siempre me ha llamado mucho la atención. Lo que pasa es que mi madre, como para todo el mundo, ha sido la mujer central de mi vida, cuando le dije que quería estudiar Imagen y Sonido, me dijo 'estudia Periodismo, que con el tema del Periodismo puedes hacer Imagen y Sonido, te abre más puertas'. Seguí su consejo.

-¿Dónde lo estudió?

-En la Universidad Pontificia de Salamanca. Y la verdad es que he tenido la suerte que desde que terminé la carrera, en junio de Quinto, porque no me quedó nada, empecé a trabajar en Canal Cádiz; allí conocí a Justo Mata, una persona que es un referente en la Semana Santa de Cádiz y al que, quizás, no se le recuerde con el respeto, con el cariño que se merece, pero fue un cofrade muy grande.

-Yo suelo decir que con Justo Mata y sus primeras retransmisiones con el agüilla de Canal Cádiz llegó 'El Canal Plus cofrade' a la ciudad.

-Sí, claro. Fue la primera televisión local que hubo en Cádiz; en aquellos tiempos estaba Onda Jerez, que era la pública, la fuerte, la que tenía poderío, y Canal Cádiz pues era, bueno, los que la conocimos no hace falta definirla.

-¿Llegó a colaborar con el programa cofrade?

-Escribí alguna vez algún artículo, hice alguna entrevista relacionada, pero ya te digo que en aquella época yo la Semana Santa la tocaba muy de soslayo. Pero la Semana Santa siempre me ha llamado la atención porque me ha gustado mucho. De hecho, cuando venía aquí en la carrera, veía todos los pasos de fatiga, siempre hasta el final. Yo recuerdo ver la recogida del Perdón con 15 años, que yo creo que fue la primera noche que me quedé toda la noche en la calle. Eso fue por un Jueves Santo y en aquella época creo que El Perdón se recogía, si salía a las 3..., a las 10 de la mañana llegaba la cruz de guía a Santa Cruz. Recuerdo pensar que 'joe, esto tiene que merecer la pena porque estoy que me muero de sueño'. Vamos, que mereció la pena estar ahí.

-Cuéntame esos cuatro años en Salamanca.

-Bueno, fueron cinco porque yo soy ya muy mayor y en aquella época la licenciatura era el plan antiguo. La carrera de Periodismo es un recuerdo muy bueno que tengo.

-¿Por qué en Salamanca?

-Bueno, pues porque en aquella época solo había en Sevilla y había que tener una nota muy alta de la pública; entonces, de las privadas que había en aquella época era Salamanca. Mis padres hicieron un esfuerzo enorme por pagarme una carrera en una universidad privada, no solo a mí, sino a mi hermana Oliva que venía detrás, y que también estudió ahí. Si cualquier persona tiene que agradecer a sus padres, yo, por el esfuerzo que hicieron por pagarnos una carrera a mi hermana y a mí, les tengo que estar más que agradecidos porque sé de las cosas que se quitaron con tal de darnos esa posibilidad. Pero yo tuve la suerte de eso, que desde que terminé estuve enganchando un trabajo con otro.

-Vayamos a ellos.

-Empecé en Canal Cádiz y después estuve de prácticas en Antena 3 a nivel nacional en Sevilla, eso me valió para estar en Ondaluz, y de Ondaluz vi el salto a Informativos Tele 5 a nivel nacional. Allí lo que hacía era sustituciones: igual me tocaba en un sitio que en otro; me llamaban y me decían 'mañana estás en Sevilla, pasado estás en Granada...'

-Vivías en Sevilla, imagino.

-No, iba y volvía. Claro, o me tenía que buscar la vida. Pero cuando eres joven, ahora yo creo que las cosas son más complicadas, pero cuando eres joven tienes un amigo: 'oye, que me voy tres días a tu casa', y te dice, 'pues vale'. Ahora con esta edad, tú le dices me voy tres días a tu casa y te dice 'no, no, que tengo a los niños, a mi mujer, a mi suegra...' Pero eran unos años muy bonitos. Después de eso estuve con Informativos Tele 5 en Melilla durante unos meses.

-¿Cómo fue aquello de Melilla?

-Melilla siempre es muy complicada; allí fue donde yo escuché..., tengo el recuerdo de escuchar un disparo de verdad por primera vez en mi vida. Porque de Melilla hay muchas cosas que no se cuentan. Es decir, el tema de la inmigración es muy delicado, y los saltos a la valla, que parecen que es algo puntual, son mucho más habituales; allí pasan cosas que no se deben contar.

-Bueno, pero ya han prescrito. Cuente, cuente.

-Bueno, pues ya te digo que había tiros, y realmente no se debe disparar, ¿no?

-Hombre, está feo.

-En fin, pero bueno, Melilla una ciudad en la que he dejado buenos amigos; estuve poco tiempo, pero encontré buenos amigos allí.

-¿Por qué la dejó? ¿Por los tiritos?

-Jaja. No, no. Hice una prueba de acceso a la Diputación y me quedé fuera porque no hablaba ni papa de inglés, un problema que tenemos... Entonces me di cuenta de que sin el inglés no hacía nada.

-¿Qué año era?

-El año 2000. Entonces, decidí que me tenía que ir a aprender inglés y como ya mis padres los había exprimido tanto me fui por mi cuenta a Irlanda a trabajar en un supermercado de reponedor.

-¿En qué ciudad?

-En Dublín, en Dublín. Mi idea era trabajar en un periódico, ¡iluso de mí! O sea, no hablaba inglés y quería trabajar en un periódico.

-Jajajaja Haber probado como corresponsal.

-Jaja. Nada, nada.

-Trabajé de reponedor, y además tengo también muy buenos recuerdos de aquella época porque conocí a las 'marías' irlandesas; pensamos que la 'maría' es algo típico de España, pero no, también hay 'marías' en Dublín. Y yo me llevaba muy bien con las 'marías' de Dublín; además es que hasta me buscaban, son como las 'marías' de aquí de Cádiz.

-Jajajaja Sus charlas y sus pamplinas mientras le rellenaba las bolsas y les ayudaba con los carritos.

-Eso es. Se las llevaba de la caja al coche.

-De reponedor de supermercado es donde suelen acabar los que salen de la prisión en las películas para reinsertarse en la sociedad.

-Jajaja. Eso es, eso es. Y los españoles en Dublín, más o menos, allí estamos al mismo nivel. Y nada, entonces, pues eso, yo iba con las 'marías' para aprender inglés.

-¿Cuánto tiempo se pegó en Dublín?

-Estuve siete meses y bien, la verdad es que hablo bien inglés, tengo el C1, pero me hubiera gustado quedarme unos meses más, porque el inglés es progresivo, o sea, al principio cuesta mucho arrancar pero cuando se arranca ya no se para.

-Ah, para mí que me iba a decir que se veía con dotes de ascender en el supermercado.

-Jajajajaja Sí, sí. Siempre tuve esa ilusión, eh. ¿Seré cajero algún día? Pero nunca llegué.

-Pues ojo que en España de la caja de un supermercado se pasa a la cartera de un ministerio.

-Jajajaja. Pues yo no llegué ni a cajero. Y, bueno, me reñían porque metían en la misma bolsa el pescado y la carne.

-Todavía le siguen riñendo, eh.

-Jaja. Es verdad, es verdad. Yo no tenía ni idea, chiquillo. '¡El español, que me ha metido junto todo!', decía enfadada una de estas 'marías'. Y yo le medio decía: 'Señora, que se lo va a comer todo después y se junta todo en el estómago. ¡Tanta tontería, joder!' Jajajaja.

-Acaba su periplo dublinés y...

-Sí, cuando terminé la carrera me volví aquí y una amiga me habló de una beca, la Robert Schuman, que daba a la Unión Europea para formarte como periodista en el Parlamento Europeo. Como tú sabes, cuando terminas la carrera, los tenemos mucha incertidumbre y no sabemos qué hacer. Así que yo eché la solicitud sin mucha confianza, pero me la dieron.

-Ya controlaba inglés.

-Sí, en inglés, la verdad que sí.

-¿Y escrito también?

-Sí, sí. De hecho, se me da mejor escribir que hablar. Me llamaron, pero fueron los atentados del 11-S, de las Torres Gemelas. Entonces hubo una paranoia, una psicosis a nivel mundial, y me escribieron para decirme que el dinero de las prácticas se lo iban a gastar en seguridad en Bruselas, porque consideraban que era una ciudad vulnerable y tal. Yo pensé como que ya eso no iba a salir y que me iban a dar la 'patá', pero me llamaron para entrar en enero, o sea, solo cuatro meses después. Y estuve allí en Bruselas.

-¿Qué hacía allí?

-Yo era stager, que es el equivalente al que hace una práctica; estaba de becario en el Parlamento Europeo. Pero de becario ganaba mil euros, que era más de lo que había ganado hasta ese momento trabajando en España. La verdad que me sirvió para abrir mucho la mente. Te das cuenta de que todos somos ciudadanos del mundo. Mi compañero de piso era sueco, tenía amigos de Dinamarca, de Alemania, y yo qué sé, me gustó mucho ese rollo.

-¿Cuánto tiempo fue eso?

-Estuve solo cinco meses. Yo estaba allí de maravilla, tanto que quise quedarme allí. Entré a trabajar en un bar… ¿Qué pasa? Que yo hablaba inglés, pero el francés... Y claro, me empezaron a pedir en francés y yo no entendía 'ná'. Me pedían un plato de papas y yo les ponía el primero que me llegaba jajaja. ¡Me echaron el primer día, tío! Y sin beca y sin trabajo, me vuelvo a España. 'Esto es una invitación pa que me vuelva', me dije antes de venirme en verano.

-Bueno, no está nada mal irse al paro, siendo joven, en verano.

-Jajaja. Te cuento. Mi balance laboral en ese verano fue de figurante en un programa de Los Morancos que grabaron en la Playa Victoria y para el que buscaban extras. Y ahí estaba yo, el primero.

-Jajajajajaja.

-El primer día de trabajo te pagaban 30 euros al día por estar tumbado en la playa con mi bañador y mi toalla. 'Este es el trabajo de mi vida. Está aquí tirao, tomando el sol', dije a mis amigos. jajajaja. Pero el día siguiente me dijeron: 'Mira, tienes que grabar una escena. Te tienes que vestir de corto, o sea, con el traje y sombrero cordobés en un hidro-pedal, y vas con una chica que va vestida de sevillana; tú estás de fondo, o sea, tú no participas en la escena, ni en el diálogo ni en nada; lo único que tienes que hacer es pedalear para que se te vea al fondo'.

-O sea, un híper, híper, híper figurante.

-Sí, sí. Y me dice. '-Lo único que tienes que hacer es nunca poner el pedal paralelo a las olas, porque como el hidro-pedal lo pongas paralelo a las olas, te lo vuelcan. -Sí, sí, sí', le respondo. Yo no había cogido un hidro-pedal en mi vida, claro.

-Como también cogió un carrito de golf...

-Sí, bueno. Eso te lo cuento más adelante.

-Jajajaja. Vale, vale. Ahora estamos en la playa.

-Y nada, cogí el hidro-pedal y lo primero que hice fue ponerlo de lado, vino una ola y la sevillana y yo, pues nada, empapados en el agua de la playa Victoria entre las olas. '¡Corteeeeeeeeeen, corteeeeeeeeeeeeeen!' Jajajajaja

-Jajajajajaja

-'¡Chiquillo, qué has hecho!' No sé qué, no sé cuánto... El traje, que yo no sé de dónde venía, traía una peste tremenda, y mojado, peor aún. Nada, me metieron en las tomas falsas del programa y esa fue mi primera aparición televisiva.

-Jajajaja. ¿Qué año fue eso?

-Eso fue el año 2002.

-Y tras su fracaso televisivo, vuelve a trabajar.

-Sí, bueno, en paro no llegué a estar; la verdad que tuve mucha suerte porque en septiembre entré en Ondaluz, donde trabajé con Hugo Vaca, Pepe Lodeiro, Lorena Mejías, Javier Lacave, José Grima, Alicia Cervera, o sea, muchos de los compañeros que están ahora.

-¿Qué hacía en Ondaluz?

-Yo hacía informativos puros y duros; hacía reportajes y montaba las noticias. Ese año tuve la suerte de que Porquicho, que también estaba allí.

-Grande, José Luis. Míticas sus entrevistas a Subiela y Juan Carlos con Los Ángeles Caídos tras la que se lio con el cuplé a Martínez Ares. Él llevaba el Carnaval.

-Pues contó conmigo para hacer las entrevistas a los grupos después de sus actuaciones; yo era la Laura Jurado de aquella época.

-Jajajajaja.

-Fui la Laura Jurado del 2002.

-¿Y cómo es trabajar en Carnaval para un periodista cofrade?

-El carnaval, la verdad, es que me pareció muy complicado porque yo soy una persona que respeto mucho el carnaval.

-¿Más que a la Semana Santa?

-A las dos por igual; son fiestas que la gente se cree que hay que tomárselas a la ligera, pero tanto una como otra hay que respetarla y que hay que conocerla. Si tú vas a trabajar en carnaval hay que tener conocimiento y hay que saber dónde te metes. Y entonces, bueno, yo era aficionado, soy aficionado al carnaval, pero...

-¿Se sintió como un pato mareado?

-No, no hasta ese punto, pero yo recuerdo que hay veces que me hablaban de algún autor o algún componente y yo ese nivel no lo controlaba; en aquella época no había redes sociales y no se podía estar tan al día. Me acuerdo que entrevisté a Pedro el de los Majaras y me dice '¿tú sabes cómo me llamo yo?'. Y le digo '-Pedro. -Noooooo, no me llamo Pedro'. Y es verdad que tenía otro nombre (José Antonio Rico Segura).

-Cuénteme lo del golf, anda.

-Eso ya fue trabajando para Diputación. Te cuento. El segmento del golf es muy importante para la promoción del turismo porque viene gente con mucho poder adquisitivo y, además, lo hacen fuera de temporada. Por lo tanto, como no puede ser de otro modo, este deporte lo incentivamos mucho. Entonces, durante unos años organizábamos un torneo de golf en el que traíamos a touroperadores de toda Europa. En estos eventos que organiza el Patronato te toca hacer de todo y una vez me tocó llevar a un político, que la verdad no recuerdo quién era, en un carrito de golf, en un buggy.

-¿Era guiri?

-No, no, era un político de aquí, de la provincia. Total que me dice el de la organización: 'Llévalo tú y llévalo a hoyo tal'. Y yo ni había cogido un buggy en mi vida ni sabía dónde estaba el hoyo tal.

-Vamos, que le dijeron lo mismo que con el hidro-pedal.

-Lo mismo. Me dicen: '-¿Tú sabes llevar esto? Esto es muy fácil. Nada más que tienes que llevarlo como un coche automático'. -Vale, vale. Aunque mi coche es manual, pero bueno, en mi vida he llevado un cacharrito. -Esto es imposible de volcar', me asegura. Pues ya está, digo. 'Si es imposible de volcar, ahí está el tío'.

-Jajajaja.

-Empecé a coger las curvas, las curvas súper cerradas, la loma 'parriba', la loma 'pabajo' y el político ya cada vez agarrándose más fuerte al sillón.

-Jajajajaja. ¿Pero creía tenerlo controlado o veía que se le estaba yendo de las manos el cochecito?

-No, no. Yo ya estaba viendo que se me iba de la mano. El buggy era superior a mí, me dominaba el buggy a mí.

-Jajajajajajajajajajajaja

-Hasta que llegué a una curva, pegó un volantazo y el buggy se cayó de 'lao'. Salió el político que el hombre estaba, vamos que tenía..., estaba orondo. Pues salió rodando por la loma 'pabajo' y yo '¡hostin!' 

-Jajajajajajajaja. ¿Y usted no voló?

-No, yo no. Yo me volqué y me quedé en el sitio, agarrado el volante, como Carlos Sainz, ahí.

-Jajajajajajajajaja ¡Menudo cabrón! jajajajajajajajajajajaja. Haberse 'tirao pa quedá' bien al menos.

-Y entonces, nada, paré como pude, me acerqué y me disculpé. '-Perdone. -¡Joder, no sé qué, no sé cuánto; ¡ten más cuidado!'. Llegaron todos. '-¿Qué ha pasao?, ¿qué ha pasao? -Nada, nada, un ligero accidente. -¿Un ligero accidente, joder? -Yo qué sé, ¿para qué me dejáis conducir a mí un buggy?'

-Jajajajajajajajajajajaja

-Y ya no me dejaron conducir más un buggy en mi vida, ni yo he querido conducirlo, vamos.

-El buggy 'pa' la playa.

-Para la playa, para la playa, sí. El golf es un deporte de riesgo. ¡Ja, ja, ja!

-¿Cómo empezó en Diputación?

-Después de Ondaluz, hice una prueba de acceso a la Diputación, una convocatoria pública en la que quedé el tercero; no entré esa vez, pero como que quedé en bolsa entré en 2004 en la Diputación Provincial de Cádiz en el Patronato del Turismo. Llevo ya 20 años en el Patronato del Turismo. Han sido unos años muy intensos donde ha cambiado mucho el periodismo.

-¿En qué ha cambiado?

-Yo enviaba las notas por fax, o sea, algo que suena ya súper viejuno; también por correo electrónico, pero todavía se usaba el fax. Y ahora estamos en una era donde mandan las redes sociales, la inmediatez; ha cambiado todo muchísimo. El mismo turismo en la provincia ha cambiado. Antes, la gente venía buscando sol y playa exclusivamente, ahora el turismo de Cádiz se puede morir de éxito; cuando digo Cádiz me refiero siempre a la provincia. Creo que nuestro actual objetivo es un poco filtrar ese turismo, que no venga tanta gente en verano y que vengan el resto del año; también, como trabajador del sector turístico, considero que hay que legislar para que el turista no eche al local y eso creo que es lo que está pasando en Cádiz.

-Ya que me encuentro ante un colega que trabaja en un departamento de comunicación público, pero que previamente lo ha hecho en medios privados en independientes. ¿Desde dónde se vive más el periodismo?

-Hombre, se vive mucho más desde fuera. Yo tengo muy claro que mi labor ahora, o sea; los trabajadores de Diputación tenemos un dicho que es 'la casa es lo primero'. La casa es la Diputación y nadie va a hacer nada que perjudique a la Diputación, aunque la Diputación alguna vez pueda cometer un error o pueda hacer algo que no sea lo correcto, pero nosotros, como trabajadores, tenemos muy claro que tenemos que destacar lo bueno que hace la Diputación, que es mucho. La gente no sabe realmente ni qué es la Diputación ni qué es lo que hace, pero la verdad es que hace una labor muy importante, sobre todo para los municipios de menos de 20.000 habitantes, pero también es cierto que también estamos subyugados, no me gusta usar esa palabra, pero tenemos a políticos por encima. Hay que saber que los políticos están por allí de paso, pero la labor de los técnicos, de los trabajadores que estamos allí, es siempre mantener la imagen de la institución por encima del que esté en ese momento.

-¿Cómo es es la relación del colega, porque somos colegas, eh, que trabaja en un gabinete de comunicación con otro que lo hace para un medio independiente? ¿Entiende que en la mayoría de las veces la relación no sea muy buena?

-Sí, y te voy a responder muy fácilmente, porque hay una máxima del periodismo que dice que 'si una noticia no es mala no es noticia', entonces los medios de comunicación cuando te llaman intentan sacar siempre el escándalo, lo que se hace mal, lo que ellos consideran que no se ha hecho justamente o que se ha beneficiado a un municipio y no a otro. Intentan sacar lo malo y en nuestra función está decir 'no, bueno, céntrate en esto que se ha hecho y mantén ese equilibrio'. Ahora, también te digo, cuando nos llaman al Patronato, una de las máximas que tenemos allí, y hacemos muchas cosas en el Departamento de Comunicación, es que cuando llama un periodista pidiendo información se deja todo para atender al compañero. El compañero es lo primero y el medio de comunicación es lo primero. Y si trabajamos con medios del Reino Unido y tal, el primero para nosotros es la radio de Chiclana o el periódico de San Roque, es a esos a los que les tenemos que dar prioridad absoluta. Porque tenemos claro que nosotros estamos al servicio de la provincia de Cádiz y de los medios de la provincia de Cádiz.

-Pero, bueno, cuando sí o sí ha pasado algo malo y se os pide información...

-Hombre, intentamos darle la vuelta a la tortilla y decirle 'sí, pero...'

-Vamos, que también son políticos.

-Bueno, no, intentamos defender lo nuestro. Es decir, 'sí, ha pasado esto, pero tened en cuenta que...' En definitiva, minimizar lo malo; yo creo que eso no es ningún delito, minimizar lo malo y destacar lo bueno que se hace, que ya te digo que es mucho.

-¿Qué le da la Semana Santa a la provincia?

-Hombre, desde que yo entré (en Diputación), ahora tenemos tres Semanas Santas de interés turístico nacional, que son la de Arcos, la de Jerez y la de Cádiz y varias de interés turístico de Andalucía. Además, yo que me considero gaditano, pero de la provincia, diría que tenemos una provincia riquísima; con muchos estilos de Semana Santa. Está la carga de Cádiz, la molía de Jerez, el estilo de carga de San Fernando, en San Roque se carga como en Málaga y en donde hay hermandades que salen como los tronos. También está la Semana Santa en la Sierra de Cádiz, que es impresionante. O sea, pueblos tan pequeños que tienen una hermandad y una devoción que merece la pena la Semana Santa de toda la provincia de Cádiz. Y sigo. Están las imágenes que tenemos en Sanlúcar, en El puerto... Bueno, Jerez y Cádiz que te voy a hablar. Y en Vejer, el Nazareno de Vejer, que está atribuido a Juan de Mesa. O sea, que tenemos un tesoro artístico aquí en la provincia por el que no tenemos nada que envidiar a ninguna provincia limítrofe. Y no digo nombre. Jajaja.

-Jajaja. Pues con este dardito lo dejamos. Un placer, compañero y, sin embargo, amigo.

-Jajaja. Lo mismo te digo.

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